viernes, diciembre 07, 2012

Ascensión al cerro Malaver (1.122 m) y visita a las ruinas de Acinipo


Ascensión al cerro Malaver (1.122 m)
Localidad de referencia: Montecorto (500msnm), asentada a los pies de su falda sur.
Punto de partida: desde el pinar que se encuentra junto a la plaza de la Iglesia, parte alta del pueblo.
Cómo llegar a Montecorto:
Situándonos en Ronda cogemos la A-376 dirección Sevilla y poco antes de llegar a la altura del embalse de Zahara, concretamente entre los km 101 y 102 de esta carretera, tenemos el desvío hacia Montecorto, donde llegamos en un instante, porque se encuentra a escasos 500 m de esta carretera principal.
Distancia aprox: 9 km
Desnivel aprox.  subida 700 m
Punto de partida: Junto a la iglesia de la Virgen del Carmen, muy cerca de la preciosa fuente del Dolmen.
Puntos mas elevados: cumbre sur (1.109 m) y cumbre norte del cerro Malaver (1.122 m)
Tiempo aprox. 4-5 horas
Nivel dificultad: Alto por tratarse de una de una ascensión prácticamente sin tregua, con fuertes pendientes en algunos tramos y un par de pasos de alambrada, si bien en ambos casos se pueden pasar por debajo.
Tipo suelo: sendero
Tipo de recorrido: circular.
Mapa: Mapa IGN, Montecorto 1.050-II
Participantes: Desde Sevilla vino Fabiola. Desde distintos puntos de la provincia de Cádiz vinieron: Juanlukita “El Pichichi de los techos provinciales”, con su amigo Pedro y su novia Nuria (los tres desde La Línea) y desde Jerez: Miguel Becerra. Desde Ronda: Jorge “Aterriza como puedas”. Desde distintos puntos de la Costa del Sol: Alberto, Joaquín, Patricia, Paco Jaime “El Sabio de Hortaleza”, Eduardo “El Profe”, Ilse “La Gacela de la Selva Negra”, Pepe Guerrero “El Maestro Geobotánico”, Juan Antonio Villalba “El Corsario de Sierra Almijara”, Manuel  Manzanares haciendo honor una vez maas sus apodo de “El Cartógrafo de su Majestad” y un servidor: Juan Ignacio Amador.
Recomendaciones:
1º) La referencia principal para cubrir la primera parte del recorrido y si se prefiere también el regreso es el sendero local pinar de Montecorto, cuyas pinturas verde y blanca (características de SL), nos serán de gran utilidad encontrándose perfectamente visibles en troncos y piedras.
2º) Si llevamos perros con nosotros, conviene llevarlos atadaos al pasar cerca de fincas ganaderas.
3º) Una vez finalizada la ruta merece la pena dedicar un rato a pasear tranquilamente por las bonitas y cuidadas calles del pueblo con sus cuidadísimas macetas y el manantial del nacimiento, que pondrá música acuática a nuestro bucólico paseo.
4º) Al tratarse de una ruta de media jornada se complementa perfectamente con la visita a las cercanas ruinas romanas de Acinipo “Ronda la Vieja” a la que llegamos directamente desde una carretera secundaria que parte desde el mismo lugar donde dejamos los vehículos para iniciar la ruta del cerro Malaver, una vez finalizada, además podemos almorzar o tapear en el cercano bar “La parada” y desde allí llegamos a Acinipo, tomando dirección Setenil y 7 km antes de llegar a esta localidad ya tenemos el desvío que nos llevan a las mencionadas ruinas.
Pinceladas sobre Montecorto:
Montecorto es uno de los 103 pueblos de la provincia de Málaga, concretamente se encuentra al borte de su perímetro occidental a 500 msnm. En 2009 contaba con 667 habitantes. Es el último pueblo de la provincia de Málaga cuando tomas la carretera A-376 de Ronda hacia Sevilla. Su término municipal linda con el de Ronda, a quien perteneció como pedanía hasta el año 2002. Y por el sur y oeste limita ya con la provincia de Cádiz concretamente con los términos municipales de El Gastor y Grazalema. De hecho una parte del término municipal de Montecorto está incluida dentro del Parque Natural de Grazalema, declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco y zona de Especial Protección para las aves denominada "ZEPA"
Debido a la fertilidad de sus tierras y a la abundancia de agua, numerosos pueblos se asentaron en la zona, poseyendo ricos vestigios que lo atestiguan y que se lucen en su escudo heráldico, donde lucen los elementos mas emblemáticos de Montecorto, como: el Dolmen del Chopo y de la Angostura, la piedra de sílex (en Montecorto se localiza un gran “taller” de sílex de gran calidad), el Castillo del Moral (que observaremos a la derecha del tramo mas alto del sendero del pinar; una fortaleza musulmana destruida por los Reyes Católicos tras la toma de Ronda), y el fruto principal de la huerta de Montecorto: la breva. El último elemento es el agua por su cantidad de fuentes.

Además, Montecorto se encuentra a menos de 9 kilómetros (en línea recta) del lugar de la Península Ibérica donde se dan las mayores precipitaciones anuales: Grazalema. En esta zona se produce un fenómeno natural que hace que las borrascas atlánticas que suelen entrar por el Golfo de Cádiz descarguen enormes precipitaciones sobre toda la sierra, llegándose a alcanzar máximos anuales superiores a los 4.000 litros por metro cuadrado y medias de más de 2.000 litros. Las últimas inundaciones históricas que se recuerdan datan de 1949 y 1963. 
Breve descripción del recorrido:
Al entrar en Montecorto por su calle principal, llegaremos a la parte alta, concretamente a la Iglesia de la Virgen del Carmen, pudiendo aparcar los vehículos a la entrada del pinar que nos encontramos a escasos metros. Allí mismo veremos una señal que nos indica piscina y polideportivo municipal, que es la dirección que debemos tomar, en unos instantes dejaremos el polideportivo a nuestra izquierda nada mas dejarlo atrás abandonaremos la pista asfaltada por la que vamos caminando para adentrarnos en el pinar por un ancho sendero, en cuyo inicio una doble tablilla con letras amarillas nos indica “Sendero del pinar de Montecorto”, un rudimentario trazado de la ruta sobre imagen Google Earth y un cartelito de prohibido hacer fuego. La pendiente es continua y pronto entraremos en calor.
Superados los primeros 500 m de recorrido, llegaremos a un pequeño rellano, que nos encontramos plagado de lirios, siendo el hito visual mas significativo una higuera situada junto a las ruinas de un cortijo que aprovechamos para visitar de la mano expertaa del catedrático de Geobotánica el “Doctor Don José Guerrero” que nos hizo una reconstrucción en plan “Expediente X” de cómo sería la vida en aquel cortijo en sus tiempos de gloria.
Que actividad se desarrollaba en cada una de sus estancias y de repente cogió una piedra del abundante “silex o pedernal” tan característico de Montecorto improvisando una larga lista de utilidades para las que ha sido trabajada esa piedra a lo largo de la historia desde puntas de flecha o lanza para la caza en la prehistoria hasta tarjetas de microships en pleno siglo XXI.
Retomada la marcha el sendero continúa siempre hacia arriba desde el mencionado llano, donde también nos encontramos con los restos de una era, ya prácticamente cubierta por la abundante hierba. Poco después, debemos estar atentos para no pasar de largo, una indicación de hito de piedras y pintura verde y blanca, que nos indican que el camino a seguir es a partir de aquí senderito estrecho de los que ponen al grupo en fila india, ganando altura a cada paso. En un momento dado el angosto sendero dibuja una cerrada curva a la izquierda, donde empezamos una sucesión de zig-zags que nos lleva hasta una alambrada, que no debemos saltar. Porque a partir de este punto el sendero se mantiene paralelo a esta alambrada que llevaremos en todo momento a nuestra derecha hasta que llegamos a la zona alta de este “SL sendero del pinar de Montecorto” que de continuar hacia la izquierda iniciaríamos el descenso hasta completar su anunciado trazado circular.
No obstante, nosotros continuaremos hacia arriba, tal y como señala una piedra en el suelo con un simpático dibujo, donde también con pintura verde y blanca han dibujado una cámara y una flecha que nos indica a unos 100 m ladera arriba. 
En cualquier caso, no hay périda porque continuamos ascendiendo en paralelo a la valla que tenemos a la derecha, tras la cual y a unos 300 m aprox. vemos una imponente muela rocosa sobresaliendo de la ladera, donde estuvo situada la fortaleza árabe mas tarde conocida como, castillo del Moral, que es el que aparece en el escudo heráldico de Montecorto.
Una peña aparentemente inaccesible por sus escarpados tajos, pero que sin embargo, si nos fijamos, tiene instalado un elaborado sistema de escalerillas, que nos incita a saltar la valla que nos separa del mismo para visitarlo. No obstante, conviene recordar que se encuentra dentro de la finca privada del cortijo del Moral, cuyo dueño tiene fama de ser muy intransigente, incluso con las autoridades de Montecorto, para que nadie pase por su finca. Una pena porque históricamente esta es la misma persona que desde hace muchos años ha echado por tierra la posibilidad de hacer cumbre en el cerro Malaver, creando una especie de leyenda negra de esta montaña, que precisamente por ello ha hecho que quede fuera de la agenda de muchos excursionistas en los últimos años. Sin embargo, estamos seguro estamos completamente seguro, que si al menos se estableciera un cupo de visitas con un teléfono o correo electrónico donde se pudiera solicitar la correspondiente autorización para visitar el castillo del Moral, con la opción de poder prolongar la excursión hasta las dos cumbres del cerro Malver, con las debidas angarillas y siempre desde el máximo respeto y cuidado hacia la propiedad privada y el medio ambiente, estamos completamente seguros, que la localidad de Montecorto se vería muy beneficiada por el incremento de visitantes. Pues sin duda alguna esta excursión competiría en belleza, espectacularidad e interés histórico y paisajístico con El Lagarín y las Grajas de la vecina localidad de El Gastor.
Retomando la descripción del recorrido, ladera arriba al llegar a un collado, que supuestamente es el mirador y punto mas alto del “SL sendero del pinar de Montecorto”, tenemos unas panorámicas extraordinarias hacia el sur con las sierras principales del parque natural Sierra de Grazalema, pudiendo distinguir perfectamente las cumbres principales del mismo siendo de izquierda a derecha: Reloj, Simancón y Corona de Los Yedrales de la sierra del Endrinal, el San Cristóbal, la crestería de la sierra del Pinar, sierra Margarita, el peñón de Los Toros y mas al oeste, suroeste el Lagarín (ó Algarín) y Las Grajas mas cercanos a nosotros y mucho mas próximos al embalse de Zahara de la Sierra, localidad de la que podemos distinguir parte de su casco urbano al otro lado del embalse, justo a la izquierda del cerro de Las Grajas.
Éste collado sería el punto de retorno si sólo queremos hacer el “SL sendero del pinar de Montecorto”, sin embargo, nuestras intenciones eran hacer cumbre en el cerro Malaver, por lo que sin ninguna dificultad, hicimos un cuerpo a tierra para pasar por debajo de la alambrada que teníamos ante nosotros y a partir de aquí giramos, ligeramente a la derecha, dirección este, noreste, para dirigirnos hacia la base de la primera cumbre del cerro del Malaver, a través de un campo de retamas y algo de matorral bajo, que atravesamos sin problemas, llegando en escasos minutos a la base de la primera cumbre que rodeamos por la derecha, iniciando su ascensión, al tiempo que vamos rodeando su cara este, con la peña del castillo del Moral a tiro de piedra unos 200 m a nuestra derecha, pero la tenacidad de la valla metálica que llevamos justo a nuestra derecha nos persuade de realizar el intento, por lo que continuamos ascendiendo hasta llegar a su cumbre tras remontar una pedregosa ladera, con una corta, pero empinada pendiente que pone a prueba nuestra forma física. 
El idílico paraje y las vistas de alrededor bien justifican la ascensión hasta esta primera cumbre sur (1.109 m) del Malaver, y por su puesto la parada de rigor.
Abandonamos la cumbre en dirección norte y lo primero que nos encontramos es otra valla, que en nuestro caso fue la última. En este caso podemos escoger entre otro cuerpo a tierra o una ascensión por su malla cuadrada, superando la parte alta agarrándonos a la rama de una encina que nos aporta seguridad para pasar al otro lado, preferentemente con la ayuda de otro compañero para aterrizar sin problemas. 
Una vez superada la valla, solo nos queda bajar al pequeño valle que se forma entre las dos cumbres, siguiendo en casi todo momentos senderos de cabra y a partir de ahí, emprendemos una ascensión mas corta, pero mucho mas empinada, hasta el lugar donde se encuentra el vértice geodésico. Al llegar a esta cumbre norte donde se encuentra el vértice geodésico (1.122 m), aunque ya teníamos encima el anunciado frente nuboso, dada, la ausencia de lluvia y viento y con una nitidez de atmósfera espectacular pudimos disfrutar de vistas magníficas a nuestro alrededor. 
A las cumbres ya mencionadas del parque natural sierra de Grazalema al sur, podemos añadir la localidad de Grazalema a la izquierda dee fácilmente distinguible Peñón Grande. A los pies de la ladera norte del cerro Lagarín la localidad de El Gastor. Hacia el oeste Algononales a los pies de la sierra de Líjar. Al noroeste los tajos anaranjados del Peñón de Zaframagón. Al norte la localidad de Olvera y justo a su derecha la sevillana localidad de Pruna con la sierra del Terril, mas a la derecha. Al noreste mucho mas lejanas se apreciaban el Huma, Capilla y Camorro Alto. Al este la Mesa de Acinipo y completando el círculo, al sureste la localidad de Ronda por encima de la cual aparecía la silueta de la Sierra de Las Nieves.
Una vez finalizada la pausa del bocadillo y sesión fotográfica, siguiendo la sugerencia de Manuel Manzanares, que para eso es “El Cartógrafo de su Majestad”, abandonamos la cumbre sobre nuestros pasos, pero sólo hasta la cabecera del valle que se forma entre las dos cumbres y a partir de aquí descendemos a nuestra derecha, es decir en dirección oeste, atrochando los esporádicos senderos de cabras que tienden a mantenerse en la misma curva de desnivel, mientras que nosotros afrontamos el descenso de una forma mucho mas directas entre retamas y preciosos bosquetes de encinas,
con vistas frontales hacia los cerros del Lagarín y las Grajas, pero con tendencia a bajar de forma perpendicular hacia nuestra izquierda, hasta que unos 500 m ladera abajo llegamos a una pista terriza, que tomaremos a nuestra izquierda, dirección sur.
 Una vez en la pista, y ya sin pérdida posible nos llegamos al cortijo del Ahorcado, donde nos sorprendió comprobar como tenían cortado lo que teóricamente es un camino público, con un recinto acondicionado para las vacas y cerdos junto a dicho cortijo. 
Si bien es cierto, que tras una respetuosa petición de permiso para pasar, nos abrieron la angarilla sin problemas, continuando nuestro cómodo descenso hacia Montecorto, con vistas hacia la sierra del Pinar, atravesando un paisaje de dehesas donde abundan las encinas, dedicado a la ganadería. Mas adelante comenzamos a llevar a nuestra izquierda el pinar por el que habíamos ascendido. 
Hasta que un kilómetro antes de llegar a Montecorto, la pista por la que vamos, se toca en un determinado punto con el ramal del “SL sendero del pinar de Montecorto”, que desechamos para regresar y que ahora sí escogemos para volver a adentrarnos en el pinar por el que completamos nuestro último kilómetro de recorrido, pasando junto al hito de los 12 pilares (abrevaderos) y ya en las encaladas calles del pueblo con macetas que lucían una gran variedad y cantidad de flores de jardín, el lugar conocido como El Nacimiento, llegando minutos mas tarde al punto de inicio, aprovechando la ocasión para tomar unas merecidas tapas y cervecita en el bar La Parada, donde tenían exibido este impresionante ejemplar de "batata".
Visita a las Ruinas de Acinipo:
Una vez de vuelta a los coches, tomamos la carretera secundaria que parte desde allí mismo, tomando dirección Setenil y 7 km antes de llegar a esta localidad ya tenemos el desvío que nos lleva directamente a las mencionadas ruinas. En unos 20 minutos ya nos encontrábamos en el aparcamiento frente a la entrada de las ruinas de Acinipo, también conocida como Ronda la Vieja, que nos encontramos muy desangelada, se echan de menos paneles informativos como los que nos encontramos por ejemplo en las ruinas de Bobastro o en el castillo de la Estrella de Teba o las ruinas Itálica en Santiponce (Sevilla). No obstante, supuestamente la mayoría de los restos apreciables en Acinipo son de época romana.
Sin duda alguna el edificio mejor conservado y por ello imagen característica de Acinipo cada vez que la consultemos en internet, será ver su famoso teatro y graderío. Lugar hacia el que todos los visitantes nos dirigimos como si de un gigantesco imán se tratara nada mas entrar en las ruinas.
Sin embargo, ni siquiera aquí nos encontramos con un panel explicativo, ni mucho menos un plano que nos ayudara a identificar las ruinas junto a las que íbamos pasando. Si bien en la parte central del yacimiento, se observa lo que pudo ser el foro o la plaza central de Acinipo, un enclave de especial importancia en la tradición romana, ya que era el centro de la actividad social, económica, política y religiosa. Dentro del área amurallada, se podían presenciar otros edificios de uso civil, como las termas. De ellas, se conservan tres piscinas. Éstas se encuentran nada mas entrar, unos 200 m a la izquierda.
También son apreciables restos de columnas de varios templos, que eran lugares de culto del antiguo Acinipo. El que la localidad contase con tantos servicios, nos habla del auge y fuerte desarrollo que alcanzó la ciudad en los tiempos del Imperio Romano.
El terreno donde se encuentra es de gran fertilidad agrícola. Habiéndose hayado muestras pertenecientes a la Edad del Cobre y a la del Bronce. El momento de mayor esplendor de Acinipo su ubica en el siglo I d.C. Aunque se le conoce con el sobre nombre de “Ronda la Vieja” la verdad es que las ciudades, Acinipo y Ronda, con el nombre de 'Arunda', coexistieron en el tiempo.
Curiosamente nos encontramos con abundantes caballos sueltos en la pradera que existe por encima de las gradas del teatro, así como un gran rebaño de ovejas cerca del vértice geodésico de la Mesa de Acinipo que también visitamos y que al interés histórico y arqueológico del lugar, aporta unas vistas magníficas de los alrededores.





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