En
el año 1929 se convierte en el primer espacio natural protegido de Andalucía,
siendo declarado “Sitio Natural de Interés Nacional”.
En
1978 es declarado “Parque Natural”, sin embargo, debido a la actual legislación
de espacios naturales, que requiere de una superficie mínima, que está muy por
encima de sus pequeñas dimensiones, hoy en día ha pasado a la categoría de “Paraje
Natural, debido a la pequeña superficie que ocupa de 11,7 km2 (11.700
hectáreas), sin embargo, es uno de los espacios protegidos de mayor interés
geológico, botánico y zoológico de toda la Península Ibérica.
Adentrarse entre
sus rocas y recorrer sus senderos es sumergirse en un recorrido por la
evolución geomorfológica del sur de Europa y encontrarse en un pequeño universo
de biodiversidad constituido por un gran número de especies vegetales endémicas
que alcanzan su mayor esplendor en primavera. Se han catalogado 664 especies de
plantas, entre ellas mas de 30 especies de orquídeas; 12 especies de líquenes;
77 de Briofitos (musgos y hepáticas) y 10 de Pteridofitos (helechos). El mundo
animal está representado por 128 especies. El Torcal está cuenta también con la
categoría de Zona Especial para la Protección de las Aves (Z.E.P.A.) y
Lugar de Interés Comunitario (L.I.C.).
Como bien diría nuestro Gran
Maestro Valentín “El Rey de la Montaña” o nuestro buen amigo Miguel Becerra “El
Maestro Jedi”: El Torcal de Antequera no dejará indiferente ni al senderista
mas exigente y resume con detalle el paso del tiempo dibujado un espectacular
paisaje como de otro mundo. Un
auténtico museo geológico, lugar ineludible para cualquier amante de la
Naturaleza en general y la Geología en particular. España es un
país con una riqueza en paisajes naturales como pocos en el mundo. Estos
valores que debemos promover entre jóvenes, adultos y mayores, sería
bueno que no dejáramos de recordarlo y valorarlo, es una pena que en la mayoría
de los casos no seamos consciente de la riqueza que hay a un sólo paso, y cuan magnífica terapia es para el cuerpo, la mente y el alma
caminar por estos parajes, auténtico pilátex para la mente, pero siempre desde
el respeto y el amor por la Naturaleza.
Forma
parte del Sistema Penibético que va desde Cádiz hasta Jaén. Está situado entre
la Sierra Chimenea (Camorro Alto) al oeste y la Sierra de las Cabras al este,
La mayor parte del paraje pertenece al término municipal de Antequera, situada
al norte, a excepción de los tajos del cerro de Las Ventanillas al sur
(Villanueva de la Concepción), localidad que hasta hace muy pocos años era una
pedanía que pertenecía a Antequera y que ha sido el último pueblo de la provincia
(el número 101 en tener Ayuntamiento propio).
Tradicionalmente
se la suele dividir en cuatro zonas:
1.Tajos y
laderas
que delimitan su perímetro destacando los tajos de la cara sur que pertenecen
al cerro de las ventanillas y que miran hacia Villanueva de la Concepción y la
cabecera del río campanillas.
2. Sierra Pelada, situada al
este del Paraje y limitando con el Torcal Bajo que la separa de la Sierra de
las Cabras y el Puerto de la Boca del Asno, está formado por un paisaje
kárstico poco pronunciado, con una extensa área de lapiaz y numerosas dolinas,
su mayor cota se alcanza a los 1.194 m en el pico que lleva su mismo nombre,
situada aproximadamente a 1 km al noreste del en el Camorro de los Monteses
(1.185 m) donde se encuentran los repetidores, su vegetación es escasa.
3. Torcal Bajo, formado por una
pequeña meseta escalonada, delimitada al norte y sur por grandes acantilados, al
oeste por el Torcal Alto y al este por Sierra Pelada, la vegetación es escasa y
en el existen restos históricos de asentamientos en épocas pasadas, habiendo
sido hasta fechas recientes una zona donde han convivido la actividad ganadera
con la antigua profesión de los canteros, cabe destacar el lugar conocido como
Las Sepulturas, donde aún pueden verse varios hornos, el antiguo abrigo-refugio
de un cantero con una lápida antropomórifica en su interior y alguna que otra
piedra que parece formas parte de algún monumento megalítico, siendo uno de los
parajes mas emblemáticos de la zona.
4.Torcal Alto, sin lugar a
dudas, la joya de la corona donde se encuentra la mayor concentración de las
formaciones imitativas del relieve kárstico que da origen al típico paisaje
lunar, formado como consecuencia de la erosión de los distintos estratos que
conforman las diferentes rocas calizas que forman parte del macizo, que a su
vez se divide en dos zona El Camorro de las Siete Mesas, por donde discurre la
antigua ruta roja, al oeste del Torcal Bajo. Y por otro lado la parte alta del
cerro de Las ventanillas por donde discurren las rutas verde y amarilla, siendo
la zona donde habita gran parte de la fauna presente en la sierra y especies
vegetales endémicas.
La
mayor altura se encuentra situada a 1.343 msnm, sobre una de las muchas
elevaciones del Camorro de las Siete Mesas, que a penas destaca de un entorno
donde, la mayoría de bloques son de una altitud muy parecida.
Y
fuera del perímetro del paraje, pero no menos importante a la hora de estudiar
la evolución geológica del Torcal y su entorno la Gran Uvala del Navazo, formada
como consecuencia de la unión de numerosas dolinas (o torcas), formando una
gran uvala, tenemos este a amplia zona de transición entre el Torcal y Sierra
Chimeneas, caracterizado por un suave y ondulado perfil de tierras muy fértiles.
Según
nuestro Maestro Geobotánico, Don José Guerrero, su formación geológica es de
calizas que proceden de la acumulación y depósito de esqueletos y caparazones
de animales marinos.
Todo era parte del gran Mar de Tetis, bajo el que se
encontraba sumergido la mayor parte del actual sur de Europa y Oriente Medio,
durante el periodo Jurásico (hace 200 millones de años) y se matnuvo así hasta
la Era Terciaria (hace 25 millones de años).
Durante ese tiempo se acumularon
sedimentos que dieron lugar a estratos horizontales que alcanzaron espesores de
miles de metro
Durante el Mioceno medio, la placa ibérica, situada al norte del mar, y la
africana, al sur, empujaron la una sobre la otra, y presionaron los sedimentos
acumulados en el fondo del mar, que iniciaron un camino hacia arriba al ser
comprimidos y deformados.
Los sedimentos de esqueletos y caparazones emergieron
poco a poco. En la actualidad no ha finalizado ese proceso de empuje y
compresión.
Una vez fuera del agua, el viento, la nieve y los agentes meteorológicos
han modelado las formas de las rocas.
Las calizas se dejan modelar y fracturar, lo que provoca grietas y espacios por
los que se acumula y filtra agua que recorre el interior de las rocas,
favoreciendo el crecimiento de especies vegetales que, a través de las grietas,
buscan el agua del interior. Además, el kárst actúa como una esponja. Recoge el
agua de lluvia y la almacena. Al filtrase forma canalizaciones que llegan a
evacuar el agua por las distintas fuentes que encontramos a lo largo del perímetro
del paraje.
La naturaleza kárstica del macizo origina que las
aguas superficiales sean escasas, fluyendo éstas subterráneamente y emergiendo
por los laterales del Torcal al tomar contacto con rocas impermeables,
originando las numerosas fuentes localizadas a lo largo de su perímetro, entre
ellas destaca el Manantial del nacimiento de la Villa, situado al lado de una
antigua villa romana, el Hoyo de La Turca al sur o la Fuente junto al puerto de
la Boca del Asno al este.
El interior del Torcal alberga una red de ríos y
lagos subterráneos que laa convierte en uno de los aquíferos mas ricos de la
provincia, como un gran tesoro que se encuentra en su interior.
El
nombre de Torcal se debe a una de sus formas kársticas más comunes, que son las
torcas
o dolinas, que son depresiones circulares u ovaladas de fondo plano a
modo de plazoletas, y que poco a poco han sido rellenadas por residuos de
caliza y tierra rosa. Dentro de su estructura laberíntica de rocas avanzaremos
a través de dolinas o torcas, callejones ó portillos, que
igualmente serían dolinas en una primera fase. Por otro lado tenemos las mesas,
que es como se le conoce popularmente a las grandes piedras planas o zonas
elevadas con abundancia de éstas, como por ejemplo, el Camorro de las Siete
Mesas. Pero sin duda alguna las formaciones mas atractivas son los estratos de
caliza superpuestos de forma horizontal, localmente conocidos como pilas
de bollos o galletas, siendo el mas popular el Monumento Natural del Tornillo,
logotipo del paraje natural.
Y otras de sus formaciones son las caménicas,
que a modo de pequeñas bañeritas, son las hoquedades sobre las rocas planas
donde se suele almacenar el agua de lluvia. También destacan los castilletes
muy frecuentes en el Camorro de las Siete Mesas y las Vilaneras, que parecen
imitar pequeñas fortalezas sobre algunas zonas elevadas, lapiaces, muy abundantes
y afilados cerca de la cumbre del Camorro de Los Monteses (Sierra Pelada). Así
como un gran número de formaciones imitativas, con una mayor concentración en
el Torcal Alto, donde nos encontramos con gran cantidad de ellas, algunas de
las mas conocidas son , El Tornillo, El
Champiñón, El Camello, La Esfinge, El Robot, etc…; y formas subterráneas como
simas, cavidades y cuevas, entre las que destacan la Cueva del Toro que
constituye uno de los yacimientos Neolíticos más importantes de la provincia de
Málaga, la Cueva de la Cuerda, la Sima del Hoyo del Tambor y la Sima del Hoyo.
Botánica en el
Torcal:
Según
nuestra compañera Vicky la comunidad de plantas mejor representada son las
rupícolas, aunque la particularidad de la vegetación aquí es que todas las
plantas están adaptadas a las rocas de una u otra forma, aprovechando cualquier
grieta, repisa, o espacio de cualquier tipo entre ellas para buscar la luz, el
sustrato y el agua.
Las
especies rupícolas más representativas son la Linaria Anticaria, Saxifraga
biternata, podium australe que conviven con la Fumaria macrosepala, Silene andryafolia,
Sedum acre, Sedum mucizonia, Sedum dasyphyllum, Caterah officinaruum
(popularmente conocida como la hiedra), Hedera hélix, que se apodera de algunas
rocas llegando a cubrirlas por completo. O la Euphorbia characias,
comúnmente conocida como lechetrezna macho, lechetrezna mayor.
Encontramos también un encinar que convive con quejigos, serbales y arces. Mezclados
con espinares entre los que abundan el espino majoleto, sauco, zarzamora, rosal
silvestre.... Y por último encontramos también pastizales y cardizales,
situados en dolinas o "encerraderos" con especies vegetales como la
Poa bulbosa, Trifolium subterraneum.
Dentro del Paraje Natural hay una serie de
árboles que por sus dimensiones, están considerados como Árboles Singulares de
Andalucía por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, así
destacan: El Arce de Montpelier de la Ruta Verde: posee un perímetro en el
tronco de más de 1,5 m y una altura de más de 9 m. Y dentro de la ruta amarilla
tenemos La Hiedra del Agrasol: destaca porque, anclada en una roca, el
perímetro de su tronco mide más de 1 m y alcanza una altura de 14 m. Y las Hiedras
del Barco y del Macetón: destacan igualmente porque, siendo arbustos
anclados en sendas rocas, presentan un tronco de 1 m de perímetro y una
altura de 4 m.
Entre
las flores las mas representativas son las peonías y los lirios, encontrándonos
también en las grietas de grandes rocas plantas como el ombligo de Venus y
otras especies endémicas como la Linaria anticaria, por otra parte caben destacar las mas de 30 especies de orquídeas que podemos encontrar en el Torcal, especialmente a comienzos de primavera. En las zonas donde hay mas
tierra que roca nos encontramos con la aulaga, la retama, el romero, el
esparto, el matagallo y el tomillo, siendo estos mas frecuentes en el perímetro
del paraje..
Fauna en el Torcal
Según nos comentó en la anterior de edición del Jurásico nuestro gran Amigo y Maestro Valentín, que en gloria esté: a fecha de marzo 2012 se habían catalogado 128 especies de vertebrados: un Anfibio, 11 Reptiles, 93 Aves y 22 de Mamíferos entre los que destacan topillos, zorros, tejones, comadrejas y conejos.
El grupo más numeroso es el de las aves, con un total de unas 93 especies, unas 40 sedentarias y unas 53 temporales. Siendo por ello el Torcal Zona Especial para la Protección de las Aves (Z.E.P.A.), a pesar de ello, algunas especies se encuentran muy amenazadas por la presión humana, venenos, expolio de nidos, actividades deportivas incontroladas como son los casos de escaladas por vías no autorizadas o fuera de épocas autorizadas. Masificación de excursionistas en la ruta verde y alrededores del Centro de Visitantes, sobre todo los fines de semana. Siendo las especies mas amenazadas el águila real, el águila perdicera, el halcón peregrino, que al anidar en los tajos son más propensos a ser molestados por determinadas actividades como la escalada. No así el parapente o ala delta cuyas pistas de despegue mas cercanas se encuentran en el Valle de Abdalajís. Otros visitantes alados muy asiduos suelen ser los buitres leonados en sus largos planeos con sus idas y venidas entre el Desfiladero de los Gaitanes y la sierra de Camarolos, o sierras aún mas lejanas. También destaca la presencia del cernícalo, el gavilán, el milano real ó el milano negro. También habitan rapaces nocturnas como el autillo, el búho real, la lechuza y el mochuelo. Otras aves que podemos ver son el alcaudón, el avión, la collalba, la lavandera blanca, el mirlo, la paloma torcaz, el vencejo y el zorzal entre los mas fáciles de encontrar.
Según nos comentó en la anterior de edición del Jurásico nuestro gran Amigo y Maestro Valentín, que en gloria esté: a fecha de marzo 2012 se habían catalogado 128 especies de vertebrados: un Anfibio, 11 Reptiles, 93 Aves y 22 de Mamíferos entre los que destacan topillos, zorros, tejones, comadrejas y conejos.
El grupo más numeroso es el de las aves, con un total de unas 93 especies, unas 40 sedentarias y unas 53 temporales. Siendo por ello el Torcal Zona Especial para la Protección de las Aves (Z.E.P.A.), a pesar de ello, algunas especies se encuentran muy amenazadas por la presión humana, venenos, expolio de nidos, actividades deportivas incontroladas como son los casos de escaladas por vías no autorizadas o fuera de épocas autorizadas. Masificación de excursionistas en la ruta verde y alrededores del Centro de Visitantes, sobre todo los fines de semana. Siendo las especies mas amenazadas el águila real, el águila perdicera, el halcón peregrino, que al anidar en los tajos son más propensos a ser molestados por determinadas actividades como la escalada. No así el parapente o ala delta cuyas pistas de despegue mas cercanas se encuentran en el Valle de Abdalajís. Otros visitantes alados muy asiduos suelen ser los buitres leonados en sus largos planeos con sus idas y venidas entre el Desfiladero de los Gaitanes y la sierra de Camarolos, o sierras aún mas lejanas. También destaca la presencia del cernícalo, el gavilán, el milano real ó el milano negro. También habitan rapaces nocturnas como el autillo, el búho real, la lechuza y el mochuelo. Otras aves que podemos ver son el alcaudón, el avión, la collalba, la lavandera blanca, el mirlo, la paloma torcaz, el vencejo y el zorzal entre los mas fáciles de encontrar.
Entre
tanta roca, los reptiles han encontrado en el Torcal un auténtico paraíso
abundando la presencia de distintos tipos de culebra como las de: herradura,
meridionales, de escalera y bastardas), culebrillas ciegas, eslizones, víboras
(¡ojo, muy activas en verano!). Y otros reptiles como los lagartos ocelados y
lagartijas.
Entre
los
mamíferos podemos encontrar cabras monteses, erizos, conejos, liebres,
gatos monteses, ginetas, comadrejas, garduñas, tejones ó zorros, en este último
caso, hay algunos zorros que están tan acostumbrados a las visitas de
excursionistas que se acercan a mendigar comida y algunos casi llegan a comer
de tu mano.
Pasajes de la Historia: La presencia del
hombre en el Torcal
La presencia del Hombre en el
Torcal se remonta a la Prehistoria, lo que se atestigua a través de los restos
de pobladores neolíticos hallados en varios yacimientos, siendo el más
importante el de la Cueva del Toro.
Igualmente, se han recogido restos más recientes
de origen romano que apuntan hacia el uso en cantería de los recursos
geológicos del lugar, usándose las calizas en la construcción de villas
próximas al Torcal: Anticaria, Osqua y Nescania.
La presencia árabe fue
prolongada, y una torre vigía permaneció hasta no hace muchos años en la vecina
sierra de La Chimenea, habiéndose reconocido en el propio Torcal tumbas y
material diverso.
Durante la Guerra de la Independencia contra los franceses, en
una Málaga ocupada por los soldados de Napoleón, el capitán antequerano Vicente Moreno Baptista
recibió los calificativos de «malhechor», «espía» y «asesino» por liderar una
de las guerrillas más exitosas en la lucha contra los franceses, además de ser
la primera que se formó en nuestra provincia.
El paso de soldado a guerrillero tuvo lugar hacia febrero de 1810, el mismo mes en que era conquistada Málaga capital.
Harto ya de perder hombres de su 5ª compañía del primer batallón del Regimiento Primero de Málaga, por culpa de la ineptitud táctica de sus mandos superiores, tras varias batallas infructuosas en Jaén, concretamente en Sierra Morena. El capitán pensó que la mejor forma de hostigar al enemigo era formando una partida reducida, desde un área de operaciones que conocía como la palma de su mano: el Torcal de Antequera.
Comenzando así una carrera de ataques sorpresa y emboscadas que causó grandes daños a las tropas francesas. A este respecto, el conde de Clonard afirma en su libro sobre la historia de la Infantería y la Caballería que «para atajar los daños que causa a los franceses mueven todos los resortes y prodigan gruesas sumas y premios al que se encargue de capturarle».
El paso de soldado a guerrillero tuvo lugar hacia febrero de 1810, el mismo mes en que era conquistada Málaga capital.
Harto ya de perder hombres de su 5ª compañía del primer batallón del Regimiento Primero de Málaga, por culpa de la ineptitud táctica de sus mandos superiores, tras varias batallas infructuosas en Jaén, concretamente en Sierra Morena. El capitán pensó que la mejor forma de hostigar al enemigo era formando una partida reducida, desde un área de operaciones que conocía como la palma de su mano: el Torcal de Antequera.
Comenzando así una carrera de ataques sorpresa y emboscadas que causó grandes daños a las tropas francesas. A este respecto, el conde de Clonard afirma en su libro sobre la historia de la Infantería y la Caballería que «para atajar los daños que causa a los franceses mueven todos los resortes y prodigan gruesas sumas y premios al que se encargue de capturarle».
Pero vecino traidor, que es seducido por los franceses a
cambio de una importante suma de dinero, le hizo llegar al guerrillero
antequerano la falsa noticia de que iban a pasar correos franceses con
documentos importantes por la Uvala del Navazo. Siendo capturado, la noche del 2 agosto de
1810, y los correos se convirtieron en una emboscada de la caballería polaca,
que mató a la mayoría de los guerrilleros. El propio Moreno, al caer su
caballo, se partió una pierna y recibió otras heridas. Tras casi medio año
convertido en una figura invencible, un auténtico héroe de Leyenda, hasta el
punto de que muchos soldados franceses temían pasar cerca del Torcal.
Los prisioneros llegaron a Málaga al día siguiente y el 4 de agosto les
hicieron un consejo de guerra y les dieron garrote en la cárcel a los soldados,
colgándoles de las ventanas de la cárcel
que estaba situada en lo que hoy es la plaza de la Constitución. Mientras que
al capitán Vicente Moreno Baptista, lo trasladan a la cárcel de Granada,
recibiendo todos los días proposiciones de ascenso si se pasaba al bando
francés a cambio de importantes sumas de dinero. Como último recurso para
convencerlo, su mujer y sus cuatro hijos pequeños pudieron visitarlo y su
esposa trató de convencerlo sin éxito. La ejecución tuvo lugar en al día
siguiente, 10 de agosto, con la asistencia de miles de personas. Antes de morir
de garrote señaló a los asistentes: «Españoles, aprended a ser fieles y a morir
por la patria». Fue enterrado en el cementerio de la parroquia de San
Ildefonso. A finales de 1812, finalizada ya la invasión, el trato fue bien
distinto. Un decreto de las Cortes Generales de Cádiz ordenó que en la revista
que se hiciera en su compañía de Málaga, apareciera siempre como presente y que
al mencionarlo el capitán del regimiento señalara: «Vive en la memoria de los
buenos». Además, el decreto otorgaba su sueldo a la viuda e hijos.
La ocupación humana se mantuvo casi
permanentemente hasta el pasado siglo, cuando fue abandonado el único poblado
conocido de la Sierra y que ha sido denominado como Las Sepulturas (Torcal
Bajo). Se trata de un conjunto de pequeños habitáculos de piedra con apriscos y
terrenos de cultivo, cuyos pobladores mostraban gran habilidad en el trabajo de
la piedra, como demuestran los restos encontrados. Siendo frecuente
encontrarnos en esta zona con los denominados abrigos (o apriscos), refugios
para pastores y canteros, que aprovechaban sus conocimientos del trabajo con la
piedra, para sacarle el máximo partido a las oquedades en la base de un gran
roquedo, cuya entrada tapaban con un rudimentario murete de piedras, como el abrigo
de Juan Ramos en el Camorro de Las Siete Mesas o el que nos encontramos
en el mencionado lugar de Las Sepulturas y sus alrededores.
La explotación industrial del siglo
XIX origina un intenso carboneo del encinar; la extracción de piedra se hace
intensa y el pastoreo se masifica, impidiendo la regeneración natural de la
vegetación. A todo ello se debe el aspecto desolado hoy apreciable en muchas
partes de la Sierra. Ya en este siglo coincidiendo con el fin de las
explotaciones de las canteras, El Torcal quedó como zona de pastoreo extensivo,
cultivándose las dolinas en épocas de escasez.
Durante la
Guerra Civil, se
establece un importante frente con fuerzas
milicianas apostadas al sur de Antequera, en cuatro sectores estratégicos,
intentando sabotear las principales vías de comunicación y frenar el avance del
enemigo desde Villanueva del cauche, Villanueva del Trabuco, valle de Abdalajís
y El Torcal de Antequera.
Existiendo
una importante guarnición de milicianos apostados desde la Boca del Asno hasta
El Torcal Alto, cuyo principal objetivo es salvaguardar el avance hacia Málaga
a través del control de la carretera de Antequera a Villanueva de la Concepción,
así como actuar de enlace entre las fuerzas del Valle de Abdalajís y Villanueva
de Cauche.
Componen la defensa del perímetro del Torcal, mil setecientos cincuenta y ocho hombres, ubicados la mayoría de ellos en la zona del Alto Torcal conocida en aquellos días como el Peligrillo, enclave este que ofrecía unas posibilidades de defensa natural inmejorables, pero que será además reforzado con la presencia de hombres y Artillería. Así, en cuanto a las fuerzas, un Batallón de Infantería, y una tropa de noventa y dos milicianos –en su mayoría de la FAI, permanecerán en las diferentes zonas que conforman el Peligrillo, destacando la zona Este de Sierra Pelada, por ser esta la que se mostraba más cercana al estratégico paso de la carretera entre Antequera y Villanueva de la Concepción..
Junto a estos, y ya en la zona baja del Torcal, y La Boca del Asno, asentamientos de milicianos y soldados conformarán las fuerzas de este emplazamiento, apareciendo distribuidos en la Venta Palomo, casilla de Peones Camineros situada a la izquierda de la carretera entre Antequera y Villanueva de la Concepción, con sesenta milicianos. El Cortijo de la Alhajuela cuenta con cuarenta milicianos y en el límite entre Boca del Asno y Sierra de las Cabras se ubicará un campamento de milicias de la FAI compuesto por veinte hombres de Infantería y cincuenta de Caballería, así como un grupo de unos treinta soldados.
Junto a estas, y en una cota más intermedia del Torcal, una Sección de Carabineros y una Sección de Caballería ocupan el Ventorro Clarín, a 2,5 kilómetros de Villanueva de la Concepción, en la carretera que une esta con Antequera. Por último, una Compañía de Carabineros y un Escuadrón de Milicianos –comandado por el mítico Arcas- organizan la defensa en torno al puerto de Las Escaleruelas.
En cuanto al armamento también será el paraje del Peligrillo el que englobe la mayor parte del potencial artillero del sector, con un Cañón de 75 mm, un fusil Ametrallador y un Cañón de 7,6 de desembarco. El resto de la Artillería aparece situada en la Boca del Asno, estando formada por un Cañón de 70 mm – situado junto a los sesenta milicianos de la Venta Palomo- y una Ametralladora.
El Mando correrá a cargo de un Capitán de Carabineros. Otras fuentes mencionan que “el frente del Torcal lo manda uno que se ha puesto estrellas de capitán y que llaman Pancho”.
En todo caso, los informes del Ejército sublevado rebelan que la ausencia de mandos reconocidos y de solvencia, será común en este sector, siendo los sargentos, soldados ascendidos sólo por el hecho de saber leer y escribir –de hecho, las fuentes señalan que uno de los oficiales era el alguacil de Villanueva de la Concepción-.
Componen la defensa del perímetro del Torcal, mil setecientos cincuenta y ocho hombres, ubicados la mayoría de ellos en la zona del Alto Torcal conocida en aquellos días como el Peligrillo, enclave este que ofrecía unas posibilidades de defensa natural inmejorables, pero que será además reforzado con la presencia de hombres y Artillería. Así, en cuanto a las fuerzas, un Batallón de Infantería, y una tropa de noventa y dos milicianos –en su mayoría de la FAI, permanecerán en las diferentes zonas que conforman el Peligrillo, destacando la zona Este de Sierra Pelada, por ser esta la que se mostraba más cercana al estratégico paso de la carretera entre Antequera y Villanueva de la Concepción..
Junto a estos, y ya en la zona baja del Torcal, y La Boca del Asno, asentamientos de milicianos y soldados conformarán las fuerzas de este emplazamiento, apareciendo distribuidos en la Venta Palomo, casilla de Peones Camineros situada a la izquierda de la carretera entre Antequera y Villanueva de la Concepción, con sesenta milicianos. El Cortijo de la Alhajuela cuenta con cuarenta milicianos y en el límite entre Boca del Asno y Sierra de las Cabras se ubicará un campamento de milicias de la FAI compuesto por veinte hombres de Infantería y cincuenta de Caballería, así como un grupo de unos treinta soldados.
Junto a estas, y en una cota más intermedia del Torcal, una Sección de Carabineros y una Sección de Caballería ocupan el Ventorro Clarín, a 2,5 kilómetros de Villanueva de la Concepción, en la carretera que une esta con Antequera. Por último, una Compañía de Carabineros y un Escuadrón de Milicianos –comandado por el mítico Arcas- organizan la defensa en torno al puerto de Las Escaleruelas.
En cuanto al armamento también será el paraje del Peligrillo el que englobe la mayor parte del potencial artillero del sector, con un Cañón de 75 mm, un fusil Ametrallador y un Cañón de 7,6 de desembarco. El resto de la Artillería aparece situada en la Boca del Asno, estando formada por un Cañón de 70 mm – situado junto a los sesenta milicianos de la Venta Palomo- y una Ametralladora.
El Mando correrá a cargo de un Capitán de Carabineros. Otras fuentes mencionan que “el frente del Torcal lo manda uno que se ha puesto estrellas de capitán y que llaman Pancho”.
En todo caso, los informes del Ejército sublevado rebelan que la ausencia de mandos reconocidos y de solvencia, será común en este sector, siendo los sargentos, soldados ascendidos sólo por el hecho de saber leer y escribir –de hecho, las fuentes señalan que uno de los oficiales era el alguacil de Villanueva de la Concepción-.
La reciente adquisición por la
Junta de Andalucía de la práctica totalidad del Paraje ha permitido iniciar la
restauración de este singular enclave de nuestra geografía, lugar en el que la
Naturaleza muestra una de sus caras más insólitas.
Pueblos de
referencia: Antequera
al norte y Villanueva de La Concepción al Sur.
Cómo llegar al
Torcal de Antequera:
Si venimos por la A-92 u otras zonas del interior la referencia es Antequera,
donde antes de llegar ya nos encontramos con señales indicativas del Torcal que
nos orientan hacia la comarcal 3.310
a Villanueva de la Concepción, encontrándonos con el
cruce para el Torcal a unos 12
km. una vez pasado el puerto de "La Boca del
Asno".
Desde la costa, la mejor opción es
tirar por la autovía antigua de Las Pedrizas y poco después de dejar atrás el
2º túnel tomamos el desvío para entrar en Casabermeja, desde donde enlazamos
con la carretera local que se dirige a Villanueva de la Concepción, localidad
por la que tenemos que pasar y unos seis kilómetros mas allá llegamos a la
desviación por la que entramos en Torcal sin margen de error, si bien nuestro
punto de encuentro está en el parking junto al desvío de la carretera de acceso
al Torcal (dejando el coche abajo).
Cómo llegar al
inicio de ruta, Parking de abajo del Torcal, junto a las ruinas de laa
antigua Venta del Rosario, siguiendo las indicaciones del párrafo anterior, el
parking se encuentra a escasos 100 m de la rotondita de acceso a la
carreterilla que sube al centro de Visitantes, en dirección Villanueva de la
Concepción.
Recorrido aprox:
21
Km. Tipo circular en el sentido de las agujas del reloj con ramal de unos 2 km
lineales donde coinciden inicio y final.
Ascenso
acumulado:
950 m
Altura mínima, punto de partida y de encuentro: Parking
de abajo (950 m), junto a las ruinas de la antigua venta del Rosario, junto al
desvío de la carretera de acceso al Torcal Alto, carretera Antequera-Villanueva
de la Concepción.
Altura máxima: collado de La
Tortuga (1.230 m)
Dificultad: Media.
Principales
escollos: el
paso por el embudo del Pináculo y tramos encharcados a poco que llueva en los
días previos, que dejarán muy embarrado el suelo por los angostos callejones.
Tiempo aprox.
7-8 horas
Tipo suelo: 75% sendero
pedregoso y a veces previsiblemente embarrado. 25% pista.
Tipo de
recorrido: Circular
con ramal lineal donde coinciden el inicio y final de ruta .
Mapa: Torcal de Antequera (editorial Penibética)
Fecha de realización y meteorología:
sábado 2 de marzo de 2013, bajo un cielo plomizo que afortunadamente no llegó a
descargar lluvia sobre nosotros, día fresco donde las temperaturas no pasaron
de 10ºC en ningún momento, recibiendo un fuerte viento sureste de cara en el
último tramo de ruta, que en ocasiones llegó a superar los 40 km/h. Por suerte
pudimos disfrutar de los restos que quedaban de la gran nevada que cayó en la
madrugada del 28-F sobre muchas sierras andaluzas.
Desde
Huelva:
Teresa "Arwen de Rivendel"
Desde
Cádiz: Manuela
Cuesta “La Dama de Hierro”, Reinaldo “El Senescal de la Bahía”, Miguel Becerra
“El Maestro Jedi”, Javier Flores, Ana Diánez y Manuel Limón (autor del
prestigioso blob “Las rutas de Manuel”, una de las mejores referencias del
senderismo en toda Andalucía).
Desde Sevilla: Ana María Jurado,
Gabriel “Taxi Driver” (El Coronil), El Indomable jaime escoltado por:
Vicente Montañana y Manu “El Hombre Tranquilo”.
Desde Córdoba: Héctor "El Caimán de Puente Genil".
Desde
Ronda y otras localidades del interior: Jorge "Aterriza como puedas",
Eva "la Dibujante de Sueños", Nieves Lobato, Carlos Guerrero Barragán
“El Mariscal de la Translíbica”, Mayte Gago Sánchez, Antonio Francisco “La
Locomotora de Alhaurín”, Salva “el de los 101 km en 13 horas”, Paqui “La Reina
del Chocolate”, Juan Carlos “El Portador del Anillo”, Juan José “El Marqués de
Villaluenga”, Macarena Romero Gallardo "La Opositora", Fran "Nothing
else matters" (Campillos), Celia “La Hechicera du Sao
Paulo”, Juan y Juan Jr “de Álora”y Rosa
"De Casarabonela".
Desde
distintas zonas de la Costa del Sol: Patricia López
“La Chica que miraba a las estrellas”, Miguel “El Hombre que sabía demasiado”,
Manuel Manzanares “El Cartógrafo de su Majestad”, Victoria Beltrán “La
Botánica”, Juan Antonio Mena “El Elfo de la Malagueta”, Paco Jaime “El sabio de
Hortaleza”, Fernando Jiménez Ruiz “El Duque de Juanar”, Ana Bueno “La Duquesa
de Juanar”, Eduardo “El Profeta del tajo Gómer”, José Manuel Vázquez (Club
Senda Verde), Marita Cruzado Bravo (Club Senda Verde), Paco Cruces , Ilse “La
Gacela de la Selva Negra”, Ana Mª Gómez Alarcón (Club Senda Verde), Juan
Antonio Villalba “El Corsario de Sierra Almijara”, Guillermina Montañez,
Salvador Rojo, Laura Gálvez, Jesús Merchán, Andrés Server, José Antonio Martín,
María Jesús Ríder, Romualdo Estévez y un
humilde servidor Juan Ignacio Amador.
Breve
descripción de la VI Travesía del Jurásico “El Torcal Inédito”:
Tramo 1, Sendero
de ascensión al Torcal (antigua ruta azul):
Se
trata de un sendero recientemente recuperado que sirviéndose de antiguos
caminos y veredas, nos lleva hasta el Centro de Visitantes, pasando por el
Monumento natural del Tornillo. Y parte desde el extremo suroeste del
aparcamiento donde hemos dejado los vehículos (muy cerca de las ruinas
de la antigua venta del Rosario) encontrándonos con el correspondiente
panel y mapa rudimentario que reza: “Subida al Torcal Alto” (3,5 km).
Iniciando
una suave y dócil ascensión por una verde pradera, que pronto abandonaremos
para zigzaguear por un corto sendero que atraviesa una primera zona de canchal,
que superamos inmediatamente (bajo los tajos del Camorro de Los Monteses,
que pertenece al sector de Sierra Pelada), adentrándonos ahora
en un antiguo camino donde nos iremos encontrándo algunas balizas indicativa de
la distancia y la dirección a seguir hacia el Monumento natural del Tornillo,
Centro de Visitantes y Torcal Alto, todas ellas coincidentes, manteniendo
nosotros dirección predominantemente suroeste con un perfil muy dócil.
En
escasos minutos habremos llegado a las
ruinas de una gran cortijada ganadera, que quedará a nuestra izquierda. De
hecho estamos atravesando una de las zonas ganaderas por antonomasia del
perímetro del paraje. Desde la que ya podemos apreciar la primera zona rocosa
por la que nos vamos a adentrar de lleno en el Torcal, se trata del sector del
“Fraile”, formación imitativa, que podemos identificar a modo de pináculo, a la
izquierda de la primera elevación montañosa junto a la que vamos a pasar.
A
nuestra espalda, es decir, hacia el este, teníamos vistas de las cumbres
nevadas de todo el cordal de la sierra de Camarolos, con la sierra de Las
cabras y la peña Negra, mas cercanas a nosotros, parcialmente cubierta por las
nubes.
Antes
de que finalice el dócil camino por el que vamos caminando, dejaremos a nuestra
derecha una pequeña cantera a la derecha y a nuestra izquierda, viejas
construcciones para la explotación de la misma. Conforme el camino se va
caminando, el perfil comienza a presentarse mas inclinado. De vez en cuando el
paso de algún vehículo por la carretera de acceso al Centro de Visitantes, nos
da una noción de la distancia que nos separa de ella y que en todo momento
llevamos a la derecha.
Aproximadamente
a la altura del Mirador de Diego Monea, situado a pie de carretera (a nuestra
derecha), pasamos junto a los restos de un antiguo corral, delimitado por un
murete de piedra, construido para el ganado bovino, en el lugar conocido por
los lugareños como Portillo Alto. Lugar de referencia para abandonar el sendero y
desviarnos unos 300 m a nuestra izquierda, con el objetivo de pasar por el
embudo que existe entre el Pináculo del Fraile y la pared de la derecha. Una
opción, que si bien, no forma parte de este sendero, le añade un toque de
espectacularidad y belleza a este primer tramo, proporcionándonos una
momentánea y magnífica sensación de altura. De hecho esta formación imitativa,
aunque poco conocida, en nuestra modesta opinión, es una de las grandes
maravillas del Torcal.
Una
vez superado el empinado embudo, que nos deja muy cerca de la parte posterior
de “El Fraile”, conviene perder altura y situarnos en la base del roquedo, para
rodear la cumbre que tenemos a nuestra derecha, regresando de nuevo al sendero
propiamente dicho de ascensión al Torcal. Atravesando algunas dolinas que
forman la Cañada Tosaires, donde las manchas de nieves que aún quedaban
de la gran nevada del 28-F, nos regalaron imágenes inéditas para laa mayoría de
los presentes, respecto a anteriores visitas al Torcal.
Llegando al Monumento
Natural del Tornillo de forma muy cómoda y escalonada, siendo el lugar
escogido, para hacer la primera parada de avituallamiento y foto de grupo. Una vez finalizada la sesión fotográfica,
retomamos la marcha a través del sendero recientemente habilitado que atraviesa
el
lapiaz del Agrio del Caracol, para llegar al Centro de Visitantes, sin
tocar la carretera en ningún momento.
Tramo 2, Por las
rutas verde y amarilla:
Al
llegar al Centro de Visitantes se presentan dos alternativas para adentrarnos
por la tradicional ruta verde. Bien desde su teórico inicio, adentrándonos por
el sendero que comienza ,junto al panel que se encuentra en la zona norte del
aparcamiento. O bien, como hicimos nosotros, empezando por su teórico final,
que pasa por delante de las escalerillas del Centro de Visitantes, dejando
a nuestra izquierda el ramal que nos lleva hasta el Mirador de Las ventanillas
y adentrándonos directamente, por lo que sería el teórico final de las rutas
verde y amarilla, que coinciden en este tramo, progresando en dirección oeste a
través del Hoyo de la Burra, dejando a nuestra izquierda magníficos
ejemplares de estratos horizontales de gran tamaño, que al poco de dejar atrás,
mientras descendemos suavemente de forma escalonada, hasta el fondo de una
dolina, abandonamos momentáneamente el sendero, para subir a nuestra izquierda
a lo que tradicionalmente llamamos el Mirador del Amonite.
Desde donde
obtenemos prácticamente las mismas vistas que desde el cercano Mirador de las
ventanillas, pero con unas sensaciones mas aéreas, teniendo a nuestros pies la
localidad de Villanuevaa de laa Concepción con todo el entorno de la cabecera
del río campanilla y su trayectoria hacia Málaga, cuya hoya vemos a la derecha
de los Montes de Málaga, pudiendo contemplar el mar en toda la franja de
Guadalmar hasta Torremolinos, al suroeste varias sierras litorales y algunas
localidades del interior como Álora. Mientras que al sureste, destacan la peña
Negra, Camarolos, y la Maroma, que aquel día estaban cubiertas de un
espectacular manto blanco, parcialmente oculto por la abundante nubosidad de
aquella jornada.
Retomado
el sendero, ascendíamos al collado que deja a la derecha la formación imitativa
de “la Tortuga” y a continuación volvíamos a descender alcanzando la dolina donde se unen la ruta verde y amarilla, se
trata de una amplia plazoleta al pie de Los Arregladeros o Las Catedrales,
magníficas paredes verticales de hasta 50 m de altura, que quedan a nuestra
izquierda, por cuya base pasamos intentando adivinar el trazado de la ruta
amarilla, completamente cubierto por la nieve en esta zona del itinerario.
Una
vez que dejamos atrás Los Arregladeros, la siguiente formación imitativa por la
que pasamos es El Adelantado, que reconoceremos como una especie de obelisco
inclinado de unos 12 m de altura, que queda a la izquierda del sendero. Por
este tramo del itinerario el sendero discurre por callejones por los que
entramos casi siempre subiendo y otras veces llaneando y pequeñas dolinas o
torcas, que a modo de plazoletas, se abren ante nosotros permitiéndonos una
perspectiva mas amplia de las pequeñas maravillas del entorno, como la
siguiente formación imitativa, que dos o tres dolinas mas allá del adelantado,
identificaremos, arriba a nuestra izquierda como El Camello.
Si
bien, la nieve le da un aspecto mágico al paisaje, el lado negativo es que
cuando ésta empieza a derretirse los charcos y el barro se multiplican, mucho
mas en un lugar como el Torcal, fácilmente dado a que los senderos permanezcan
encharcados durante muchos días, a poco que haya llovido, en nuestro caso nos
lo encontramos, con algunos callejones completamente cubiertos de agua o barro,
a menos que te expusieras a una arriesgada trepada por las resbaladizas rocas
que nos flanqueaban, o que te expusieras a los pinchazos de los abundantes
majuelos, zarzales y rosales silvestres, tan abundantes en las zonas mas
angostas del Torcal Alto, que en mas de una ocasión nos dejaron algún arañazo
en los chaquetones, mochilas o incluso nos quitó el gorro de lana en mas de una
ocasión obligándonos a dar marcha atrás en mas de una ocasión.
La
figura del Potro, al que siempre le gustaba subir al Gran Valentín, es
otra de las formaciones imitativas mas características de este tramo de
angostos callejones de la ruta amarilla, que unos 40 m mas adelante, alcanza su
record de estrechez en el callejón del Tabaco, mágico lugar
donde los haya, ligado a las leyendas de ser teletransportado a otro lugar y
donde hay que pasar obligatoriamente de uno en uno.
Una vez que salimos del
callejón del Tabaco, peculiar pasillo, de apenas 10 m de recorrido en forma de
“L”, nos encontramos rudimentarias flechas de pintura amarilla, obviamente en
el sentido contrario al que vamos.
Ya que tanto las rutas verde y amarilla del
Torcal están concebidas para recorrerlas en sentido contrario a las agujas del
reloj, mientras que nosotros las estamos recorriendo en el sentido de las
agujas del reloj. Hasta que llegamos a una plazoleta (dolina ó torca) de mayor
tamaño, que las que hemos ido dejando atrás. Donde abandonaremos
definitivamente la ruta amarilla, tomando dirección predominantemente oeste,
noroeste.
Tramo 3, Del
Hoyo del Tambor a la Uvala del Navazo:
Una
vez abandonamos la ruta amarilla, en dirección oeste, llegamos a través de un
suave perfil ascendente, hasta una especie de collado, a partir del cual, nos
adentramos en un escalonado tramo de descenso, que iniciamos desde la zona
conocida como el Hoyo del Tambor, que identificaremos por llevar unas altas
paredes a nuestra derecha, colonizadas de forma inverosímil por encinas que
parecen desaafiar la ley de la gravedad.
Y a nuestra izquierda los estratos,
las paredes y pináculos son de menor altitud, pero no de menor belleza, sin
dejar de sorprendernos con algunas formaciones muy curiosas, sobre las que
prácticamente no hay nada escrito, por encontrarse fuera de las rutas
tradicionales.
De
frente ya veíamos en dirección oeste el extremo occidental de la crestería de
Sierra Chimenea, parcialmente nevada. Y en primer plano, un mar de pináculos,
hacia el que nos vamos acercando, cual impresionante colección de chimeneas de
hadas, que parecen cerrarnos el paso en nuestra trayectoria, noroeste,
llegándonos a preguntar, cómo coño será posible que este angosto sendero se
abra paso a través del laberinto que tenemos ante nosotros. Pero el Torcal
siempre nos sorprende y un par de de vacas, a la derecha del sendero, nos
demostraban que si ellas habían llegado hasta allí, nosotros seríamos capaces
de salir en la dirección que llevábamos, como fueron confirmando magníficos
ejemplares de moñigas, tamaño familiar, minutos mas tarde. Se trata de un
antiguo sendero conocido por los mas viejos del lugar como “vereda
de la Umbría de la cabra”.
Conforme
vamos cambiando nuestra trayectoria de oeste a noroeste, comenzamos a
vislumbrar la cumbre del Camorro Alto, por encima del mar de pináculos en el
que comenzamos a adentrarnos intercalando callejones con dolinas. Hacia la
salida de una de las últimas dolinas por la que pasaremos nos encontramos una
curiosa formación rocosa, formando por una mazacote rocoso mas o menos
redondeado y un pináculo a su derecha, que vistos de perfil bautizamos como El
Diplodocus.
Tras
la dolina del Diplodocus, nos adentramos en un lapiaz, del que vamos a salir
afrontando un corto, pero empinado descenso escalonado, que nos situa
frente a la valla metálica que delimita el perímetro entre el extremo suroeste
del Torcal que es donde nos encontramos con la gran Uvala del Navazo, que
tenemos ante nosotros.
Una vez frente a la valla, caminaremos en paralelo a la
misma, unos 400-500 m en dirección oeste, llevándola a nuestra derecha, hasta
que encontramos una zona donde el paso de anteriores senderistas, hace el paso
al otro lado mucho mas propicio.
Durante
algo mas de un kilómetro y medio en dirección, norte, noroeste, atravesamos una
ondulada pradera, intercalada con dóciles lapiaces que iremos evitando, el
suave perfil de la gran Uvala del Navazo, contrasta con el agreste perfil rocoso
que acabamos de dejar atrás.
Podría decirse que esta es la zona mas monótona
del recorrido, pero si estamos atentos, siempre podemos encontrar alguna
pequeña maravilla con la que recrearnos como la espectacular orquídea que
estuvimos fotografiando en la cola de grupo. Hasta que venimos a salir a la
Cañada Real Antequera Málaga, pista principal, que comunica a los cortijos mas
importantes del sector Villanueva de la Concepción, La Joya, Puerto de la
Escaleruela. Al poco de llegar a la pista, siendo ya una hora prudente,
decidimos hacer la pausa del almuerzo, retomando poco después la marcha, que en
escasos minutos nos situaría a la altura del cortijo de Los Navazos, con sus
grandes naves agrícolas y ganaderas.
Momento a partir del cual empezamos a disfrutar
a nuestra derecha, de los espectaculares tajos, que delimitan el perímetro
oeste de Las Vilaneras Altas, con sus estratos horizontales. Y de frente
la imponente silueta de la cara sur del camorro, alto hasta situarnos muy cerca
de su base, concretamente a la altura del Puerto de la Escaleruela.
Tramo 4, El
Torcal Bajo: Del Puerto de La Escaleruela a Las Sepulturas y las viejas
canteras:
Una
vez en el Puerto de La Escaleruela, el viento sureste empezaba a soplar cada
vez mas fuerte. Y por ser precisamente, éste, el punto donde abandonábamos la
pista para adentrarnos en el Torcal Bajo, a lo largo de una suave, pero
permanente ascensión en dirección este, sureste, llevamos un fuerte viento de
cara durante los siguientes kilómetros dejando laa alpina silueta de la
vertiente oriental del camorro Alto a nuestra espalda, mientras el grupo iba a
alcanzar su estiramiento record entre la cabeza y la cola, motivado por una
lesión en la ingle de Eva, que tras echarse DEEP HEAT, fue recuperando su
velocidad de crucero.
El
Torcal Bajo, es una zona de transición entre el Camorro de Las Siete Mesas,
que llevamos a nuestra derecha, por donde discurre la ruta roja por donde
pasamos en la edición anterior del Jurásico y la nuestra izquierda la zona
conocida como Sierra Pelada, que se extiende entre nosotros y la zona de
Camping del Torcal y el Nacimiento de la Villa. Que a modo de gran pasillo o
corredor, mas bien como una amplia cañada por la que fuimos ascendiendo, nos
permite disfrutar de espectaculares perspectivas del Torcal Alto, con sus altas
paredes a nuestra derecha.
Llega
un momento que la ascensión que llevamos comienza a darnos una tregua,
intercalándose zonas de dolinas llanas y amplios pasillos, donde encinas y
quejigos comienzan a intercalarse con majuelos y rosales silvestres entre otros
arbustos espinosos. Lo que hasta hace poco no había sido mas que seguir el
dócil perfil del terreno por una trayectoria tan evidente como rectilínea, se
torna en desconcertante para cualquier persona que no conozca bien el terreno,
porque ante nosotros se presentan una serie de grietas, lapiaces y moles
rocosas, que si bien son mucho mas redondeadas que en el Torcal Alto, en mas de
una ocasión nos hará dudar sobre el camino a seguir. Llegando a una de las
pausas de reagrupamiento nuestra compañera Mª Jesús, sufrió un esguince de
rodillas, que en un principio parecía un problema con el gemelo, siendo
asistida por varios compañeros, pudiendo seguir adelante con espíritu
espartano, antes de que se le enfriara tras el obligado parón después de ver
las estrellas.
Poco después divisábamos tres hembras de
venado a unos 200 m pastando en un llano que teníamos a nuestra izquierda.
Por
encima de las cuales en dirección este, noreste, ya podíamos divisar la peña de
Los Enamorados (o El Indio), la sierra del Conjuro con Archidona a sus pies y
al fondo la sierras subbéticas cordobesas. Sobre la Peña de Los Enamorados,
existe una leyenda que cuenta que en las faldas de la peña, junto a la
orilla del río Guadalhorce que por allí discurre, reposan los cuerpos de dos
infortunados amantes, mora ella y cristiano él. Los dos enamorados huyeron de
Archidona (Málaga), en busca de tierras de cristianos, perseguidos por el padre
y hermanos de ella, de los que el mancebo era cautivo. En su huida, llegaron a
lo alto de la roca, donde no hallaron refugio. Viéndose alcanzados, los
desesperados amantes optaron por arrojarse por el lugar mas escarpado de la
peña, lanzándose al vacío abrazados." Esta leyenda se encuentra
recogida en una crónica literaria escrita por el humanista italiano Lorenzo
Valla en el siglo XVI que encargo el rey Alfonso V "el Magnífico."
Como
íbamos diciendo, éste es un tramo donde la progresión que debemos mantener en
sentido sureste, se convierte en un pequeño desafío, pues cada vez, parece mas
difícil abrirnos pasos, entre los bloques y callejones, muchos de ellos ciegos,
que tenemos ante nosotros, cual laberinto rocoso. LLegando a una plataforma
rocosa que acaba en un pequeño cortado, no muy alto, pero lo suficientemente
elevado, como para obligarnos a dar un pequeño rodeo, regresando algunos metros
sobre nuestros pasos, para rodearlo por la izquierda, a través de algunos callejones
escalonados tan húmedos como resbaladizos, tras los cuales, el antiguo sendero,
que lleva bastantes años en desuso, vuelve a mostrarse mas evidente gracias al
paso del ganado, que también se hace visible en las zonas rocosas, gracias a su
característico rastro marrón.
En
escasos minutos tras una pequeña ascensión llegamos a la zona conocida como Las
Sepulturas, que identificaremos fácilmente porque las rocas junto a las
que vamos pasando con curiosas formas extraplomadas, presentan un ligero color
rojizo con respecto a las rocas del entorno, encontrándonos en este lugar un antiguo
corral, junto a la casa de unos canteros y unas especies de hornos, que también
pueden parecer sepulturas antropomórficas, de donde le viene su actual
denominación a este lugar, donde podemos percibir una energía muy especial. En
su día fue una especie de antiguo poblado de canteros que habitaban en estos
lugares aprovechando al máximo los recursos de que disponían.
Podemos ver
restos de casas y rediles para el ganado y nos sorprende ver como recolectaban
el agua aprovechando los huecos en las rocas en las que tallaban canales para
dirigir el agua. Otro de los alicientes de este lugar es que cada pocos pasos
podemos ver sobre las plataformas rocosas por las que vamos caminando, grandes
ejemplares de amonites, la mayoría muy desgastados, pero suficientemente
elocuentes para recordarnos, que toda la zona por la que caminamos y
probablemente hasta donde abarque nuestra vista, era el fondo del Mar de
Thethis, durante el Jurásico.
Poco
después de dejar atrás las Sepulturas, comenzamos a ganar altura rápidamente y
al echar la vista atrás veremos gran parte de la ciudad de Antequera,
sirviéndonos de referencia norte. En pocos minutos el sendero enlaza con el
inicio (o final) de una vieja pista que cómo podemos observar a nuestro
alrededor, se construyó para la extracción de rocas, algunas de las cuales
vemos al inicio de este camino con restos de barrena. Todavía nos queda un
cuarto de hora avanzando por esta pista en dirección predominantemente sureste,
disfrutando de bonitas vistas sobre los castellones rocosos que tenemos a
nuestra derecha, con algún abrigo rocoso a sus pies, refugio de antiguos
canteros. Y a nuestra izquierda las dos elevaciones mas destacables de Sierra
pelada,. El Camorro de Los Monteses (1.185 m), que identificamos fácilmente con
las antenas de repetición y a su izquierda y a su izquierda el cerro Pelado
(1.195 m), amén de la sierra de las Cabras, la Peña Negra y gran parte de la
Sierra de Camarolos, incluida La maroma, que también contemplábamos bajo un
impresionante manto blanco, iluminado casi de forma mágica en aquella última
hora de la tarde, mientras enlazábamos con la carretera de acceso al Centro de
Visitantes, que tomábamos en sentido ascendente unos 40 m a nuestra derecha,
hasta bajar por donde nos fuera mas cómodo, para retornar al sendero de
ascensión del Torcal, completando de esta manera el tramo circular de recorrido
y retornando ahora en sentido descendente, sobre nuestros pasos hasta el
aparcamiento de abajo, donde nos despedimos de esta VI Edición del Jurásico,
que tan buen sabor de boca nos dejó, si no a todos, a la gran mayoría de
participantes.
Y
es que si de por sí, hay algunas montañas, parajes y sierras con un magnetismo
especial como el Huma, El Aljibe, El Lucero, el Chorro, La Cañada de Las
Ánimas, Angosturas del Guadalmina, etc…El Paraje natural del Torcal de
Antequera es un lugar con una cantidad de vibraciones mágicas y energía
positiva espectacular. Por muchas veces
que regresemos, siempre descubriremos algo nuevo, ofreciéndonos una increíble
variedad de estampas. El cambio de las estaciones nos deja estampas muy
distintas según la época del año, todo parece cambiar, ni el azul del cielo es
el mismo, ni el tono gris de las rocas tampoco. Mes a mes vas notando el
movimiento estacional. Si un domingo de otoño están los endrinos cuajados, al
otro, destacan los espinos, cuando las encinas te ofrecen sus pequeños frutos
encapuchados, empiezan a enrojecer los árboles y a desnudarse lentamente para
caer en un frío sueño invernal, sueño que los protegerá de los fuertes vientos
y bajas temperaturas. Algunas mañanas invernales, la nieve que cubrirá de
blanco el paisaje. En otras el hielo hará que los charcos se endurecen hasta
reventar, dando con la tierra y con la piedra. Podemos llegar al Torcal,
inmersos en una espesa niebla y estar despejado en menos de una hora o
viceversa, porque en el Torcal, todo cambia a gran velocidad, menos la magia,
que permanece inalterable con el paso del tiempo.
Como
recitó nuestro ínclito amigo Carlitos “El Poeta de las cumbres” en una de
nuestras últimas visitas al Torcal:
El
Torcal es heráldico, combina
con
sus piedras cuarteles y dragones
y
–dominó gigante- arremolina,
con
grandes fichas, gigantes torreones.
Plazas
extensas, sus enormes riscos,
alzan
de entre sus bordes colosales,
simulando
grandiosos obeliscos,
y
formas de estupendas catedrales.
Bloques
equilibristas, meditando,
están
en sueño irresoluto y hondo,
se
siguen las estrellas escalando,
o
si se arrojan al siniestro fondo.
¿Fue
el trágico furor del terremoto
el
que talló sus cresterías bellas,
o
algún río de fuego de lo ignoto
partiéndose
en buriles de centella?.
Troyas
caben en medio de sus ruinas
Menfis
entre sus moles arrogantes
Cartagos
en sus plazas diamantinas
Romas
entre sus cúpulas triunfantes.
Y
aparecen zumbar con sus rastrillos
las
mazas que en sus piedras trabajaron
y
palaustres, escuadras y martillos
que
en concertante inmerso la forjaron.
La
Soledad volviose extraños muros,
el
Silencio sillares misteriosos,
el
Miedo, bloques llenos de conjuro,
el
Estupor, macizos milagrosos.
Un
recto bloque, finge la Paciencia,
otro
la fe y hasta lo azul se lanza,
otro
el grave misterio de la Ciencia,
y
otro el divino amor de la Esperanza.
Columnas
de ilusión son los pilares,
y
hasta en los laberintos interiores,
hay
órganos y túmulos altares,
en
incenarios de piedra en que arden flores.
Y
si aterrada en alma y confundida
dirige
al Cielo un penetrante grito,
parece
que resuena en la otra vida
y
que llega rodando a lo infinito.
A
la rancia corona de nobleza,
que
decora ¡oh ciudad! tus timbres reales
otra
quiso la gran Naturaleza
ajustar
a tus sienes inmortales.
Y
te dio por diadema una montaña
hecha
por el temblor de un cataclismo
¡parece
que tu frente es toda España
y
el Sol un beso que te da Dios mismo!.
Peaso reportaje Juani. El centro de visitantes del Torcal verá reducido el numero de visitas desde hoy, jeje.
ResponderEliminarTe las currao!!!
Felicidades
Querido amigo Antonio: Está mal que lo diga, pero en esta ocasión el trabajo de recopilación y resumen de datos ha sido largo y muy elaborado en una semana en la que no he parado, atendiendo numerosos frentes, dentro y fuera del trabajo.
ResponderEliminarNos vemos en la próxima aventura.
Toda una antología y una lección magistral sobre el Torcal. Ha sido un honor conocerte y realizar esta ruta contigo y demás compañeros.
ResponderEliminarImpresionante!!!! me ha encantado toda la descripción, paso por la historia y más detalles que habeis dado del Torcal, me gustaría plantearos una duda ... yo llevo bastante tiempo buscando el emplazamiento de un fortín que había en los pies del Torcal en la ocupación francesa y que duró hasta la guerra civil (según tengo entendido), ya que veo que ustedes lo conocen tan bién. ¿Sabeis algún lugar en el que haya algún resto sobre este emplazamiento?! En otras palabras, donde podría estar asentado?!, según mis averiguaciones estaría antes de la boca del asno si vamos de villanueva de la concepción hacia antequera, antes de comenzar a bajar el desnivel hacia las curvas de la bosca del asno (terrenos que están vayados con carteles de la Junta de Andalucia).
ResponderEliminarSoy Daniel, un saludo y de nuevo mi felicitación por el artículo!!!