Entorno: Campo de Gibraltar
(perímetro sur del parque natural de Los Alcornocales)
Pueblos de referencia: San Roque
(Cádiz)
Punto de encuentro recomendable: Primer llano a
la derecha de la entrada del parque (y desde allí organizarse, según lo que
queramos hacer y desde donde queramos empezar).
Como llegar a Pinar de Rey: Tal y como
venimos por la autovía del Mediterráneo A-7, (N-340), tomamos la salida
señalizada de K.117 (San Roque Oeste), seguiremos por una carreterilla poco mas
de un kilómetro sin tomar ningún desvío, mientras el núcleo urbano de San Roque
va quedando a nuestra derecha, hasta que llegamos a un cruce en forma de “T”,
siendo nuestra opción el ramal de la izquierda (dirección Norte), donde ya se
nos señala Parque de Pinar de Rey, a partir de aquí seguiremos por la angosta
carretera comarcal CA-9203 (antigua CA-5121) entre fincas, algún que otro arroyo con cañaverales
y alejándonos cada vez mas de san Roque que va quedando a nuestra espalda.
Hasta que casi 5 km mas allá de San Roque, nos encontramos con la esperada
señalización y entrada del parque a la derecha de la carretera. Nada mas entrar
en el parque de Pinar de Rey, hay una explanada a la derecha, que coincide con
el final (o inicio) de la ruta del arroyo Alhaja. Pero nosotros decidimos
continuar, unos dos kilómetros mas allá, donde la pista deja de estar asfaltada
o pavimentada y comienza a estar terriza (pero en buen estado para cualquier
vehículo) y hace un giro de 90º a la derecha. Lugar estratégico para dejar los
vehículos si pretendemos realizar las tres rutas, pues los vehículos están
junto al árear recreativa y mas o menos está muy cerca de laa confluencia del
inicio de las tres rutas. De hecho, justo en frente, nos encontramos tras una
angarilla, el panel de inicio de ruta del sendero del cerro del Águila.
Distancia aprox: Si pretendemos
hacer las tres rutas, la distancia saldrá entre los 15 y 16 km (según el
planteamiento). Pues cada una oscila entre los 4,5 y 5,5 Km pero la distancia
total dependerá de la forma de enlazarlas entre sí.
Desnivel aprox: 120 m.(perfil
prácticamente llano, es un terreno muy dócil).
Duración aprox: cada ruta la
podeos hacer tranquilamente en 2 horas cada una.
Tipo de ruta: teóricamente
sólo la del cerro del Águila es circular, pero el terreno es dócil y las tres
se pueden plantear de forma circular.
Dificultad: Orográficamente
las tres rutas son de nivel bajo, sin embargo, dado la cantidad de cruces y
bifurcaciones que nos encontramos, resulta fácil desorientarse, a poco que nos
despistemos, pues al ser un terreno muy llano y la vegetación muy densa
alrededor mas de un cruce se puede prestar a confusión.
Material recomendado: Según donde
dejemos el coche podemos dejar la comida y la mayor parte de la bebida en el
maletero, partiendo del aparcamiento y llegando al mismo al final de cada ruta,
junto al área recreativa, por lo que las tres rutas se pueden hacer con una
simple riñonera y una pequeña botellita de agua. Nuestro pequeño amigo Dani (10
años) hizo la última ruta (sendero del arroyo Alhaja) en chanclas.
Mapas y Bibliografía: Biblioteca
Secreta de Cartógrafo de su Majestad.
Fecha de realización: domingo 28 de
septiembre de 2014.
Hora puesta de sol 20.10 y
ciclo lunar: luna nueva.
Participantes: Desde tierras
cordobesas vinieron: Natalia y Rafael “El Califa” y desde distintos puntos de
la Costa del Sol: Marlem “La Perla de Venezuela”, Fidel “El senderista
Romántico”, Paco “El Generoso” como guía espiritual de Paqui (que debutaba con
nosotros en periodo de prueba), Eduardo “El Último Samurai”, nuestro
catedrático geobotánico “El maestro Don José Guerrero”, nuestro Presidente paco
Jaime “el nuevo Florentino Pérez del Senderismo Andaluz”, los Duques de Juanar:
Ana y Fernando, con su hijo Dani “El joven aprendiz de Padawyn”, nuestros
anfitriones: Carmen “Galadriel” y Don Manuel Manzanares “El Cartógrafo de su
Majestad” y un humilde servidor: Juan Ignacio Amador
Previsión meteorológica: Daban 0,1 mm de
ligera llovizna hasta el mediodía, pero al contario que el día antes, que
habíallovido bastane en la zona, no sólo no llovió nada, sino que fue un día de
cielo azul radiante en todo el Campo de Gibraltar, en contraste con la tromba
de agua que había caído entre las tres y
las cuatro de la madrugada en puntos como Marbella o Fuengirola llevándome el
correspondiente codazo en la cama mientras diluviaba tras la persiana y mi
mujer me decía: “¡a ti no se te ocurrirá irte de ruta con la que está
cayendo…!”.
A tener en cuenta: dada la cantidad
de cruces y bifurcaciones que nos encontramos, resulta fácil desorientarse, a
poco que nos despistemos, pues al ser un terreno muy llano y la vegetación muy
densa alrededor mas de un cruce se puede prestar a confusión. El Pinar del Rey es un parque suburbano de 338 hectáreas, situado en el centro del Campo de Gibraltar. Unos 4 km al norte de la colina donde se enclava la localidad de San Roque, es un auténtico vergel natural del que podemos disfrutar en cualquier época del año, no obstante, cuidado con la oruga procesionaria de los pinos entre los meses de febrero y abril. Su acceso es totalmente gratuito y está abierto las 24 horas del día, por lo que también es lugar frecuentado por parejas para disfrutar de la luna.
Su
situación geográfica en la confluencia de las regiones mediterránea y
atlántica, la variedad litológica y el clima, proporcionan un mosaico de paisajes
y ecosistemas.
Sobre su sustrato arenoso se desarrolla el pinar de pino piñonero con un sotobosque característico del bosque mediterráneo.
Sobre su sustrato arenoso se desarrolla el pinar de pino piñonero con un sotobosque característico del bosque mediterráneo.
Este emblemático pinar tiene una
historia curiosa, cuentan las lenguas antiguas que una vez que el Rey Fernando
IV, consigue reconquistar a los musulmanes la localidad de Gibraltar el 12 de
septiembre de 1309, donde destaca la participación de las milicias de Sevilla,
comandadas por Juan Núñez de Lara y Alonso Pérez de Guzmán (Señor de Sanlucar
de Barrameda), el Rey le regala a la ciudad de Gibraltar una amplia extensión
de terreno del campo de Gibraltar que abarcaba la actual San Roque y el Pinar
de Rey propiamente dicho. Hasta que España cede el Peñón absurdamente a
Inglaterra y desde entonces el pinar pasa a pertenecer a la localidad de San
Roque.
Desde 1492 hasta finales del siglo
XVIII España presumía de ser la primera potencia naval del Mundo. En 1800 la Marina Española, con semillas provenientes de Vejer
de la Frontera, decide la creación de este pinar para abastecer de madera a la
Industria Naval.
Pero en 1805 tiene lugar la Batalla
de Trafalgar, con una derrota histórica frente a la pérfida Albión (de la que
todavía no nos hemos terminado de recuperar). Tras la
derrota de Trafalgar el sector naval de la época entró en crisis y se hizo
innecesario el uso del Pinar, gracias a ello ha llegado hasta nuestros días en
este estado de conservación.
En 1982 se cierra el auto safari andaluz Alcaidesa,
que durante los años del boom turístico en la Costa del Sol fue la principal atracción turística de San Roque, encontrándose su ubicación al norte de Pinar de Rey, uy cerca del cerro del Águila y del tajo del Pajarraco. Exceptuando a los leones y otros
animales peligrosos que tenían mas controlados, el cierre de aquel parque fue
un descontrol hasta el punto de que todavía en la década de los 90 se
podían ver por allí avestruces correteando y
bastantes papiones (monos) campando a sus anchas en plena libertad.
Los aproximadamente 60 papiones
oliva (Papio anubis) que vivían en el safari park se dispersaron en dirección
oeste hacia una zona abrupta con vegetación densa, que coincide con el sendero
del tajo del Pajarraco. En 1985 hubo intentos de recaptura utilizando una gran
jaula, pero con poco éxito. Posteriormente, la dirección del safari park
organizó una cacería chapucera (sin dardos anestésicos) en la que se eliminaron
la mayoría de los papiones. Según estimaciones de miembros del grupo ecologista
VERDEMAR, en 1993 sólo había 12 papiones. En 1998, el grupo creció a 20
papiones: 4 machos adultos, 8 hembras adultas y 8 juveniles. Tras su captura en
1999, el grupo quedó reducido a tres hembras, que supuestamente no han podido
llegar por edad a nuestros días. No obstante, de vez en cuando, se ven noticias
en internet del avistamiento de algún papión en esta zona.
El parque se puede dividir en dos
partes principales, la zona sur con más afluencia de personas y la zona norte –
más salvaje y donde está prohibido el uso de vehículos a motor. Por un lado, la
zona sur comprende: una amplia área recreativa con
infraestructuras de picnic y barbacoa, el arroyo de Alhaja y el Aula de
Naturaleza, y por otro
lado, la zona norte incluye: el Tajo del Pajarraco y el Cerro
del Águila, desde donde se
puede divisar el antiguo auto safari de Alcaidesa desde el Tajo. Lo suyo es
dedicar una jornada a recorrer los tres senderos del parque.
Sendero 1: del cerro del Águila:
Distancia aprox: 5,2 Km
Desnivel aprox: 60 m
Duración aprox: 2 horas
Tipo de ruta: circular
Dificultad: baja
Su nombre hace referencia al punto más alto del Pinar del Rey (una modesta tachuela de 157 msnm) donde se observan panorámicas del propio pinar, un amplio sector de la polémica finca La Almoraima, la Alcaidesa, y parte de la localidad de San Roque con la silueta del peñón de Gibraltar, siempre omnipresente al sur.
Durante el recorrido se observa la progresión de pinar a bosque mixto de pino a alcornoque con un sotobosque mediterráneo donde destaca la presencia de numerosas plantas aromáticas tal y como nos fue describiendo nuestro Maestro Geobotánico Don José Guerrero, lástima mi mala memoria para esto de las plantas.
Su nombre hace referencia al punto más alto del Pinar del Rey (una modesta tachuela de 157 msnm) donde se observan panorámicas del propio pinar, un amplio sector de la polémica finca La Almoraima, la Alcaidesa, y parte de la localidad de San Roque con la silueta del peñón de Gibraltar, siempre omnipresente al sur.
Durante el recorrido se observa la progresión de pinar a bosque mixto de pino a alcornoque con un sotobosque mediterráneo donde destaca la presencia de numerosas plantas aromáticas tal y como nos fue describiendo nuestro Maestro Geobotánico Don José Guerrero, lástima mi mala memoria para esto de las plantas.
El inicio del sendero se encuentra a escasos metros del lugar donde
estacionamos nuestros vehículos, concretamente del otro lado de la denominada angarilla
del ventorrillo. Tras cruzar una cancela penetramos en un bosque de pinos y
alcornoques a cuyos pies se extienden helechos, palmitos y coscojas. Tras
alcanzar el huerto del ventorrillo, se dejan a la derecha los restos de una
antigua casa-venta, transitada por los viajeros que hacían la ruta de la cañada
real que une San Roque con Gaucín. Allí paraban arrieros, corcheros o
piconeros.
A medida en que vamos penetrando en el camino, se va perdiendo la conexión con la actividad humana. Allí descubrimos los pinos más viejos del entorno natural, alguno de los cuales tienen más de cien años. Como nos adelanto el Cartógrafo en su momento y nos explicó Don José Guerrero sobre el terreno, el pino piñonero (muy apreciado por la industria alimentaria) fue introducido por la Marina española hacia 1800, jugando su madera un papel muy importante en la construcción de barcos.
Mientras nos íbamos recreando con el intenso olor de las flores (lavanda, jara blanca, jara rizada, tomillo, romero...), mezclado con el inconfundible olor a lluvia recién caída. Nos íbamos alejándonos del fondo del valle, sobre sustrato silíceo, predominando el alcornoque que en suelos arcillosos es sustituido por el acebuche.
A medida en que vamos penetrando en el camino, se va perdiendo la conexión con la actividad humana. Allí descubrimos los pinos más viejos del entorno natural, alguno de los cuales tienen más de cien años. Como nos adelanto el Cartógrafo en su momento y nos explicó Don José Guerrero sobre el terreno, el pino piñonero (muy apreciado por la industria alimentaria) fue introducido por la Marina española hacia 1800, jugando su madera un papel muy importante en la construcción de barcos.
Mientras nos íbamos recreando con el intenso olor de las flores (lavanda, jara blanca, jara rizada, tomillo, romero...), mezclado con el inconfundible olor a lluvia recién caída. Nos íbamos alejándonos del fondo del valle, sobre sustrato silíceo, predominando el alcornoque que en suelos arcillosos es sustituido por el acebuche.
Ascendiendo un pequeño cerrito conocido como
cerro del Águila (145 msnm), donde nos hicimos la correspondeinete foto de
grupo donde Marlem lució por primera vez su flamante bandera turquesa de “Los
amigos de Manolo”.
A pesar de su modesta altitud sus vistas son muy amplias,
especialmente si nos favorece la atmósfera limpia que suele traer el poniente. Desde
allí podemos ver el Tajo del Pajarraco, frente al que pasaríamos dos horas
después, las Cuevas de las Palomas, Castellar de la Frontera y Los
Alcornocales, la Bahía de Algeciras, Los Barrios, San Roque, Gibraltar y
África. Pero sin duda uno de los aspectos más impresionantes es el mar verde
formado por las redondeadas copas de los árboles, destacando el mar de pinos a
nuestros pies.
El
regreso lo realizamos descendiendo por una zona escalonada, donde antaño era
fácil encontrarse con fósiles de amonites, pero entre los espolios sistemáticos
de los últimos años en zonas de fósiles y la entretenida charla tipo “Sálvame
Deluxe” (versión senderista), no nos encontramos con ninguno. No obstante, cabe
recordar que hace 25 millones de años el Pinar del Rey estaba cubierto por el
mar.
Aunque a lo largo del sendero nos vamos encontrando con varias balizas, algunos puntos donde confluyen varios caminos y un par de cortafuegos se prestan a confusión, sobre todo cuando al llegar a una confluencia de caminos no nos encontramos con ninguna baliza que nos saque de dudas.
Aunque a lo largo del sendero nos vamos encontrando con varias balizas, algunos puntos donde confluyen varios caminos y un par de cortafuegos se prestan a confusión, sobre todo cuando al llegar a una confluencia de caminos no nos encontramos con ninguna baliza que nos saque de dudas.
Distancia aprox: 5,1 km
Desnivel aprox: 45 m
Duración aprox: 2 horas
Tipo de ruta: circular
Dificultad: baja
Una vez que finalizamos un ligero refrigerio tras la primera ruta, nos pusimos en marcha atravesando un amplio trecho del área recreativa, paralela al ramal de la pista donde habíamos dejado y que justo donde ésta finaliza, en su margen izquierdo, nos encontramos con el despintado panel descriptivo de este sendero de pequeño recorrido.
Posiblemente, este sea el sendero, con mayor variedad en lo que a
vegetación se refiere, destacando los alcornoques y matorrales con frutas tipo
bayas como el espino albar, zarzaparrilla (smilax aspera), el lentisco,
zarzamoras, etc… que nos obligan a estar atentos en los tramos mas estrechos
del sendero que a veces invaden con sus ramas, llevándonos algún que otro
pinchazo.
Conforme vamos avanzando el bosque de alcornoques se va haciendo cada vez
mas denso, pasando por algunas zonas de umbría de gran belleza, que intercalan
zonas llanas con pequeñas rampas de fuerte pendiente que nos llevan a pasar
junto a la Fuente del Pino (ala izquierda del sendero). Después de un tramo algo
escalonado, la senda llanea y a partir de ahí comienza un descenso hacia la
base del Tajo del Pajarraco formado
por dos peñas de arenisca muy
características de todo el entorno Los Alcornocales.
La gran variedad de tonalidades verdes que rodea el entorno de estos tajos de arenisca, denota que nos encontramos en la zona de mayor variedad y riqueza botánica del Pinar del Rey; madroños, jaras, brezos, durillos, labiérnagos y helechos, entre otros. Sobre los riscos que tenemos ante nosotros se avistaron por última vez los monos del parque a finales de los 90.
A lo largo de esta ruta, además del predominio de los pinos piñoneros y los alcornoques, nos encontramos pequeños bosquetes de quejigos, uno de los árboles mas hospitalarios de nuestra geografía por la gran vocación de simbiosis que muestra con otras especies como los helechos.
También se pasa cerca de una zona rocosa donde en su día abundaban los fósiles marinos que datan del Mioceno, así como pequeños manantiales que son un atractivo añadido a este itinerario.
La gran variedad de tonalidades verdes que rodea el entorno de estos tajos de arenisca, denota que nos encontramos en la zona de mayor variedad y riqueza botánica del Pinar del Rey; madroños, jaras, brezos, durillos, labiérnagos y helechos, entre otros. Sobre los riscos que tenemos ante nosotros se avistaron por última vez los monos del parque a finales de los 90.
A lo largo de esta ruta, además del predominio de los pinos piñoneros y los alcornoques, nos encontramos pequeños bosquetes de quejigos, uno de los árboles mas hospitalarios de nuestra geografía por la gran vocación de simbiosis que muestra con otras especies como los helechos.
También se pasa cerca de una zona rocosa donde en su día abundaban los fósiles marinos que datan del Mioceno, así como pequeños manantiales que son un atractivo añadido a este itinerario.
El camino de vuelta discurrió por una variante de cuando Don Manuel
Manzanares, estuvo cartografiando los senderos de esta zona, para un mayor y
mejor aprovechamiento del conocimiento de este singular parque. Pasando por
algunas zonas tapizadas de helechos que nos recuerdan al cercano parque natural
de Los Alcornocales, siendo estas mas frecuentes bajo los alcornoques, pues
bajo la sombra del denso pinar y el amplio manto de acículas, a penas crecen
algunos érguenes y escasos matorrales muy concretos.
Sendero 3: Sendero del
arroyo Alhaja:
Distancia aprox: 4,5 km
Desnivel aprox: 30 m
Duración aprox: menos de 2 horas
Tipo de ruta: teóricamente
lineal, nosotros le añadimos un tramo circular.
Dificultad: muy baja
Si el panel de inicio del sendero del tajo del Pajarraco, nos lo
encontramos al final de pista para vehículos en su margen izquierdo. El panel
de inicio de ruta del sendero del arroyo Alhaja se encuentra unos 200 m antes
del final a la derecha, a escasos metros de algunos de los muchos bancos, mesas
y zonas de barbacoa de la gran área recreativa que rodea a la también cercana
aula de la Naturaleza.
Al contrario que los dos senderos anteriores, este mantiene
dirección SUR hasta el final del itinerario, abriéndose paso bajo pinos de gran
porte en busca del arroyo que le da su nombre y que durante todo el itinerario
va quedando a nuestra izquierda.
El pequeño bosque de galería que envuelve al arroyo está formado principalmente
por alisos, fresnos, sauces y álamos así como un quejigal son las formaciones
vegetales a destacar en este recorrido junto con zarzas, rosal silvestres y
grandes enredaderas que en algunas zonas crea un ambiente casi selvático,
disfrutando del mayor grado de frondosidad con el que nos vamos a encontrar en
los tres itinerarios.
Cabe destacar también la presencia de un pozo a pocos metros de la
orilla del arroyo, siempre a la izquierda del sendero y una zona de taludes
terrizos donde suelen anidar los abejarucos, que convierten su vuelo en un
espectáculo acrobático del que podemos disfrutar desde mediados de primavera
hasta finales de verano, tras el cual, vuelve a cruzar el estrecho para pasar
el invierno en África.
Conforme nos vamos acercando a la Fuente de La Alhaja, a escasos
metros de la entrada del parque, la vegetación va en aumento, hasta
encontrarnos con una artesanal pasarela de madera, hecha a base de antiguas
traviesas de la vía del tren que nos llevan hasta un puentecito de madera, tras
el cual llegamos a la mencionada fuente, aunque de un tiempo a esta parte, las
autoridades locales, tienden a poner el cartelito de agua no potable, en
fuentes de donde se ha bebido de toda la vida (posiblemente exigencias de
SANIDAD, para curarse en salud). Lo cierto y verdad es que son muchos los
vecinos de San Roque que acuden a esta fuente a llenar sus garrafas atraídos
por la calidad de sus aguas, tal y como pudimos comprobar mientras nos hacíamos
las fotos de rigor en el cercano puentecito de madera.
El camino de vuelta lo realizamos sobre nuestros pasos, hasta 400
m mas allá de la fuente, en que ya tomábamos un desvío a la izquierda,
manteniéndonos mas o menos en paralelo al camino de ida que ahora quedaba en
todo momento a nuestra derecha y la pista principal del parque a nuestra
izquierda, pasando ahora por delante del Aula de la Naturaleza, gestionada por
el Ayuntamiento de San Roque, que cuenta con un punto de información y un jardín botánico con especies florísticas del
ecosistema. En el Aula de la naturaleza también se
habla de la fauna mas representativa del parque donde destacan: zorro,
meloncillo, conejo, topo, abejaruco, pico picapinos, rapaces como el águila
culebrera y el águila calzada encuentran también cobijo en este lugar. La
proximidad del Estrecho de Gibraltar le confiere un gran valor ornitológico
debido a las aves migratorias.
Bonito lugar, mucho que ver por esos caminos, Campo de Gibraltar a pesar de la Urbe tan inmensa que esta Bahia y con tanta industria, aun tiene muy cerca grandes rincones que visitar.
ResponderEliminarme gustaria saber si puedemos montar las rutas con caballo
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