sábado 21 de febrero 2009
Madrugón de fin de semana con ilusión por recargar pilas existenciales, cambiar la rutina diaria por una nueva experiencia, con los amigos, con la montaña, la naturaleza, las piernas doloridas y con la ruta propuesta, doble ascensión a Sierra Prieta y Sierra Cabrilla, doble, ya sabéis, “mariconadas, las precisas”.
La cita era a las 9,30 en un lugar de recogimiento, de paz, donde se encuentra la respuesta final (conocida), a la eterna pregunta ¿De donde venimos a donde vamos”, allí estábamos, en el cementerio. En este caso la última morada de los bonelenses o moriscos, lugar de privilegio, para los que solo van de visita, por las esplendidas vistas al valle del Guadalhorce. Gracias a la vida, este era nuestro caso el de los 16 colosos, sobrenombre en honor a la pareja anfitriona, Lourdes y Juan, Juan y Lourdes, los Colosos de Casarabonela, a los cuales no conocía, (me lo había perdido), magnifica gente, de verdad, no es un halago, es un sentimiento.
Que suerte estoy teniendo en mis aventureras propuestas sin conocer previamente las rutas, me lanzo al abismo y ahí que vienen los angeles a salvarme. Angeles con nombres y apellidos en la agenda de Pasoslargos.


Tras la fotico de salida, iniciamos la marcha por la senda de Jácara, -PR A-270, con un poco de retraso sobre el horario que teníamos previsto, y que con un margen de una hora de luz, teníamos que ir cumpliendo si no queríamos volver de noche. Que me perdonen los compañeros si las paraditas de respiro no fueron tan abundantes y duraderas como hubieran querido.
El ascenso a Sierra Prieta lo realizamos siguiendo la descripción de
A buena marcha íbamos disfrutando del camino, la conversación, y con algún esfuerzo superando la pendiente y los distintos hitos, (calera, mirador. Llano Cristobal, Tajos del Naranjal, llano de La Morena, fuente de los Hornaos, y carril). Siempre dirigidos por el experto en la sierra, Juan, y marcando a la perfección el ritmo previsto, en punto, sin acumular retraso. Con esta tranquilidad, yo me limitaba a mantener en contacto visual a todo el grupo.
Hasta este punto, un solo pero, las nubes bajas que se concentraban en la sierra, nos impedían disfrutar del espectáculo natural y bajaban la temperatura haciéndonos tirar de chaquetones y pañuelos nasales. Breve parada en la cumbre para reponer fuerzas, fotos para dejar constancia del logro
La bajada hacia los dos collados y el cerro central, que unen Sierra Prieta con Sierra Cabrilla, divertida, divertida, empinada, con algunas pedreras y entretenidos destrepes de culo a tierra. Desde el primer puerto, cresteando por el cerro intermedio bajamos algunos metros hasta una alambrada, y desde allí breve subida al puerto de Los Amoladores o Mojón de los 4 términos. En este agradable punto decidimos parar a comer, con impresionantes vistas hacia ambas vertientes y para ayudar más a la bondad de la ruta, las nubes bajas habían desaparecido, perfecto. En cuanto al control horario, la bajada de Sierra Prieta resulta un poco más costosa de lo previsto, pero a esta altura, los deberes estaban medio hechos.
Sin más dilación, la vuelta. Bajada de Sierra Cabrilla a buen ritmo hasta el puerto y desde allí a buscar la senda por la cara norte de Sierra Prieta, descendemos por senda zigzagueante a la sombra de umbría por donde encontramos en una zona de
En total fueron 19 km. y 1300 m. de desnivel, no está mal, para una ruta no muy conocida y que bien merece la pena el esfuerzo.
Ya en los aparcamientos, un pequeño contratiempo con la batería del coche de Celia que puedo ser resuelta con algún trabajo y que impidió a algunos compañeros el cumplir con el rito del cafelico montañero. De todas formas los que quedamos fuimos generosamente invitados a todas las cervezas y comida que se nos antojo, por el magnate del Rincon, Manolo el Supersónico. Muchas gracias amigo. (Que se repita, quedó como un rey creo que por 7 €)
Gracias a todos, yo me lo pase mu bien.
Crónica: Ildefonso Ruis, El Vendaval del Moncayo
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