Entorno: Río Bacal
(Vertiente granadina de Sierra Almijara)
Distancia aprox.12 km (seis de ida
por sendero y seis de vuelta por el cauce)
Desnivel: A penas supera los
185 m (mas por los típicos sube y baja del sendero, que por el propio caudal
del río, muy progresivo), más allá de pequeños saltitos y algunas chorreras que
suelen formar jacuzzis naturales.
Tiempo aprox. Unas 8
horas, (paradas incluidas, versión anfibia).
Nivel dificultad
técnico:
Bajo
Nivel dificultad
físico:
Bajo
Tipo río: Se trata de un río
(arroyo), típicamente almijáricos, de aguas limpias y pozas cristalinas,
alberga algunas pozas de un tamaño mediano, como la "Poza Romance" y
también presenta tramos de poca profundidad muy parecido al otro río que
discurre paralelo al otro lado de la Meseta de Fornes, como es el río Cebollón.
¿Cómo
coño llegar hasta Jayena?: Salvo que vengas desde Granada
capital o desde Almuñecar, por la carretera de la Cabra Montés, el pueblo
de referencia es Alhama de Granada.
Para los
que venimos desde la Costa del Sol, debemos tomar la misma carretera que
tomamos para subir La Maroma desde El Robledal, es decir: Vélez Málaga - Ventas
de Zafarraya, y poco antes de llegar a Alhama de Granada, ya nos desviamos
dirección S-E, pasando por Arenas de Rey, Fornes y finalmente Jayena.
Alojamiento
recomendado, incluso para pasar el fin de semana (se desayuna, almuerza y cena
de maravilla, a un precio muy razonable, altamente recomendado, repetiréis):
Cómo
llegar al Área Recreativa del Bacal (INICIO DE RUTA):
(muy
popular en el pueblo de Jayena), se encuentra a unos 4,5 km al Sur de Jayena
por una pista asfaltada, que sale desde el mismo pueblo (donde le podemos
preguntar a cualquiera por el área recreativa del Bacal), que parte de una
calle del pueblo en dirección Sur, se tarda unos 10 minutos en llegar desde el
pueblo al A.R. del Bacal que es el inicio y final de ruta.
Después
de dejar a la derecha de la carretera, dos grandes balsas de agua
(contraincendios), debemos estar atentos a un pequeño cartel que nos indica
"El Bacal", tomando una empinada pista en bajada a la derecha de la
carretera, que pasa a ser terriza, al final de la corta, pero empinada bajada,
atravesamos un vado de un pequeño afluente del Bacal, e inmediatamente
después la pista terriza gira a la
derecha (dirección N), nos mantenemos en todo momento por la pista principal,
que pronto gira a la izquierda, dirección O, y mas tarde dirección S, pasando
junto a una zona de invernaderos que quedarán a nuestra derecha, la pista salva
un puente-vado y en escasos minutos llegamos al pinar donde se encuentra la
zona de acampada libre "El Bacal". En total son unos 2 km de pista
terriza, accesible para cualquier vehículo si vamos despacito.
19 Participantes: Manuel Serrato,
Eduardo Campos González, José Luis, Soledad Moreno, Antonio Martín, Pepe
Miguel, Rosa María, Javier de la Fuente, Cristina Melgar, Cristian, Arnaud
Tornier, José Manuel Vázquez, Rafael Lago, Mabel Hidalgo, Marlise Hoffer,
Roberto Lobato, Rafael Qurós, Lourdes y Juan Ignacio Amador.
Bibliografía: esta ruta coincide
parcialmente con la que se describe en la pág.79 del libro: "Disfrutar
caminando por los ríos y Costas de Almijara y Tejeda". Si bien, en nuestro
caso nos vamos a centrar mas en el tramo mas caudaloso del Bacal o río Grande
de Jayena.
Algunas pinceladas sobre Jayena:
Jayena se encuentra
al S-E del Embalse de Los Bermejales y en el perímetro N-E de Sierra Almijara,
donde el perfil orográfico se suaviza y almendros, olivares y extensiones de
cereal le ganan terreno a las escarpadas montañas que quedan al sur de esta
localidad. Esta localidad es la puerta de acceso o salida a una de las
carreteras paisajísticas mas bonitas de Andalucía como es la carretera de
"La cabra montés” , punto de referencia para todos los barranquistas que
hacen el descenso del “Río Verde” de Otivar o el Barranco de Lentegí.
Junto con otros pequeños pueblos de esta zona como Jatar, Arenas
de Rey, ó Fornes, Jayena es un excelente punto de partida para realizar algunas
rutas muy interesantes, por el que sin lugar a dudas es el sector menos
visitado y por lo tanto más desconocido de las Sierras de Alhama y Almijara.
Sin olvidar otros destinos muy cercanos como el Cañón del Cacín o el de Alhama
de Granada. A mí me fue fenomenal en la “Hospedería La Almijara” (Avda.
Mediterráneo, 37, Teléfono 958.36.41.57), que nos encontramos nada mas entrar
en Jayena a la derecha, tal y como llegamos desde Fornes, donde comí y dormí de
maravilla a un precio mas que razonable, en la habitación “Salto del Caballo” y
es que cada habitación tiene el nombre de algún enclave emblemático del Parque
Natural de las Sierras Tejeda, Alhama y Almijara. Jayena se encuentra situado
en el valle que forma el río Grande, localmente conocido como “Bacal”.
Jayena nos da la
bienvenida con un azulejo donde luce su escudo heráldico: En campo de azur
cinco granadas de oro, rajadas de gules y hojadas colocadas en sotuer; bordura
de plata cargada con cinco escudetes de plata perfilados de sable con una barra
del mismo color. Al timbre, corona de marqués, de oro, engastado de círculo de
pedrería, realzado de cuatro florones y doce perlas, puestas de tres en tres,
vistos tres florones y dos grupos de tres perlas.
En su
término municipal se han encontrado restos prehistóricos del periodo Neolítico
que permiten suponer algún enclave habitado desde esa época. También hay
indicios de presencia romana. No obstante, parece que su fundación corresponde
a la etapa islámica, durante la que fue conocida como Chayyana. Tras la
Reconquista sufrió los avatares propios de la cristianización y fue donada por
los Reyes Católicos al infante Cidi Haya, convertido con el nombre de Pedro de
Granada y del que descenderían los marqueses de Campotéjar. En el siglo XIX
pasaron por este lugar las tropas napoleónicas durante la Guerra de la
Independencia y el terremoto de 1884 destruyó totalmente el casco urbano, que
fue reconstruido gracias a las aportaciones recibidas de toda España por iniciativa
de Alfonso XII.
Jayena, también ofrece al visitante enclaves de interés histórico: la Antigua Fundición Romana, que también fue aprovechada por los
árabes cuando estos habitaban las tierras del pueblo; la Casa de los Marqueses
de Campotéjar, que sufrió grandes daños en el terremoto de 1884; la Iglesia
Parroquial del Santísimo Sacramento, fechada en el siglo XVIII y reconstruida
en el XX para subsanar los desperfectos que provocaron el citado terremoto; y
Peña Gorda, lugar en el que se encuentran restos de muchas de las torres vigías
de la época de la dominación musulmana.
El viajero que quiera degustar los manjares más característicos de
la gastronomía, de los jayenuzcos debe pedir queso de cabra,
elaborado de forma artesanal, así como truchas encebolladas, migas, caldereta,
asados y arroces. Y para aquellos interesados en vivir las fiestas típicas del
pueblo, deben acudir a Jayena a finales del mes de octubre, cuando tiene lugar
la Fiesta de la Castaña; en Semana Santa, para ver sus característicos desfiles
procesionales; a finales del mes de agosto, que es cuando el municipio celebra
sus Fiestas Patronales en honor a la Virgen del Rosario; y el 13 de junio, para
la romería de San Antonio Abad.
Breve descripción de la ruta:
Este itinerario comienza en el área recreativa del Bacal, que se
encuentra cerca de la misma orilla del río, unos 4,5 km. al sur de Jayena,
desde donde llegamos fácilmente siguiendo las indicaciones que nos encontramos
desde su casco urbano, a través de una pequeña carretera local, mas 2 km de
carril terrizo, que si bien no está para tirar cohetes, nos permite llegar a
esta área recreativa en cualquier tipo de turismo, ubicada en la zona que la
gente de antaño conocía como "Corrales del Marqués"..
Una vez en la mencionada área recreativa nos encontraremos varios
paneles informativos sobre el área en cuestión , y otro panel dedicado a la
ruta del “Haza de La Encina” con su mapa correspondiente. Ambas rutas comparten
el primer kilómetro, echamos a andar por un bonito pinar dejando a nuestra
espalda una zona de viveros y las instalaciones de esta solitaria área
recreativa. La mayor parte de la ida llevamos dirección S, S-E, por una pista forestal,
al amparo de la sombra que proyectan los pinos resineros que predominan en el
entorno, cuya resina fue la base de la economía de muchas familias de Fornes,
Játar y Jayena, antes del terrible incendio que tuvo lugar a mediados de agosto
de 1982. No faltará alguna que otra fuente y zona de barbacoa.Unos 100 m mas allá de las ruinas de una calera que vemos a la derecha de la pista (en medio del pinar), donde merece la pena desviarnos un corto trecho para visitarla, llegamos a un cruce de senderos, que viene a coincidir aproximadamente con el primer kilómetro de ruta.
A la derecha: una flecha nos indica “Sendero del Haza de La Encina” , pero nosotros, continuamos de frente, coincidiendo con la indicación “Sendero Río Bacal”, pocos metros después el carril ya se habrá transformado en senda, iniciando un empinado descenso que pasa cerca de una represa, que dejaremos a nuestra izquierda con una poza fantástica a sus pies, ideal para el baño, ya de regreso. Rápidamente encaramos el primer vado, de los muchos que vamos a ir realizando a lo largo del recorrido, alternando ambas orillas en numerosas ocasiones.
Este vado además, lo recordaremos fácilmente ya
de regreso, porque es el único vado, donde el río se encajona en un pequeño pero precioso cañón, las aguas del Bacal se abren paso por un caos de bloques calizos, transformadosa en conglomerados de mármol, otorgándole a este
rincón un aspecto muy abrupto.
Unos metros más adelante, pasamos por una rudimentaria estructura
metálica, conocida como el puente del canalón, para sostener la estructura de
la acequia que pasa de una orilla a otra. Afrontamos ahora una corta pero
fuerte pendiente por sendero empedrado, pasando junto alguna arqueta y poco
después encaramos otro descenso por una desvencijada pista bastante erosionada,
que nos devuelve otra vez al nivel de la orilla. Pequeños caos de bloques en el
cauce, se alternan con tramos por donde el río pasa al pie de algunos tajillos,
o discurre por un cerrado bosque de pinos resineros. La mayor elevación a
nuestra derecha (Oeste) será el cerro del Ángel (1.211 msnm) y a nuestra
izquierda (Este) el cerro del Molinillo (1.145 msnm) y el Alto de la Canal
(1.270 msnm).
El río, en su discurrir por estos bellos parajes, forma espectaculares
barrancos por los que cruzan aves como las águilas, presentes en este entorno.
No tardamos en llegar a un segundo azud o represa, más pequeña que
la primera, que al igual que la anterior tiene una pequeña caseta, para
controlar el caudal de las acequia que riega un gran número de huertas de
Jayena, abastece las balsas contraincendios, pero también, merma bastante el
caudal del río Bacal o Grande de Jayena, más aún en un año de sequía, tal y como era el caso.También son frecuentes los tramos donde el sendero llanea o presenta un perfil muy suave, resultando muy embriagadora, la magia y el encanto de los mares de helecho que flanquean el sendero y que nos rozan al pasar junto a ellos, en un entorno muy a "los Parque Jurásico". Veremos algún tronco de pino de donde rezuma la resina aún llevando caído largo tiempo, cual cascada de miel. Pequeñas florecillas del camino de vivos colores en contraste con el intenso verdor del entorno.
Quién lo diría
cuando la Sierra Almijara vista desde la distancia se antoja un gran secarral.
Todo lo contrario de sus frondosos valles. No faltarán en nuestro itinerario
los típicos troncos de pino, caídos sobre el sendero o sobre el mismo cauce, por
causa natural y posteriormente arrastrados por la corriente como testimonio de
las lluvias torrenciales que cada seis o siete años suelen producirse en esta
zona a finales de Verano o principios de Otoño. Una vez que el
sendero se cruza con el río, la vegetación empieza a cambiar; juncos, zarzas y
fresnos nos acompañarán a lo largo de los tramos de sendero más cercanos al
mismo. Junto a la orilla o en mitad del cauce, algunos troncos parecen estar
petrificados y algunas piedras parecen troncos.
El tramo central del recorrido vamos alternando ambas orillas con
mucha frecuencia, salvando algunos vados donde es casi imposible evitar el
agua. Cosa prácticamente imposible en Otoño, Invierno o mediada la Primavera,
si bien en nuestro caso no fue ningún problemas, viniendo con intención de
bañarnos sin preocuparnos de mojar ropa y calzado. Tal y como vayamos
remontando el río Bacal, nos llamarán la atención diversas pozas de las que
iremos disfrutando en el tramo acuático de regreso.
Pozas ideales para darse un
baño, como la mítica “Poza Romance” que se encuentra a la altura del único
tramo donde el sendero discurre a mas de 25 m de altura respecto al cauce que
queda allí abajo a nuestra derecha. Y justo cuando el sendero empieza a bajar
para devolvernos al nivel de la orilla, a la derecha, vemos la mítica "Poza
Romance" que prácticamente es la única precedida por una modesta, pero muy
bonita chorrera escalonada. Aunque por desgracia, desde el primer vistazo, pude
percatarme de que casi un 30% de su antigua lámina de agua no sólo se había
colmatado completamente, sino que donde yo estuve nadando (sin hacer pie con mi
perro Chuckie en Junio de 2008, ahora había un banco de arena y guijarros,
sobre el que estaríamos almorzando una hora más tarde (ya de regreso).
Una vez que finaliza el descenso, volvemos a vadear el río Bacal,
quedando este a nuestra izquierda, transformándose el sendero en pista forestal
que nos llevará a un LLano cual "Shangrilá", presidido por una fila
de álamos temblorosos a la derecha, y en su margen izquierdo los restos de una
desvencijada choza de madera que terminará fundiéndose con el paisaje en pocos
años. Al final de este llano es donde se unen los arroyos Almijara y arroyo de
Las Golondrinas, siguiendo la pista forestal por el arroyo que queda a la
izquierda en el sentido de la marcha y que en apenas un kilómetro nos habría
llevado a las ruinas del cortijo de Córzola se encuentran junto a la pista que comunica Los Prados de Lopera con
lugares tan emblemáticos como el Mojón de las Diferencias, los idílico enclaves
del Cortijo Almijara o Cortijo de la Cueva de Colica y naturalmente el cerro
Cabañeros o la versión Norte del Navachica, que tenemos prevista realizar la
próxima temporada. Sin embargo, rápidamente regresamos sobre nuestros pasos al
"Llano de Shangrilá" para vadear la "Junta de arroyos",
adentrándonos en una preciosa alameda por donde discurre el arroyo de "las
Golondrinas" presidido por una gran balsa contra incendios que lleva su
mismo nombre, llevando el bosque de galería del arroyo Golondrinas a nuestra
izquierda, seguimos por otra incipiente pista forestal unos 300 m mas allá en
busca de "La Poza de Las Golondrinas" pero no habiendo planificado de
antemano llegar a la misma, y dejarla localizada en un mapa de referencia. Pues
en principio, solo teníamos previsto llegar hasta la "Y" que forman
el arroyo de las Golondrinas y el Almijara, formando el nacimiento del Bacal.
Como ya eran cerca de las 15.00 pm decidimos regresar sobre nuestros pasos,
volviendo a la agradable compañía del Bacal para darnos un baño en la Poza
Romance y almorzar en el banco de guijarros que había colmatado la poza
parcialmente, si bien, por fortuna todavía hay suficiente profundidad para
lanzarse al agua e incluso nadar unos cuantos metros.
Finalizado el almuerzo, regresamos literalmente, por su mismo
cauce literalmente encontrándonos con algún cangrejo de río autóctono y pasando
por debajo de los típicos troncos caídos sobre el río, convirtiéndose el
trayecto de regreso en una terapia de relax impregnándonos de la belleza del
entorno y la relajada charla con los compañeros de aventura, caminando cada uno
a su ritmo, a su manera, pero todos disfrutando por igual.
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