Localidad de
referencia: Teba
Hora y punto
de encuentro recomendado: a las 9.25 a los pies del Castillón de Peñarrubia, concretamente,
justo después de cruzar el puente sobre el embalse del Guadalteba donde se
encuentra el cruce hacia Teba (a la izquierda) , al llegar a la altura de ese
cruce, (km 10 de la carretera A-357), reduciremos la velocidad y pondremos el
intermitente a la derecha estacionando nuestros vehículos en un tramo de
carrera antigua, que se encuentra, a escasos 200 m mas allá dirección
Campillos, donde dejaremos uno o dos vehículos de enlace por ser el final
previsto de ruta.
Hora y punto de encuentro 2 e
inicio de la visita al Castillo: 10.00 am Castillo de Teba (en la parte
alta del pueblo). Sin lugar a dudas merece la pena disfrutar de la visita al
Castillo, sumergiéndose en la historia del lugar, guiados por la mano experta
de la encantadora Señorita Mayte “La Historiadora”. Para concertar visitas
llamar previamente al teléfono: 952.74.80.20 o bien enviar fax al: 952.74.84.22.
La visita suele durar una hora por
lo que si hay parte del grupo que ya conoce el Castillo o no desea realizar la
visita, se les puede citar directamente en el castillo de la Estrella a las
11.00 desde donde se puede comenzar la ruta directamente. Si bien, es mejor, a
la entrada del pueblo (dirección Ronda-Ardales), pues de lo contrario si
dejamos los coches en el pequeño parking aledaño al castillo, para unas
vehículos, le podemos hacer una faena a las siguientes visitas de ese día.
1ª Parte, La visita al Castillo de La Estrella (Teba):
Sobre
el denominado cerro del Castillo se encuentran los restos del Castillo de la
Estrella, donde llegábamos al unísono con nuestra anfitriona la encantadora
Señorita Mayte “La Historiadora” simpática, amable, culta y de trato exquisito.
Ya quisieran monumentos de mucho mas renombre y fama contar con guías con tal
encanto y profesionalidad. Entre algunos de los datos y curiosas anécdotas que
nos contó, cabe recordar: que este castillo fue declarado Monumento Nacional de
Interés Histórico-Artístico en 1931, siendo sin duda alguna el mejor exponente
de la importancia histórica de la villa.
Se encuentra
situado en el cerro del mismo nombre, a una altitud de unos 600 msnm, siendo un
excelente otero desde el que se divisa una de las más amplias panorámicas no ya
sólo del municipio, sino de gran parte de la Comarca del Guadalteba. La
fortaleza, construida por los romanos y ampliada por los árabes, ocupa una
superficie de 25.000 metros cuadrados y presenta dos recintos amurallados,
siendo el segundo mas amplio en superficie amurallada de toda la provincia,
después del de Vélez Málaga, que también se encuentra muy arruinado e
igualmente ha sido despojado concienzudamente de toda su valiosa sillería, de
esquinazos y ventanales. Actualmente el castillo de la Estrella se encuentra en
estado de ruina consolidada, y pueden apreciarse diversas obras de
afianzamiento en el edificio principal del alcázar, excepto una circular
situada al noreste y otra octogonal albarrana al norte. Dispone de tres
puertas, la principal orientada al oeste, hacia Ronda, y las otras dos, más
pequeñas, orientadas al norte y noreste.
El
exterior está reforzado por una barbacana, en su día llegó a contar con un
total de 18 torres más una de planta octogonal. La mayoría de las cuales están
en estado ruinoso o directamente desaparecidas, a excepción de los restos de su
base. Milagrosamente la torre del homenaje a sobrevivido a los numerosos
expolios sufridos de restos de muralla y castillos utilizados para la
construcción de algunas casas del pueblo, o a los rotos que los franceses
hicieron en sus muros para colocare los cañones apuntando al pueblo. A pesar el paso del tiempo la torre del homenaje de conserva en un estado razonablemente aceptable, hasta el punto de que la visita de reduce al contenido de la torre, en cuyo interior se reproducen de forma muy acertada, los distintos habitáculos de la misma; así como numerosas muestras de las armas, escudos, guerreros y caballeros entre moros y cristianos, que vivieron, amaron, lucharon y murieron defendiendo este Castillo, que durante el verano de 1330 fue el punto mas conflictivo de toda la Península Ibérica en lo referente a la numerosas guerras de Frontera entre el Reino de Castilla y León y el Reino Nazarí de Granada.
Los árabes que
construyeron este castillo le llamaban Hisn
Atiba. Si bien existen pruebas de que fueron los romanos los construyeron
una primera fortaleza. En la actualidad presenta dos recintos amurallados.
El
exterior se adapta al terreno, tiene barbacana al noreste al existir un gran
tajo por su cara sur, los muros de esa zona, eran mas bajos y estrechos, pues
la orografía del terreno, ya se encargaba de hacer prácticamente infranqueable
el asalto por ese lado.
Sus murallas
pertenecen a la época almohade (Siglos XII- XIII), aunque la llamada Torre del
Homenaje (actual museo) es de época cristiana.
A mitad de la
visita resulta muy interesante el audiovisual que la Señorita Mayte, nos puso
en la pequeña pero muy coqueta sala de proyecciones, antiguas bodegas y granero
del castillo, donde tras un breve repaso cronológico de la historia del lugar
desde la Prehistoria, nos ilustra ampliamente sobre la mítica batalla de Teba,
que tuvo lugar en agosto de 1330.
En ella se enfrentaron un ejército 10.000
cristianos, compuestos por una coalición de castellanos, leoneses,
aragoneses y portugueses comandados
por el rey castellano Alfonso XI, que consigue convencer al
mítico Caballero escocés Sir James Douglas, que acompañado de otros Siete
caballeros y 30 escuderos, formaban una especie de cuerpo de élite medieval,
que en su camino hacia Tierra Santa, hicieron escala en el puerto de Sevilla,
donde por aquel entonces se encontraba la Corte. Aprovechando la ocasión
Alfonso XI para persuadirlo y finalmente convencerlo, de que se unieran a ellos
en nuestra particular cruzada, contra los castillos de la frontera granadina que
por aquel entonces eran los de Cañete La
Real, Teba, Ardales y Turón. Lejos de atemorizarse el emir nazarí Muhammed IV de Granada envía 8.000 jinetes benimerines,
comandados por el veterano general Benimerín Ozmín. Con lo que el tablero de Ajedrez se
presentaba con la población musulmana de Teba defendiendo su castillo,
principal objeto de este enfrentamiento, el ejército cristiano en las orillas
del río Guadalteba y a escasos kilómetros de la retaguardia el veterano general
Benimerín Ozmín. hostigando a las tropas castellanas
con sus 8.000 jinetes benimerines en un campamento cercano al castillo de Turón.
Cuentan las crónicas de la época que
su majestad Alfonso XI era un Rey muy belicoso, esta campaña se enmarca dentro
de la Cruzada contra el infiel que, a instancias del rey Alfonso IV de Aragón se
llevaba a cabo desde 1329. En consonancia con estas circunstancias, en el bando
nazarí se hicieron aún más patentes, si cabe, las influencias norteafricanas y,
así, amplios contingentes benimerines, llegaron
a tener un papel muy importante en el desarrollo bélico. En los años
precedentes a la batalla de Teba, todo el sector occidental de la frontera
granadina fue objeto de acometidas constantes que tuvieron hitos importantes en
las tomas de plazas tan significativas como Olvera, Pruna o Torre Alháquime.
Con las primeras luces del alba del
7 de agosto del año de nuestro Señor de 1330, comenzaba el asedio. Una semana
mas tarde se presentaría el principal escollo al que debían hacer frente las
tropas cristianas; la llegada desde Granada del
temido general Ozmín. Éste, con su real plantado en el cercano castillo de
Turón se dedicó, desde el preciso momento de su llegada, a hostigar
reiteradamente a las tropas comandadas por Alfonso XI, las cuales tuvieron
sensibles pérdidas y sufrieron una general desmoralización. Las escaramuzas
granadinas siguieron durante varios días sin que los cristianos pudieran entrar
en confrontación directa contra sus enemigos, tal como deseaban.
El objetivo del general Ozmín consistía en esperar la oportunidad para asaltar el campamento cristiano, dividiendo su ejército en dos. No obstante Alfonso XI fue consciente de la estrategia y decidió dejar en el campamento una buena parte del ejército con multitud de prevenciones materiales.
El objetivo del general Ozmín consistía en esperar la oportunidad para asaltar el campamento cristiano, dividiendo su ejército en dos. No obstante Alfonso XI fue consciente de la estrategia y decidió dejar en el campamento una buena parte del ejército con multitud de prevenciones materiales.
El momento clave de esta batalla se
produjo cuando en una de las incursiones de las tropas musulmanas, cae un
caballero escocés y siendo en aquel preciso instante cuando el mítico caballero
escocés Sir James Douglas, acompañado de seis caballeros mas y un contingente
de caballeros castellanos, parte en persecución de los jinetes benimerines,
para vengar la muerte de su compañero. Antes de darse cuenta estaban rodeados,
se trataba de la famosa táctica bereber conocida como "torna e fuye"
en la que los que huyen terminan envolviendo y masacrando a los perseguidores. Y
en clara inferioridad numérica, montan
una defensa en círculo para presentar una ferrea resistencia llevándose por
delante a un gran número de baja en las líneas enemigas, siendo necesaria la
llegada de mas jinetes benimerines, que se ven obligados a abandonar el
hostigamiento al campamento cristiano, que se lanza en tropel a la conquista
del castillo de Teba.
El fracaso de los intentos nazaríes por
recuperar las posiciones de hostigamiento y el hecho de una enfermedad
sobrevenida al general Ozmín que le obligan a ser trasladado a la alcazaba de
Málaga, donde muere días mas tarde, desembocarían el día 30 de agosto en la
caída definitiva de la plaza fuerte de Teba y su paso a manos castellanas. Sólo
unos meses después, el 19 de febrero de 1331, se firmaría la Paz de Teba por la
que los monarcas castellano, aragonés y nazarí se comprometían a una tregua de
cuatro años y a la entrega de parias al rey castellano por parte del emir
granadino.
La razón por la
que el caballero Sir James Douglas iba camino de Tierra Santa, era porque
estaba comisionado por el rey libertador
de Escocia Robert I, el cual había logrado la independencia de Inglaterra antes
de morir de lepra, para llevar su corazón embalsamado a Tierra Santa. Cuentan
las leyendas escocesas que sir James lanzó el corazón de su rey, que
transportaba colgado de su cuello dentro de una especie de cono metálico, a
modo de arma arrojadiza contra los musulmanes que lo habían emboscado cuando
estaba a punto de morir, cumpliendo así el deseo del rey de luchar contra los
infieles. Como recuerdo de este suceso, se levantó un monumento en la
localidad, la cual está hermanada con la ciudad escocesa de Melrose.
Y cada primer fin
de semana de agosto se celebra en la localidad de Teba un bonito homenaje de
tan histórico acontecimiento, donde cada año acude una nutrida comitiva de la
localidad escocesa de Melrose, encabezada por los mismísimos descendientes del
héroe escocés Sir James Douglas, debidamente apoyada por la nutrida
colonia de escoceses que habitan de forma permanente en distintas localidades
de la Costa del Sol y que desde las primeras ediciones de este curioso evento,
acuden fieles a esta cita que os animamos a conocer a todos los lectores de
esta crónica.
FICHA DE RUTA:
Cómo llegar
al inicio de ruta (castillo de La Estrella en Teba ojo, no confundir con el Castillón de
Peñarrubia, también conocido como Castillón de Teba):
Desde la
carretera Ardales-Campillos, o también desde la carretera Ronda-Ardales, se
encuentran los accesos mas directos para llegar hasta la localidad de Teba por
la MA-6405, que será nuestro inicio de ruta.
Distancia a recorrer: ruta completa hasta el Castillón y descenso, unos 14 km
Distancia a recorrer: ruta completa hasta el Castillón y descenso, unos 14 km
Desnivel a
superar: Desnivel aprox. unos 350 m de ascensión y 440 m de descenso.
Punto mas
bajo: 350 m arroyo
de La Venta (final de recorrido para la versión familiar, mitad de recorrido
para la versión extendida).
Punto mas
elevado: 729 m
Castillón de Teba (1 km antes del final del recorrido).
Tipo de
ruta: Lineal
Tipo de caminos: Senda, pista terriza, lapiaz por la parte alta de la Sierra del Peñarrubia y lecho del río en el punto donde hay que vadear el arroyo de La Venta.
Mapa: Iberpix(sector Teba del IGN-1037)
Tipo de caminos: Senda, pista terriza, lapiaz por la parte alta de la Sierra del Peñarrubia y lecho del río en el punto donde hay que vadear el arroyo de La Venta.
Mapa: Iberpix(sector Teba del IGN-1037)
Fecha de
realización y meteorología:Sábado 3 de
enero 2015, cielos despejados y temperatura máxima de 17ºC, con una leve
brisa, que resultó muy agradable mientras recorríamos la loma de la sierra de
Peñarrubia.
Principales
escollos: Aunque en nuestro caso no hubo problemas, si ha llovido abundantemente en
los días previos, resultará prácticamente realizar los dos vados por el arroyo
de la Venta sin meterse en el agua, por lo que resulta recomendable, llevar
chanclas de velcro y muda de calzado, calcetines y pantalón por si acaso.
Aunque el tránsito por la sierra de Peñarrubia es relativamente dócil
hasta la cumbre del Castillón, la bajada por el imponente tobogán de su cara
oeste, presenta una fuerte pendiente con abundante piedrecillas sueltas, no
apta para personas no acostumbradas a caminar por terrenos muy escarpados.
25 Participantes:
Desde Córdoba vinieron: Héctor “L Caimán de Puente genil” y Maria
Luisa “El Duendecillo de Sierra Horconera”. Desde Cabra: Rafa “El Califa”.
Desde distintos puntos de la Costa del Sol: José Andrés Alonso, María del Mar Castellón “La Chica
de la camisa a cuadros”,
José
Manuel Vázquez, Marita Cruzado, Paloma Rodríguez, Jesús Fernández, Marlem “La
Perla de Venezuela”, Irving, Javier Reyes “El Hombre tranquilo”, Paco “El
Generoso”, Miguel Fortes “El Duque de La Viñuela”, Paco Jaime “El Marqués de
Cáceres”, el Doctor Leal, El Comandante y nuestros flamantes fichajes de
invierno: Marivi Aragón y Mariano Navarro.
Desde
Cádiz capital: Manuel Limón “Premio Nobel de Senderismo” y Ana Dianez “La
Arqueóloga”.
Desde
Utrera (Sevilla): el mítico Antonio Giraldez y su aprendiz de Padawyn: Andrés.
Y
desde la Costa del Sol: Ruslan “El Espartano” y Rafa Castle “El Rey de las
fotos panorámicas”.
Alicientes
principales: de entrada la visita al Castillo y su entorno bien merecen el desplazamiento a la
localidad de Teba, aasí como un paseo por sus calles si se dispone de tiempo.
Y en lo
referente al entorno natural, los imponentes tajos de la cara ESTE del cerro de
La Camorra, el tajo del Molino y el Castillón de Peñarrubia.
Una vez realizada la visita merece la pena recrearse con el entorno del castillo y las preciosas vistas que podemnos contemplar desde esta atalaya, para a rengón seguido descender hacia la entrada/salida de Teba, que fue por donde anteriormente
habíamos llegado con nuestros vehículos a través de la carretera MA-6405.
Allí
podemos estacionar nuestros vehículos cerca de nos encontramos con un mirador
con barandillas de hierro, conocido como el Mirador de la calle Santiago, con
magníficas vistas de los embalses que van a convertirse en el principal
referente visual desde el inicio de ruta en dirección ESTE. Iniciamos la caminata con la debida
prudencia, por el margen izquierdo de la MA-6405, llevando en todo momento a
nuestra derecha (SUR) el cauce bajo del valle del Guadalteba con sus olivares y
campos de cereal y de frente hacia el ESTE, la cola del embalse del mismo
nombre con el telón de fondo de la sierra de Huma y la silueta de las sierras
que componen el entorno del Chorro, vistas a lo largo de esta ruta desde su
vertiente ESTE, que serán nuestro telón de fondo gran parte de este itinerario,
mientras vamos dejando atrás el peculiar casco urbano de Teba presidido por el
castillo de la Estrella que acabamos de visitar. A unos 400 m a la izquierda de
la carretera, nos encontramos con la localmente denominada Cruz de los Caídos
(de Teba), en memoria a los vecinos de Teba que fueron fusilados en ese mismo
lugar durante el primer año de la Guerra Civil.
La Cruz, está situada al inicio de
una pista hormigonada que entre sendas hileras de pitas y chumberas comienza a ganar
altura rápidamente, pero la pendiente se suaviza poco después, mientras vamos
dejando a izquierda varias casitas con sus parcelas correspondientes,
principalmente cultivadas de olivos y almendros que nos van acompañando a uno y
otro lado. Por este tremo del recorrido el principal aliciente son los
magníficos tajos de tonos anaranjados del cerro que llevamos a nuestra
izquierda, conocido localmente como sierra de La Camorra, en cuya falda oeste
se asienta la población de Teba, con su peculiar estructura urbana a modo de élice
de avión asentada entre las vaguadas que forman la unión de los cuatro cerro
que la rodean, que además del de la Camorra, son los cerros de San Cristóbal,
del Camorrillo y del Castillo, siendo los dos primeros, los favoritos para los
amantes del parapente que junto con la localidad de Valle de Abdalajís, tienen
en Teba a una de sus principales localidades de referencia, por las magníficas
condiciones de vientos ascendentes que se dan en estos cerros y que también le
gusta a provechar a los buitres que frecuentan esta zona y la cerca sierra del
Padrastro de Cañete La Real.
A pesar de la modesta altitud de
esta sierra (723 msnm) los tajos de su vertiente ESTE, que van quedando a
nuestra izquierda, presentan paredes superiores a los 150 m de caída vertical,
invitando a realizar una futura ruta por esta olvidada sierra, a penas
conocida, mas allá de los propios habitantes de Teba. Debido a su naturaleza
puramente caliza y su gran exposición a los vientos, a penas crecen en ella esparragueras,
palmitos, algunos matorrales típicamente mediterráneos y el omnipresente esparto, que desde antaño
utilizaban sus vecinos para la confección de distintos enseres, palmitos y
matorral mediterráneo diverso.
Cuando llevamos caminando aproximadamente
un kilómetro y medio, por esta pista que discurre paralela a la base de La
Camorra, tras una suave ascensión, llegamos a un cruce de caminos, de manera
que si seguimos de frente superando una pronunciada ascensión pasaremos junto a
las ruinas de un cortijo que vienen a coincidir con el final de esta pista, a
unos 300 m
de distancia del mencionado cruce. Desde las inmediaciones de ese cortijo en
ruinas se puede acceder fácilmente a la cumbre de La Camorra (739 m) tal y como hicimos
Valentín y yo el primer día que exploramos esta zona, girando a nuestra
izquierda dirección oeste, no existe ningún camino o sendero claro, pero entre
la pendiente relativamente suave y escalonada y algunos caminos de cabra llegamos
a la cumbre en poco mas de veinte minutos desde que abandonamos la pista, con
la única dificultad de tratarse de un canchal. En su redondeada cumbre nos
encontramos con una sencilla torre de repetición desde donde tenemos unas
privilegiadas vistas del entorno en dirección este, norte y sur. Si bien para
poder apreciar una parte importante del núcleo urbano de Teba, tenemos que
caminar unos 200 m
en dirección oeste. Ya que en esta dirección la cumbre adopta una forma de
meseta redondeada.
No obstante, llegados al mencionado
cruce de caminos, nuestra ruta discurre por el ramal de pista que sale a la
derecha, la pendiente se torna descendente en dirección ESTE, y que pasa junto
antiguas tierras de labranza. Y unos 200 m mas allá llegamos a una nueva
bifurcación, siendo nuestro camino a seguir el ramal de la izquierda. Se trata
de una pista secundaria algo pedregosa pero perfectamente marcada, que discurre
en paralelo a una vaguada que queda a nuestra izquierda en la que se han
construido pequeñas presas para frenar la erosión de las aguas torrenciales.
Esta vaguada se ha formado fruto de la unión del final de la caída de los cerros de las Majadillas de Antequera a nuestra derecha y las laderas de La Camorra, cada vez mas lejos a nuestra izquierda. El camino serpentea cómodamente en descenso, salpicado de tomillo, lavanda, matagallo, romero, pequeños bosquetes de encinas y algún que otro pino solitario como el que nos vamos a encontrar justo al final de la bajada, solitario pero bello paraje donde también se percibe el espíritu de Valentín entre piruetas y risas.
Esta vaguada se ha formado fruto de la unión del final de la caída de los cerros de las Majadillas de Antequera a nuestra derecha y las laderas de La Camorra, cada vez mas lejos a nuestra izquierda. El camino serpentea cómodamente en descenso, salpicado de tomillo, lavanda, matagallo, romero, pequeños bosquetes de encinas y algún que otro pino solitario como el que nos vamos a encontrar justo al final de la bajada, solitario pero bello paraje donde también se percibe el espíritu de Valentín entre piruetas y risas.
A partir del pino solitario, empezamos
a girar dirección ESTE, es decir a nuestra derecha, en caso de dudas,
recientemente se ha señalizado el recorrido con rudimentarias flechas de
pintura azul. Pero desde el pino solitario, ya no hay margen de error, pues a
escasos 100 m al norte del mismo, se encuentra el modesto arroyo de la Venta,
que por aquí discurre como una modesta acequia flanqueada por una línea de
cañaverales que delata su presencia y junto a la cual iremos caminando en
paralelo, llevándola en todo momento a nuestra izquierda, por una zona llana
conocida por los lugareños con el curioso nombre de “Llano Espá”.
Al otro lado del arroyo, unos 500 m al norte se encuentra la cortijada de Gangarilla. Conforme vamos girando el cerro de La Solana que queda a nuestra derecha, nos vamos orientando hacia la entrada del desfiladero conocido como tajo del Molino Torró, cuyas paredes con betas anaranjadas fruto de la presencia del mineral de hierro nos harán sentir cada vez mas pequeño conforme nos acercamos a su base.
Al otro lado del arroyo, unos 500 m al norte se encuentra la cortijada de Gangarilla. Conforme vamos girando el cerro de La Solana que queda a nuestra derecha, nos vamos orientando hacia la entrada del desfiladero conocido como tajo del Molino Torró, cuyas paredes con betas anaranjadas fruto de la presencia del mineral de hierro nos harán sentir cada vez mas pequeño conforme nos acercamos a su base.
Tan pronto como lleguemos al
interior del Desfiladero debemos buscar el lugar mas propicio para vadearlo,
pues de mantenernos en este margen del arroyo, el terreno se torna cada vez mas
agreste y escarpado, siendo la orilla de enfrente la mas dócil para seguir
adentrándonos en este pequeño, pero precioso desfiladero de apenas 1 km de
longitud.
El desfiladero se
formó durante la emersión de los fondos marinos calizos que tuvieron lugar durante
el jurásico, por lo que se calcula que el 80% de la formación de este canal se
debe a que hizo de desagüe del antiguo Mar de Tethis, para encauzar sus aguas
hacia la actual ubicación en el Mediterráneo. Mientras que el 20% restante se
debe al modesto arroyo de la Venta, que discurre a través de él propiciando el actual
fenómeno de la karstificación que han propiciado la abundancia de cuevas y
cavidades en este cañón. Desde el punto de vista antropológico, la mas importante
de ellas es la cueva de Las Palomas, por los restos de artilugios prehistóricos
que se han encontrado en ellas, si bien no tenemos noticias de pinturas halladas
en su interior, actualmente en fase de estudio.
Aunque el río
suele discurrir incomprensiblemente contaminado, parece ser que por culpa de
una nave ganadera de cerdos que existe cerca de su nacimiento, la flora y fauna
que habita en su interior es de gran interés. Pueden verse grandes rapaces como
el buitre leonado, alimoches además de rapaces nocturnas así como murciélagos
que habitan en las cuevas. Sobre todo destaca la presencia de las cabras montensas
que se acercan al desfiladero en épocas de estío para beber. Como flora
encontramos palmitos, romeros, esparragueras, acebuches, orquídeas en primavera
y agujas de la viuda en verano.
El tajo recibe su nombre del gran
molino de aceite (S. XVII), cuyas ruinas son
testigo fiel de la importancia que debió tener en su día. Encontrándose
en la margen izquierda del arroyo de La Venta hacia cuya orilla tendremos que
cruzar como mejor podamos. Hasta este molino llegaba el agua conducida por una
acequia que discurría paralela al sendero por el que caminamos junto a la base
de la pared ESTE del desfiladero. Cuando el agua caís sobre la maquinaria del
molino propiciaba el movimiento de las turbinas que permitían moler el grano.
La presencia de ruedas de molino constata este hecho así como el origen de su
nombre.
Unos 200 m mas allá de las ruinas
del molino, las paredes del tajo, volverán a obligarnos a vadearlo por segunda
vez, es decir, debemos cruzar hacia su orilla derecha, coincidiendo en este
caso el sentido de la corriente, con el sentido de nuestra marcha, aguas abajo.
Como hacía varias semanas que no llovía copiosamente, no tuvimos muchos problemas en pasar a la orilla contraria. Cabe mencionar en este apartado, que las autoridades no hayan tomado cartas en el asunto, para prohibir terminantemente la contaminación de este arroyo, que a la altura del desfiladero, alcanza la categoría de Santuario Natural, profanado por el mal olor, que a veces nos llega de sus aguas contaminadas (sobre todo cuando va muy mermado de caudal).
Como hacía varias semanas que no llovía copiosamente, no tuvimos muchos problemas en pasar a la orilla contraria. Cabe mencionar en este apartado, que las autoridades no hayan tomado cartas en el asunto, para prohibir terminantemente la contaminación de este arroyo, que a la altura del desfiladero, alcanza la categoría de Santuario Natural, profanado por el mal olor, que a veces nos llega de sus aguas contaminadas (sobre todo cuando va muy mermado de caudal).
Una vez que cruzamos todos al otro lado,
aprovechando la agradable temperatura bajo el cálido sol de la mañana para
tomarnos un refrigerio mientras disfrutábamos de la belleza del entorno y de la
pericia de unos escaladores que estaban abriendo una vía por la pared de
enfrente.
Finalizado el refrigerio, salimos a la carretera que tomamos a nuestra izquierda, dirección ESTE, atravesando el puente sobre el arroyo, donde nos hicimos una nueva foto de grupo a petición de nuestro fotógrafo Rafa Castle, llegando inmediatamente después a una explanada desde donde parte una pista que serpentea en suave ascenso unos 300 m ladera arriba, mas arriba el camino se encuentra flanqueado por unas barandillas de madera que nos acompañan hasta la parte superior de la estructura metálica que han instalado de forma permanente, a modo de escalera de caracol de planta cuadrangular, a base de andamiajes, por los que podemos descender hasta la entrada de la cueva de Las Palomas. Entrada que se encuentra custodiada por unas rejas de hierro con su correspondiente candado.
Finalizado el refrigerio, salimos a la carretera que tomamos a nuestra izquierda, dirección ESTE, atravesando el puente sobre el arroyo, donde nos hicimos una nueva foto de grupo a petición de nuestro fotógrafo Rafa Castle, llegando inmediatamente después a una explanada desde donde parte una pista que serpentea en suave ascenso unos 300 m ladera arriba, mas arriba el camino se encuentra flanqueado por unas barandillas de madera que nos acompañan hasta la parte superior de la estructura metálica que han instalado de forma permanente, a modo de escalera de caracol de planta cuadrangular, a base de andamiajes, por los que podemos descender hasta la entrada de la cueva de Las Palomas. Entrada que se encuentra custodiada por unas rejas de hierro con su correspondiente candado.
Se trata de una galería tipo túnel
de apenas 30 m de longitud, de hecho desde la entrada podemos contemplar la
mayor parte de su interior, iluminado por la luz que entra desde el otro lado de
la galería que da justo al interior del desfiladero.
Una
vez visitada la entrada de la cueva de Las Palomas, nos situamos de nuevo,
arriba de la plataforma metálica, y tomamos el inicio del tenue sendero que
salía a la izquierda poco antes de llegar a la mencionada estructura metálica.
Durante
los primeros metros, llevamos a nuestra derecha, las mencionadas barandillas de
madera y unos 20 m a nuestra izquierda, la caída hacia el desfiladero, pero el
sendero no pasa por ninguna zona expuesta, ni resulta peligroso en ningún
momento, de hecho aunque vamos ganando altura la mayor parte del tiempo resulta
lo suficientemente tendido y escalonado para progresar sin dificultad, sin
embargo conforme vamos avanzando, el sendero se hace cada vez mas tenue y
difícil de seguir, por lo que nuestra referencia será a partir de ahora ir
ganando altura en todo momento, tendiendo a girar a nuestra derecha para ir
alcanzando la loma de la sierra de Peñarrubia, de manera que si al principio
llevábamos el desfiladero a nuestra izquierda, poco a poco irá quedando a nuestra espalda.
Antes
de llegar arriba del todo de la loma, hicimos la parada del almuerzo, con la
inconfundible silueta de la torre del homenaje del Castillo de la Estrella a
poniente, cuya trayectoria era sobrevolada por un grupo de parapentistas, que
nos regalaban una curiosa imagen, bajo el cálido sol del mediodía y el cielo
azul radiante del que todos disfrutamos aquella jornada de principio a fin.
Finalizado el almuerzo, retomamos la
marcha, siempre caminando hacia el ESTE, sin mas referencia que la parte alta
de la alomada divisoria de aguas de la sierra de Peñarrubia, buscando el paso
mas propicio por el accidentado canchal, recordando la frase de caminante no
hay caminos, se hace camino al andar. Hasta que comenzamos a tener vistas hacia
el SUR (a la derecha en el sentido de nuestra marcha): recreándonos con bonitas vistas del cauce bajo del Guadalteba y
la cola del embalse, en cuya orilla
destacan las casas del cortijo del Tendero, la casa del Cauce o el cortijo del
Mayorazgo entre otros (en la imagen de arriba).
La parte alta de la sierra de
Peñarrubia, presenta un accidentado terreno de lapiaz por donde iremos
avanzando en todo momento, dirección ESTE, negociando cada paso, para intentar
caminar la mayor parte del tiempo sobre los pequeños tramos de hierba o tierra
no cubierta por el incómodo pedregal, que en cualquier caso es relativamente
dócil en comparación con otros lapiaces mucho mas agrestes por los que ya hemos
caminado.
Durante
la mayor parte de nuestro tránsito sobre el
cordal de la alomada sierra de Peñarrubia, vamos dejando a nuestra espalda
(OESTE): el castillo de la
Estrella de Teba, a la derecha del cual asoman los dos techos
de la provincia de Sevilla el peñón de Algámitas y la alomada sierra del
Terril, y a nuestra izquierda (NORTE): la localidad Campillos con su
característico silo, sus lagunas y mas alejada a la derecha la gran Laguna de
Fuente de Piedra, junto con el pueblo que le da nombre, mientras que de frente
hacia el ESTE, la sierra del Valle de Abdalajís, coronada por el pico Capilla y
mas alejada a su izquierda la sierra Chimenea, serán nuestro referente en el
horizonte, que veremos a la izquierda de la alomada vertiente OESTE del
Castillón que ya podemos intuir cada vez mas cercano.
Desde que abandonamos el desfiladero casi toda
la ruta discurre por un terreno de lapiaces poco desarrollados, haciendo
recomendable un buen par de botas de trecking. A lo largo del recorrido nos
vamos encontrando con acebuches, aulagas, gamones, lirios, retamas, etc… Poco
después de dejar a nuestra derecha la cañada de Gonzalo Gil, descendemos hacia un
olivar al que llegamos después de pasar junto a un manantial que han
hormigonado para reconducir su caudal.
Para continuar hacia la cumbre del Castillón debemos
progresar en paralelo a la parte alta de la del olivar, es decir, por lo que
sería el equivalente al pie de monte, de los farallones rocosos del cerro que
llevaremos a nuestra derecha, quedando a nuestra izquierda la masa principal
del olivar, intentando no pisar los terrenos de labranza.
Llegados a este punto, podemos decantarnos
entre dos opciones, la primera, tal y como hizo Paco Jaime, protagonizando la gran
escapada en solitario de la jornada, desviándonos a nuestra derecha, ladera
arriba, prácticamente campo través, en dirección SUR, hasta alcanzar un terreno mas propicio para
avanzar sobre loma de la vertiente OESTE del Castillón, a partir de la cual
retomaremos dirección ESTE, obteniendo vistas sobre el embalse del Guadalhorce,
viniendo a salir a unos 200 m
del vértice geodésico del Castillón de Peñarrubia, del que ya sólo nos separa un
desarrollado lapiaz, muy característicos de las zonas calizas superando sus
gradas escalonadas y pequeños callejones colonizados en gran medidas por los
líquenes.
O bien la segunda opción, que consiste en
llegar al final del extremo ESTE, de la parte alta del olivar, desde donde
parte un tenue sendero de cabras, que poco a poco va ganando altura superando
un bancal tras otro, sirva de referencia un bosque de pinos que vamos a dejar a
nuestra izquierda y los abundantes majuelos que crecen por la vertiente norte
del Castillón, por la que poco a poco vamos ganando altura en lo que sería el
equivalente a la puerta de atrás del Castillón tal y como lo vemos de frente
cuando venimos por la carretera de Ardales. Unos estratos superpuestos de forma
horizontal conocidos como pilas de bollos, de la misma naturaleza y formados en
la misma etapa geológica del Torcal de Antequera, nos avisan que ya estamos muy
próximos a la zona de cumbres, orientando ahora nuestros pasos en dirección
S,S-E, sin mas obstáculos que el pequeño laberinto de bloques de piedra a modo
de torcas o callejones colonizados por pequeñas encinas y coscojas, que nos
acompañan hasta que de repente nos encontramos ante el vértice geodésico del
emblemático Castillón de Peñarrubia, situado junto a una pequeña plataforma de
paneles solares vigilados por videocámara, y los vestigios arqueológicos de una
antigua torre vigía, que formaba parte del antiguo castillo que durante siglos
presidió esta histórica atalaya en tiempos de ocupación musulmana. Pasado y
futuro unidos en esta singular cumbre con frecuencia sobrevolada por numerosos
buitres, desde donde nos estuvimos recreando de la privilegiada panorámica que
desde aquí podemos contemplar hacia el ESTE: sobre el conjunto de los embalses
del Guadalhorce, Guadalteba y Conde del Guadalhorce con el inconfundible telón
de fondo hacia el ESTE de: la peña de Los Enamorados de Antequera, Sierra
Chimena, el Torcal, Pico Capilla, Huma, sierra de La Pizarra o del Almorchón
con el ganchudo pico del Convento, la sierra de Aguas entre Álora y Carratraca;
hacia el SUR: la sierra de Alcaparain con Ardales a sus pies y mas a la derecha
las sierras Prieta, cabrilla y de Las Nieves, hacia el OESTE: la propia loma
del Castillón nos priva de las vistas
qque en cualquier caso son lasa mismas que hemos ido teniendo a nuestra espalda
a lo largo de la travesía por la sierra y al NORTE destaca la cercana localidad
de Campillos, con sus lagunas, así como la Laguna de Fuente de Piedra y mas a la
derecha, las sierras Subbéticas Cordobesas. Pocas cumbres de tan sólo 729 m. sobre el nivel del mar
dan tanto de sí.
Una de las curiosidades de este cerro es que a sus pies se encuentra el embalse del Guadalteba, bajo cuyas aguas quedó sumergida la localidad de Peñarrubia a escasos 200 m de las naves que vemos allí abajo y que pertenecen al consorcio del Guadalteba, de ahí que de forma romántica a esta montaña se la conozca como Castillón de Peñarrubia, la mayoría de sus habitantes se trasladaron a la localidad de Santa Rosalía, muy cercana a Campanillas.
El
Castillón de Peñarrubia, se caracteriza por su gran falla, donde podemos
distinguir un gran
tajo cortado por su cara ESTE que coincide con la máxima elevación de la sierra
de Pelñarrubia (725 msnm) quedando su cumbre dentro del término municipal de
Campillos. Su localización geográfica pertenece al dominio Subbético
de las Zonas Externas de la Cordillera Bética, y corresponde con el fondo de un
primitivo mar del periodo Jurásico (hace de 145 millones de años).
Está compuesto por rocas calizas anaranjadas, blancas y grises dispuestas
en estratos o capas de diferentes espesores. En la base de la sierra aparace un
canchal calizo por acumulación de rocas desprendidas. El contenido fósil de las rocas ha
permitido conocer su edad, unos 145 millones de años de antigüedad (Jurásico). El Castillón de Peñarrubia está constituido por estratos
o capas de calizas inclinadas unos 30º al suroeste, dando un relieve en cuesta.
En su cara Este está cortado a pico por una impresionante falla. Presenta deformaciones y fenómenos tectónicos: Aunque los estratos se disponen
originalmente en forma horizontal, es raro que permanezcan así mucho tiempo. La
corteza terrestre se encuentra sometida a fuerzas y deformaciones propias de un
planeta dináminco que se mantiene en reajuste permanente.
La corteza
terrestre está formada por placas tectónicas que se separan en ciertos puntos y
se acercan en otros. En zonas donde las placas se acercan y chocan se producen
deformaciones en los materiales. La actividad de la corteza terrestre deforma
los materiales que se encuentran en ella, plegándolos y facturándolos.Las rocas
calizas del Pico del Castillón se formaron a partir del
sedimento acumulado en el fondo de un primitivo mar llamado Mar de Thetys. Los esfuerzos horizontales
arruganron las rocas sedimentarias, que emergieron del mar dando lugar a
pliegues y estratos inclinados como los que hoy podemos contemplar. Después de la etapa de compresión
entre las placas, que dieron lugar a la formación de las montañas de la comarca del Guadaltebaa y su entorno, vino una fase de distensión y
reajuste. Esta estapa de distensión provocó fracturas (fallas y diaclasas) en
materiales rígidos como los que componenla gran falla del Castillón de Peñarrubia.
Tal y como teníamos previsto, para el
descenso, retornamos sobre nuestros pasos unos 200 m en dirección NORTE,
tendiendo hacia la derecha, es decir, dirección ESTE, en busca de la parte alta
de la plataforma por la que a modo de tobogán gigante realizamos un descenso
que al principio, parece relativamente suave, pero que se va haciendo progresivamente
mas empinado y técnico hasta el punto que en algunos tramos la abundante
piedrecilla suelta y lo vertical de la pendiente nos obliga a poner el culo en
el suelo, cuando tenemos ante nosotros algún gran escalón, siempre con el freno
de mano puesto y los cinco sentidos puestos para no resbalar ladera abajo.
Si bien, no se pasa por ningún lugar expuesto, ni excesivamente peligroso mas allá de un prolongado resbalón, esta bajada pondrá a prueba nuestra pericia en descensos por zonas accidentadas. Y si bien, visto desde abajo, parece relativamente fácil y asequible, el descenso se hace mucho mas largo de lo que podríamos creer a primera vista, pudiendo catalogar este descenso, sin temor a equivocarnos, en uno de los mas técnicos y entretenidos de toda la provincia de Málaga. De hecho tardamos en llegar a los coches que teníamos aparcados en la base casi una hora desde la cumbre, llegando ya con las últimas luces de la tarde al final de una jornada, que felizmente superó las expectativas de la mayoría de los participantes por la riqueza y variedad de alicientes del itinerario.
Si bien, no se pasa por ningún lugar expuesto, ni excesivamente peligroso mas allá de un prolongado resbalón, esta bajada pondrá a prueba nuestra pericia en descensos por zonas accidentadas. Y si bien, visto desde abajo, parece relativamente fácil y asequible, el descenso se hace mucho mas largo de lo que podríamos creer a primera vista, pudiendo catalogar este descenso, sin temor a equivocarnos, en uno de los mas técnicos y entretenidos de toda la provincia de Málaga. De hecho tardamos en llegar a los coches que teníamos aparcados en la base casi una hora desde la cumbre, llegando ya con las últimas luces de la tarde al final de una jornada, que felizmente superó las expectativas de la mayoría de los participantes por la riqueza y variedad de alicientes del itinerario.
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