jueves, febrero 07, 2019

Circular Ojén-Picacho de Los Castillejos- Puerto de la Viborilla-tajos Negros-Ojén


Hora y punto de encuentro y cómo llegar al inicio de ruta:  A las 9:00 am ya DESAYUNADOS, en la explanada donde hay un pequeño parque infantil, a la izquierda de la carretera A-7103, unos 200 m mas allá de las últimas casas de Ojén, tal y como salimos del pueblo en dirección Monda. Desde esta explanada. Desde esta misma explanada, parte una calle asfaltada que no es otra que el Paseo Chifle, que unos 400 m mas allá nos lleva a una bifurcación, ya en la parte alta del casco urbano de Ojén, tomando nosotros el ramal de la derecha, que es la calle "Paseo del Nacimiento", que finaliza en una curva cerrada, de cuya zona exterior parte una pista parcialmente hormigonada que unos 500 m mas allá nos lleva hasta la cancela de entrada del Jardín Botánico del Cerezal, sin margen de error.
Aunque en nuestro caso, tuvimos que dejar nuestros coches aparcados, junto a las casas que había antes de llegar a esa mencionada curva cerrada, porque nos encontramos con el camino cortado, al estar todavía recién realizados los últimos arreglos del camino, que hicimos a pie.
Entorno:
Sierra Canucha y sector Central y Oriental de Sierra Blanca (la totalidad de la ruta discurre por el t.m. de Ojén, al igual que la clásica ruta del Refugio de Juanar a La Concha, salvo los último metros previos a la Concha, que ya pertenecen a Marbella)..
Localidad de referencia (Inicio y final de ruta): Ojén (Málaga)
Cómo llegar:
A la localidad de Ojén se llega por la A-7101, que es la carretera que va desde la Autovía del Guadalhorce hasta Marbella.
El pueblo de Ojén  es un lugar pintoresco y de un blanco deslumbrante que se encuentra a camino entre los municipios de Monda y Marbella;  a  54 Kms. de Málaga capital (50 minutos en coche) y a 9 Kms. del centro de Marbella (15 minutos).
Ficha de ruta:
Distancia aprox. 19 Km
Desnivel acumulado subida: 1.300 m.
Desnivel acumulado bajada: 1.300 m.
Nivel de Dificultad Física: Por el desnivel a superar.
Nivel de Dificultad Técnica: Bajo, los metros finales del Picacho de Los Castillejos es muy sencillo y poco expuesto, así como el destrepe desde la cumbre sur de Los tajos Negros, fácilmente salvables con un rudimentario "autoculing".
Punto más elevado: Picacho de Castillejos (1.238 m)
Tiempo aproximado: 9 horas
Tipo suelo: Casi el 80% senderos terrizos y pedregosos, 10% sendero-torrentera o directamente curso seco de arroyo, 5% pista terriza u hormigonada y 5% lapiaz en zona de cumbres (castillejos y tajos Negros)
Tipo de recorrido: Circular
Fecha y meteorología: Sábado 2 de Febrero 2019, Tras un viernes lluvioso, toda la madrugada estuvo lloviendo en la zona hasta minutos antes de empezar la zona, en que el cielo empezó a despejarse, cumpliéndose el pronóstico de aquel día para toda la zona con cielos despejados y alguna que otra nube de evolución. ¡Eso sí!, la máxima de aquel día no sobrepasó los 10ºC en ningún momento, que al atravesar alguna zona de umbría con predominantes vientos de poniente norte, cercanos a los 30 km/h, nos hacían sentir una sensación térmica por debajo de los 5ºC. Aunque en los tramos soleados, como fueron la mayoría, y en movimiento, la temperatura era ideal para una gran caminata. Fue de los pocos días, que a casi todo el mundo le sobró bebida al llegar al final de ruta.
Participantes: Desde Sevilla vinieron Ángel González “El Gladiador de Itálica”, “El Indomable Jaime” y su amigo Manuel Tinas Arjona (invitado del club Poqueira). Desde Ronda vinieron Carmen “la bandolera del Burgo”, Antonio Jaramillo (del "Club 101 de la Legión"). Desde Monda: nuestros guías y anfitriones Antonio Pascual “El Último Patriota”, Fran JJ y Juan “Dos Hombres y un destino” y Diego, también del club Trotamonda. Y desde distintos puntos de la Costa: Don José Guerrero “El Maestro Geobotánico”, Lourdes Rasores, Mabel “Libre y Salvaje”, Maria José Fernández “La Alpinista”, El Padre Carras, Juan Antonio Villar, Pepe Valenzuela “Mister Chip”, Jose Luis García Criado y el que suscribe.
Bibliografía:
http://www.ojen.es/
http://www.malaga.es/es/turismo/tradiciones/lis_cd-3655/historia-ojen
El karst en los mármoles alpujarroides de las Sierras Blanca y de Mijas
(Bartolome Andreo, Francisco Carrasco, Jesúsu Cuenca, Alejandro Téllez e Iñaki Vadillo).
https://malagapedia.wikanda.es/wiki/Sierra_Blanca_(Oj%C3%A9n)
Principales alicientes del itinerario:
Esta es una ruta preciosa que nos sorprenderá por la gran variedad paisajística tanto a nivel de flora, como de geología. Además nos permite disfrutar de unas vistas sorprendentes de gran parte del entorno de las Sierras Blanca y Canucha, así como de otras sierras cercanas y algunas más lejanas como el Torcal de Antequera, Huma, Capilla, una panorámica privilegiada de la cara sur del Torrecilla, así como de amplias franjas del litoral de la Costa del Sol Occidental, que unido a la verticalidad de los Tajos Negros y privilegiada panorámica de la que podemos disfrutar desde Los Castillejos con la crestería de Los Cuchillos, así como otros parajes preciosos del tramo central de la ruta o el Jardín Botánico del Cerezal, compensarán sobradamente el esfuerzo que tengamos que realizar para completar esta “ruta PREMIUM”.
Track de referencia:
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/circular-ojen-pico-caatillejo-puerto-viborilla-tajos-negros-ojen-32739455
Pinceladas de Ojén:
Los primeros pobladores de lo que hoy es el término municipal de Ojén se remontan al hombre de Neandertal (Paleolítico Medio) aunque también se han encontrado pruebas contundentes de asentamientos del Neolítico en la Cueva Pecho Redondo.
No se han encontrado noticias escritas sobre asentamientos romanos, pero se cree que durante la época del Bajo Imperio Romano había, en este término, un poblado dedicado a la explotación agrícola y ganadera.
Poco después de la invasión Musulmana en el 711, se comienzan a tener noticias de los primeros asentamientos en Ojén, que con el paso de los siglos venideros iría adaptando una traza morisca cada vez más marcada, llegó a contar con un castillo, así como de un elaborado sistema de acequias para el aprovechamiento de agua para la agricultura.
Siglos más tarde, en el año 1485, se produjo la toma definitiva de esta población por el Rey Fernando el Católico, época en la que poseía una gran actividad comercial con África. En aquella época Ojén dependía de Marbella, población que había sido tomada por los cristianos ese mismo año, pero donde no permitieron la presencia musulmana para evitar su colaboración con los piratas turcos y con los berberiscos.
En el año 1609, los moriscos fueron expulsados definitivamente de la zona por el rey Felipe Tercero, para dos siglos más tarde, concretamente en el año 1807, independizarse de Marbella.
En el siglo XVIII el cronista británico Francis Carter describía que era "un pueblo de gente afable y sencilla, que desconoce el té y el café, pero que disfruta de leche de cabra en sus tazas de barro".
Ojén fue visitada por el rey Alfonso XIII, quien vino invitado a una cacería en el Refugio de Juanar, Parador Nacional desde 1965 y actualmente dedicado a la hostelería siendo uno de los establecimientos más singulares de la provincia.
La villa de Ojén cuenta con todas las características propias de un pueblo de montaña aunque viven de cara a la Costa del Sol, al estar situado a tan solo 12 km de Marbella, de donde siempre ha recibido la visita de ilustres turistas y famosos que se han encaprichado y comprado alguna finca cercana al pueblo, como es el caso de Julio Iglesias. Es, por tanto, el turismo una de sus principales fuentes de ingresos. Pero también se siguen llevando a cabo las labores agrícolas más tradicionales, como se puede comprobar en los bancales de huertas que rodean al pueblo, de cítricos y hortalizas.
Antes de entrar al pueblo encontraremos la Fuente de "El Chorrillo", que da la bienvenida a los visitantes y cuenta con un agua de excelente calidad, procedente de la vertiente oriental de Sierra Blanca. Sus calles son estrechas y empinadas; las casas blancas y adornadas con flores. En la travesía principal del pueblo llama la atención un conjunto de cuevas, que le da un toque de portal de Belén gigante a su peculiar casco urbano. Como en todos los pueblos, la plaza es el centro de su actividad.
Muchas son las curiosidades de este municipio. Quizá las más relevantes son el festival de flamenco, "El Castillo del Cante", que celebra todo los años y por el que desfilan las grandes figuras del momento; o su ya mítico aguardiente, que fue el más famoso de España y que se destilaba en esta villa. El artífice de la receta fue Pedro Morales quien la guardó tan celosamente que, a su muerte, se perdió y su hijo ya no pudo conseguir un sabor igual.
Descripción de la ruta:
Tramo 1, OJÉN-JARDÍN BOTÁNICO DEL CEREZAL-PUERTO DE PUZLA-SENDA DE MIGUEL MÁRQUEZ:
Aunque existe otro camino alternativo, (más largo), para llegar al Jardín Botánico del Cerezal, la forma más directa, es la que nos propusieron nuestros guías/anfitriones, por la piste recién cementada, que en realidad es la prolongación de la Calle "Paseo del Nacimiento" al que accedemos directamente desde el parque infantil/aparcamiento, que nos encontramos a la salida de Ojén, dirección Puerto de Ojén/Monda.
Una cancela de hierro, que dejaremos cerrada a nuestro paso es la entrada al Parque Botánico del Cerezal (Km. 0,5 de ruta, situado a 420 msnm), como inmediatamente nos recordará el primer panel informativo, que nos informa del senderito de 1 km, donde entre otras cosas, a modo de introducción se nos informa que la variedad de flora que vamos a ir viendo en el próximo kilómetro se debe a que hay tres tipos de suelo. Los primero pasos por este precioso paraje lo recorremos a la sombra de un bonito pinar, donde tampoco faltan lentiscos y grandes palmitos, junto a los márgenes del camino, llama la atención la presencia del "garbanzo del diablo", también conocido como "garbancito", una leguminosa, que empieza a florecer, a partir de Febrero.
Este Jardín Botánico fué inaugurado como tal, el sábado 20 de diciembre de 2008, por la Delegada provincial de Medio Ambiente, Remedios Martel, un proyecto que por aquel entonces, se enmarcaba dentro del programa de Sostenibilidad Ambiental Urbana Ciudad 21, que contó con una inversión de 59.999 euros. El jardín cuenta con diez hectáreas y alberga una flora propia del bosque mediterráneo, a la que se le añadieron algunas especies de plantas y arbustos ornamentales.
Pronto caminamos junto al cauce del arroyo Almadán, casi siempre seco,
a nuestra izquierda, junto a algunos de sus roquedos nos podemos encontrar con  "narcisos candeleros", que no son muy fáciles de encontrar, tuvimos la suerte de verlo muy cerca del Rusco. Y por la otra orilla, un bonito sendero que también forma parte del sendero propuesto en este Jardín Botánico y que coincidirá con los últimos metros de nuestro gran trazado circular. A la variada vegetación autóctona, añadieron en su día árboles ornamentales como el ciprés común, ciprés de Arizona, árbol botella y aloe. Tampoco faltan plantas aromáticas que nos seguirán acompañando en otras zonas del recorrido como el romero, el almez, el perejil, la hierbabuena, la lavanda, la manzanilla, la albahaca, el tomillo, o la menta. En las zonmas de umbría, y casi siempre al borde del sendero, aparecen las vincas, planta de color violeta claro o azul pálido, que forma grandes colonias siempre rastreras a veces trepando, pero a poca altura.
A la izquierda del camino, nos encontramos con un conjunto de mesas de madera, ideal para una comida campestre y a la derecha, la famosa Casa del Cerezaluna y al lado una zona de barbacoa, junto a un antiguo horno, todo esto permanece propiedad del Ayuntamiento de Ojén, que al menos en aquella jornada nos lo encontramos muy limpito. Sin embargo, esta casa que se supone que es un aula de la Naturaleza, que podría ser lugar para una preciosa excursión ya sea a nivel escolar o cultural, como paseo botánico,
presenta un preocupante estado de abandono y si no destinan dinero a su mantenimiento y puesta en valor no pasarán muchos años en que la veamos convertida en ruinas, por la desidia, ineficacia y/o corrupción de los principales responsables políticos, bien sea Ayuntamiento, Diputación o Junta de Andalucía, que como ocurre en muchas ocasiones: uno por otro y la casa sin barrer. Y es una pena, porque el lugar tiene un tremendo potencial y la magia y el magnetismo de este lugar, se percibe desde que comenzamos a dar los primeros pasos por él.
Una vez que dejamos atrás la Casa del Cerezal nos encontramos con una bifurcación, de frente una verja, da acceso al túnel que pasa por debajo de la carretera A-355 Marbella-Monda-Coín, y que a su vez coincide con el trazado del sendero PR.A-167 Ojén-Istán, que en sus primeros compases discurre por el mismo cauce (generalmente seco) del arroyo Almadán, que será por donde regresaremos, por la tarde. Pero ahora, nos mantenemos en la prolongación de la pista terriza por la que vamos caminando, y que ahora gira a la derecha, de manteniendo el suave perfil ascendente que llevamos desde el principio, mientras que ahora vamos atravesando un bonito alcornocal, donde tampoco falta la presencia de algunos algarrobos, pinos, lentiscos, palmitos, o acebuches. A partir de mediados de febrero comienzan a proliferar los gamones o varitas de San José  muy abundante en las sierras Penibéticas y que nos anuncia que la primavera esta cerca, aunque según la altura a la que la veamos  la encontraremos más o menos con flores o cargada de sus frutos o gamones. Y en los meses de primavera podemos encontrarnos con varios tipos de orquídeas, siendo las más abundante, la "Orquídea Abejera".
Conforme vamos avanzando por el alcornocal, donde tampoco falta algún que otro algarrobo, a la orilla de la pista terriza, la pendiente de subida, va en aumento, a nuestra derecha llevamos, en paralelo a la pista, llevamos el pedregoso cauce seco, de un modesto tributario del Almadán, por aquí nos empezamos a encontrar con algunos helechos, campanillas, zanahorias silvestres, guisantes de Tánger y cardos borriqueros, hasta que llegamos a la boca de un segundo túnel (Km 1,2, situado a 494 msnm) (el anterior, que forma parte del tramo final de la ruta, no lo llegamos a atravesar), este segundo túnel, al igual que el anterior, también pasa por debajo de la carretera A-355 Marbella-Monda-Coín. 


Al otro lado del túnel nos encontramos con una verja que dejaremos cerrada a nuestro paso, y no tardamos en comenzar a encontrarnos con jerguenes, jara blanca (muy abundante en gran parte de la ruta), torvisco, trébol de pezón de vaca, candiles, rubias, quejigos y enebros que irán aumentando en número y tamaño conforme vayamos ganando altura. Pero lo que más nos sorprende de este nuevo tramo es un pequeño castañar con algunos ejemplares de porte centenario, que posiblemente sea la zona de mayor frondosidad y biodiversidad del recorrido, donde tampoco faltan bonitos ejemplares de helecho y una amplia variedad de musgos cubriendo las rocas junto a las que vamos pasando. los castaños se entremezclan con  quejigos y pinos, que también aportan mucha umbría y frescor, que ayudan a mitigar las acusadas pendientes por las que vamos ascendiendo..
Al salir de la zona arbolada nos toca afrontar un tramo algo incómodo y un pelín técnico, que coincide con una pedregosa torrentera, donde tendremos que hacer uso de las manos para remontar un par de escalones. La vegetación es la típica del monte bajo mediterráneo, lentisco, aulaga que estaban en el apogeo de su floración amarilla, jara blanca y palmitos , entre las que descuellan escasos pinos, supervivientes de incendios y talas masivas.
A mí particularmente me resultó la zona más íncómoda e incluso algo expesta del recorrido, porque tras superar un roquedo en trepada, accedimos a un angosto sendero, que con la lluvia caída desde el día antes, y hasta minutos antes de empezar la ruta, hacía de este tramo una zona muy resbaladiza y la sensación de peligro de caída hacia la barranquera que empezamos a llevar a nuestra izquierda, resultó un tanto desagradable, hasta llegar a la parte alta de la misma, donde volvemos a progresar por su interior, hasta que por fin llegamos al "Puerto de Purla", (Km 3, situado a 892 msnm) donde vemos un sendero que llega a este mismo punto por nuestra derecha (Norte), que sube desde el Lagar de Espada, poco antes del km 3 de la carretera MA-469 que sube desde el Puerto de Ojén al Refugio de Juanar.
Mientras que nosotros continuamos dirección N-O, que de momento es nuestra dirección predominantes desde el inicio, por el denominado sendero de Miguel Márquez, que ahora nos da una tregua, describiendo un suave descenso, para poco después trazar una prolongada curva a la derecha, dirección N, mientras que a nuestra derecha tenemos amplias panorámicas de los Llanos de Purla, donde los vecinos de Ojén y Monda coinciden para celebrar la Romería del 1 de Mayo, con la Sierra Alpujata al fondo (hacia el Este), las primeras estribaciones de Sierra Canucha y las canteras de Monda profanando el paisaje.
Una vez que dejamos a nuestra derecha, el alomado cerro de Las Perdices (Km 3,8, con una altitud de 933 msnm), cuya cumbre vamos a tener a tiro de piedra, el sendero de Miguel Márquez gira a la izquierda, dirección S-O, de manera que debemos atravesar una zona de umbría que sumada, a los predominantes vientos de poniente norte de aquella fría jornada invernal, nos llevaron a tener una sensación térmica, cercana a los 3-4ºC, a lo largo de los 500 m lineales de descenso, hasta enlazar con la carretera MA-469 que sube desde el Puerto de Ojén al Refugio de Juanar, unos 500 m antes de dicho refugio, más concretamente, a la altura del inicio de la Senda de José Lima (km 4,4, situado a 800 msnm), que a partir de este punto se convertirá en nuestro camino a seguir.
Tramo 2, POR LA SENDA DE JOSÉ LIMA O DEL POZUELO "PR.A-238":
Desde los desvencijados azulejos que conviene restaurar y que nos marcan el inicio de la Senda de José Lima (km 4,4, situado a 800 msnm), junto al margen derecho de la carretera que nos lleva hasta el Refugio de Juanar, unos 500 m antes de llegar al mismo, La senda desciende entre espinos aulagas hasta el cercano arroyo de Juanar, generalmente seco, que discurre paralelo a la mencionada carretera y que rápidamente atravesamos dejándolo rápidamente a nuestra espalda, al mismo tiempo que volvíamos a ascender por ladera de solana, agradeciendo bastante la calidez del sol. 


Tras vadear el arroyo, la senda inicia un ascenso prolongado por la cara Este del cerro Gurupalo, alrededor del cual pivota la senda de José Lima. A medida que vamos ascendiendo, iremos ganando vistas, a nuestra derecha (Este), podemos recrearnos con el sendero de Miguel Márquez por donde realizábamos el descenso final del tramo anterior, al norte vemos las primeras estribaciones de Sierra Canucha, tapadas parcialmente por las lomas del cerro Gurupalo, que siempre vamos a ir llevando a nuestra izquierda, y a nuestra espalda, dirección Sur, se adivina el Refugio de Juanar rodeado por un denso pinar, y hasta hace poco por un precioso castañar, que fue talado en el año 2012 con la excusa de una plaga de avispas, pero que según cuentan, se talaron para la fabricación de muebles de madera de castaño (cada vez más cotizados). también a nuestra espalda, podemos ver el Olivar de Juanar mas allá, junto a los Tajos Negros que sería nuestra última ascensión de la jornada. 
Llegamos a un collado, donde cambiamos rumbo N, por rumbo Oeste, de tal manera que comenzamos a ver unos tajos calizos que coinciden con los denominados Cuchillos de Sierra Canucha, en este tramo el sendero coincide con una torrentera generalmente seca. Pronto llegamos al pilón abrevadero del Pozuelo (km 6, situado a 1.020 msnm), rodeado de un bosque de pinos y encinas, antaño muy útil para los rebaños de la zona y actualmente ocupando un papel muy importante para la fauna de la zona, desde venados hasta zorros, jabalíes, jinetas, meloncillos y un buen número de mamíferos de pequeño, mediano y gran tamaño, que han hallado en el Pilón del Pozuelo, su bebedero favorito de este sector de la sierra. 400 m más adelante un pino de gran porte nos marca la ubicación del Puerto del Pozuelo (Km. 6,4, situado a 1.094 msnm), hasta aquí hemos recorrido unos 2,4 km desde que abandonamos la carretera, con suave pero casi permanente perfil ascendente, desde el inicio.
Desde el Puerto del Pozuelo (1.094 m) hasta la cumbre del Picacho de Castillejos (Km.7, situado a 1.238 m), punto más alto de la Sierra Canucha, nos toca salvar unos 250 m de desnivel, en apenas 600 m lineales, que se hacen mucho más llevaderos de lo que podría parecer, siempre y cuando vayamos a un ritmo cómodo, pues aunque sus dos primeros tercios, el sendero es algo estrecho y discurre entre abundantes aulagas, además de jaras blancas, romero y matagallo, describe algunos zig-zags que ayudan a mitigar el esfuerzo y no tardamos en divisar amplias panorámicas de paisaje montañoso hacia el Valle del río Verde de Istán, con el gigantesco cerro del Plaza de Armas (Sierra Real) al Oeste, Los Reales de Sierra Bermeja al Suroeste, parte de la franja litoral hacia Estepona y la zona del Estrecho a su izquierda y al Sur parte de la línea de cumbres de Sierra Blanca, que al llegar al famoso hito de la encina solitaria, se amplía con una espectacular panorámica hacia el Noroeste con toda la magnificencia de la cara sur del Torrecilla y un amplio sector de la Sierra de las Nieves a ambos lados, que en aquella fría jornada invernal hacía honor a su nombre en las cumbres más altas.
Al llegar a la encina solitaria situada en el denominado "Puerto de los Merenderos" (km.6,9, situado a 1.210 m), nos cruzamos con un par de senderistas que venían del sendero de Sierra Canucha y nos dieron la buena noticia de que habían arreglado el tramo de sendero, que hasta no hace muchos años se encontraba en pésimo estado de conservación al llegar al bosquete de pinsapos, que había invadido todo el sendero, obligando a los senderistas a tirar de épica para atravesar un tramo de apenas 100 m lineales, relativamente cercanos a la encina solitaria, pero que en algunos puntos resultaba casi impenetrable y en condiciones de lluvia impracticable.
Pero volviendo a nuestra descripción, lo que si resulta una auténtica gozada, es la sencilla trepada, de apenas 50 m de desnivel, entre la encina solitaria y la cercana cumbre del Picacho de Castillejos, que salvo un par de pasos donde si es necesario ayudarnos de las manos y asegurar bien un par de pasos, en general es una sencilla trepada apta para cualquier persona medianamente en forma que no padezca mucho de vértigo, al llegar a su cumbre, nos quedaremos boquiabiertos al recrearnos con el espectacular perfil alpino de los Cuchillos de Sierra Canucha en su prolongación hacia el N-E, una crestería solo apta para progresar con técnicas de escalada por lo afilada y expuesta de la misma, pero que al menos desde esta privilegiada posición que es el Picacho de los Castillejos (1.238 m) nos permite disfrutar de toda su grandiosidad.
Regresamos sobre nuestros pasos en apenas 20 minutos hasta el Puerto del Pozuelo, y continuamos por la senda de José Lima, en dirección S-O, en apenas 400 m comienzan a aparecer junto al sendero los primeros ejemplares de un pequeño pero precioso incipiente bosquete conocido como Pinsapar del Pozuelo, a nuestra derecha descienden varias cañadas que vierten sus aguas al Río Verde que durante un buen trecho lo vamos a ir teniendo a nuestra derecha. Al llegar a un pequeño balcón natural,(km 8,9, situado a 1.046 msnm) que queda a la derecha del sendero, este gira unos 90º a la izquierda, de manera que cambiamos rumbo S-O, por rumbo S-E, siendo el siguiente hito de la ruta un gran pino candelabro de porte centenario, llevando a nuestra derecha durante un buen rato, como principal hito orográfico el cerro de La Fulaneja (1.162 msnm), con preciosos tajos y barranqueras hacia su cara Norte que vierten hacia la impenetrable Cañada del Infierno y alomado perfil por su vertiente Este, que tenemos anotado en nuestra agenda de cumbres aún pendientes de hollar en la provincia de Málaga. Desde el mencionado balcón natural, progresamos cómodamente en dirección S,S-E, con un perfil prácticamente llano, faldeando a media ladera, hasta que llegamos a un enorme "Pino Candelabro" (km 9,2, 1.020 msnm), que ya nos anuncia la proximidad a una pista terriza, con la que vamos a enlazar unos 300 m más allá, y que, de tomar a la izquierda, nos lleva en zigzagueante descenso hasta el Refugio de Juanar, por donde discurre el último tramo del sendero (ruta) de José Lima o del Pozuelo.
Tramo 3, VARIANTE HACIA EL PUERTO DE LA VIBORILLA, PINAR DE MONTERREY, MIRADOR CABARA MONTÉS-TAJOS NEGROS-SENDERO PR.A-167 OJÉN-ISTÁN.
Tal y como íbamos diciendo, unos 300 m más allá del enorme pino candelabro, enlazamos con una pista terriza que nosotros tomamos a la derecha, dirección S, y más tarde S-O, nos llamarán la atención los grandes bancos de arenas dolomíticas de esta zona. Durante un corto trecho, caminaremos en dirección O, N-O, teniendo momentáneamente de frente una privilegiada panorámica de la cara sur de La Torrecilla, durante unos breves minutos donde 

las nubes que la cubrían ganaron altura, permitiéndonos contemplar la totalidad de esta montaña, en toda su magnificencia. A renglón seguido, la pista pronto viene a morir, para convertirse en sendero, pasa junto a "Las Agujas del Púlpito" (km 10, 1.024 m), también conocida como "Los Órganos" una filigrana geológica de mármoles dolomíticos que 


debido a los agentes meteorológicos, principalmente la lluvia y nevadas esporádicas, va sufriendo una erosión sobre todo por disolución y gelifracción, que le va dando un aspecto cada vez mas redondeado, como muchas de las rocas que nos vamos encontrando junto al sendero, algunas con formas muy curiosas que desafían nuestra imaginación, en ocasiones, con perfiles de cara (tipo "Moai"), para finalmente descomponerse hasta convertirse en las arenas dolomíticas sobre las que vamos caminando a lo largo de este precioso tramo en el que llevamos "Las Agujas de los Órganos" a la izquierda y el "Valle de los Dinosaurios" a nuestra derecha, donde nace el Arroyo del Molino o la Cañada de Juan Inglés, por donde discurre el sendero que desciende hasta Istán. Y en tan bonito escenario, hicimos la pausa del almuerzo, repartidos a lo largo del sendero, sin nadie más a la vista que nosotros, como si durante un buen rato, fuésemos los únicos habitantes del Planeta.
Retomada la marcha iniciamos la zig-zagueante ascensión por el angosto y arenoso sendero, que en escasos minutos nos llevaría a enlazar con el PR.A-167 Ojén-Istán, de manera que a la derecha, en dirección Oeste, nos llevaría hasta Istán por la misma cuenca del Arroyo de los Molinos, generalmente seco salvo en días de lluvia, y a la izquierda hacia Ojén, que sería nuestro camino a seguir, siendo este nuestro camino a seguir, llegando rápidamente al Puerto de la Viborilla (km 10,7, situado a 1.038 msnm). 

A partir de aquí vamos a disfrutar a lo largo del descenso que tenemos a continuación de unas vistas magníficas sobre el espectacular bosque de pino Insigne o Monterrey o canadiense (aunque originalmente, esta especie de pino, procede de California), cubriendo todo el pie de monte y hasta media ladera de la vertiente norte y oeste de la Cruz de Juanar que es el principal hito orográfico que tenemos en frente, y a su izquierda, la cara Oeste de Los Tajos Negros, con sus dos cumbres. Si bien, los denominados Tajos Negros, propiamente dicho son los que dan a la vertiente contraria, como mas tarde tendríamos oportunidad de comprobar en todo su esplendor.
En una época como la actual, donde por desgracia, raro es el año que no perdemos grandes masas forestales por capricho o por encargo a los pirómanos en esta España palurda, donde por desgracia, todavía sale muy barato cometer atrocidades contra la Naturaleza, el maltrato animal, etc... (¡Ojalá se endurezcan las leyes y se cumplan las penas íntegras en un futuro!), es un privilegio poder sumergirse en el interior de este Bosque de pino insigne o monterrey (km 11,3, situado a unos 900 msnm), como el que nos permite disfrutar este dócil e idílico tramo del PR.A-167 Ojén-Istán, a su paso por el pie de monte, de la cara N de la Cruz de Juanar. Tal y como nos estuvieron instruyendo mabel y Don José Guerrero, este tipo de pino, también se conoce como "pino radiata" y una de las diferencias principales con otros pinos de nuestra geografía es que las acículas (hojas en forma de aguja), que en la mayoría de pinos de nuestra geografía son dobles, en este caso son triples.
Se desarrolla en casi cualquier suelo pero prefiere suelos silíceos, muy profundos. Prefiere climas cálidos, pero ocasionalmente puede soportar temperaturas de hasta -10°C . En cuanto a las precipitaciones el óptimo para la especie es de 800 a 1700 mm anuales, por otro lado puede tolerar hasta 4 meses de sequía estival, lo que lo convierte en un tipo de pino ideal para la repoblación de nuestros montes. De hecho en la actualidad es una de las especies de pino más utilizada para la repoblación de montes incendiados, o directamente para la producción de madera a nivel Mundial, en la actualidad muy usado en gran parte de Europa y lugares tan dispares como Sudáfrica, Australia, Brasil, Colombia, Chile o Nueva Zelanda, en estos dos últimos países se han adaptado con tanto éxito que ya representan más del 60% del total, de todas las zonas reforestadas.Tal y como podemos comprobar a nuestro paso por este precioso bosque situado a los pies de la Cruz de Juanar, el pino insigne puede llegar a alcanzar los 45 m de altura. Esta especie de pino crece muy rápido, llegando a alcanzar su tronco, un tamaño superior a los 50 cm de diámetro en 20 años.
Su copa presenta un porte  piramidal en su juventud y aplanado o abovedado en su madurez, con ramas inferiores extendidas. Tiene el tronco increiblemente recto, el ritidoma o corteza que recubre el tronco, es grueso de color pardo-rojizo. Las hojas de agujas son de unos 15 cm de longitud agrupadas en tres, tal y como nos explicaban Mabel y Don José, quienes también añadían a la explicación que las piñas o Estróbilos ovoides suelen tener entre 7 y14 cm de longitud estando agrupadas en parejas verticilos de 3-5, con las escamas externas muy prominentes. Y ya no me acuerdo de más, ¡pero más o menos, así es la cosa!.
Poco después de dejar a nuestra derecha el ramal de sendero que se dirige a La Concha y por donde también se sube a La Cruz, llegamos al Olivar de Juanar que tal vez por la lluvia caída el día antes, tal vez por la luz de la tarde, percibíamos con un tono más plateado que verde en contraste con el color rojizo del terreno. Al poco de adentrarnos en el Olivar de Juanar, dejamos a nuestra derecha una casa blanca que es el Centro de Recuperación e Investigación Cinegética de “El Juanar", enlazando con la pista que procedente del Refugio de Juanar, tomándola a la derecha, dirección Sur, nos conduce unos 400 m mas allá hasta el Mirador la Cabra Montés (km 12,8 y 915 msnm), como atestigua la escultura de bronce que se encuentra situada unos diez metros por encima de este mirador, también conocido como Mirador de Marbella, que es la localidad que desde aquí podemos contemplar justo en frente , a la orilla del Mediterráneo. Precisamente, desde Marbella se llega hasta aquí por el sendero del Puerto Rico Bajo y Puerto Rico Alto.
 Desde el mismo Mirador de la Cabra Montés, parte un sendero arenoso que se va abriendo paso entre los redondeados roquedos junto a los que vamos pasando y que en principio parece tratarse del típico senderillo que sólo llega hasta la cabra, para hacerse la típica foto, pero el caso es que el sendero continúa ganando altura, en prolongados zig-zags que mitigan el esfuerzo, que ya empieza a dejarse sentir en las piernas, hasta que llegamos a la cumbre sur de los Tajos Negros, que se encuentra a escasos metros por encima de una caseta verde que parece ser una pequeña estación meteorológica. Si desde el Mirador de la Cabra Montés, situado a unos 915 msnm las vistas hacia la Costa son muy bonitas, desde la cumbre sur de Los Tajos Negros ( km 13,4 y 1.088 msnm), la franja litoral se amplía bastante más desde Marbella hacia EStepona e incluso Gibraltar y desde Marbella hacia Fuengirola y mas allá, hasta poder diferenciar, incluso de distancia la silueta del Hotel casino Torrequebrada, ya en Benalmádena Costa. 
Después de un sencillo destrepe, progresamos con total facilidad sobre el cordal de unos 300 m de distancia que separan a las dos cumbres de Los Tajos Negros, cuya caída llevamos en todo momento a nuestra derecha, mientras que hacia la izquierda, es decir, hacia Los Llanos de Juanar, el perfil es muy redondeado, permitiéndonos mantener tanta distancia de seguridad con respecto al borde de los tajos, como dicte nuestra prudencia o sentido de común. 

Si bien es cierto, que habrá al menos un par de puntos donde no podamos resistir la tentación de asomarnos, (con las debidas precauciones), para recrearnos con la impresionante caída hacia el Este, más concretamente hacia el fondo del Valle del Río Real, presidido por Ojén, que se nos antoja como un pequeño pueblecito de resplandecientes casitas blancas allí abajo, en medio de la gran masa forestal que lo rodea. Al llegar a la cumbre Norte de Los Tajos Negros (km 13,7 y 1.092 msnm), nos reagrupamos para hacernos las últimas fotos de grupo de aquella memorable jornada.
Finalizadas las última fotos de grupo, iniciamos el descenso con vistas hacia Los Llanos y la Cruz de Juanar a nuestra izquierda (Oeste), frente a nosotros, el cordal del Gurupalo al N-O, y el alpino cerro Nicolás al N, pero rápidamente, el tenue sendero cambia a rumbo Este, es decir a la derecha en el sentido de nuestra trayectoria, descendiendo hacia La Loma de Gasparito, de manera que durante este trecho de descenso tendremos la impresión de descender en línea recta hacia Ojén, que lo estaremos viendo allí en frente, todavía muy abajo en la distancia. Poco antes de alcanzar los 900 msnm, el sendero describe un claro giro de 90º a la izquierda, de manera que nos reorienta dirección N, a veces N-O, a veces N-E, pero casi siempre N, por un sendero que se percibe mucho menos transitado que la Senda de José Lima, aunque con un mínimo de experiencia se sigue bastante más, no obstante, conforme vamos avanzando el sendero se hace cada vez más evidente, a pesar de encontrarnos en nuestra trayectoria con algún pino caído, desde la distancia empezamos a contemplar el "Mirador del Corzo", que aunque se antoja relativamente lejano, antes de darnos cuenta ya llegamos a este mirador, de reciente construcción, donde tuvo lugar la última parada de reagrupamiento, desde este mirador, se obtienen unas vistas preciosas tanto del Valle del Río Real, al Este, como de la piramidal silueta del cerro Nicolás al Norte.
Tras la parada de reagrupamiento en el Mirador del Corzo, reanudamos nuestra marcha por el ramal de sendero, que en dirección N-O, nos conduce en poco más de diez minutos a la pista que comunica el Refugio de Juanar con el Olivar del mismo nombre, y que no llegamos a pisar, porque apenas 15 metros antes de llegar a la misma, ya nos desviamos a la derecha, para iniciar el definitivo tramo de descenso y retorno a Ojén por el PR.A-167 Ojén-Istán. Se trata de un sendero muy agradecido, de suelo arenoso que agradecerán mucho nuestras rodillas, así como su sinuoso trazado serpenteante, que también ayuda a mitigar la pendiente del terreno. 
En anteriores ocasiones recuerdo haber visto en este sendero y en las inmediaciones del Parque Botánico del Cerezal, algunas tablas a modo de trampolín para la práctica de bicicletas de descenso que dejaban unos surcos terribles en medio del sendero y que afortunadamente en esta ocasión no nos encontramos. Lo que si nos encontramos fueron abundantes cintas de plástico rojo y blanco, tanto en este tramo del sendero, como en la senda de Miguel Márquez, al inicio de la jornada, que habían cumplido la misión de marcar el trazado de la reciente "Ultratrail de los Tajos Negros", donde ¡por cierto! habían hecho pódium recientemente nuestros guías Fran y Juan. Pero habría que recordarle a los organizadores, que según las normas actuales, la organización tiene la obligación de dejar el monte tal y como estaba, es decir, sin una sola baliza de plástico, en las horas inmediatamente posteriores al paso del último corredor por allí. Conforme vamos descendiendo el sendero se va transformando en torrentera y un poco más abajo, el cauce del arroyo del Cerezal o de Almadán, se transforma en improvisado sendero, donde deberemos extremar la precaución en caso de que las piedras estén húmedas o mojadas. Un túnel bajo la carretera A-355 Marbella-Monda, de suelo bastante limpio en la actualidad, hará que nos sumerjamos en una oscuridad total en caso de no llevar linternas, más allá del punto de luz de la salida, distante a unos 100 m o más de la entrada y que en caso de venir solos, puede llegar a acojonar bastante, como le dé por pensar en ciertas películas.
A la salida del túnel nos encontramos con una verja, que siempre dejaremos cerrada a nuestro paso y que ya nos devuelve a la pista del Parque Botánico del Cerezal por donde habíamos iniciado el recorrido por la mañana, pero decidimos, ampliar el trazado circular el corto trecho, de apenas 300 m donde un bucólico senderito, que forma parte del itinerario botánico, nos lleva por la orilla derecha del arroyo, pasando junto al panel ilustrativo de bosque de galería. Poco después de dejar atrás un magnífico conjunto de pitas, cruzamos a la otra orilla, para regresar a la pista desde donde ya solo nos restaba, completar los últimos 500 m de pista hasta retornar al final de la calle "Paseo  del Nacimiento" (Km 19, situado a unos 400 msnm) donde habíamos aparcado nuestros vehículos, al inicio de la jornada.
Algunas pinceladas botánicas, zoológicas y sobre todo, geológicas, sobre las Sierras Blanca y Canucha:
La Sierra Blanca, que comparten los tt.mm. de Marbella, Istán y Ojén, es un macizo montañoso situado en el cuadrante sur occidental de la provincia de Málaga. Está situada en una disposición NE-SO. Todas las rocas que forman estas sierras son de origen tectónico, es decir, transformadas metamórficamente durante la orogenia alpina, que dio lugar a las cordilleras béticas. Esta sierra por su litología carbonatada pertenece, junto con la Sierra de Mijas a la Unidad Blanca (de ahí su nombre), dentro de la Cordillera Penibética. Su mole se compone de diversos tipos de mármoles masivos blancos, mármoles azules fajeados y mármoles dolomíticos. Estos últimos afloran en los valles profundos, como "Las Agujas de los Organos" y otrras formaciones que nos encontramos junto al Valle de los Dinosaurios o el angosto valle que forma La Cruz de Juanar y los Tajos Negros, donde se encuentra el Mirador de la Cabra Montés, caracterizándose por ser fácilmente erosionables, desmoronándose en aarenas blancas, como las que vamos pisando por el sendero. La altitud máxima es el Cerro de Lastonar con 1273 msnm, estando en la linde de Ojén e Istán, cercano al Pico de la Concha 1215 metros en el término de Marbel. Otro muy conocido es el cerro de la Cruz Juanar con 1181 y en la vertiente Norte nos encontramos con Sierra de Canucha , que en realidad es una prolongación de Sierra Blanca, siendo el Pico de los Castillejos (1232 msnm) su punto más alto.
Las labores naturales de aprovechamiento de los recursos en Sierra Blanca eran, la recogida de la algarroba, esparto, palmito, junto al carboneo, el pastoreo, la caza y por supuesto la minería. Todo ellos han quedado en desuso por la demanda del sector turístico, a excepción del aprovechamiento de la apicultura (miel). Estos montes de clima típico mediterráneo, existiendo restos y rodales de lo que fue parte de la típica vegetación mediterránea en cañadas y arroyos, muestra de ello son los rodales que aún hoy quedan de sabinar, enebral, encinar, alcornocal, pinsapar, quejigal, castañar y cerezal siendo los dos últimos los más meridionales de Andalucía, junto con los de Sierra Bermeja. Esparcidos por gran partes de estas sierras están el pino carrasco, el pino piñonero, el pino pinaster, el pino insigne y algunos pies suelto del pino canario que están próximos a carreteras y carriles. En la parte central del macizo se encuentra el Valle del Juanar. Este valle está rodeado de altivos picos de mármoles dolomíticos que al ir erosionándose han creado un suelo fértil donde por su composición magnesiano se ha desarrollado una rica vegetación, prueba de ello es los sietes endemismos que en él se encuentra. Presidido en su parte central por un olivar centenario, rodeado de pinos, castaños, cerezos, eucaliptos, pinsapos, encinas y un exuberante matorral de romero, brezo, jara blanca, lentisco, bolina, labiérnago, palmito, enebro, coscoja, sabina, con una gran variedad de plantas herbáceas donde destacan las plantas aromáticas: tomillo, orégano, cantueso, mejorana y la manzanilla amarga. La vegetación de cañadas y arroyos se compone principalmente de adelfa, durillos, juncos, helechos, vinca pervinca, zarzas y zarza parilla. La vegetación de las laderas sur, este y Oeste son más densas por la humedad que recibe del cercano Mar Mediterráneo. En las cañadas que dan al norte donde el clima es más frío se encuentran dos pequeños bosques de pinsapos joya de la botánica andaluza, recibiendo unas lluvias anuales mínimas de 800 litros metro cuadrado y máximas de 1200 litros metro cuadrado, conociendo periodos cíclicos de cequias y años de lluvias torrenciales. En la parte mas cercana al pueblo de Ojén destacan los quejigos, alcornoques, encinas, algarrobos, pinos, pitas y chumberas, que llegan hasta el borde de la carretera
En esta pequeña Arca de Noel que forman las sierras Blanca y Canucha encontramos mamíferos como: cabra montés, zorro, jineta, turón, meloncillo, jabalí, gato montés, y diversos mustélidos, pequeños roedores y murciélagos siendo este el único mamífero volador. Las aves es uno de los apartados más importantes del capítulo de la fauna de estos lugares, desde las migratorias como águilas calzadas, culebreras y halcones, oropéndolas, tórtolas, abejarucos y otros pájaros menores, compitiendo con las residentes: águila real, perdicera y las nocturnas como búho real, cárabo, búho chico, mochuelo y lechuza. Córvidos, palomas y perdices en otros tiempos especies cazables en estas sierras, hay multitud de pájaros menores entre los que se encuentra una amplia variedad de cantores e insectívoros. Y como en todas nuestras sierras donmde abundan los roquedos: reptiles como la temida Víbora Hocicuda, entre los lagartos se encuentran el lagarto ocelado, el elizón ibérico y varias especies de pequeñas lagartijas.
Parte de Sierra Canucha, así como la Las sierra Blanca y la de Mijas forman parte de la Unidad de Blanca, definida por Mollat (1968). Es una unidad tectónica perteneciente al Complejo Alpujárride de las Zonas Internas de la Cordillera Bética, caracterizada por el metamorfismo de alto grado que afecta a sus materiales. Concretamente se incluye dentro del Alpujárride Intermedio de Martín-Algarra (1987) y equivale a la Unidad de Almijara de Sanz de Galdeano (1986,1997), situada más al Este.
En Sierra Blanca, existe un claro condicionante litológico, pues en los mármoles blancos dolomíticos, generalmente sacaroideos y por tanto más deleznables, es donde se encuentran las menores altitudes, sobre todo en el sector oriental, donde se originan los denominados "llanos" de Juanar, Purla y Coín. Estos llanos, no llegan a constituir zonas propiamente endorreicas, pero en ellas tiene lugar una disminución de la escorrentía y un aumento importante en la infiltración.
Los mármoles alpujárrides de edad triásica que constituyen las Sierras Blanca y Mijas quedaron en condiciones de ser karstificados a partir del Tortoniense superior, si bien la karstificación más activa se debió producir a partir del Plioceno y ha estado condicionada, en gran parte, por el levantamiento relativo de los dos relieves carbonatados, debido a la actuación de las fallas de borde que, a su vez, originan un descenso del nivel de base y un encajamiento de la red de drenaje. Ambas sierras presentan un relieve muy acusado, con alturas de 1.270 m (Cerro del Lastonar, en Sierra Blanca) y 1.150 m (vértice Mijas) en apenas 5 km de distancia al mar. Existe un importante condicionante litológico en cuanto al tipo de relieve, ya que los mármoles dolomíticos, cuando son sacaroideos, son más deleznables y erosionables, por lo que dan lugar a relieves de menor altitud y relativamente planos (“llanos”), en los que se produce una disminución de la escorrentía y un aumento de la infiltración. También influye notablemente en el relieve la compleja estructura geológica de la región.
Los mármoles de Sierra Blanca constituyen por fracturación y disolución una importante unidad hidrogeológica cuya recarga se efectúa por la infiltración del agua de lluvia. La descarga tiene lugar por los manantiales existentes en sus bordes y por bombeos en numerosas captaciones. Dentro de esta unidad existen varios sistemas caracterizados por presentar diferencias en las cotas piezométricas y en su comportamiento hidrodinámico.
El arroyo Almadán coincide con el primer y último tramo de la ruta, pasa junto a la Casa del Cerezal y los primeros kilómetros de su cuenca alta coinciden con el mismo trazado del sendero PR.A-167 Ojén-Istán, aguas abajo, el arroyo Almadán, viene a entregar sus aguas al Arroyo Real y en lugares como "El Charco de Las Viñas" no es raro encontrar tortugas, ranas o culebras. Flores como la orquídea olorosa o la orquídea ovejera abundan por los parajes de la Sierra de Ojén, donde habita el búho real, ave en peligro de extinción que es muy difícil de localizar actualmente.

3 comentarios :

  1. Eduardo Campos Montañez8:13 p. m.

    Me gusta ver la toponimia porque es algo a lo que siempre le estamos dando vueltas

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  2. Como participante en la ruta, doy fe de que el contenido de esta crónica coincide fielmente con la realidad. No se te ha quedado nada atrás. Te felicito!!👏👏👏👏

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  3. Felicitaciones amigo Juani
    un privilegio conpartir está gran ruta y cronica en la cual no te falto detalles.
    NADIE QUE TE PUEDA IGUALAR.
    Gracias Gracias.Gracias

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