Entorno: parque
natural sierra de las Nieves.
Pueblo mas cercano: Parauta
& Tolox
Cómo llegar al inicio
de ruta:
Una vez que entramos en el parque sierra de las Nieves,
desde el punto kilométrico (aprox.): km 13 de la carretera Ronda-San Pedro en
dirección al camping Conejeras, manteniéndonos en todo momento por la pista
principal que en apenas 500 m deja de estar asfaltada, quedando definitivamente
como pista terriza, conduciendo en todo momento por el ramal principal de la
misma unos 5 km mas allá dejamos a nuestra derecha la entrada al alojamiento
rural del cortijo de la Nava, próxima a la base del mítico cerro Alcojona, que
ya vemos a la derecha y un par de kilómetros después tras varios zig-zags muy
cerrados y con empinadas pendientes llegamos a un cruce en forma de “Y” que a
la izquierda continúa hasta el cortijo de Quejigales, tomando nosotros el ramal
de la derecha, dirección Tolox, llegando unos 3 km después al lugar conocido
como Llano de la Laguna con numerosos paneles informativos desde donde
continuaremos por la pista unos tres kilómetros mas allá dirección Tolox, hasta
llegar a la Majada de Juan Agüera que reconoceremos al encontrarnos con un
pequeño cortijillo y corraleta en la parte exterior de una cerrada curva a la
izquierda. Bien aparcados junto a la Majada Paco Aguera, caben perfectamente 5
vehículos sin molestar el paso para otros vehúlos.
La pista, a fecha diciembre 2012, se mantiene razonablemente
bien para cualquier tipo de turismo.
Desnivel aprox. subida
1.000 m
Punto de partida:
Majada de Paco Agüera (1.200 m)
Punto mas elevado:
cerros Alcazaba (1.689 m) y Torrecilla (1.919 m)
Tiempo aprox. 8 horas
Nivel dificultad:
Muy alto por la fuerte pendiente del primer tramo de ascensión por las ladera
suroeste por la que hacemos la aproximación hacia el cerro Alcazaba. El
descenso por la vertiente oeste, noroeste del Torrecilla (sin sendero) pondrá a
prueba nuestras rodillas y posteriormente al cruzar la Cañada de Quejigales,
para llegar hasta el solitario y salvaje pinsapar de La Yedra, la falta de
señalizaciones pondrá a prueba nuestro sentido de la orientación hasta
encontrar el sendero que nos lleva de vuelta a la pista por la que regresamos
al inicio de ruta.
Tipo suelo:
sendero pedregoso, lomas con bastantes lascas sueltas y pendientes muy fuertes en
la ascensión al cerro Alcazaba y descenso del Torrecilla.
Tipo de recorrido: circular
Mapa: Editorial
Penibética, parque natural sierra de Las Nieves
Fecha de realización:
sábado 8 de diciembre de 2012. Esta fue la fecha escogida para volver a
intentar completar esta misma ruta que tuvimos que dejar a medias a finales de
marzo de 2012, por culpa de la lluvia y la borrasca que se nos echó encima tal
y como podéis comprobar en el segundo enlace que os dejamos mas abajo.
Participantes: Desde
Huelva vino Teresa “la Doctora Quinn”. Desde Jerez: Miguel Becerra “El Maestro
Jedi”. Desde Alharín El Grande: Antonio “La Locomotora de Alhaurín” y Salva “El
de los 101 en 13 horas”. Desde Ojén: Celia “La Hechicera du sao Paulo”. Desde Ronda: Jorge "Aterriza como puedas". Desde
Estepona: Ilse “La Gacela de la Selva Negra” y desde Fuengirola un servidor:
Juan Ignacio Amador "El Comandante".
Bibliografía y rutas anteriores:
Breve descripción del recorrido:
El espectáculo en esta ruta ya comienza
mientras cubrimos los últimos kilómetros con los coches al pasar por las
cercanías del mágico paraje del Pinsapo de la Escalereta, donde vimos a un
grupo de barranquistas que se estaban preparando para hacer el “Cambullón de
Vélez”. Y poco después bajo los tajos y laderas de la vertiente sur de
Las Turquillas Altas y las desafiantes cumbres del Alcazaba y Torrecilla que ya
vemos frente a nosotros, con la cabecera del Cambullón de Vélez que en todo
momento llevamos a nuestra derecha, paisaje de alta montaña que hace muy amena
la llegada hasta la cerrada curva de izquierda, en cuya parte exterior se
encuentra la “Majada de Paco Agüera”, con espacio suficiente para poder dejar
hasta 5 vehículos sin problemas, siendo éste nuestro inicio y final de ruta.
La subida es fuerte desde el inicio por lo que conviene
realizar previamente unos cuantos ejercicios de estiramiento antes de tirar “a
jierro” pa´rriba. En este mismo punto donde hemos estacionado los vehículos,
junto a la Majada Paco Agüera, abandonamos la pista remontando el talud y
pasando junto a un rudimentario deposito de agua pintado de verde con
escalerilla de madera incluida. Desde donde vamos ganando altura a cada paso, a
través de un tenue sendero de cabras, entre un bosquete de pinos y sabinas de
un tamaño espectacular junto a las que vamos pasando. En caso de no estar
seguros, si vamos por el sendero, ya que tiende a desaparecer de vez en cuando,
la norma a seguir es mantenernos por la parte alta de la loma, con tendencia
ligeramente hacia nuestra izquierda, de manera que a la izquierda siempre vamos
teniendo vistas de la espectacular superposición de fallas a modo de gradas de
Las Turquillas Altas.
Ni que decir tiene, que para suavizar un poco la ascensión,
cada vez que el terreno lo permite podemos hacer algunos zig-zags, que de hecho
haremos, al menos en dos o tres ocasiones, cuando en nuestra trayectoria se
interpone algún promontorio rocoso, que salvaremos sin dificultad , recurriendo
a una escalonada trepada de vez en cuando, para a renglón seguido seguir
caminando sin mayor dificultad, que la del esfuerzo físico por el desnivel a
superar. Conforme vamos ganando altura, al echar la vista atrás distinguimos
fácilmente las imponentes siluetas del Pinsapo de la Escalereta y el de la
Falsa Escalereta justo desde donde se inicia la mítica ascensión por la
crestería del cerro Alcor o Alcojona, pudiendo distinguir también el cerro
Abanto a su izquierda, ambos forman la horquilla donde nace al arroyo de Los
Quejigos, que al unirse al Cambullón de Vélez forma el famoso río Verde de
Istán.
Una vez que los pinos han quedado atrás, el terreno se hace
mas agreste y empinado con abundante lascas sueltas a poco que nos desviemos hacia
l cañada que tenemos a nuestra derecha, cosa que no debemos hacer. Conviene
tomarse con tranquilidad esta dura ascensión que no tarda en poner a prueba
nuestra resistencia física y psicológica. En nuestro caso fuimos subiendo al
ritmo de samba que marcaba Celia: “La Hechicera du Sao Paulo”.
La referencia
visual hacia la que debemos encaminar nuestros pasos es una encina tipo
candelabro, al abrigo de una pared que nos marca el inicio de la plataforma antecumbre
de La Alcazaba. Para evitar dudas, lo mas fácil es pasar justo por debajo de
esta encina y una vez llegamos a la base de la pared que hay justo detrás, caminamos
unos cuantos pasos a la derecha, encontrándonos con un paso tipo embudo, que
tras una corta trepada, ya nos sitúa en el inicio de la antecumbre del cerro
Alcazaba.
Superado el mencionado embudo, por donde hacemos la
trepada, ya comenzamos a ver la muela de La Alcazaba, relativamente cerca. Tan
sólo nos separa de ella una loma aparentemente suave, repleta de piornales de
alta montaña que iremos esquivando como si de un campo de asteroides se
tratara.
En comparación con la pendiente que hemos dejado atrás, la redondeada
loma de piornal que tenemos por delante, no parece excesivamente dura, pero
sumado al desnivel tan grande que hemos superado en una corta distancia, hace
que las piernas nos parezcan cada vez mas pesadas y fue precisamente en aquel
instante, en el que parecíamos ir caminando a cámara lenta, cuando Ilse: “La
Gacela de la Selva Negra” se puso en cabeza de grupo, con esa disciplina germánica
que nos llevó en fila india hasta las proximidades del quejigo que nos
encontramos al llegar a los pies de la muela rocosa del cerro Alcaza justo a su
izquierda, desde donde existe un corredor escalonado, que en a penas 8 m nos
sitúa en su cumbre (1.689 m).
Una muela rocosa muy parecida al Peñón
Enamorados dentro de este mismo parque natural de la Sierra de Las Nieves o mas
bien a Piedra Sillada en el cordal de Sierra Almijara.
Ni que decir tiene que al llegar a la cumbre del cerro
Alcazaba (1.689 m), se obtienen unas vistas magníficas del Torrecilla (1.919 m)
al ESTE, el Mediterráneo al SUR, a la altura de San Pedro de Alcantara, en ese
tramo de costa entre Marbella y Estepona que vemos entre la sierras Real y Palmitera
y al OESTE, parte de Los Reales, sierra de Líbar y del Pinar mucho mas lejanas.
Abandonamos el cerro Alcazaba por el mismo corredor por el tramo
escalonado por el que hemos subido y pondremos rumbo NORTE, concretamente hacia
el sendero que se dirige hacia el Puerto de Pilones por la redondeada y dócil
loma por la que nos vamos a adentrar en la Meseta de Quejigales, manteniéndonos
siempre por la parte alta de la loma, entre majestuosos quejigos con su eterno
porte fantasmagórico a lo “Tim Burton”.
Este tramo llanito nos servirá para recuperarnos. Y un poco
mas allá de haber completado un kilómetro dejando el cerro Alcazaba a nuestra
espalda, llegaremos a unas zonas mas elevadas. Siendo este el lugar donde debemos
descender hacia la Cañada del Arroyo de Los Pilones que hasta ahora nos ha acompañado
a nuestra derecha. Pues bien, no sólo la atravesaremos, hacia su vertiente
contraria, comenzando a girar ya nosotros hacia nuestra derecha en dirección
ESTE-SURESTE. Sino que, nos adentraremos en la siguiente cañada, paralela a la
misma, un poco mas hacia el oeste, a tiro de piedra del super clásico y muy
transitado sendero Quejigales-Torrecilla. Una vez en esta cañada secundaria,
buscaremos un llanito con un pequeño pinsapo, junto a un promontorio rocoso que
envuelve parte de la entrada de la mítica Sima GESM. Donde aprovechamos para
hacer la 2ª parada técnica de la jornada.
Y allí estábamos nosotros comiéndonos el bocata en la
entrada de la tercera sima más profunda del planeta, que ha atraído desde su
descubrimiento gran número de expediciones espeleológicas de varias
nacionalidades, en varias ocasiones dirigidas por los míticos fundadores del
grupo espeleólogo de pasos largos: José Luis Badillo y Manu Guerrero. Habiéndose
llegado hasta la fecha a la cota 1.100m del abismo. Lo cual es un dato
impresionante, si tenemos en cuenta que 1.000 m de profundidad en una sima,
equivalen a los 8.000 m en alpinismo.
En el interior de la sima existen algunas formaciones de
gran dificultad técnica como el Gran Pozo de 115m de caída vertical y el Pozo
Paco de la Torre de 194m. Otras como la Sala de las Maravillas a 900m de
profundidad o el Lago Ere, casi en el fondo conocido de la sima, han asombrado
por su belleza a expertos espeleólogos de todo el mundo.
Sin abandonar esta cañada, unos 300 m mas allá en dirección
suroeste, es decir hacia el Torrecilla, llegamos a la entrada de la sima Honda de 132,7m
de profundidad, la Erótica de 103m, la de Horcajuelos de 22m o el Complejo Raja
Helada de 57m, entre otras, por lo que son muchas las posibilidades para la
práctica de la espeleología e incluso del espeleobuceo. En esta entrada nos
detuvimos mucho menos tiempo, porque aún nos quedaba un buen trecho y al ser la
primera vez que hacíamos esta ruta, no queríamos que nos pillara el toro.
A nuestra izquierda los mencionados tajos con oquedades de distintos tamaños, en una pequeñita la imagen de una virgen, protegida por una rejillas negras. Para no sufrir el vandalismo de algún hijo de puta que le ha arrancado la cabeza a la imagen de la Virgen de las Nieves que durante muchos años ha presidido el Pilar de Tolox al que llegamos en un instante. Imagen actualmente decapitada en la cuevecita donde ha estado siempre, sin hacerle ningún daño a nadie. |
Finalizada la breve parada para repostar agua en el Pilar de
Tolox, comenzamos la ascensión por el sendero tradicional, que a pesar de ser
muy transitado resulta muy fácil de perder, no digamos ya en época de nevadas. Ya
que la loma, si bien no da tregua en toda la ascensión, al no ser excesivamente
dura, se presta a atrochar algunos zig-zags o a haber creado senderos
secundarios, que a poco que te descuides te sacan del sendero oficial, donde de
vez en cuando nos vamos encontrando con las balizas verde, amarillo y blanco.
Acompañándonos hasta la mítica cumbre de 1.919 m, con el sol siempre de frente a nosotros deslumbrándonos a cada momento, techo
provincial de Málaga. Ya que La Maroma (2.065 m) en la alta Axarquía es mitad
malagueña, mitad granadina, por encontrarse en la línea interprovincial. No así
el Torrecilla que es 100% malagueña. Se trata de la ruta de montaña, junto con
La maroma, mas concurrido de toda la provincia. No digamos ya la clásica ruta
Quejigales-Torrecilla, que algunos días parece una auténtica romería. Motivo
por el cual, hemos dejado de visitarla con frecuencia y si lo hacemos es
realizando alguna variante como esta, muy poco frecuentada o en horario y circunstancias
muy determinadas.
Finalizada la obligada pausa en la cumbre con la
correspondiente sesión de fotos, y los lienzos de paisaje que nos permitían ver
las nubes que nos rodeaban, especialmente hacia el SURESTE, donde podíamos
distinguir muchos pueblos hacia la Hoya de Málaga, Valle del Guadalhorce y
Sierra de Mijas, pudiendo distinguir: Fuengirola, Alhaurín El Grande, Coín,
Málaga capital, Pizarra, Alozaina y o mucho mas cerca de nosotros en el
perímetro oriental del parque Yunquera.
Iniciamos el descenso por la divisoria de aguas que se
dirige hacia el SUR, es decir por la vertiente contraria por la que hemos
subido. Sin embargo, el dócil caminar por la loma, hace que nos confiemos y no
comprobemos el track durante unos minutos , llegando a una zona preciosa dignas
de un paisaje lunar, pero que una vez finalizada, nos lleva hasta el borde de
unas laderas demasiado empinadas.
Comprobado el track, que nos había pasado “El
mago Gandalf de la Serranía” nos damos cuenta que tenemos que regresar otra vez
casi hasta el mismo vértice geodésico, afortunadamente no habíamos perdido mucha
altura y en unos minutos volvemos a situarnos cerca del mismo.
Ahora sí, sobre
track y reorientados hacia el OESTE, iniciamos
un serpenteante descenso en plan eslalon gigante por una ladera con bastantes
lascas sueltas, en dirección hacia una loma que se ve muy por debajo nuestra,
marcando una trayectoria casi en línea recta hacia la muela del cerro Alcazaba.
Una vez que aterrizamos en esta dócil loma por la que
pasaremos junto algunos ejemplares jóvenes de pinsapo, tenemos ante nosotros
una profunda cañada que se interpone entre nosotros y el pinsapar de La Yedra,
justo en la vertiente contraria de esta cañada, hacia donde debemos dirigir
nuestros pasos.
Pero no de forma directa, sino desviándonos a la derecha, para
hacer una especie de herradura, acomodando nuestra trayectoria hacia la
vertiente contraria de la cañada de Pilones, que es la que tenemos delante y
que una vez hemos rebasado, debemos mantenernos ya de forma definitiva en
paralela a misma, quedando esta a nuestra izquierda.
La aproximación al Pinsapar de La Yedra es sin duda alguna,
el punto mas conflictivo de la ruta, porque en esta zona no existe la mas
mínima señal ni rastro de sendero. Si bien en el descenso que hacíamos desde el
Torrecilla, ya se vislumbraba el sendero angosto, pero muy bien dibujado que salía
del pinsapar hacia el sur, cuyo comienzo debemos encontrar.
Para ello, nada
mejor que adentrarse en el pinsapar, pero no por la parte de arriba, sino mas
bien por su parte media-baja. Digamos que a unos 40-50 m en paralelo al fondo
de la cañada que queda en todo momento en nuestro costado izquierdo, mientras
que a nuestra derecha quedará un gigantesco amasijo de troncos caídos por donde
resulta imposible transitar. Dejando atrás este caos de troncos caídos y
faldeando en todo momento la empinada y resbaladiza ladera, con el monte a la
derecha y el valle a nuestra izquierda, el panorama comienza aclararse poco a
poco, entre gigantescos pinsapos centenarios, pero muchos de ellos enfermos.
Aún así el lugar resulta de una belleza espectacular y salvaje, pero da la
sensación de abandonado a su suerte por los responsables del parque.
Cuando estamos a punto de abandonar las últimas líneas de
pinsapar, ¡por fin!, encontramos un sendero perfectamente trazado, que va a
mantenerse en paralelo a la Cañada de Quejigales quedando ésta a nuestra
izquierda, hasta que en un momento dado, el sendero abandona su dirección predominantemente SUR, por
dirección OESTE, manteniéndonos ahora en paralelo a la pista TOLOX-CONEJERAS,
que llevaremos unos 200 m por debajo nuestra un buen rato, mientras que el
Torrecilla que hasta ahora lo veíamos a nuestra izquierda, va a ir quedando a
nuestra espalda y la muela del Alcaza, durante un corto trecho frontal a
nosotros y poco después a nuestra derecha.
Mientras tanto, nuestro sendero se mantiene durante un largo
trecho sobre la misma curva de desnivel hasta que empieza aa descender en
cómodos zig-zags, devolviéndonos a la mencionada pista,
que tomaremos a la
derecha para empezar a caminar por ella en dirección OESTE, hasta que unos 2 km
mas allá llegamos a la Majada de Paco Agüera, completando el trazado circular
de una ruta montañera que nos dejó un magnífico sabor de boca a todos los
compañeros que coincidimos aquel día inolvidable.
Al día siguiente estuve en El Torrecilla, pero todavía me acuerdo del intento del año pasado que me dejó con las ganas de subir por ahí. Otro año será
ResponderEliminargracias por permitirnos disfrutar de tu compañia. Hasta el infinito y mas allá!
ResponderEliminarImpresionantes imágenes, unas fotos fantásticas
ResponderEliminarque paisajes! Felicidades por lo que hacéis!!
Un reportaje espectacular!!! Gracias por compartir. Hasta pronto.
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