Pueblo de referencia: Ojén
Hora y Punto
Encuentro 1: 10.30 Travesía principal de Ojen para dejar un coche (o dos
para los conductores al final de la ruta).
Punto de encuentro 2:11.00 Refugio de Juanar
Distancia: 6 km (pues en la ruta tomaremos pequeños rodeos y desvíos para alargar un poco el paseo por las zonas de castaños).
Nivel de dificultad: fácil
Desnivel aprox: 400 m, casi todo en descenso.
Tipo de suelo: 70% sendero terrizo y arenoso + 27% pista terraza + zona asfaltada al llegar a Ojen.
Punto de encuentro 2:11.00 Refugio de Juanar
Distancia: 6 km (pues en la ruta tomaremos pequeños rodeos y desvíos para alargar un poco el paseo por las zonas de castaños).
Nivel de dificultad: fácil
Desnivel aprox: 400 m, casi todo en descenso.
Tipo de suelo: 70% sendero terrizo y arenoso + 27% pista terraza + zona asfaltada al llegar a Ojen.
Tipo de recorrido: lineal
Fecha de realización: viernes, 1 de noviembre de 2013, magnífica temperatura de
unos 20ºC con cielo azul toda la jornada.
Participantes: De ronda vinieron Eva “a dibujante de sueños” con su
hermano Dani: “Cocodrilo Dundee”. Desde Cerralba (Pizarra): Elena con sus
intrépidos hijos Marco y Paclo y desde Fuengirola Ramón, maruja, maría y un
servidor: Juan Ignacio Amador.
Fotos del Camachuelo: Fjm.Olmo
A tener en cuenta:
A tener en cuenta:
1º) Antes de comenzar la caminata
desde el Refugio de Juanar, hay que dejar al menos un coche en Ojén , lo cual
pudimos hacer gracias a la ayuda de Celñia. Por lo que se recomienda no venir
mas de 3 personas por cada coche.
2º) dado lo corta que sería la
ruta entre el refugio de Juanar y Ojén, lo suyo es comenzar dando un paseo por
el castañar de Juanar, prolongando hasta el mirador en el puerto de Marbella,
retroceder hacia el Refugio de Juanar por los llanos de Olvivar y al llegar al
desvío en cuestión, iniciar el descenso hacia Ojén. Justo antes de llegar al
cortijo del Cerezal, tomar el ramal de la izquierda y remontarlo casi 1 km
hacia arriba hasta llegar a un pequeño bosquete de castaños de no mas de 30
ejemplares, pero todos ellos centenarios y de gran espectacularidad, de este
modo queda muy completa y en pocos kilómetros atravesamos paisajes de gran
belleza.
En los alrededores del hotel Refugio de Juanar (820 msnm) nos
encontramos con un joven castañar donde iniciamos nuestra caminata, inmersos en
un paisaje otoñal de tonalidades ocres, dorados y verdes que llenan de magia el
entorno del hotel refugio de Juanar entre mediados de octubre y mediados de
noviembre. En este ecosistema vienen a pasar algunas aves el invierno empujadas
por las frías temperaturas del norte,
como los camachuelos comunes alimentándose de los frutos que dan las
zarzas muy apreciados por ellos, además de acentores comunes, otra especie que
pasan aquí los inviernos.
Aunque la mayoría de la gente comienza su caminata por la
pista que nos lleva directamente al olivar de Juanar, lo mas interesante es
iniciar el recorrido por el tenue sendero que va por dentro del Castañar, a
unos 20 m a la derecha de la pista, discurriendo al principio en paralelo y
poco a poco alejándose de la misma.
Nada mas iniciar la caminata sobre la alfombra de hojarasca, llegamos a un angosto puentecillo que se puede vadear por abajo, aunque todos pasamos por encima.
Pronto el sendero comienza a discurrir por la misma orilla del arroyo Juanar, pasando junto a una caseta de aguas, las camas de jabalí, sobre el mismo cauce del arroyo, generalmente seco y alguna que otra zorrera, nos da una psta sobre el tipo de fauna de la zona y lo frecuentado que esta éste rincón del bosque en las horas de mayor tranquilidad y menos tránsito de senderistas.
Poco después la pista se bifurca, tomando nosotros el ramal
que durante un corto trecho remonta una pendiente que nos va acercando a un
bosque formado por pino canadiense o menterrey y algunas manchas de eucaliptal,
bajo la que pronto comenzamos a caminar, llevando un manto de helechos a ambos
lados del sendero.
El siguiente hito del camino es una curiosa mole rocosa, de aspecto
redondeado conocida como “el hipopótamo”, unos metros antes el sendero comienza
atransformarse en pista, los pinos predominan en este bonito tramo del camino,
mientras que en los matorrales de alrededor, podemos distinguir algunos
enebrales que en otoño dan sus pequeños frutos que es un alimento muy apreciado
por el mirlo capiblanco, asiduo visitante de esta zona, donde también abunda el
aulagar frecuentado por las currucas rabilargas.
Justo antes de abandonar la agradable sombra de los pinos,
pasamos junto a un castaño que queda a la derecha del camino y a continuación
ya nos adentramos en el olivar de Juanar, con la imponente mole piramidal de la
Cruz de Juanar, que durante los próximos minutos es nuestro principal referente
visual al suroeste de nuestra posición.
Antes de llegar a los pies del cerro de la Cruz, llegamos a
un primer cruce de senderos: a nuestra derecha continúan las rutas que se
dirigen hacia Istán y la Concha, pero nosotros nos desviamos a la izquierda, permaneciendo
en el olivar de Juanar, llegando en unos instantes a la pista principal que
atraviesa el olivar y comunica el hotel Refugio de Juanar a nuestra izquierda
(NORTE) con el mirador del Puerto de Marbella a nuestra derecha (SUR), pista
muy transitada por corredores, ciclistas de MTB y caminantes de todo tipo,
incluidas señoras muy perfumadas con zapatos de tacón y perros con pedigrí de
mas de 2.000€, niños con carrito o en sofisticadas mochilas de trecking y todo
un desfile que en aquel festivo uno de noviembre eran multitud, por lo que
renunciamos a la idea original de acercarnos al mirador de Marbella y tomamos
directamente hacia la izquierda, es decir, en dirección al refugio de Juanar,
llevando ahora la Cruz de Juanar a nuestra espalda y teniendo ahora frente a
nosotros otra magnífica mole piramidal como es el cerro Nicolás.
En la foto de arriba, el cerro de La Cruz de Juanar (1.184 msnm), con su característico sendero en zig-zag.
En la foto de arriba, el cerro San Nicolás (1.022 msnm).
Poco antes de dejar atrás los Llanos del Olivar, llegamos al cruce de balizas, que a nuestra derecha nos indica derivación Ojén,;
siendo nuestro camino a seguir, pero antes de iniciar el descenso, hicimos una parada de avituallamiento, que una vez finalizada dio paso al inicio del descenso hacia Ojén, a través de un arenoso sendero muy escalonado y zigzagueante, algunas tablas a modo de trampolín delatan la práctica de bicicletas de descenso de este bonito sendero;
sobre el que cada año suelen caer algunos pinos de gran tamaño, debidamente talados, para permitir el paso de los senderistas, corredores y ciclistas especializados en descensos. En la primera parte del descenso, el cerro Nicolás nos va acompañando a nuestra izquierda.
En la foto de arriba, el cerro San Nicolás (1.022 msnm).
Poco antes de dejar atrás los Llanos del Olivar, llegamos al cruce de balizas, que a nuestra derecha nos indica derivación Ojén,;
siendo nuestro camino a seguir, pero antes de iniciar el descenso, hicimos una parada de avituallamiento, que una vez finalizada dio paso al inicio del descenso hacia Ojén, a través de un arenoso sendero muy escalonado y zigzagueante, algunas tablas a modo de trampolín delatan la práctica de bicicletas de descenso de este bonito sendero;
sobre el que cada año suelen caer algunos pinos de gran tamaño, debidamente talados, para permitir el paso de los senderistas, corredores y ciclistas especializados en descensos. En la primera parte del descenso, el cerro Nicolás nos va acompañando a nuestra izquierda.
En uno de los pocos rellanos del sendero, nos encontramos
con un desvío a la derecha, con una marca de “X” (no continuar por aquí),
aunque en caso te tomarlo nos llevaría hasta la ermita de Ojén, un ramal de sendero,
semiabandonado, pero a tener en cuenta, para quien quiera descubrir nuevos
itinerarios por la zona.
Le humedad exuberancia de vegetación a nuestro alrededor con
gran abundancia de lentiscos y algarrobos, delatará la presencia del arroyo
Almadán, por cuyo cauce, generalmente seco, caminaremos en algunos momentos,
mientras que otras veces, el sendero cruza de forma alternativa para discurrir,
a veces por su izquierda, otras por su derecha, hasta que llegamos al túnel de
unos 100 m, que se construyó, bajo la carretera que comunica a Marbella con
Monda, Coín, etc… para dar salida al cauce del arroyo los pocos días del año,
que lleva agua, pues hay que recordar, que aunque estos arroyos, que discurren
por abruptas laderas tan cercanos al mar, no llevan agua la mayor parte del
año, en días de lluvias torrenciales, pueden llevar un caudal que se lo lleva
todo por delante a su paso.
Éste, túnel de unos 100 m de longitud es nuestro camino a seguir,
al otro lado nos deja prácticamente frente al cortijo del del Cerezal, lugar
perfecto para realizar la parada del almuerzo, pero antes, lo mas recomendable
es tomar el ramal de pista que sube ladera arriba, hacia la izquierda y que
poco después de dejar a nuestra derecha un aljibe, nos lleva por un bonito
alcornocal, donde comenzamos a encontrarnos con numerosos paneles, que nos
ilustran sobre las distintas especies botánicas del entorno, desde la mas
modesta planta o matorral, hasta los árboles mas representativos.
Unos metros después, llegamos a otro túnel, este mas corto,
que el anterior y que nos lleva al otro lado de la misma carretera bajo la cual
volvemos a pasar, pero ahora, ladera arriba. Inmediatamente después del túnel,
el sendero se bifurca, siendo nuestro camino a seguir, el ramal de la derecha
que en pocos metros nos lleva hasta una angarilla, que dejamos cerrada a
nuestro paso, los alcornoques son cada vez de mayor tamaño y la pendiente se
hace cada vez mas fuerte;
pero unos 400 m mas allá de la mencionada angarilla, llegamos a un pequeño castañar, de no mas de 30 ejemplares, pero todos ellos centenarios y de una belleza espectacular, donde aprovechamos la ocasión para hacernos numerosas fotos, bajo la sombra de los mismos, por donde de vez en cuando se filtraban potentes rayos de luz, pues el día era muy luminoso y la ladera, como la vida misma, era un mosaico de luces y sombras.
pero unos 400 m mas allá de la mencionada angarilla, llegamos a un pequeño castañar, de no mas de 30 ejemplares, pero todos ellos centenarios y de una belleza espectacular, donde aprovechamos la ocasión para hacernos numerosas fotos, bajo la sombra de los mismos, por donde de vez en cuando se filtraban potentes rayos de luz, pues el día era muy luminoso y la ladera, como la vida misma, era un mosaico de luces y sombras.
Se supone que este pequeño, pero precioso castañar, es la
parte mas alta de lo que se conoce como jardín Botánico del Cerezal, a cuyo
cortijo o casona, regresamos sobre nuestros pasos, para disfrutar de un plácido
almuerzo, haciendo uso de una de las numerosas mesas y bancos de madera que
frente a e él se encuentran. Cabe destacar que este lugar, situado al norte del
municipio de Ojén, a media hora escasa, andando de su núcleo urbano, está actualmente
concebido como centro de esparcimiento y de paso obligado para la ruta que va
de Ojén al Refugio de Juanar o viceversa, tal como era nuestro caso. Este lugar
se suele utilizar por los vecinos de Ojén para realizar romerías, encuentros y
concentraciones.
En noviembre de 2008 se procedió a la rehabilitación externa
de la casona de El Cerezal, que se dejó abierta en un principio, para facilitar
el acceso a la misma como visita cultural, pero que por desgracia dada la
cantidad de vándalos y descerebrados que abundan en nuestra fauna urbana (y
campestre), han dejado prácticamente desbalijada.
También nos encontramos con una zona barbacoa, a la espera
de que se inicie una segunda fase donde se saneará de manera integral el
interior del edificio. Además se han colocado cerca de una veintena de mesas de
madera para el uso y disfrute de vecinos y excursionistas. Todo ello se
acompaña de un huerto ecológico, que suele ser motivo de visitas educativas por
parte de los colegios de las localidades cercanas. Encontrándonos con una decena
de paneles informativos en los que se explican las particularidades de la flora
autóctona y se detalla la procedencia, nombre y género de los árboles
endémicos. La recuperación y restauración de El Cerezal, ha supuesto para Ojén,
un paso más en su empeño por crecer de manera sostenible.
Desde el cortijo o casona del Cerezal, la pista continúa
dirección SURESTE, sin embargo, una vez finalizado el almuerzo, nosotros
preferimos la opción de avanzar por el sendero que discurre paralelo al arroyo
Almadán, hasta que unos 200 m, mas allá, este nos devuelve a la pista que en
todo momento hemos llevado a nuestra izquierda, encontrándonos con una verja,
actualmente cerrada, que salvamos gracias a una apertura que se ha realizado en
la valla, a unos 10 m a la derecha de la misma, a través de la cual pasamos sin
dificultad, desembocando inmediatamente después en el denominado camino de Las
Rozas, que recibe el nombre de una casa histórica, junto a la cual pasaríamos
si tomamos el ramal de la izquierda, que desemboca en la parte alta del pueblo,
sin embargo, nosotros tomamos el ramal de la derecha, llevando a nuestro
derecha, la compañía del arroyo Almadán, al que pronto se unen las aguas de
otro tributario que recibe desde su margen derecho.
Se trata de un camino salpicado de fincas y algunas casas de
gran tamaño con su buena piscina y sus frondosas huertas de las que nos llegará
el aroma de una gran variedad de frutales que así se da, desde aguacates a
nogales, pasando por caquis, nísperos, manzanos, almendros, naranjos, granados,
etc, tampoco faltan los algarrobos, algunos de ellos con troncos que delatan
una gran longevidad.
Poco antes de llegar al casco urbano de Ojén disfrutamos de
una magníficas vistas de postal sobre esta localidad a nuestra izquierda, a la
que vamos a llegar en pocos minutos, a través de un tramo de sendero con fuerte
pendiente y gran número de piedrecillas sueltas, donde conviene estar atentos
para nos resbalar, viniendo a salir muy cerca de la Cueva de Las Campanas, que
no es mas que el acceso directo a una sala de cueva de no mas de 20 m cuadrado,
generalmente abierta al público y perfectamente iluminada para disfrute del
visitante, así como la magnífica sucesión de terrazas que se encuentra justo
por encima, a la que se accede, también desde la calle, con algunas columnas de
piedras y curiosas barandillas que le dan un toque Gaudiano de parque Güel.
Buenas!! Me ha encantado esta ruta! Soy seguidora de vuestro Blog desde hace tiempo y me encanta todo lo que publicáis!! Tenéis el Track de esta ruta por casualidad??, no la encuentro por ninguna parte con todo lo que habéis visto vosotros, tiene que ser una pasada!!
ResponderEliminarOs dejo mi correo electrónico por si podéis pasarmela de alguna forma o orientarme sobre ella, ¡muchísimas gracias por compartirla!, loliredondobonillo@gmail.com