lunes, noviembre 24, 2008

VIII Travesía Arco Calizo Central

Once pasos largos participan el la VIII TRAVESIA ARCO CALIZO CENTRAL
Actividad de marcha senderista no competitiva, de unos 40 Kms. aproximadamente con una duración de unas 12 horas.
Once pasos largos, diez costasoleños, mas uno de Sevilla llegamos juntos a Alfarnate para participar en la VIII edición del Arco Calizo Central que un año mas organizó de forma impecable el grupo senderista prisma con la inestimable colaboración del ayuntamiento de Alfarnate y los distintos ayuntamientos por cuyos términos municipalesa discurrió la ruta lease: Alfarnatejo, Riogordo, Colmenar, Villanueva del Rosario, Villanueva del Trabuco y naturalmente Alfarnate donde un año mas comenzó la prueba. En esta ocasión, sobre las 6,30 am. una vez chequeados los DNI y tarjetas federativas para entregar las acreditaciones a cada participante.
Todavía de noche cerrada, bajo un cielo repleto de estrellas y con el frío propio de la hora previa al amanecer salíamos de Alfarnate por el PR A-286, denominado sendero del bosque de las Morillas, que discurre paralelo al arroyo Morales y rodea el Morrón del Mal Infierno, llegando a Alfarnatejo, km 3, todavía con los frontales encendidos desde donde proseguimos por el denominado camino de la Sierra: Alfarnatejo-Riogordo.
A la altura de la fuente del Conejo nos íbamos deleitando con las cambiantes luces del amanecer que nos iban mostrando la majestuosidad del Chamizo Alto a nuestra derecha y el sol saliendo por encima del espectacular conjunto de los Tajos de Doñana, del Fraile y Gómer, inexpugnable atalaya donde las haya. Precisamente cuando este camino de la Sierra, gira hacia el sur para pasar relativamente cerca de la base del Tajo Gómer, por donde pasamos la edición anterior, abandonábamos la pista para salir a nuestra derecha, dirección oeste, con el sol a nuestra espalda asomando por el Gómer, para iniciar una corta pero dura ascensión por la la Sierra del Rey, a través de una finca privada, con cuyo propietario esta vez, sí se consiguió un acuerdo para pasar, disfrutando de bonitas vistas de Riogordo, aún en sombra y Colmenar frente a nosotros, mas cercano veíamos el majestuoso cortijo de Retamar, donde se hizo el primer control de la pasada edición. Pero en este caso fuimos a salir a la pista que en los mapas del IGN denominan “Vereda de Antequera” por donde discurre el GR E-7, en su tramo Villanueva del Cauche-Riogordo, hacia donde llegamos en suave y dócil descenso, con la única incomodidad de los cercanos e intimidatorios disparos de unos cazadores que estaban a muy poca distancia de nosotros. Si bien, en escasos minutos ya estábamos a salvo en el primer punto de control y avituallamiento, km 8,7 situado en el lugar donde coincide esta pista terriza con la carretera MA-115.
Reanudada la marcha, efectivos de protección civil, nos escoltaban en cabeza y cola de grupo a lo largo del único kilómetro que tuvimos que cubrir por carretera, hasta introducirnos en la vereda que en principio se encamina hacia los cortijos Chambado y de los Palomos, que quedaron a nuestra derecha, tras girar bruscamente a la izquierda a la altura de una caseta blanca por donde asciende una degradada pista que viene a morir algo mas arriba, siendo su prolongación una empinadísima senda que va ganando altura en zig-zags donde un año mas el pelotón volvió a estirarse como un auténtico chicle. Uno de los participantes mas veteranos, sufría una repentina bajada de tensión, con el consiguiente mareo que afortunadamente no fue a mas gracias a los compañeros que en ese momento nos encontrábamos por allí cerca para echarle una mano, ayudándole inmediatamente a acomodarse y reanimarle, cosa que milagrosamente se consiguió diez minutos después de casi perder el conocimiento, hasta el punto de poder retomar la prueba y conseguir terminarla. Al llegar al mágico enclave del Cerro Pelao, ya en cola de pelotón, nos encontramos con que la teórica parada de reagrupamiento que el año pasado fue todo un éxito, en esta ocasión brilló por su ausencia y sin tiempo para tomar ni un sorbo de agua continuamos el descenso hacia el Llano del Hondonero, que en esta ocasión no fue directo como el año pasado. Sino describiendo un gran semicírculo oeste-nordeste atravesando un espectacular torcal en plena sierra de Camarolos, concretamente por la zona denominada, el Torcal, Las Camarotas, por donde fuimos atravesando preciosos callejones, dolinas y collados marcados intermitentemente con pintura naranja por la organización para la señalización de esta preciosa travesía. Disfrutando desde cada collado de espectaculares vistas de la sierra, iniciando el descenso definitivo por la vaguada de los Tres Mojones, por donde hace casi un año hacíamos el camino de vuelta de la Cruz de Camarolos que en esta ocasión dejamos a nuestra izquierda. Llegando sin problemas al paso con cadenas que nos encontramos al final de la pista que sube desde el Llano del Hondonero, hacia donde iniciamos el descenso, pasando junto al peñón, pero sin llegar al Llano, porque abandonamos la pista, justo antes de llegar abajo por una preciosa senda que discurre paralela a los pinares que se encuentran al pie de del pico del Águila, manteniéndonos en paralelo a la pista que quedaba a unos 300 m. a nuestra izquierda, hasta que en indeterminado momento enlazábamos por la misma para llegar al denominado “Hondonero Alto” donde se encontraba el 2º punto de control y avituallamiento, km 18. Paraje de una belleza extraordinaria al pie del Chamizo Alto (1641 m), el Derrumbaero, el Tajo del Águila y sierra Gorda, hacia donde reanudamos la marcha para hacer un nuevo reagrupamiento, ya que aunque la subida es corta, el desnivel es acusado.
Desde los preciosos praditos de la zona alta de Sierra Gorda iniciamos un nuevo descenso que en esta ocasión nos llevaría hacia la zona mas alta del carril que comunica Villanueva del Trabuco, que quedaba a nuestra izquierda con Alfarnate a nuestra derecha, mientras bajábamos por una escalonada senda entre prados y canchales, con una privilegiada panorámica sobre la zona del Puerto de los Alazores, sierra de San Jorge y la espectacular Sierra Nevada asomando por encima. Entre pequeños prados con algunos rebaños de cabras y ovejas, bosquetes de pinos, quejigos y pinos llegamos al tercer punto de control y avituallamiento, km 25, donde tuvo lugar el descanso mas prolongado de la jornada, donde la gran mayoría dimos buena cuenta del almuerzo montañero y que cada uno llevaba en su mochila, acompañado por el caldito del puchero que nos ofrecieron a cada uno, además de la frutas y bebidas de cada punto de control.
Una vez consumidos los 50 minutos previstos en esta gran pausa para el almuerzo, reanudamos la marcha desde este punto en sentido inverso al del año anterior, es decir, en vez de bajar dirección Villanueva del Trabuco para desviarnos hacia la Fuente de los 101 caños, tomamos la senda que desde allí mismo sube hacia la zona alta de la Sierra de San Jorge, a través de un precioso bosque de pinos, que rápidamente dejamos atrás adentrándonos en otro canchal con espectaculares vistas de Alfarnate y la sierra de En medio a nuestra espalda, hasta que llegamos a la Laguna Seca, que por fortuna para Chukie no hizó honor a su nombre aprovechando para darse un nuevo baño. Desde la laguna, giramos a nuestra derecha dirección nordeste para en suave ascensión llegar hasta el Collado de San Jorge, km 27, donde tras una breve parada de reagrupamiento saltábamos una alambrada para iniciar el último descenso de la jornada, que nos llevó hasta el mágico Puerto de los Alazores, km 30. Durante décadas transitado lugar de paso entre las provincias de Málaga y Granada, que con los nuevos trazados de autovía, parece haber quedado relegado al olvido. La antigua carretera Málaga-Granada, hoy carretera apenas transitada atraviesa este paraje de espectacular belleza, auténtico lugar de culto para los amantes de la naturaleza y la belleza paisajística. Y allí estábamos nosotros en el penúltimo punto de control, con la alegría propia de la euforia a penas contenida por haber completado un año mas la totalidad de la travesía sin problemas.
A penas 100 m por la antigua carretera dirección Alfarnate, llegamos a un curioso monolito de unos 5 m de altura, junto al cual atravesamos una angarilla por la que accedimos a un pradito donde se forma la cabecera del arroyo de los Morales, que discurre paralelo a esta senda semi abandonada, que en su día fue conocida como el Camino de Loja a Alfarnate, cuya recuperación reivindicamos desde estas líneas para convertirlo en el PR interprovincial Loja-Alfarnate de gran interés histórico y paisajístico en honor a todas las personas que durante décadas lo utilizaron, ó por lo menos Alfarnate-Puerto de los Alazores. Que fue el último tramo de la travesía de este año, paladeando cada recoveco de la cañada entre encinas y quejigos, con las luces del atardecer apagándose sobre la sierra de Enmedio, el Chamizo Alto y la Sierra de San Jorge, como espectacular telón de fondo para nuestra entrada triunfal por las calles de Alfarnate, km 36, donde llegábamos ya de noche para celebrar el final de fiesta en el colegio donde un año mas nos recibieron con las magníficas setas y la chacina de la tierra, así como otras especialidades de la casa. Junto con la entrega de diplomas, regalos y sorteos para todos los participantes, como colofón de oro, tras los breves discursos del joven alcalde de Alfarnate, que un año mas completó la totalidad de la travesía y del presidente del Grupo Prisma, Rafael Ponce de León, a quienes felicitamos desde esta líneas por su buen hacer, al igual que al amplio equipo de voluntarios, guías, personal de apoyo y protección civil sin los cuales no sería posible el éxito de esta travesía que cada año va teniendo mayor éxito de popularidad, participación y organización.
Lo once Pasos Largos que participamos fuimos:
Salvador Vega, Abierto hasta el amanecer y José Antonio Luque, El Vigilante de la Playa, se mantuvieron en cabeza de grupo con una facilidad increíble durante toda la travesía, al igual que Chukie que coronó en primera posición todos los collados y puntos de control ganándose la simpatía y admiración de todos los participantes conforme iba discurriendo la prueba, con Salva, Luque y Chukie, sólo coincidimos en los puntos de control y avituallamiento. Otro compañero que andó como un cañón fué el Doctor Leal, también conocido como el “Tejón del Pico Mijas” que durante los tres primeros tercios de la prueba, estuvo en el grupo de cabeza. Decidiendo finalizar el último tramo de la prueba entre el Puerto de los Alazores y Alfarnate, relajadamente junto a los amigos que iban en posiciones mas retrasadas.
Francisco Jaime El Bolichero completó una magnífica travesía sabiendo dosificar perfectamente sus fuerzas durante todo el recorrido. Al igual que Patricia López, La Chica que miraba las estrellas que con la experiencia acumulada después de tantas travesías del arco calizo, encontró en la zona media del pelotón el ritmo mas cómodo para su caminar. Cerca de ella siempre andaba Miguel Ángel Buitrago, El Hombre que sabía demasiado, ambos veteranos y colaboradores en esta travesía, con quienes este año compartí amplios tramos de la misma, disfrutando alternativamente y a la par con nuestras tertulias deportivas y nuestro reportaje fotográfico para inmortalizar los lugares mas emblemáticos.
Pilar García Bermúdez, La Hormiga Atómica, reaparecía en un magnífico estado de forma debido a los entrenamientos que está llevando a cabo para la alta competición en carreras de fondo, que han sido el motivo de su larga ausencia durante los últimos meses en Pasos Largos. El Indomable Jaime, que llegaba sin haber dormido nada en toda la noche tomando unas copas con su hermano Jesús en Málaga la nuit, estuvo sometido a un duro acoso durante la mayor parte de la travesía por parte de la granadina Fani y su amiga, completando la última parte de la travesía con el piloto automático y casi sin sentirse las piernas. Al contrario que Vicky, la Botánica ó la Princesa Druida, que en su tercera travesía del arco calizo, fue de menos a mas, quedándose algo rezagada, en la dura ascensión a Cerro Pelao, pero recuperándose muy bien en el tramo de transición por el impresionante canchal de la sierra de Camarolos, escoltada en todo momento por Juan Antonio Mena, el Elfo de la Malagueta, que tuvo un debut espectacular GPS en ristre, llegando sobrado y casi sin enterarse al final de la travesía, por ir todo el tiempo a un ritmo mucho mas lento de lo que él puede se puede permitir.
Y Juan Ignacio Amador, el Comandante, que completaba su 2ª travesía consecutiva de Arco Calizo Central, en su línea habitual, comenzando cerca del grupo cabecero a la salida de cada reagrupamiento y dejándose caer hacia atrás entre foto y foto, tomando la perspectiva de los compañeros que iban por delante y los que venían por detrás.
Esta breve crónica está especialmente dedicada con todo cariño a nuestro compañero Ildefonso Ruiz, mas conocido como el Vendaval del Moncayo, que teniéndolo todo preparado para salir de Sevilla el día antes, tuvo que quedarse en tierra por el accidente de coche que tuvo su hijo al colisionar con él otro vehículo cundo se encontraba parado por las famosas retenciones del puente del Quinto Centenario. Afortunadamente todo quedó en un esguince cervical con el consiguiente susto y el aparatoso collarín, pero al ser todo tan repentino y a última hora decidió quedarse en casa como buen padre de familia.

1 comentario :

  1. Anónimo5:52 a. m.

    can you email me: mcbratz-girl@hotmail.co.uk, i have some question wanna ask you.thanks

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