domingo, junio 09, 2019

Río Bacal o Grande de Jayena (Sierra Almijara)


Entorno: Río Bacal (Vertiente granadina de Sierra Almijara)
Pueblo de referencia: Jayena (Comarca del Poniente Granadino)
Distancia aprox.12 km (seis de ida por sendero y seis de vuelta por el cauce)
Desnivel: A penas supera los 185 m (mas por los típicos sube y baja del sendero, que por el propio caudal del río, muy progresivo), más allá de pequeños saltitos y algunas chorreras que suelen formar jacuzzis naturales.
Tiempo aprox. Unas 8 horas, (paradas incluidas, versión anfibia).
Nivel dificultad técnico: Bajo
Nivel dificultad físico: Bajo
Tipo río: Se trata de un río (arroyo), típicamente almijáricos, de aguas limpias y pozas cristalinas, alberga algunas pozas de un tamaño mediano, como la "Poza Romance" y también presenta tramos de poca profundidad muy parecido al otro río que discurre paralelo al otro lado de la Meseta de Fornes, como es el río Cebollón.
¿Cómo coño llegar hasta Jayena?: Salvo que vengas desde Granada capital o desde Almuñecar, por la carretera de la Cabra Montés, el pueblo de referencia es Alhama de Granada.
Para los que venimos desde la Costa del Sol, debemos tomar la misma carretera que tomamos para subir La Maroma desde El Robledal, es decir: Vélez Málaga - Ventas de Zafarraya, y poco antes de llegar a Alhama de Granada, ya nos desviamos dirección S-E, pasando por Arenas de Rey, Fornes y finalmente Jayena.
Alojamiento recomendado, incluso para pasar el fin de semana (se desayuna, almuerza y cena de maravilla, a un precio muy razonable, altamente recomendado, repetiréis):
Cómo llegar al Área Recreativa del Bacal (INICIO DE RUTA):
(muy popular en el pueblo de Jayena), se encuentra a unos 4,5 km al Sur de Jayena por una pista asfaltada, que sale desde el mismo pueblo (donde le podemos preguntar a cualquiera por el área recreativa del Bacal), que parte de una calle del pueblo en dirección Sur, se tarda unos 10 minutos en llegar desde el pueblo al A.R. del Bacal que es el inicio y final de ruta.
Después de dejar a la derecha de la carretera, dos grandes balsas de agua (contraincendios), debemos estar atentos a un pequeño cartel que nos indica "El Bacal", tomando una empinada pista en bajada a la derecha de la carretera, que pasa a ser terriza, al final de la corta, pero empinada bajada, atravesamos un vado de un pequeño afluente del Bacal, e inmediatamente después  la pista terriza gira a la derecha (dirección N), nos mantenemos en todo momento por la pista principal, que pronto gira a la izquierda, dirección O, y mas tarde dirección S, pasando junto a una zona de invernaderos que quedarán a nuestra derecha, la pista salva un puente-vado y en escasos minutos llegamos al pinar donde se encuentra la zona de acampada libre "El Bacal". En total son unos 2 km de pista terriza, accesible para cualquier vehículo si vamos despacito.
Fecha de realización: Sábado 8 de Junio de 2019
19 Participantes: Manuel Serrato, Eduardo Campos González, José Luis, Soledad Moreno, Antonio Martín, Pepe Miguel, Rosa María, Javier de la Fuente, Cristina Melgar, Cristian, Arnaud Tornier, José Manuel Vázquez, Rafael Lago, Mabel Hidalgo, Marlise Hoffer, Roberto Lobato, Rafael Qurós, Lourdes y Juan Ignacio Amador.
Bibliografía: esta ruta coincide parcialmente con la que se describe en la pág.79 del libro: "Disfrutar caminando por los ríos y Costas de Almijara y Tejeda". Si bien, en nuestro caso nos vamos a centrar mas en el tramo mas caudaloso del Bacal o río Grande de Jayena.
Algunas pinceladas sobre Jayena:
Jayena se encuentra al S-E del Embalse de Los Bermejales y en el perímetro N-E de Sierra Almijara, donde el perfil orográfico se suaviza y almendros, olivares y extensiones de cereal le ganan terreno a las escarpadas montañas que quedan al sur de esta localidad. Esta localidad es la puerta de acceso o salida a una de las carreteras paisajísticas mas bonitas de Andalucía como es la carretera de "La cabra montés” , punto de referencia para todos los barranquistas que hacen el descenso del “Río Verde” de Otivar o el Barranco de Lentegí.
Junto con otros pequeños pueblos de esta zona como Jatar, Arenas de Rey, ó Fornes, Jayena es un excelente punto de partida para realizar algunas rutas muy interesantes, por el que sin lugar a dudas es el sector menos visitado y por lo tanto más desconocido de las Sierras de Alhama y Almijara. Sin olvidar otros destinos muy cercanos como el Cañón del Cacín o el de Alhama de Granada. A mí me fue fenomenal en la “Hospedería La Almijara” (Avda. Mediterráneo, 37, Teléfono 958.36.41.57), que nos encontramos nada mas entrar en Jayena a la derecha, tal y como llegamos desde Fornes, donde comí y dormí de maravilla a un precio mas que razonable, en la habitación “Salto del Caballo” y es que cada habitación tiene el nombre de algún enclave emblemático del Parque Natural de las Sierras Tejeda, Alhama y Almijara. Jayena se encuentra situado en el valle que forma el río Grande, localmente conocido como “Bacal”.
 
Jayena nos da la bienvenida con un azulejo donde luce su escudo heráldico: En campo de azur cinco granadas de oro, rajadas de gules y hojadas colocadas en sotuer; bordura de plata cargada con cinco escudetes de plata perfilados de sable con una barra del mismo color. Al timbre, corona de marqués, de oro, engastado de círculo de pedrería, realzado de cuatro florones y doce perlas, puestas de tres en tres, vistos tres florones y dos grupos de tres perlas.
En su término municipal se han encontrado restos prehistóricos del periodo Neolítico que permiten suponer algún enclave habitado desde esa época. También hay indicios de presencia romana. No obstante, parece que su fundación corresponde a la etapa islámica, durante la que fue conocida como Chayyana. Tras la Reconquista sufrió los avatares propios de la cristianización y fue donada por los Reyes Católicos al infante Cidi Haya, convertido con el nombre de Pedro de Granada y del que descenderían los marqueses de Campotéjar. En el siglo XIX pasaron por este lugar las tropas napoleónicas durante la Guerra de la Independencia y el terremoto de 1884 destruyó totalmente el casco urbano, que fue reconstruido gracias a las aportaciones recibidas de toda España por iniciativa de Alfonso XII.
Jayena, también ofrece al visitante enclaves de interés histórico: la Antigua Fundición Romana, que también fue aprovechada por los árabes cuando estos habitaban las tierras del pueblo; la Casa de los Marqueses de Campotéjar, que sufrió grandes daños en el terremoto de 1884; la Iglesia Parroquial del Santísimo Sacramento, fechada en el siglo XVIII y reconstruida en el XX para subsanar los desperfectos que provocaron el citado terremoto; y Peña Gorda, lugar en el que se encuentran restos de muchas de las torres vigías de la época de la dominación musulmana.
El viajero que quiera degustar los manjares más característicos de la gastronomía, de los jayenuzcos debe pedir queso de cabra, elaborado de forma artesanal, así como truchas encebolladas, migas, caldereta, asados y arroces. Y para aquellos interesados en vivir las fiestas típicas del pueblo, deben acudir a Jayena a finales del mes de octubre, cuando tiene lugar la Fiesta de la Castaña; en Semana Santa, para ver sus característicos desfiles procesionales; a finales del mes de agosto, que es cuando el municipio celebra sus Fiestas Patronales en honor a la Virgen del Rosario; y el 13 de junio, para la romería de San Antonio Abad.
Breve descripción de la ruta:
Este itinerario comienza en el área recreativa del Bacal, que se encuentra cerca de la misma orilla del río, unos 4,5 km. al sur de Jayena, desde donde llegamos fácilmente siguiendo las indicaciones que nos encontramos desde su casco urbano, a través de una pequeña carretera local, mas 2 km de carril terrizo, que si bien no está para tirar cohetes, nos permite llegar a esta área recreativa en cualquier tipo de turismo, ubicada en la zona que la gente de antaño conocía como "Corrales del Marqués"..
Una vez en la mencionada área recreativa nos encontraremos varios paneles informativos sobre el área en cuestión , y otro panel dedicado a la ruta del “Haza de La Encina” con su mapa correspondiente. Ambas rutas comparten el primer kilómetro, echamos a andar por un bonito pinar dejando a nuestra espalda una zona de viveros y las instalaciones de esta solitaria área recreativa. La mayor parte de la ida llevamos dirección S, S-E, por una pista forestal, al amparo de la sombra que proyectan los pinos resineros que predominan en el entorno, cuya resina fue la base de la economía de muchas familias de Fornes, Játar y Jayena, antes del terrible incendio que tuvo lugar a mediados de agosto de 1982. No faltará alguna que otra fuente y zona de barbacoa.
Unos 100 m mas allá de las ruinas de una calera que vemos a la derecha de la pista (en medio del pinar), donde merece la pena desviarnos un corto trecho para visitarla, llegamos a un cruce de senderos, que viene a coincidir aproximadamente con el primer kilómetro de ruta. 
A la derecha: una flecha nos indica “Sendero del Haza de La Encina” , pero nosotros, continuamos de frente,  coincidiendo con la indicación “Sendero Río Bacal”, pocos metros después el carril ya se habrá transformado en senda, iniciando un empinado descenso que pasa cerca de una represa, que dejaremos a nuestra izquierda con una poza fantástica a sus pies, ideal para el baño, ya de regreso. Rápidamente encaramos el primer vado, de los muchos que vamos a ir realizando a lo largo del recorrido, alternando ambas orillas en numerosas ocasiones. 
Este vado además, lo recordaremos fácilmente ya de regreso, porque es el único vado, donde el río se encajona en un pequeño pero precioso cañón, las aguas del Bacal se abren paso por un caos de bloques calizos, transformadosa en conglomerados de mármol, otorgándole a este rincón un aspecto muy abrupto. 
Unos metros más adelante, pasamos por una rudimentaria estructura metálica, conocida como el puente del canalón, para sostener la estructura de la acequia que pasa de una orilla a otra. Afrontamos ahora una corta pero fuerte pendiente por sendero empedrado, pasando junto alguna arqueta y poco después encaramos otro descenso por una desvencijada pista bastante erosionada, que nos devuelve otra vez al nivel de la orilla. Pequeños caos de bloques en el cauce, se alternan con tramos por donde el río pasa al pie de algunos tajillos, o discurre por un cerrado bosque de pinos resineros. La mayor elevación a nuestra derecha (Oeste) será el cerro del Ángel (1.211 msnm) y a nuestra izquierda (Este) el cerro del Molinillo (1.145 msnm) y el Alto de la Canal (1.270 msnm). El río, en su discurrir por estos bellos parajes, forma espectaculares barrancos por los que cruzan aves como las águilas, presentes en este entorno.
No tardamos en llegar a un segundo azud o represa, más pequeña que la primera, que al igual que la anterior tiene una pequeña caseta, para controlar el caudal de las acequia que riega un gran número de huertas de Jayena, abastece las balsas contraincendios, pero también, merma bastante el caudal del río Bacal o Grande de Jayena, más aún en un año de sequía,  tal y como era el caso.
También son frecuentes los tramos donde el sendero llanea o presenta un perfil muy suave, resultando muy embriagadora, la magia y el encanto de los mares de helecho que flanquean el sendero y que nos rozan al pasar junto a ellos, en un entorno muy a "los Parque Jurásico". Veremos algún tronco de pino de donde rezuma la resina aún llevando caído largo tiempo, cual cascada de miel. Pequeñas florecillas del camino de vivos colores en contraste con el intenso verdor del entorno.
Quién lo diría cuando la Sierra Almijara vista desde la distancia se antoja un gran secarral. Todo lo contrario de sus frondosos valles. No faltarán en nuestro itinerario los típicos troncos de pino, caídos sobre el sendero o sobre el mismo cauce, por causa natural y posteriormente arrastrados por la corriente como testimonio de las lluvias torrenciales que cada seis o siete años suelen producirse en esta zona a finales de Verano o principios de Otoño. Una vez que el sendero se cruza con el río, la vegetación empieza a cambiar; juncos, zarzas y fresnos nos acompañarán a lo largo de los tramos de sendero más cercanos al mismo. Junto a la orilla o en mitad del cauce, algunos troncos parecen estar petrificados y algunas piedras parecen troncos.
El tramo central del recorrido vamos alternando ambas orillas con mucha frecuencia, salvando algunos vados donde es casi imposible evitar el agua. Cosa prácticamente imposible en Otoño, Invierno o mediada la Primavera, si bien en nuestro caso no fue ningún problemas, viniendo con intención de bañarnos sin preocuparnos de mojar ropa y calzado. Tal y como vayamos remontando el río Bacal, nos llamarán la atención diversas pozas de las que iremos disfrutando en el tramo acuático de regreso. 
Pozas ideales para darse un baño, como la mítica “Poza Romance” que se encuentra a la altura del único tramo donde el sendero discurre a mas de 25 m de altura respecto al cauce que queda allí abajo a nuestra derecha. Y justo cuando el sendero empieza a bajar para devolvernos al nivel de la orilla, a la derecha, vemos la mítica "Poza Romance" que prácticamente es la única precedida por una modesta, pero muy bonita chorrera escalonada. Aunque por desgracia, desde el primer vistazo, pude percatarme de que casi un 30% de su antigua lámina de agua no sólo se había colmatado completamente, sino que donde yo estuve nadando (sin hacer pie con mi perro Chuckie en Junio de 2008, ahora había un banco de arena y guijarros, sobre el que estaríamos almorzando una hora más tarde (ya de regreso).
Una vez que finaliza el descenso, volvemos a vadear el río Bacal, quedando este a nuestra izquierda, transformándose el sendero en pista forestal que nos llevará a un LLano cual "Shangrilá", presidido por una fila de álamos temblorosos a la derecha, y en su margen izquierdo los restos de una desvencijada choza de madera que terminará fundiéndose con el paisaje en pocos años. Al final de este llano es donde se unen los arroyos Almijara y arroyo de Las Golondrinas, siguiendo la pista forestal por el arroyo que queda a la izquierda en el sentido de la marcha y que en apenas un kilómetro nos habría llevado a las ruinas del cortijo de Córzola se encuentran junto a  la pista que comunica Los Prados de Lopera con lugares tan emblemáticos como el Mojón de las Diferencias, los idílico enclaves del Cortijo Almijara o Cortijo de la Cueva de Colica y naturalmente el cerro Cabañeros o la versión Norte del Navachica, que tenemos prevista realizar la próxima temporada. Sin embargo, rápidamente regresamos sobre nuestros pasos al "Llano de Shangrilá" para vadear la "Junta de arroyos", adentrándonos en una preciosa alameda por donde discurre el arroyo de "las Golondrinas" presidido por una gran balsa contra incendios que lleva su mismo nombre, llevando el bosque de galería del arroyo Golondrinas a nuestra izquierda, seguimos por otra incipiente pista forestal unos 300 m mas allá en busca de "La Poza de Las Golondrinas" pero no habiendo planificado de antemano llegar a la misma, y dejarla localizada en un mapa de referencia. Pues en principio, solo teníamos previsto llegar hasta la "Y" que forman el arroyo de las Golondrinas y el Almijara, formando el nacimiento del Bacal. 
Como ya eran cerca de las 15.00 pm decidimos regresar sobre nuestros pasos, volviendo a la agradable compañía del Bacal para darnos un baño en la Poza Romance y almorzar en el banco de guijarros que había colmatado la poza parcialmente, si bien, por fortuna todavía hay suficiente profundidad para lanzarse al agua e incluso nadar unos cuantos metros.
Finalizado el almuerzo, regresamos literalmente, por su mismo cauce literalmente encontrándonos con algún cangrejo de río autóctono y pasando por debajo de los típicos troncos caídos sobre el río, convirtiéndose el trayecto de regreso en una terapia de relax impregnándonos de la belleza del entorno y la relajada charla con los compañeros de aventura, caminando cada uno a su ritmo, a su manera, pero todos disfrutando por igual.

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