martes, abril 24, 2018

Novela histórica: LAS VIÑAS (Manuel Fernández Mota


Acabo de terminar la novela histórica LAS VIÑAS (Manuel Fernández Mota, Editorial Circulo Rojo-Novela), padre de nuestro amigo Rubén "Kminante del Sur". Nació en Sayalonga, en plena  Axarquía malagueña, el 9 de agosto de 1924. Lugar en el que se sitúa esta novela histórica en la que nos narra en primera persona como se vivió en su familia, en Sayalonga, en Cómpeta y probablemente en gran parte de Andalucía y España, los años de confusión de la II República, previa a la Guerra Civil, la tormenta de la Guerra Civil, al principio con las barbaridades de quienes en nombre de la República se toman la justicia por su mano, después las represalias de las tropas franquistas y las persecuciones de los maquis por Sierra Almijara, mencionando lugares por lo que todos los senderistas que la frecuentamos, hemos pasado.

La novela es una mezcla de recuerdos de su infancia con personajes reales y otros de ficción. Al igual que el niño protagonista del libro "Enrique", Don Manuel Fernández Mota fue el menor de una familia campesina de nueve hermanos, (aunque en el libro son cinco) y como todos los habitantes de su pueblo, tuvo que dedicarse al campo. Al igual que el protagonista del libro (que bien podemos interpretar como al mismo autor), vio interrumpida su asistencia a la escuela por culpa de la Guerra Civil, colaborando durante muchos años con su familia como pastor en los montes de la Axarquía, gran parte de aquellas horas en el campo las aprovechaba para leer la literatura y la poesía, por la que siempre sintió un gran amor desde niño. Familiarizándose de ese modo con la lectura de los clásicos. Así se compenetró con poetas del Siglo de Oro y con otros más modernos, convirtiendo los montes de la Axarquía en su propia Universidad. A la edad de 35 años empezó el bachillerato, haciendo después la carrera de magisterio, profesión que ejerció en Algeciras hasta su jubilación. Tuvo siete hijos y trece nietos, algunos de los cuales siguen sus pasos literarios y artísticos. Falleció a los 91 años, el 12 de octubre de 2015 en Algeciras, ciudad que le nombró Hijo Adoptivo y recibió su Medalla de la Palma. Sus cenizas descansan junto a su esposa Isabel Sánchez Melgar, en el célebre cementerio redondo de su Sayalonga natal, pueblo que le distinguió como Hijo Predilecto. Fue premiado por los Ateneos de Algeciras y Málaga, recibiendo otras distinciones y homenajes. Así mismo destacó en otras facetas artísticas, como la pintura, la fotografía y la infografía.

Como asiduo lector de novela histórica me ha sorprendido por su enorme capacidad para situarte en el contexto histórico y conseguir que te pongas en el lugar de las familias que padecieron tan enormes dramas, tanto desde el punto de vista republicano, como de las tropas franquistas. La terrible incertidumbre de tener un hijo/hermano en el frente sin saber nada de él durante muchos meses, con noticias de muertes y fusilamientos cada dos por tres.
En muchos párrafos se nota su sensibilidad poética a la hora de describirnos paisajes, situaciones, emociones...

Como enamorado de la provincia de Málaga y de Andalucía en general, esta novela me resulta una descripción magistral de esa Andalucía rural que aunque tenga lugar en la época de la Guerra Civil, muchas de las costumbres que se describen en esta novela se han venido llevando a cabo en los pueblos de la Axarquía hasta fechas relativamente recientes. Nos hace un retrato magnífico de la familia, los miembros a nivel individual, colectivo, los personajes del pueblo...!.
La sencilla y bucólica vida en la Andalucía rural, antes de que comenzara la Guerra Civil, con las típicas discusiones de taberna (tan españolas), entre los que estaban a favor de la República y quienes defendían a los conservadores, a la desahuciada Monarquía, a la Iglesia, en definitiva a la España más tradicional. En medio de un ambiente de gran confusión donde la gente se dejaba llevar más por los ideales románticos de unos y el fanatismo de otros.

Una vez que estalla la Guerra Civil y un grupo de jóvenes exaltados que se identifican con el bando Republicano toman las armas, van contra el cura del pueblo y quienes eran señalados como los mas "pro falangistas". Como ocurrió en tantos pueblo y ciudades de España, por donde primero se empieza es por la Iglesia, donde algunas de las propias madres de estos jóvenes (y otros no tan jóvenes), intentan frenarlos ante su intención de destruir todas las imágenes. Pues para la mayoría de la gente del pueblo, independientemente de bando fueran, aquellas imágenes eran sagradas.

También se refleja magistralmente la discrepancia de ideales dentro de las familias numerosas tan típicas de la época, donde al comienzo de la Guerra, si dos hermanos (o más) de una misma familia estaban en edad de combatir, se despedían con un abrazo y cada uno tiraba hacia la zona del bando con el que se identificaba, con la intención de alistarse sobre la marcha. Para angustia y tremendo drama de esos padres que sufrieron tantísimo durante aquella pesadilla y en muchos casos durante el resto de sus vidas. Tan duro fue todo aquello, que ningún Gobierno de España desde entonces hasta hoy ha conseguido que rememos en la misma dirección, en busca de un bien común, entre los buitres nacionalistas y aquellas dos Españas, tantas veces disfrazada detrás de las siglas de un partido.

Pág. 184 (primer párrafo): Si cuento todos estos detalles, es para que se vean los efectos del terrible huracán que se había desatado. Cosas que siempre parecieron sagradas, conceptos inconmovibles eran ahora objeto de burla y destrucción. La locura y el odio no se paraba ahora en nada humano, ni divino. Se allanaban las propiedades, una vida valía menos que un paquetillo de tabaco, y las antiguas costumbres que parecían firmes como una roca quedaban cuarteadas y reducidas al polvo de la tragedia. Fusilamientos de obreros, violaciones de mujeres, vergüenza de chilabas que cruzaban el Estrecho. Por todas partes tortura, odio, muerte y dolor.

Pág. 232, nuestro protagonista es herido y su padre lo lleva desesperado hacia Torre del Mar para que lo vea un médico. (Referencia a "La Desbanda"): Cuando llegamos a la carretera general Málaga-Almería, nos vimos en grandes dificultades para entrar en Torre del Mar. Una riada inmensa de coches, carros, bestias y personas huían hacia la parte de Almería. Algunos hombres nos detuvieron aconsejando a mi padre que nos volviéramos...viejos suplicantes que les pedían a sus hijos que los dejaran morir en la cuneta, madres alocadas por haber perdido a su hijo, heridos lívidos, casi desangrados, con solo un chispazo de vida en sus ojos, prestos a apagarse ya; hombres, mujeres y niños tirados junto a la carretera, llorando amargamente con los pies hinchados, impotentes para seguir su calvario...

Esto es sólo un fragmento de dos párrafos que me parecen verdaderamente sobrecogedores como testimonio en primera persona de aquellos hechos tremendos, que 80 años después siguen teniendo dañada el alma de nuestra Sociedad. Sin embargo, el libro también está lleno de momentos emotivos, entrañables y de grandes valores y grandeza humana, a pesar de desarrollarse en un escenario de pesadilla.
Para más información sobre el autor, pinchar en el siguiente enlace:
https://es.wikipedia.org/wiki/Manuel_Fern%C3%A1ndez_Mota

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