martes, septiembre 18, 2018

De Ronda a Alpandeire (ETAPA Nº6, del G.R. 141 Serranía de Ronda)


Localidades de referencia: Ronda (Inicio) y Alpandeire (Final)
Hora prevista de inicio de ruta: 9.30 am , Plaza de la barriada de "San Francisco" (RONDA)
Hora de Finalización de ruta: Llegamos a Alpandeire a las 16.50 pm
Distancia: 18,8 km
Desnivel: 631m (subida) y 623 m (bajada)
Dificultad: Media/Fácil
Fecha de realización y meteorología: Sábado 15 de septiembre de 2018, hasta la mañana del día antes las previsiones meteorológicas daban mucha lluvia, sin embargo, a partir del mediodía del viernes las predicciones daban tregua de lluvia, sólo cielos nublados y algo de lluvia, que tan sólo tuvimos entre las 15.30 y 16.30, una lluvia suave que nos cogió entre la Fuente del Espino y la Fuente de la Vasija. El día no sólo fue mucho mejor de lo que cabría imaginar, sino que hizo algo de bochorno, hasta el punto de verme obligado a quitarme el pantalón largo, a partir del Tajo del Abanico.
Participantes: Desde su casa (en Ronda) llegaron andando nuestras fantásticas guías y anfitrionas Herminia "La Centella de O Cebreiro" y Carmen; desde Puente Genil (Córdoba) Héctor "El Caimán de Puente Genil" y Mª Luisa "El Duendecillo de Sierra Horconera"; y desde distintos puntos de la Costa: Eduardo "El Padre Carras", Arnaud "El Soltero de Oro", Mabel "Libre y Salvaje", Salvador Gómez "El Ornitólogo", Pepe Valenzuela "Mister Chip", Juanjo "Sheldom Cooper" (Big Bang Theory), Sonia "Desde Japón con Amor", Diego ", Nacho "El Demonio de Tasmania" y un servidor que pasaba por allí: Juan Ignacio Amador
Resumen de la ETAPA Nº6, del G.R. 141 Serranía de Ronda: Ronda, Tajo del Abanico, Encinas Borrachas, Los Monteros, Fuente del Espino, Arroyo Audalazar, Cortijo y Fuente de la Vasija, Alpandeire.
Track de referencia:
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/ronda-alpandeire-etapa-no6-del-g-r-141-serrania-de-ronda-28656423#wp-28656443
A tener en cuenta:
1º) Obviamente esta ruta se puede realizar en cualquiera de los dos sentidos o incluso ida y vuelta como entrenamiento para una ultra trail.
2º) Hay que prever dejar un vehículo de enlace al final del recorrido o bien contactar con una minibús o autocares LARA de Ronda, móvil: 78407724. O bien Radio Taxi de Ronda: 54561039 (30€ el servicio por taxi, máximo 4 personas por taxi)
3º) El tramo de sendero que discurre paralelo a la carretera A-369 Ronda-Algeciras, entre el Puerto de Encinas Borrachas y el cerro de Doña María, donde volvemos a caminar brevemente junto a la carretera, se encuentra muy cerrado por el matorral. Así como el tramo que va desde la carretera hasta la Fuente del Espino, muy deteriorado, el sendero se pierde fácilmente con tramos de fuerte pendiente.
4º) Este es uno de los itinerarios con mas Fuentes por la serranía de Ronda, que por este orden son las de la muralla junto a la Puerta de Almocábar (inicio de ruta), la de Coto Alto, Fuente del Espino, de la Mimbre y de la Vasija, muy cerca ya de Alpandeire.
5º) Si realizamos esta ruta en primavera nos sorprenderá la amplia gama de flores que jalonan el carril. Entre ellas destacan los gordolobos, las amapolas, los rosales silvestres, las estepas, genistas, etc... así como el trinar de una gran variedad de aves. 
BREVE DESCRIPCIÓN DE LA RUTA: 
Tramo 1, Desde Ronda al Tajo del Abanico (que coincide con el SL A-40):
Como punto de partida escogimos la Plaza Ruedo Alameda del Barrio de San Francisco, frente a la cual nos hicimos la foto de rigor de inicio de ruta con las históricas murallas y Puerta de Almocábar de fondo, y la Iglesia del Espíritu Santo. La Puerta de Almocábar toma su nombre de la palabra árabe “al-maqabir”, que significa cementerio, el cual se localizaba en las cercanías de esta zona extramuros.
La puerta supone el acceso principal, por el lado sur, al primer recinto amurallado de la Ronda islámica, que acogía en su interior al llamado Arrabal Alto, hoy Barrio del Espíritu Santo. Entre dos torreones semicirculares de mampostería, se sitúa la puerta de entrada, que consta de tres arcos consecutivos: los dos exteriores de herradura apuntada con alfiz y arquivolta, y el intermedio de tipo ojival. Se construyó inicialmente en tapial hacia el siglo XIII, siendo revestida en el XIV con el mampuesto de piedra que se observa. En el siglo XVI se le añadió un tambor, o cuerpo delantero de planta cuadrangular de estilo renacentista, cuya puerta de ingreso puede verse en la actualidad junto a la puerta islámica, tras la restauración de esta zona efectuada en el año 1964. Este lienzo amurallado es el símbolo del Barrio que lo alberga, San Francisco, de extraordinaria riqueza en su arquitectura tradicional, donde destaca la Casa Señorial de nuestra amiga Herminia, que fue nuestra guía y anfitriona de lujo, junto con Carmen.
La Iglesia del Espíritu Santo se construyó en 1485, el mismo año de la conquista de la Ciudad, por mandato de los Reyes Católicos y se concluyó veinte años después. Su sobria fachada se halla enmarcada por dos vigorosos estribos que la abrazan de arriba abajo, estando coronada por un frontón triangular con un ojo de buey en su tímpano como único motivo ornamental.  Del mismo modo presenta una ventana de vidriera geminada y bajo ella, una hornacina que alberga una paloma que representa al Espíritu Santo. Sin duda alguna su apariencia es la de una auténtica iglesia fortaleza.
La iglesia es de una sola nave con tres bóvedas de nervios sexpartitas. Antes de llegar al arco toral, a ambos lados, se abren dos capillas, cubiertas con bóvedas de crucería estrelladas la de la Virgen de Fátima y la del Sagrado Corazón.
La zona del presbiterio se encuentra cubierta por una bóveda de ocho nervios que cabalga sobre arcos de medio punto. Es curioso el aspecto que presentan las pecunias ensambladas entre sí por una original nervadura.
El Altar Mayor ofrece un retablo barroco muy próximo al rococó, que contiene una tabla de influencia bizantina, con imágenes de Nuestra Señora de la Antigua y el cuadro de la venida del Espíritu Santo.
Es de destacar, en una de sus capillas laterales, la representación escultórica del Santo Entierro, con una extraordinaria urna y una magnífica imagen del Cristo yaciente y que procesiona el Viernes Santo al caer la tarde.
El exterior tiene un aire de solidez, debido a su origen de torre fortificada de la muralla, con grandes contrafuertes rematados con pináculos renacentistas. La portada de sillería está compuesta por un arco de medio punto enmarcado por alfiz de corte mudéjar.
Una vez hecha la foto de rigor, atravesamos la Plaza Ruedo Alameda del Barrio de San Francisco en dirección sur, dejando a nuestra espalda la puerta y murallas la Almocábar, mientras vamos atravesando esta emblemática plaza, que articula el castizo barrio de San Francisco, el de los agricultores de Ronda.
Continuando por la calle Torrejones donde pasaremos junto al antiguo Convento de las Franciscanas, que aún recordaba nuestra amiga Mabel de los tiempos de su infancia, pues en Ronda nació y vivió hasta los ocho años. Continuamos por calle Empedrada, que nos lleva a la Torre del Predicatorio, antiguo torreón de piedra rematado por una pequeña cruz de hierro, a la derecha del camino, a la que accedemos por unas escaleras talladas en roca,que nos llevan a una explanada, contigua a la torre, desde el borde norte de la explanada obtenemos una bonita panorámica de Ronda, muy distinta a las postales más típicas, pero igualmente interesante.
Así como de las primeras estribaciones de la Sierra de Juan Diego al oeste, el peñón del Mures al N-O, y justo por debajo, también tenemos vistas privilegiadas de la sierrezuela que alberga la emblemática iglesia mózarabe-paleocristiana del S. IX, excavada en un cortado de areniscas, donde  se celebra una tradicional romería en el mes de junio. Además de las espléndidas panorámicas, descubrimos los restos de una canalización del periodo romano y la torre de piedra que elevaba el agua a la misma altura que el solar del antiguo foro de Arunda (que se como se le conocía a Ronda en la época romana). También es digna de mención la magnífica Era empedrada que se encuentra a escasos metros al sur de la torre.
Cuentan las lenguas antiguas que su nombre se debe a que, en este lugar el fraile gaditano, Fray Diego José, predicaba al pueblo de Ronda; dicha torre servía de soporte como pilar del acueducto que traía el agua a la ciudad de Ronda. Este acueducto romano recibe el nombre de "La Fuente de la Arena", porque toma el agua del Nacimiento en la Fuente de los Llanos de la Arena, situado por debajo del km 7,5 de la carretera A-369 de Ronda-Algeciras, a unos 100 metros del depósito actual de captación de agua y en la margen izquierda del arroyo de las Culebras. Existen otros restos que discurren más o menos paralelos a la conducción actual hasta llegar a la torre del Predicatorio en el Barrio de San Francisco.
Retomado el camino, unos 100 m. más allá de la torre del Predicatorio, nos encontramos con el desvío que nos señala hacia la Ermita Mozárabe de la Virgen de la Cabeza, que rápidamente se desdobla, siendo nuestro ramal el de la izquierda, dirección Oeste , conocido como Colada de Cortes de la Frontera (Km 1,6), asfaltado en este primer tramo, pasamos muy cerca de la Pila de Doña Gaspara y un kilómetro más allá del ´desvío anterior, el camino vuelve a desdoblarse: el ramal de la derecha es por donde continúa la Colada de Cortes, siendo nuestro ramal, por segunda vez consecutiva, el de la izquierda, dirección S-O, que a partir de aquí pasa a denominarse Camino de Sijuela, que desciende por la cuesta del Cascajal. A partir de esta última bifurcación de caminos, el paisaje agrario de olivos es sustituido por los encinares y quejigos, una masa arbórea muy representativa de lo que debió ser el paisaje de la Meseta de Ronda, antes de ser alterado por la mano del hombre.
Unos 500 m mas allá de la última bifurcación, veremos un ramal de pista a la derecha, que nos llevaría hasta la Torre de La Cazalla  Y poco después, a la izquierda del sendero, comenzamos a ver magníficos paredones de arenisca tableteados, frecuentados por aves rapaces y aviones roqueros. Nos desviamos brevemente remontando un pequeño talud a la izquierda del camino, abriéndonos paso por una zona muy frondosa, hasta llegar a la base de un par de tafonis, que parecen covachas, siendo una de ellas conocida como la Cueva de los Aviones. La roca es de composición arenisca con algo de caliza y se denomina "Molasa", de ella se han desprendido algunos bloques entre los que discurre el camino. El bosque de encinas y quejigos, así como la frondosidad del cercano bosque de galería del arroyo Sijuela, a la derecha del sendero, le aportan gran frescor y umbría al entorno.
El carril termina en una pequeña explanada, poco después de dejar a nuestra derecha, una Era y una cortijada, que se halla adosada a un viejo torreón que podría tener su origen en una antigua villa romana; aquí nos encontramos con la primera angarilla del recorrido, que siempre dejaremos cerrada a nuestro paso, continuamos por el sendero que aún conserva algún tramo empedrado de la antigua calzada Medieval de Ronda-Algeciras,  llegando a la altura de un pequeño desfiladero. A la derecha del sendero, hacia al arroyo de Sijuela, nos llamará la atención una curioso tajillo en forma de "abanico" de donde toma su nombre el paraje que comienza a partir de este punto.
El camino empedrado ha dado origen a infinidad de leyendas entre el pueblo, una de las cuales hace llegar su origen a los romanos y sitúa en el desfiladero alguna emboscada del líder lusitano Viriato. No existen pruebas de tal hecho.
 El tajillo que se encuentra a la derecha de la pequeña explanada terriza que viene a continuación del tramo empedrado, es el denominado "Tajo del Abanico", que a pesar de ser de los mas pequeños en tamaño, es el que le da nombre a todo el paraje al que acabamos de llegar.
Algo más adelante cruzamos el arroyo, que suele secarse en verano, si bien, tal y como nos mostró Herminia, a escasos metros a la derecha, nos encontramos con una surgencia de agua y la primera poza, que ya empiezan a ser más frecuentes río abajo, nos abrimos paso a través del bosque de galería, formado principalmente por adelfas y una vez en la otra orilla el arroyo Sijuela, éste ya quedará a nuestra izquierda.
Hasta bien entrada la década de 2000, el arroyo Sijuela presentaba un aspecto desolador debido a la cercanía del antiguo vertedero incontrolado de Ronda. Pero afortunadamente debemos agradecer las labores de recuperación de un numerosos grupo de vecinos de Ronda y otros amigos de fuera que también colaboraron en la eliminación y limpieza de residuos, que aún se podían ver en este paraje hasta las fechas mencionadas, siendo el cauce del arroyo el que se llevaba la peor parte, si bien, afortunadamente en la actualidad vuelve a presentar un aspecto magnífico.
El SL A-20 Ronda-Tajo del Abanico, suele finalizar cuando llegamos a un gran tafoni, conocido localmente como "Sobaqueras", a la derecha del sendero, conocido como Cueva del Abanico (Km 5), reconocible por ser una gran concavidad poco profunda, donde el cromatismo de la piedra producida por el goteo de agua, nos brinda un precioso lugar para fotografiarlo y tomarnos un descanso, la parte de arriba de la entrada por su forma extraplomada es un lugar perfecto para practicar una de las modalidades más complicadas del alpinismo.
Justo en frente de la Cueva del Abanico, al otro lado del arroyo Sijuela nos causará admiración la belleza de una gigantesca columna de arenisca tableteada, con una balconada en su primer tercio, donde los más intrépidos pueden acceder por el lado derecho, tal y como lo vemos de frente, una vez que se cruza el cauce del arroyo. A los pies de este tremendo espolón de arenisca podemos apreciar los efectos erosivos que ocasiona el arroyo en épocas de crecida. Es éste, sin lugar a dudas un lugar de obligada parada para disfrutar de un rincón de tremenda belleza y singularidad geológica.
Según los profesores del "IES Pérez de Guzmán"  Ronda, Don Vicente Pimentel Biología y Miguel Montes (Geología), el origen de la garganta del Tajo del Abanico, así como el del tajo de Ronda y el Cañón del arroyo de la Ventilla (cercano a Arriate), se remonta a hace cinco Millones de años, cuando las aguas superficiales presentes en esta zona comenzaron a erosionar el sistema. 
Hace unos 20 Millones de años, cuando toda Andalucía, salvo una parte de Sierra Morena, estaba inundada por el mar. Se produjo el choque de la placas Euroasiática con la Africana, y empiezan a emerger las Cordilleras Béticas por encima del Mar de Thetys, al igual que Sierra Nevada y todo el sistema Penibético incluyendo toda la Serranía de Ronda. En el caso de la zona de Ronda, parece que el mar se fue retirando por los Merinos, Cuevas del Becerro por lo que hoy es el río Guadalteba y su prolongación por el Desfiladero del Gaitanejo y los Gaitanes (El Chorro). Por el arroyo Sijuela al sur, y por el río Guadalentín al Oeste y posteriormente por el Guadiaro, en dirección Sur.
El resultado de aquel proceso, de miles y miles de año, fue la creación de una zona rodeada de montañas, que, hablando coloquialmente, empezó a rellenarse con los restos de la erosión de estas elevaciones. En el futuro sería lo que llamamos meseta de Ronda, la llanura donde está asentada la ciudad soñada. 
En el Tajo del Abanico, al igual que en el Tajo de Ronda y la Garganta del arroyo de la Ventilla, donde se intercalan sedimentos, unos más duros y otros más blandos, podemos observar fósiles de origen marino, que ha determinado la forma tableteada de estos tajos. En todo este conjunto se van intercalando conglomerados con fragmentos de rocas más gruesas en la parte de abajo, que poco a poco se van a haciendo rocas también sedimentarias pero con granitos muy finos, como consecuencia del propio depósito, los de más peso se depositan abajo. El arroyo Sijuela comenzó a abrirse paso por las zonas más débiles, por ahí se fue encajonando hasta formar su cauce actual. Este sistema de rocas sedimentarias se llaman molasas, fracturándose en grietas más o menos verticales. Cuando una roca es dura, se mantienen los márgenes del río y cuando es blanda, el valle se abre.
En el paraje del Tajo del Abanico se rodaron algunas escenas de la mítica serie de mediados de la década de 1970 "Curro Jiménez" . Y unos diez años después sirvió de escenario para  el rodaje de la película de la ópera "Carmen", cuyo protagonista principal fue el tenor español, Plácido Domingo. 
Tramo 2, Finca de Coto Alto y Dolmen de Encinas Borrachas:
Retomada la marcha, unos 50 m mas allá de la Cueva del Abanico, a nuestra izquierda, al otro lado del arroyo Sijuela, podemos ver un empinado veredón, en forma de embudo que una vez arriba, nos permitiría llegar a la Finca de La Algaba en poco más de 15 minutos.
Continuamos caminando dirección S, mientras los últimos tajos de arenisca ("molasas"), van quedando a nuestra izquierda, y unos 400 m mas allá de la cueva del Abanico, accedemos a la Finca Cinegética conocida como del Coto Alto, a través de una doble verja metálica. Se trata de una finca de unas 1.100has. donde se intercala el ecosistema de dehesas y quejigos por donde discurre nuestro sendero que pronto se transforma en pista terriza, con zonas de riscos y grandes canchales como los que más adelante nos irán acompañando a la derecha. Lástima que esta zona esté tan condicionada por los cotos de caza, negocio que cada ño mueve mas Millones de euros, hasta el punto que aunque no lo sepamos en todo este trayecto estaremos muy vigilados por los más sofisticados sistemas de cámara de seguridad y sensores de movimiento, que saltar´ñan tan pronto como abandonemos la pista de tierra, cosa que no debemos hacer en ningún momento.
En el primer kilómetro de recorrido por dentro de esta finca cinegética llevamos el arroyo de los Chopillos a nuestra izquierda, pero tan pronto como vadeamos el arroyo tributario del Pozo de Abajo, la ascensión que ya hemos iniciado desde que abandonamos la Cueva del Abanico, se hará mucho más pronunciada, hasta que abandonemos esta finca por otra verja metálica. Tanto el paraje del Tajo del Abanico como esta finca son lugares ideales para disfrutar de la observación y la escucha de la berrea de los venados a finales de verano, comienzos de Otoño. Con un poco de suerte, si venimos solos o con un grupo reducido, con sigilo y sin colores llamativos podremos ver cabras montesas, a una zona de arroyos y barrancos, donde se contabilizan algunas colleras de corzos, venados,  jabalíes, incluso, una pequeña población de muflones, que comparten este ecosistema con ganadería vacuna, otro motivo más para no abandonar el camino bajo ningún concepto y cerrar siempre cada verja o angarilla a nuestro paso. La finca se encuentra rodeada en todo su perímetro por una valla cinegética. Tiene varias torretas de vigilancia y sensores de disparos para combatir las posibles intrusiones de cazadores furtivos.
Se encuentra perfectamente carrileada, lo que permite acceder a casi toda la finca en vehículos todo terreno. Es rica en manantiales naturales y cuenta con varias balsas artificiales que abastecen a toda la finca de puntos de agua. La atraviesa un arroyo que tiene agua todo el año. La atraviesan los arroyos Sijuela, que nace dentro de esta finca, al igual que sus tributarios el arroyo del Pozo de Abajo y el de Los Chopillos, que a lo largo de nuestra ascensión, nos va acompañando por la derecha.
El siguiente hito es el abandonado Cortijo de Coto Alto, que dada sus dimensiones debió ser importante en su día.Continuamos ascendiendo y el siguiente hito es una gran balsa de agua, que más bien parece un pequeño embalse junto al cual se han erigido seis columnas que forman un círculo, rematadas por capiteles de orden corintio. Dado lo recóndito del lugar y este lujo renacentista, parece la excentricidad de un millonario, y es que, el negocio de la caza, da para esto y mucho mas.
 Unos 300 m mas alla después de que el carril trace una amplia curva a la derecha, a escasos metros a la izquierda del carril, remontando un pequeño talud, podemos proveernos de agua en la Fuente de Coto Alto, cuyo waypoint se me olvidó marcar en mi track, no obstante, se intuye fácilmente desde el carril.
A partir de aquí, cada vez que echamos la vista atrás vamos disfrutando de vistas sobre la meseta y el Tajo de Ronda al fondo, por encima de la mencionada balsa de agua. El Camino del Coto Alto finaliza en una verja de hierro cerrada, que en ningún caso debemos intentar saltar, tan solo debemos remontar el empinado talud de tierra que veremos a nuestra izquierda y tras un tramo de unos 20 m con fuerte pendiente, que recomendamos afrontar en zig-zags, accedemos a una angarilla, que coincide con la vía pecuaria, que de tomar a la izquierda, nos llevaría de vuelta a Ronda coincidiendo en su tramo final, con el trazado del viejo acueducto romano, por el que retornaríamos a la Torre del Predicatorio, sin embargo tomaremos la vereda a la derecha pasando por una angarilla o portillo e inmediatamente después por una verja de hierro, que dejaremos cerrada a nuestro paso
Una vez que dejamos a nuestra espalda las mencionadas angarillas y verjas de hierro, también quedará atrás la Finca Cinegética de Coto Alto, y comenzamos a caminar por una pista terriza, se trata del camino de Ronda-Algeciras, 200 m mas allá de la Verja, habremos atravesado la línea invisible de los términos municipales de Ronda, que estamos abandonando y del Alpandeire donde ya estamos entrando, desde el momento en el que la pendiente del terreno se va suavizando, hasta hacerse llano, a partir del momento que pasamos por debajo del tendido eléctrico, de frente y a nuestra derecha tenemos una preciosa crestería con magníficos tajos, rematados por castilletes rocosos en la parte alta y alguna que otra cueva que divisamos desde la distancia, y que invitan a soñar con futuras exploraciones. Casi al final de este llano que estamos atravesando se encuentra el famoso Dolmen de Encinas Borrachas, que de no ser por el panel informativo que se encuentra justo al lado, podría pasar fácilmente desapercibido, pues lamentablemente al igual que ocurre con otros dólmenes de la zona, se encuentra muy mal tratado, posiblemente por algunos lugareños, hace ya muchos años, en los que se creía a pies juntillas que estos monumentos funerarios eran tumbas de gigantes y seguro que debajo de los cuales se hallaba algún tesoro.
 El Dolmén de Encinas Borrachas está datado en hace unos 6.000 años (Edad del Cobre). Este Dolmen fue descubierto por "Giménez Reyna" en 1946, pero los estudios arquelógicos no empezaron hasta la década de 1970, que aportaron información sobre este enterramiento megalítico, como por ejemplo, que entre los inhumados en esta tumba colectiva había, al menos, 5 individuos (tres hombres y dos mujeres), con datos tan curiosos como la existencia de una fractura ósea posteriormente consolidada o la caída de piezas dentales anteriores a la muerte, según la información proporcionada por la antropóloga Silvia Jiménez Brobeil de la Universidad de Granada.

Estos sepulcros colectivos son la primera indicación del uso habitual del puerto de Encinas Borrachas, como zona de comunicación de unas poblaciones móviles,  posiblemente pastores que transitan con sus ganados desde la depresión de Ronda al valle del Genal para acceder a sus pastos y otros recursos en movimientos de trasterminancia estacional.
Para más información sobre el mismo se puede consultar la bibliografía de las excavaciones de 1977 en el prestigiosoblog de nuestros amigos manolo y Ana de Cádiz:
Realizadas las fotos de rigor, con parada técnica incluida, retomamos la marcha, llegando en un par de minutos escasos a la verja de acceso a la carretera A-369 Ronda-Algeciras, viniendo a salir a la altura del Puerto de Encinas Borrachas, curiosa denominación que viene dada por la presencia de varias encinas retorcida por los fuertes vientos frecuentes en esta zona y desvencijadas por el ganado, con apariencia de estar "borrachas".
Tramo 3, Del Puerto de Encinas Borrachas al Cortijo de las Rozas:
La presencia del Dolmen que acabamos de ver, así como de otros dos dólmenes relativamente próximos, ponen de manifiesto la importancia estratégica del Puerto de Encinas Borrachas (km 10) entre la Meseta de Ronda y el Valle del Genal, desde el Tercer Milenio antes de Cristo. Caminamos un corto trecho por el margen izquierdo de la carretera, que abandonaremos unos 200 m mas allá, iniciando un pronunciado descenso por un estrecho sendero parcialmente invadido de matorral, a pesar de tratarse de la Etapa Nº6, del GR. 141 Serranía de Ronda, que aprovechamos desde estas líneas para recordarle a sus responsables de la importancia de su mantenimiento periódico y no sólo del día de las inauguraciones con la cinta y las tijeritas donde núnca faltan los políticos que viven de cara al postureo y salir en la foto.
Tal y como íbamos diciendo, al fondo a la derecha empezamos a ver la vertiente oriental de los magníficos tajos del Cancho del Unicornio, o simplemente "El Cancho" como se le conoce en la Serranía. A la izquierda, las redondeadas lomas del cerro Jarastepar, punto más alto de la Sierra del Oreganal y frente a nosotros, cada vez más cercano, el inédito cerro de Los Frailes.
Lo más curioso que recuerdo de este tramo del sendero es una especie de antigua caja fuerte oxidada, con una piedra encima, a escasos metros a la izquierda del sendero y poco después llegamos al Dólmen del Montero, que de no ser por el pequeño panel informativo al pie del sendero, pasaría totalmente desapercibido, pues los restos de los antiguos ortostatos, son escasos, y la antigua estructura se encuentra muy colmatada y camuflada bajo las abundantes aulagas que la tapan parcialmente a unos 8 m a la izquierda del sendero. Al igual que el Dolmen de Encinas Borrachas, el Dolmen del Montero fue descubierto por "Giménez Reyna" en 1946, la denominación del Montero, se debe a que se encuentra sobre la ladera del cerro del Montero, aunque también se le conoce como Dolmen de la Fuente de la Piedra, en referencia a la cercana fuente, junto a la que muy pronto pasaremos. El material empleado para su construcción es roca caliza, de las que solo quedan los ortostatos próximos a la cabecera. Se trata de un dolmen de galería o más bien, de los restos, de lo que un día fue un dolmen de galería, del que se conservan tres ortostatos por cada lado más el de cabecera, de la misma época que el Dólmen de Encinas Borrachas, es decir, de hace 6.000 años (Edad del Cobre), se le supone en su origen una conformación tumular así como una orientación Sur-Sureste.
Su lamentable estado de conservación se debe a haber tenido que soportar la erosión por el efecto de incontables lluvias torrenciales a lo largo de 6.000 años, que al mismo tiempo han provocado que hoy nos lo encontremos  colmatado, además de los inevitables saqueos en un pasado no muy lejano,  etc...hasta que no se lleve a cabo un plan de restauración para este dolmen, os podéis ahorrar el paseo. Pues tan importante hito arqueológico esta curioso de ver como complemento a esta bonita ruta, ya que el sendero pasa justo a su lado, pero desde luego, su lamentable estado de conservación, no merece desplazarse expresamente hasta este remoto páramo para contemplarlo, salvo que seamos expertos en arqueología o arqueólogos para restaurarlo.
Continuamos descendiendo hacia una cañada a la que llegamos unos 200 m mas allá, y al llegar a la cañada, unos 50 m a la izquierda vemos una higuera, bajo la cual se encuentra la Fuente de la Piedra, a la que podemos llegar por un camino al que accedemos rebasando una angarilla, nos acercamos a verla y de hecho por este camino continuaba el antiguo itinerario, hacia Alpandeire, sin embargo, regresamos sobre nuestros pasos, dejando otra vez la angarilla cerrada, pues el sendero por donde discurre el GR 141, continúa dirección S-O, afrontando una corta, pero empinada ascensión, que en poco más de 100 m lineales, nos devuelve a la carretera, junto a la que volvemos a caminar un corto trecho, para inmediatamente después abandonar, ya de forma definitiva, primero, caminando en paralelo a la misma, primero por un camino ancho, bajo los tajos de Montero, otro enclave para la historia de la Serranía de Ronda., pues en estos terrenos, en 1811, cuando las tropas napoleónicas se desplazan de Ronda a Gibraltar, fueron sorprendidas por la guerrilla serrana, que les infligió una dolorosa derrota y numerosas bajas. Un general francés llamó a este paraje: Calle de la Amargura y Cementerio de Francia. La revancha fue terrorífica para los serranos, especialmente para los vecinos de Atajate, de cuyo pueblo solo quedó en pie la cruz de piedra que hoy preside la plaza. 
Poco después el camino ancho, se transforma en estrecho sendero, iniciando un pronunciado descenso, que pronto comenzará a zig-zaguear hasta llevarnos a la Fuente del Espino (km.13), punto de encuentro de arrieros, viajeros y gentes de la sierra (así son llamados los contrabandistas, bandoleros y maquis) que transitaban los caminos que se dirigen a Benaoján, Atajate, Ronda y Alpandeire.
Al llegar a la Fuente del Espino, un impresionante trueno estalló justo por encima de nosotros, con un sonido tan brutal y cercano como no recuerdo haber escuchado jamás, buen momento e idílico lugar para hacer la parada del almuerzo, antes que comenzara a caer la lluvia, que cada vez se antojaba más próxima, conforme los nubarrones se iban oscureciendo con un cielo completamente de acuerdo, desde hacía un buen rato.
Tras el almuerzo en tan emblemático enclave, retomamos la caminata por la vereda sujeta por jorfes,que discurre asomándose, al arroyo de la Fuente del Espino,  cuyo lecho llevamos a nuestra derecha, a veces con cierto vuelo, aunque normalmente no lleva agua, lo hace con violencia en periodos de lluvias, como se deduce al ver las rocas totalmente pulimentadas por la fuerza abrasiva. Unos 700 m mas allá de la Fuente del Espino, lo vadeamos, accediendo inmediatamente después a las ruinas del Cortijo de la Mimbre (km 13,7), con su viejo huertecillo entre nogales e higueras, nos llama poderosamente la atención la alberquilla, bajo una gran higuera, que tuvo el cometido de lavar el mineral de hierro extraído en las minas de los Perdigones, que alcanzó su época de mayor esplendor hacia 1725, cuando en tiempos de Felipe V, en tierras de Júzcar, se instala una importante industria siderúrgica, la Real Fábrica de Hojalata de San Miguel. El proyecto fue ideado por los ingenieros Emérico Dupasquier y Pedro Enrique Meurón que, tras arduas tareas de espionaje industrial, consiguen la fórmula para blanquear hierro, hasta entonces custodiada en Alemania. Varios fueron los motivos para instalar la factoría a orillas del río Genal: la riqueza forestal, vital para alimentar los altos hornos; la presencia de varias minas de hierro, la cercanía de los puertos marítimos, imprescindibles para llevar la hoja de lata a los mercados iberoamericanos y, por último, la fuerza motriz de las aguas del Genal, encargadas de poner en funcionamiento los ingenios. Por distintos motivos, la fábrica dejó de funcionar 50 años después.
Una vez finalizada la prospección sobre el entorno de las ruinas del cortijo de la Mimbre, continuamos por el sendero en leve ascensión, llevando ahora el cauce del arroyo Audalázar a nuestra izquierda, que poco a poco va formando una garganta cada vez más profunda, conforme nos vamos aproximando a los Tajos de LOs Castillejos, en la vertiente opuesta a nosotros. Gracias al extraordinario conocimiento de la zona de nuestra querida amiga Herminia, pudimos localizar unos metros a la izquierda del sendero, en el balate que mira al barranco, bajo una encinita, prácticamente camuflado entre la maleza y en un lamentable estado de conservación, el dolmen o sepulcro de la Mimbre (también conocido como del Gigante, no confundir con el de El Gastor, Cádiz), si no se conoce el enclave exacto lo normal es que pase desapercibido. 

Una vez mas, estos enterramientos, nos recuedan la presencia humana en este territorio desde tiempos prehistóricos. Si seguimos con la vista la parte alta del arroyo de Adaulazar, que poco a poco vamos dejando a nuestra izquierda, avistamos el horcajo donde confluyen las cinco cañadas de su cerrado valle, que pronto forma una garganta o pequeño desfiladero. 

Poco antes de llegar a una cerrada curva a la izquierda, donde comienza el descenso hacia el arroyo de Audalázar, merece la pena desviarse por un ramal de sendero, que en apenas 50 m nos lleva hasta el antiguo Cortijo de las Rozas, que a pesar de estar abandonado con su interior en ruinas, mantiene el porte de lo que debió ser uno de los cortijos más importantes de la zona, con su gran corral, sus caballerizas, la vivienda principal, el horno y la cocina contigua. El entorno es realmente precioso y bien merece la pena desviarnos brevemente para admirar la belleza de su entorno y su porte señorial.
Tramo 4, Del Cortijo de las Rozas hasta Alpandeire:
De regreso al sendero, comenzamos un pronunciado descenso, suavizado por largos zig-zags, hasta situarnos a la altura del arroyo Audalazar, junto al cual caminaremos en paralelo por un tramo que normalmente, siempre se encuentra embarrado. Rápidamente atravesamos el vado del arroyo Audalázar, también llamado Laza. El cauce suele estar seco, sobre todo en verano, pero un pequeño venero, conocido como Chorrillo Barrera, suele mantener el agua incluso en verano en una pocita muy visitada por las aves de la zona. El barranco, aguas abajo, se halla cubierto por una maraña de mimbres y adelfas impenetrable, mientras hacia la cabecera anda más despejado, sobre todo por la instalación de la tubería que suministra agua a Alpandeire.
Una vez que atravesamos el vado, el sendero discurre paralelo a la base del espectacular Tajo de Los Castillejos o del canalizo de Audalázar, la pendiente suave al principio, se va haciendo cada vez mas pronunciada y en el interior de una pronunciada curva a la derecha, después de haber ganado cierta altura con respecto al fondo del valle, pasamos junto a una encina tendida a la derecha del sendero, de esas a las que tanto le gusta subirse nuestra amiga Herminia, bajo la cual se hizo una última parada de reagrupamiento. 
Después de unas fotos junto a tan peculiar encina, el sendero continúa ascendiendo por un terreno relativamente abrupto, donde proliferan las retamas, ardiviejas, cornicabras y algunos acebuches. Mientras que al otro lado del Valle de Audalázar, los cerrosson mas redondeados en su mayor parte están cubiertos por un extraordinario bosque de encinas, con algunos claros que han propiciado la actividad agropecuaria y por ende la existencia de varios cortijos, entre ellos el de Márquez, Rozas Bajas, Las Rozas y Roza Llana, actualmente abandonados.
El sendero sigue ganando altura, ahora de forma mas tendida y al llegar tras una tupida arboleda nos encontramos con el cortijo que en los mapas topográficos aparece como Cortijo del Infierno, aunque popularmente siempre se le conoció en Alpandeire como Cortijo de las  Pellejas o de las Vasijas. A partir de aquí el sendero se transforma en pista terriza que ya no abandonaremos hasta llegar a Alpandeire, siendo e siguiente hito es el Mirador Natural de  Audalázar (km 16,1), desde donde oteamos el encajado valle del mismo nombre, aprisionado entre los cortados calizos del tajo de los Castillejos o del canalizo de Audalázar bajo los cuales hemos pasado hace poco y la empinada ladera del cerro de los Frailes, que fuimos rodeando por su vertiente Norte y Oeste.
Los encinas comienzan a dar paso a fincas donde abundan los olivos, almendros, higueras y vides cuyos gajos se cuelgan de los muros linderos, invitándonos a disfrutar de tan exquisito fruto que aquel 15 de septiembre, nos deleitaron con el apogeo de su sabor. Unos 500 m más allá del mencionado cortijo, unos 30 m a la derecha del sendero vemos la abovedada Fuente de la Vasija, que siempre suele tener agua, incluso en los meses de verano.
A nuestra espalda (N-O), van quedando cada vez mas alejadas las siluetas del Cancho del Conio (o del Unicornio), caracterizado por un lapiaz tan interesante como desconocido (por encontrarse dentro de un coto de caza de difícil acceso, muy restringido, y el cerro de los Frailes, pelado en la cima, pero contorneado por un prolífico encinar. El siguiente hito destacable es una pequeña hornacina elevada en un margen del camino, conocida como Cruz Chiquita; fue hasta hace un tiempo lugar concurrido para celebrar una romería. Como norma general, seguiremos el carril principal, al frente, A nuestra derecha, el panorama es muy aplio  y sugestivo de sur a oeste destacando por este orden Sierra Bermeja, la alpina silueta del cerro de Las Chapas (sierra Crestellina), toda la cuerda de la dorsal con los pueblos de Benarrabá, Algatocín, Benalauría y Benadalid y Atajate mas cercano a nosotros , por encima del cual despunta el Martín Gil y sierra de los Pinos, envolviendo por su flanco oeste el Valle del Guadiaro.
La vía pecuaria Vereda de la Fuente del Espino, por la que estamos llegando a Alpandeire, un kilómetro antes de llegar al pueblo, se une con el Camino de Alpandeire a Atajate, por donde discurre la Ruta de Fraileopoldo, que une las localidades de Alpandeire y Jimera de Libar, pasando por Atajate, conectando de ese modo los Valles del Genal y del Guadiaro. Esta bifurcación es conocida localmente como "La Junta de Las Vereas", Pronto comenzaremos a deleitarnos con vistas cada vez mas amplias y cercanas al casco urbano de Alpandeire, localidad natal de Fray Leopoldo, donde destaca la esbelta Iglesia parroquial de San Antonio de Padua "La Catedral del Valle del Genal", después de dejar a la derecha el ramal que nos conduce a los Lavaderos (al que también nos acercamos), continuamos de frente, por una calle en pendiente ascendente por la que nos adentramos en el laberíntico entramado de callejuelas con traza típicamente moriscas, por donde de forma intuitiva, siempre hacia arriba, llegamos a la Iglesia Parroquial de San Antonio de Padua (km 18,8), que nos enseñó el amigo Paco, el guía oficial de esta Iglesia, entrañable vecino de Alpandeire.
Alpandeire está situado en una meseta al pie de la Sierra del Oreganal (en su vertiente sur), a unos 700 metros de altitud. Al norte del Valle del Genal, en su término municipal se alternan paisajes de dehesas, canchales, fincas de olivos, almendros, vides y castaños.
En cuanto a la historia de Alpandeire se han localizado hallazgos arqueológicos de Encinas Borrachas uno de los principales yacimientos que demuestran la presencia del hombre prehistórico en estas tierras. En esa zona se han descubierto varios dólmenes y otras formas de enterramientos de la época del Calcolítico. También se habla de una población denominada Ambareg, sobre la que no se tienen datos muy ciertos y de la fortaleza situada en el mismo Cerro del Castillejo.
En épocas posteriores llegó a ser una de las principales fortalezas de los alrededores de Ronda, pero tras su conquista y la posterior expulsión de los moriscos, estas tierras sufrieron tal despoblamiento que Felipe III tuvo que publicar un decreto de repoblación pocos meses después. Se han hallado sepulturas y momias, que corresponden a un hombre y a una mujer, guardadas en la iglesia parroquial y que se conservan en perfecto estado, por los lugares adyacentes a este poblado y fortaleza.
El monumento más sobresaliente en el municipio es la iglesia de San Antonio de Padua, que se encuentra ubicada en el centro del pueblo, esta iglesia llama la atención del visitante por sus grandes dimensiones a pesar de lo pequeño del pueblo que tiene unos 300 habitantes. Es denominada popularmente la “Catedral de la Serranía”. Es una extensa construcción que se inició a construir en el siglo XVI por orden de Diego de Deza, arzobispo de Sevilla, pero tiene apariencia de una construcción del siglo XVIII por una reconstrucción a la que fue sometida. La construcción tiene planta basilical y está distribuido en tres naves cubiertas con bóvedas de medio cañón y crucero rematado en cúpula. Dos recios campanarios octogonales equilibran el armonioso exterior de la fábrica. Según la comunidad en los sótanos del templo hay un cementerio en el que han aparecido “cadáveres embalsamados e intactos”. Lo que sí es cierto, es que en la cripta de la iglesia hay dos momias muy bien conservadas que al parecer son de un matrimonio que contribuyó económicamente a la construcción del templo.
Otro lugar de interés es la casa natal de fray Leopoldo la cual tiene los trazos característicos de la arquitectura popular serrana, y su interés se debe a que fue el hogar en el que vino al mundo este personaje que sobresalió a nivel mundial por sus obras caritativas. La vivienda se ha convertido en monumento histórico artístico. El pueblo le ha dedicado al futuro santo, que está en proceso de beatificación, una estatua en el lugar conocido como El Cerrajón.
También destaca el Antiguo Pósito que fue transformado en un centro cultural por hallarse en el centro del pueblo, data del siglo XVII y presenta una arquitectura ciertamente atractiva.

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