domingo, junio 26, 2011

Río Castor (Estepona, vertiente sur de Sierra Bermeja)

Localidad de referencia: Estepona.
Tipo de ecorrido: lineal.
Distancia aproximada: 5 km (2,5 de ida + 2,5 de vuelta)
Duración: 5-6 h. (incluyendo paradas para los baños y comidas)
Dificultad: Media/baja.
Desnivel acumulado: 50 m
Tipo de camino: pequeños tramos de sendero y sobre todo el pedregoso cauce del río con tramos de agua y nado obligado.
A tener en cuenta:
1º) Se trata de un tipo de ruta acuática por lo que se hace altamente recomendable traer el bañador y calzado deportivo o botas de trecking para caminar por piedras y por el agua. IMPRESCINDIBLE SABER NADAR.
2º) Como en todas las rutas acuáticas recomendamos dejar muda de calzado y ropa cómoda en el coche.
3º) Se trata de un cauce poco sombreado por lo que es importante llevar protección solar, gorra y gafas de sol.
4º) A lo largo del recorrido nos encontraremos con 3 o 4 pozas de mas de 2 m de profundidad, donde se hace necesario nadar para atravesarlas por lo que se recomienda el uso de un bote estanco para proteger la comida y no tener que soportar la incomodidad de ir nadando con la mochila levantada para que no se te moje lo que va en el interior. A éste tipo de rutas hay que venir con la mentalidad de disfrutar del agua y no huir de ella.
Ríos de la vertiente sur de Sierra Bermeja:
Son numerosos los pequeños ríos que discurren por la vertiente sur de esta mágica sierra entre ellos destacan el Guadalmina, Guadalmansa, castor y Padrón. Tienen un trazado poco sinuoso, que esquemáticamente se podrían resumir en norte-sur, con disposición casi perpendicular a la línea de costa y paralelos entre sí. Tienen un comportamiento general de ramblas con un fuerte estiaje en verano, que hace que en los tramos bajos el agua desaparezca, si bien es cierto que a ello también han colaborado las numerosas urbanizaciones y campos de golf de la línea de Costa por la sobre explotación de recursos naturales de la zona. No obstante, en época de fuertes lluvias invernales su caudal aumenta de forma espectacular, habiendo llegado a producir en ocasiones algunas inundaciones en las zonas bajas.
Recientemente se han construido pequeñas presas en los cauces de los ríos Guadalmansa, Guadalmina y Guadaiza cuya finalidad es trasvasar el agua desde estos cauces al embalse de la Concepción muy cercano a Istán que al mismo tiempo es alimentado por el río Verde, que riega gran parte de las huertas de esta preciosa localidad. Ni que decir tiene que el embalse de laa Concepción abastece de agua a toda la costa del Sol occidental.
Tal y como nos recuerda el catedrático en Geobotánica “Don José Guerrero”: a nivel geológico estos ríos atraviesan una zona muy interesante, como son los territorios bermejos que le dan el nombre a esta sierra, considerada el mayor afloramiento de peridotita del mundo. Son rocas plutónicas, es decir, que surgieron del magma profundo que por efectos de empujes internos ascendió e irrumpió entre las calizas aflorando a modo de grandes masas compactas, muy oscuras casi negras, que sin embargo presentan un color rojizo en su capa externa, , fruto del contacto con el aire, al oxidarse los minerales que posee, entre los que destacan los silicatos de hierro y magnesio (olivino, serpentina y piroxeno) con cantidades mas pequeñas de niquel, cromo, cobalto, incluso grafito, platino y diamante, lo que explica la existencia de viejas extracciones de mineral y el carácter tóxico del sustrato para la mayoría de cultivos.
Cabe destacar que en Sierra Bermeja alberga cerca de 300 km2 donde no existe un solo asentamiento humano habitado en la actualidad. Tan sólo restos de antiguos cortijos y caleras muy aislados. En contraste con la masificada línea de costa. Y es que estas rocas presentan un carácter masivo y compacto, carente de estratificación que hace muy difícil el desarrollo radicular, lo que origina suelos de poco espesor y escasos nutrientes aptos para ser colonizados tan sólo por pinares, matorrales y pinsapos en su ladera norte.
En la parte baja de su curso nos encontramos con las “tierras pardas” compuestas por arcillas, margas, margocalizas y materiales metamórficos: pizarras, esquistos, filitas y espectaculares paredes de mármoles entre los cuales quedan encajonadas algunas pozas de estos ríos ofreciéndonos rincones de gran belleza, como por ejemplo en el cauce medio-bajo de los ríos Padrón o Castor. En general son materiales mucho mas blandos que las peridotitas y predominan con mayor frecuencia en los cursos bajos de estos ríos que ofrecen una mayor facilidad para el laboreo agrícola, que beneficiada por el mismo agua procedente de sus cauces, han dado lugar a un paisaje modificado por las huertas que flanquean las orillas en su curso bajo, junto con los viaductos por donde discurre la autovía A-7 y las pequeñas presas mencionadas anteriormente.
El relieve de los valles y cañadas por donde discurren estos ríos suele ser muy alomado, salvo en las angosturas del Guadalmina y pequeños encajonamientos con los que de forma muy puntual nos sorprenden el río Castor, el Guadalmansa o el Padrón. Predominando en el paisaje los colores pardos, rojizos de las arcillas y peridotitas, negros de las pizarras y el verde de los pinos, variando los tonos de verde al atravesar las distintas zonas de cultivo en su cauce bajo.
El río Castor:
Podríamos decir que el río Castor es el gran desconocido de los ríos que discurren por la vertiente sur de Sierra Bermeja y su prolongación hacia el alto del Jotrón al sur de Pujerra. Entre ellos destacan el Guadalmina con sus famosas angosturas, catalogadas como monumento natural, el Guadalmansa, el Padrón y El Castor, estos dos últimos muy dóciles de transitar y de cauce un tanto abierto, aunque con bonitas pozas de aguas cristalinas y pequeños rápidos donde podemos darnos un buen baño a modo de jacuzzis.
Una vez finalizado los aproximadamente 6 km de pista que parten de las N-340 a la altura de la salida que anuncia “Escuela de Arte Equestre”, junto al puente del río Padrón (justo antes de atravesarlo si venimos de Marbella e inmediatamente después de atravesarlo si venimos de Estepona. Llegamos al final de la pista que comienza a ser terriza poco antes de llegar a la altura de la A-7, bajo la cual pasaremos con el río Castor siempre a nuestra derecha. 
Conviene recordar que dicho final de pista coincide con una cancela que da acceso a una finca privada y a penas hay espacio para que puedan aparcar mas de tres coches en un pequeño ensanche. De hecho, si van mas de tres coches conviene dejar alguno en algún ensanche de carril antes de llegar al final del mismo, pues de lo contrario podríamos tener problemas incluso para maniobrar a la hora de salir de allí.
A la derecha de la verja que nos encontramos al final de la pista, parte una vereda paralela a la valla metálica de la finca en cuyo inicio hay un cartel de laa delegación de medio ambiente recordándonos aquello de: “Lugar de interés comunitario, prohibido arrojar basura y hacer fuego”. A nuestra derecha tenemos un curioso huerto de palmeras de cocoteros que nos hace sentir durante unos instantes en latitudes tropicales. Pero 100 m mas allá, venimos a salir al lecho del río que salvo en época de lluvias, en este tramo aparece con poco agua por tratarse de un tramo del cauce de mas de 30 m de ancho, con predominio absoluto de cantos rodados y típicos restos de grandes ramas de pino arrastradas por la corriente en épocas de crecidas.
Una vez en el cauce del río el camino a seguir lo decidimos nosotros, es decir, bien por el mismo cauce alternando tramos de agua con acumulación de cantos rodados o bien por el sendero que durante los primeros 500 m de ruta por el margen izquierdo del río. Es decir, orilla derecha en el sentido de la marcha, tal y como caminamos aguas arriba. La primera poza que nos encontramos es la famosa “Charca de las Nutrias” que tiene un pequeño azud en su margen derecho para derivar parte de su caudal por una acequia que alimenta la huerta de la finca frente a cuya entrada hemos dejado los coches. La acumulación de aguas cristalinas en esta poza, en la que en su día vivieron aquellas nutrias que le dieron su nombre actual, resulta muy gratificante para la vista e incluso invita a darnos un primer baño, pero a pesar de la fama que tiene, no es ni mucho menos tan bonita como las pozas que nos vamos a encontrar un poco mas arriba.
Si escogemos la orilla derecha para progresar junto al río, pasaremos junto a una casita en ruinas actualmente pintada de rosa con un pozo aledaño y lo mas importantes varias cubetas contenedoras para invitar a los numerosos excursionistas que visitan la Charca de las Nutrias a que dejen sus desperdicios, si bien siempre recomendamos que cada cual se lleve lo que ha traído, que en vacío a la vuelta pesan y ocupan mucho menos que llenos a la ida. Poco después de pasar junto a la mencionada casa el sendero hace una bifurcación si tomamos a la derecha nos adentraríamos en el camino de Igualeja (según wikiloc, por muy lejana que se me antoje aún esta localidad, pero al fin y al cabo uniendo caminos se puede llegar a cualquier parte). No obstante, nosotros tomaremos el de la izquierda, que es el que en todo momento discurre junto al río.

Tomando como referencia la Charca de las Nutrias, a menos de 500 m río arriba llegamos a un encajonamiento del río Castor donde unos espectaculares bloques de mármol han formado una angostura que hace recomendable pasarla por el agua, no sin antes recordar que se trata de un tramo de mas de 20 m de longitud donde no se hace pié. La única forma de evitarlo, si se tiene mucha experiencia en terrenos montañosos y mas concretamente en trepadas y destrepes se pueden salvar superando los bloques de la orilla derecha, pero en caso contrario no se lo recomendamos a nadie. Es mas, conviene recordar que a este tipo de rutas hay que venir para disfrutar del agua y no para huir de ella, de lo contrario mejor escoger otra ruta o quedarnos en casa. Atravesar este primer encajonamiento es una gozada y la temperatura del agua es estupneda a partir de finales de mayo. A quien le guste saltar, siempre comprobando antes la profundidad del lugar sobre el que va a saltar, encontrará en este primer pasillo un lugar de diversión.
Superado este primer pasillo, el siguiente hito del río es una nueva angostura en forma de “L” que  termina en dos pequeñas cascadas de mediano tamaño, donde hay que utilizar los brazos para impulsarnos hacia arriba, o bien se puede superar pasando por las rocas de la derecha que en este caso son mas asequibles para continuar progresando río arriba, entre pequeñas pozas y rápidos. 
Y así llegamos a una nueva poza a donde llega el agua abriéndose paso a través de una especie de pasillo entre grandes bloques de mármoles blancos, que suele ser el típico punto al que llegan la mayoría de excursionista. Pués resulta una poza magnífica para disfrutar de un buen baño, pero al mismo tiempo puede ser complicada de superar para personas no acostumbradas a este tipo de rutas. Sin embargo, una vez que uno de los compañeros mas intrépidos del grupo haya superado esta cascada por donde caé el agua a través de una especie de tobogán, echándosele una mano a quien lo necesite el resto del grupo puede seguir progresando sin problemas. 
A continuación nos encontramos una sucesión de tres pozas con pequeñas cascadas muy similares, entre preciosos bloques de mármol blanco al mismo tiempo que el río va trazando zig-zags, que finalizan en el primer tramo recto de mas de 200 m que tenemos por delante.
Al inicio de este tramo recto, nos encontramos con una pista terriza en el margen derecho del río, orilla izquierda según el sentido de nuestra marcha, que en sus primeros metros discurre dirección sur, aparentemente paralelo al río y que podría tentarnos a tomarlo en nuestro camino de vuelta. Pero debemos descartarlo, porque poco después se aleja bastante del río. 
Como os iba diciendo este primer amplio tramo recto, mide mas de 200 m de largo, hasta la siguiente curva del río, el ancho en ocasiones supera los 50 m de ancho y toda su superficie está completamente repleta de grandes cantos rodados sobre los que tenemos que ir caminando entre mármoles, peridotitas, olivinas, serpentinas y otras rocas que le aportan un gran interés geológico a la ruta. En estas zonas anchas, el caudal suele dividirse en dos ramales que discurren a derecha e izquierda nuestra, mientras que muchas veces sin ser conscientes de ello, vamos caminando por en medio del pedregal, al mismo tiempo que estamos rodeados por dos finísimos brazos del río a izquierda y derecha.
A partir de aquí, cada vez se suceden mas estos tramos de rambla ancha del río, intercalados por algunas pozas de gran belleza, que suelen aparecer de dos en dos o de tres en tres, cayendo el agua de una a otra, a través de pequeñas cascadas o rápidos, que siempre nos brindan un lugar estupendo para disfrutar de un buen baño tipo jacuzzi, e incluso de pequeños tramos de nado, tal y como pudimos comprobar Pepe Guerrero “El Geobotánico”, Eduardo “El Profe” y un humilde servidor, que en nuestra primera incursión exploratoria en este río, llegamos unos 3 km río arriba desde la Charca de las Nutrias, encontrándonos con grandes maravillas geológicas, botánicas e incluso biológicas con un espectacular ejemplar de mantis religiosa y un chotacabras gris, que levantó su vuelo casi un metro antes de que Eduardo fuera a pisarlo. 
Con mirada experta Pepe se percató del huevo de chotacabras que estaba incubando la madre y que tras fotografiar inmediatamente y abandonar el lugar con presteza comprobamos como la madre volvía a comprobar que el huevo seguía en su sitio. Bautizadas quedaron la “poza del Filósofo”, “del embudo” y la “L”. Y anotado para la próxima temporada el descenso del río Castor desde su nacimiento próximo a Peñas Blancas.
Crónica y fotografías: Juan Ignacio Amador Tobaja.
Con la colaboración del blog: nazanutria.blogspot.es (fotografía del chotacabras)

4 comentarios :

  1. Estimado Juani, preciosa ruta que hice el domingo pasado con Rafita, un sobrino y Patro. Según mis datos el charco de las Nutrias queda más arriba de donde tu lo situas. Esa poza antes era de mayores dimensiones y más profunda, pero las lluvias y arrastres de estos años de fuertes precipitaciones han colmatado la charca. Allí, in situ, me confirmaron que la charca de las Nutrias es la situada a unos 400 m de la que tu dices.

    Un abrazo

    Rafafló

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  2. Ya sé el sitio que me dices y desde luego me gusta mucho mas. No obstante tanto el dueño de la finca donde comienza la ruta, como distintas fuentes de internet (imágenes) y wikiloc coinciden en que esa poza de la pequeña presa es la Charca de las Nutrias. En cualquier caso te confirmo que lo mas bonito del río es la parte de los cahorros que hay aguas arriba.

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    1. Anónimo10:18 a. m.

      Hola señores, hace como 10 años que no voy a las nutrias, es decir que a pesar de los años que hace que no voy a dicha charca aun recuerdo casi con exactitud como era solo decir que mis recuerdos no se corresponden ni con los paisajes ni con esa paqueña presa, podrian decirme donde se situa las imagenes de estas charcas? Y como llegar a ellas?

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    2. Anónimo10:19 a. m.

      Hola señores, hace como 10 años que no voy a las nutrias, es decir que a pesar de los años que hace que no voy a dicha charca aun recuerdo casi con exactitud como era solo decir que mis recuerdos no se corresponden ni con los paisajes ni con esa paqueña presa, podrian decirme donde se situa las imagenes de estas charcas? Y como llegar a ellas?

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