Ruta homenaje a Valentín: Circular
Lagar de Torrijos-lagar de Chichilla-Mirador de Pocopán-las Contadoras-Lagar de
Torrijos
Entorno: Parque
Natural Montes de Málaga
Localidad de referencia: Málaga
capital (antigua carretera hacia Colmenar)
Longitud aprox. del recorrido: 12 km
Duración aprox: 5-6 horas
Desnivel: 250 m
Dificultad: baja
Tipo
suelo:
pista terriza y canchal, la mayor parte de la ruta discurre por terreno muy
rocoso.
Hora puesta de sol y ciclo lunar: 19.00, recién iniciado el ciclo de cuarto creciente.
Fecha: domingo 2 de
diciembre de 2012
11 Participantes: Los coordinadores Vicky y Juan Antonio Mena, que vienen junto con su hija Ana,
además de con su amigo Paco “El Lince de Pocopán”, Guillermina, Paco Leal,
Auro, Ana, María, Nacho y Juani.
El Parque natural de los Montes de
Málaga: Otro de los lugares favoritos de Valentín, que era gran conocedor
de este espacio protegido en el que hizo el seguimiento de varias parejas de
águila, aquí durmió numerosas noches a la intemperie y bien a pies o bien con
su bicicleta se recorrió todas sus veredas y caminos, asegurándonos que una vez
llegó a inventariar casi 200 lagares entre los que aún están en pié y los que
ya hoy sólo son ruinas.
La realidad de este espacio está muy ligada a la necesidad
de habitar los nuevos territorios conquistados en el siglo XV, tal y como se
venía haciendo por parte de familias cristianas del norte desde el inicio de la
reconquista, en este caso correspondiente a la última etapa por parte de los Reyes Católicos en 1.487. El
reparto de las tierras entre los vencedores dio lugar a la sustitución de los
bosques mediterráneos por cultivos principalmente de viñas, almendros y olivos,
con el pretexto de alcanzar un mayor rendimiento económico. A partir de este
momento comienza a surtir efecto la maldición contra los conquistadores que hasta
fechas recientes, han padecido fuertes inundaciones que asolan la ciudad de
Málaga. Estas alcanzan tal gravedad que varias son las medidas dictadas por los
reyes posteriores para limpiar de sedimentos la desembocadura del Guadalmedina.
Con el desarrollo de las nuevas tecnologías se aborda el problema de los
desbordamientos del río, construyéndose el embalse de Agujero y posteriormente
el del Limonero, realizando sucesivas repoblaciones forestales a partir de los
años treinta. Estas actuaciones configuran definitivamente el Parque Natural.
Esta sierra de media montaña, con
alturas comprendidas entre los 100 y 1.100 m aproximadamente, presenta
desniveles apreciables. Además, su proximidad al mar Mediterráneo le
proporciona temperaturas suaves y altos grados de humedad, apreciándose varios
microclimas dependiendo de la altura y sus vertientes.
La mayor extensión de la superficie está ocupada por los bosques de pino
carrasco, fruto de las actuaciones antes comentadas. Sin embargo estas
repoblaciones muestran marcadas diferencias de desarrollo, incluso en aquellas de
la misma época por las diferentes condiciones de clima y suelo antes
mencionadas.
En la zona norte se aprecian pinos carrascos mezclados con encinas, alcornoques y quejigos, especies mediterráneas que colonizaban este espacio antes de su degradación y que ahora reclaman un espacio para devolver a esta sierra su arboleda original. La fauna es apreciada es apreciada por los elementos que se encuentran en peligro de extinción, siendo una de los escasos enclaves en los que se localiza en la actualidad el camaleón. También habitan el turón, la comadreja, el gato montés, la garduña y el jabalí. Entre las rapaces que con su majestuoso vuelo surcan las cimas de los montes se observan águilas culebreras y calzadas, azor, ratonero y el búho real, la rapaz nocturna de mayor tamaño, muchas parejas de estas especies fueron estudiadas por nuestro querido Valentín haciendo un seguimiento de numerosas parejas en época de nidificación, tomando apuntes de campo tras largas horas de paciente espera.
Varios son los recorridos que se pueden realizar en el espacio y en los que es posible admirar toda la belleza del mismo. Existen dos zonas de acampada, en el Parque de Torrijos con entrada por Fuente de la Reina, y en El Cerrado. También son muy abundantes las 'ventas', a lo largo de la carretera que sube al Puerto del león y mas allá desde la capital, donde se pueden degustar los embutidos y platos típicos acompañados del vino de la comarca. En la festividad de San Juan y Santiago, así como el 28 de Diciembre, se pueden contemplar la famosa fiesta de los 'Verdiales', baile típico de gran tradición y belleza. El cultivo de la vid trajo prosperidad a la zona, creándose industrias asociadas a esta actividad como la de tonelería. A finales del siglo XIX es cuando se produce la decadencia del cultivo al verse afectada por la enfermedad de la filoxera, que ataca a la uva. En la actualidad esta actividad es marginal, realizándose dentro del Parque aún de forma tradicional la 'pisa' en el lagar de los Torrijos, así como la obtención del vino denominado de 'los montes', con una finalidad más bien demostrativa y de exposición.
El espacio ofrece recursos naturales como la madera, leña, corcho, ganadería, especies cinegéticas, etc. Sin embargo, su función más representativa está muy relacionada con su cercanía a Málaga capital, de ahí el nombre del parque, convirtiéndose en el auténtico pulmón de la ciudad. Bibliografía: http://www.rutasyviajes.net
En la zona norte se aprecian pinos carrascos mezclados con encinas, alcornoques y quejigos, especies mediterráneas que colonizaban este espacio antes de su degradación y que ahora reclaman un espacio para devolver a esta sierra su arboleda original. La fauna es apreciada es apreciada por los elementos que se encuentran en peligro de extinción, siendo una de los escasos enclaves en los que se localiza en la actualidad el camaleón. También habitan el turón, la comadreja, el gato montés, la garduña y el jabalí. Entre las rapaces que con su majestuoso vuelo surcan las cimas de los montes se observan águilas culebreras y calzadas, azor, ratonero y el búho real, la rapaz nocturna de mayor tamaño, muchas parejas de estas especies fueron estudiadas por nuestro querido Valentín haciendo un seguimiento de numerosas parejas en época de nidificación, tomando apuntes de campo tras largas horas de paciente espera.
Varios son los recorridos que se pueden realizar en el espacio y en los que es posible admirar toda la belleza del mismo. Existen dos zonas de acampada, en el Parque de Torrijos con entrada por Fuente de la Reina, y en El Cerrado. También son muy abundantes las 'ventas', a lo largo de la carretera que sube al Puerto del león y mas allá desde la capital, donde se pueden degustar los embutidos y platos típicos acompañados del vino de la comarca. En la festividad de San Juan y Santiago, así como el 28 de Diciembre, se pueden contemplar la famosa fiesta de los 'Verdiales', baile típico de gran tradición y belleza. El cultivo de la vid trajo prosperidad a la zona, creándose industrias asociadas a esta actividad como la de tonelería. A finales del siglo XIX es cuando se produce la decadencia del cultivo al verse afectada por la enfermedad de la filoxera, que ataca a la uva. En la actualidad esta actividad es marginal, realizándose dentro del Parque aún de forma tradicional la 'pisa' en el lagar de los Torrijos, así como la obtención del vino denominado de 'los montes', con una finalidad más bien demostrativa y de exposición.
El espacio ofrece recursos naturales como la madera, leña, corcho, ganadería, especies cinegéticas, etc. Sin embargo, su función más representativa está muy relacionada con su cercanía a Málaga capital, de ahí el nombre del parque, convirtiéndose en el auténtico pulmón de la ciudad. Bibliografía: http://www.rutasyviajes.net
Una vez que llegamos
al aparcamiento del lagar de Torrijos, entramos en el mismo, convertido en la actualidad en un museo etnográfico que
nos ilustra con un buen número de aperos de labranza y rudimentarios molinos y
tornos, los procesos de elaboración del vino y del aceite, además de esa forma
de vida, no tan lejana, que conocieron nuestros padres, al menos los padres de
quienes ya tenemos cierta edad. En el Lagar de Torrijos, Valentín disfrutaba
enormemente explicándonos, cada uno de los artilugios que íbamos viendo, pues
la mayoría de ellos los conocía perfectamente de sus años de infancia en
Villaviciosa de Córdoba y posteriormente en Puertollano.
Finalizada la visita
al Lagar de Torrijos descendemos hacia su área recreativa e iniciamos la ruta
por el idílico sendero que discurre en paralelo al arroyo Chaperas,
bajo la
sombra de su arboleda que en muchos casos nos daban la bienvenida con sus
tonalidades otoñales hasta cruzar el pequeño puente de madera, que nos devuelve
a la pista, tipo de calzada por la que va a discurrir la mayor parte del
recorrido.
El siguiente hito del
recorrido son las ruinas del Lagar de Santillana, como testimonio de otros
tiempos aún queda la tremenda piedra de molienda que siempre fotografíamos al pasar y poco
después llegamos al cruce en forma de “Y” que de coger a la izquierda nos lleva
al Mirador Martínez Falero, comenzando a cerrar el círculo de lo que sería la
versión reducida de nuestra ruta.
Escogiendo en nuestro caso el ramal de la
derecha que en pocos minutos nos sitúa a la altura del lagar de Chichilla, uno
de los enclaves favoritos de Valentín en este espacio natural, aquí aprovechaba
para comentarnos historias y anécdotas del mismo, como la antigua fabricación
de perfume que en este lagar se realizaba. Frente a este Lagar se nos une un
bonito perro labrador de pelo entre
blanco y canela, que se convierte en uno mas de la ruta, que en amena charla y
grata compañía continuamos ahora sí en suave ascensión por la pista.
Pasando junto a las
ruinas de un lagar, que además de palmeras, tiene un cedro del Líbano y otras
especies, así como un gran pino caído, aprovechando la ocasión para hacer un
alto en el camino, la típica foto en el tronco y otra mas junto a la puerta que
aún queda en pié donde podemos ver a nuestra compañera Ana junto a nuestro
misterioso compañero de ruta, de profunda y noble mirada.
Reiniciada la marcha
continuamos por la pista que cuya pendiente comienza a empinarse y mucho mas
cuando tomamos el cortafuegos hacia nuestra izquierda, afrontando un tramo
recto y en subida permanente de unos 400 m de longitud que nos sitúa en la
idílica pradera del Mirador de Pocopán, donde poco a poco cada compañero va
llegando a su ritmo. Tras un agradable almuerzo al solecito otoñal con vistas
hacia Málaga capital y su puerto con el Mediterráneo cerrando el horizonte al
sur, nos ponemos a localizar un lugar propicio para plantar la encina, bajo la
sombra de una retama, unos 50 m al sureste del Mirador de Pocopán, que al igual
que el día anterior protegemos con un pequeño murete de piedra a su alrededor y
esta vez, bastantes mas palitroques de protección para salvaguardar a la joven
encina de la voracidad de las cabras, mientras nuestro misterioso amigo, el
perro blanco que nos ha acompañado hasta aquí desaparece misteriosamente.
Una vez plantada la
encina, nos acercamos a la casa de piedra del mirador de Pocopán y junto a un
ventanuco de su pared norte, desde donde se contempla la Peña Negra, pegamos la
placa gemela a la del día anterior en el monte Huma, donde escogimos el
magnífico montaje que con todo su cariño preparó nuestra “Imparable Rosa” en el
DVD que con todo nuestro cariño le regalamos a Valentín y a cada uno de sus
hijos, en la Fiesta Sorpresa que le dimos en diciembre de 2010.
Finalizada la
colocación de la placa, foto de grupo para inmortalizar el momento y descenso
por el cortafuegos de la vertiente sureste, para inmediatamente después tomar
la vereda de la Umbría de Contadoras, hasta llegar al enclave de este mismo
nombre, desde donde tomamos el ramal de pista mas corto que nos lleva de vuelta
al lagar de Torrijos, aprovechando este último tramo del recorrido pra
degustar los madroños que en repetidas ocasiones nos proporciona Paco Leal.
Me alegro de ver cómo crecen Nacho y Ana. Supongo que lo pasarían bien (y María; me ha gustado la foto de Nacho sobre la piedra de molino.
ResponderEliminarImagino que querras decir: Ana, la hija de Juan Antonio Mena, sobre la piedra del Molino.
ResponderEliminarUn saludo.
hoy he visto una foto de Valentín en la ruta por los Montes de Málaga y se me han saltado las lágrimas, he escrito esto un poco después.
ResponderEliminarA MI AMIGO VALENTÍN.
ResponderEliminar"a las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de mucas cosas,
compañero del alma, compañero." M. Hernández.
Tu hablabas por los codos, viejo amigo....
¡Pero cúan y qué sabroso platicabas!
Por haberte conocido a Dios bendigo,
siempre te llevo dentro de mi alma.
Amigo Valentín, amigo mío,
hoy siento dentro el frío de la escarcha,
amigo mío, viejo amigo mío....
hoy siento el hielo de tu retirada.
Quisiera darte vida, amigo hermano
y compartir contigo otra montaña
y sentir que estrechamos nuestras manos
al principio y al fin de la escalada.
Amigo bueno, y mas que bueno noble,
de nobles sienes y barba plateada,
de voluntad férrea y fuerte como un roble,
Séneca del Monte, Rey de la Montaña.
¿Adonde te ha llevado el cruel destino?
¿Por qué senderos andas, buen samaritano,
que arriesgabas tu vida por tu amigo
sin mirar si el peligro te rozaba?
Hoy quisiera morir solo una hora
para verte en el Cielo y abrazarte
y pedirle a Jesús misericordia
para resucitarte y regresarte.
Mi madrecita buena de mi alma,
es también como tú de Puertollano,
¿Por qué tú siendo tan bueno como ella
no cumples pronto sus ochentaycuatro?
Pido a Cristo por mí (me he persignado)
para aguantar la brecha de tu muerte,
del afán de quererte y no tenerte,
del hueco que sentimos, viejo hermano.
Tu pisas ya campos siempre peremnes,
de flores adornado por guirnaldas,
subes a cumbres de un cielo más brillante,
bajas a ríos donde te besan náyades.
Tú que jugaste en el Calvo Sotelo
y el balón dominabas con gran arte,
eres estrella ahora en el Club Cielo,
ángelas gritan para enamorarte:
" ¡el gol de Valentín es deslumbrante!"
Absjo tus amigos nos quedamos
ya nunca, buen hermano te olvidamos
en cada ruta vamos recordando
tus chistes, tus proezas y tus saltos.
Un hasta luego, que es un hasta siempre,
espérame en la cumbre del Parnaso;
algún día, también yo lograré verte
y gritaré en la hora de mi muerte:
"¡ A tí voy, Valentín, mi viejo hermano!".
De tu amigo Carlos.
Querido amigo Carlos:
ResponderEliminarTenerte como amigo es un auténtico lujo y vide Dios que este poema tuyo es una de tus obras maestras. Imposible leerlo, sin que se me salten las lágrimas cada pocas estrofas, todas ellas maravillosas.
Recibe mi mas fuerte abrazo.
Juani
Hola Carlos:
ResponderEliminarcoincido con Juani en que es imposible leer esta preciosa elegía sin que se salten las lágrimas. Es una preciosidad literaria lo que has creado, pero más grande y precioso es tu corazón por haber dado forma escrita a estos versos que brotan de tan noble corazón como el tuyo. Muchísimas gracias por el cariño y amistad que siempre le has brindado a mi padre.
Un fuerte abrazo.
Verónica García Prior (hija de Valentín).