Unas pinceladas sobre el Valle de Abdalajís
y su geología:
Este pueblo está situado en el Valle que forma el Arroyo de las Piedras de donde toma la primera parte de su
nombre, con una altitud media de 350 msnm. La segunda parte de su nombre le
viene de la época andalusí. Concretamente del segundo Emir de Al Andalus que gobernó
entre los años 714-716, siendo su nombre Abd al-Aziz, que en el año 713 se casó
con la hija de Rodrigo para atraerse el favor de la aristocracia visigoda,
siendo asesinado en el año 716.
El clima en el Valle de Abdalajís es de
tipo mediterráneo. Su especial situación entre dos elevaciones provoca, a
menudo, fuertes vientos predominando los de levante, y ocasiona, en verano, una
menor insolación (la sombra generada por la sierra provoca unas temperaturas
medias en las noches de verano más frescas que las de cualquier otro pueblo de
su entorno).
Pasajes de la Historia del Valle de Abdalajís:
Pasajes de la Historia del Valle de Abdalajís:
Desde la Prehistoria
hasta comienzos del Siglo XX, el Valle de Abdalajís, quedó enclavado en la vía
de comunicación más transitada entre Málaga y la comarca de Antequera, que en
gran medida coincidía o discurría paralela a la
actual carretera Álora-Valle de Abdalajís-Antequera.
Durante miles de años, a lo largo de la Prehistoria, numerosos fueron los pueblos que dejaron su huella en las tierras que hoy ocupa el pequeño, pero estratégico término municipal. Los grupos de cazadores-recolectores se desplazaban entre la Costa y las Tierras del interior, pasando largas temporadas en esta zona de transición. Con el inicio del Neolítico, la agricultura y la ganadería irrumpen en estas tierras, aproximadamente en el año 5.000 a.C.
Durante miles de años, a lo largo de la Prehistoria, numerosos fueron los pueblos que dejaron su huella en las tierras que hoy ocupa el pequeño, pero estratégico término municipal. Los grupos de cazadores-recolectores se desplazaban entre la Costa y las Tierras del interior, pasando largas temporadas en esta zona de transición. Con el inicio del Neolítico, la agricultura y la ganadería irrumpen en estas tierras, aproximadamente en el año 5.000 a.C.
En torno al último Milenio a.C. los pobladores de este territorio van a iniciar
una transformación provocada por la colonización de fenicios y griegos que
comercian y se instalan en las costas.
La actividad
comercial entre las sociedades al norte de la Vega de Antequera y la costa
malagueña se van a intensificar por lo que el control y defensa de las vías de
comunicación adquiere vital importancia. Por ello, en este periodo se empieza a
articular una serie de fortificaciones estratégicas para controlar este paso
natural que une Malaka con los pueblos Tartessos instalados en el Valle del
Guadalquivir..
En el interesante
Museo Municipal del Valle de Abdalajís (Teléfono: 663 228 568), abierto
todos los días del Año de 9.00 a 14.00 y de 16.00 a 19.00, y en Verno, de 10.00
a 12.00 y de 17.00 a 21.00), se encuentran expuestas piezas arqueológicas adscritas a sociedades
tartésicas, fenicio-púnicas, griegas e ibéricas testigos de este periodo.
En el siglo
III a.C. esta vía natural adquiere si es posible una mayor importancia pues nos
encontramos en el contexto de la colonización cartaginesa y de las Guerras
Púnicas entre Cartago y Roma. Los ejércitos cartagineses avanzan desde el sur
hacia el norte peninsular. El Valle se refortifica y no escapa nada al sistema
defensivo regido por el Cerro del Castillo.
Finalmente, la victoria de Roma en las Guerras Púnicas traerá consigo la colonización de la Península Ibérica, que pasa a formar parte del Imperio Romano. Será en este periodo donde el Valle de Abdalajís conocerá una época de esplendor con el nombre de raíz ibera de Nescania.
Finalmente, la victoria de Roma en las Guerras Púnicas traerá consigo la colonización de la Península Ibérica, que pasa a formar parte del Imperio Romano. Será en este periodo donde el Valle de Abdalajís conocerá una época de esplendor con el nombre de raíz ibera de Nescania.
La conquista de Roma de la Península Ibérica no significó sólo el dominio
político, sino que comienza una época de paz y estabilidad que trae consigo un
avance cultural y mejoras en las infraestructuras y caminos, que durante los
siguientes siglos ya no van a necesitar de los torreones defensivos conocidos
como oppidum, el Cerro del Castillo y las otras fortificaciones se abandonan y
se establece los pequeños poblados íberos de la zona se unifican en uno único
más grande al que llamarían Nescania,
ubicada bajo los cimientos del Valle de Abdalajís. Y no en el Puerto del
Rosalejo, entre la Huma y la Capulla, como los mapas del IGN señalan por error.
El paso
natural del Arroyo de las piedras se convierte en calzada romana uniendo a
Nescania con Iluro (Álora) Cartima (Cártama), Malaka (Málaga y Antikaria
(Antequera), pasando por Singila Barba, ciudad dormitorio de Antequera, situada
a unos 6 km de esta, en dirección a Campillos, que quedó despoblada y olvidada
tras la invasión musulmana.Como ciudad romana Nescania llegó a contar con un
Foro, un templo dedicado a Júpiter, termas, villas, hornos, molinos y
necrópolis. Uno de los epígrafes más importantes del municipio, no sólo por la
información que nos aporta, sino por el cariño que los vallesteros sienten por
este monumento es La Peana, un monolito de piedra caliza que servía de base
para una estatua dedicada al emperador Trajano en el 104 d.C.
Ya con la
caída del Imperio y las invasiones bárbaras en el siglo IV Nescania queda
despoblada. Los habitantes pasarán a concentrarse en pequeños núcleos rurales
autónomos. Esta nueva forma de organización continuará bajo la dominación
visigoda y la ocupación musulmana de Al Andalús, motivo por el cual hay muy
pocas referencias del legado que estos pueblos pudieron dejar en el Valle de
Abdalajís..
En el periodo
musulmán los habitantes de la zona de Valle de Abdalajís y de su Sierra vivían
diseminados en huertas y cortijos dedicados a la agricultura y la ganadería.
Las crónicas
árabes documentan que en el año 904 los omeyas cordobeses al mando del príncipe
AbduÌ, dirigen una campaña contra Omar Ibhn Hafsún en Bobastro, ubicada en la
Mesa de Villaverde, El Chorro, que tuvo en jaque al poder cordobés durante más
de 50 años. Camino del llamado “Nido de Águilas” las tropas cordobesas
acamparon en la que ellos denominaban:
WaÌdil Nisqalniya, ruinas de la antigua ciudad romana de Nescania, destruyendo
todos sus cultivos a su paso. Este testimonio nos muestra que las Sierras y
Valle de
A la época
andalusí debe su nombre el municipio de Valle de Abdalajís, pues procede del
nombre propio árabe “Abd al-Aziz” en referencia a Abd al-Aziz ibn Musa, segundo
emir de Al-Ándalus que residió algún tiempo en estas tierras. Antes de fundarse
el pueblo y adquirir la denominación actual, fueron usados para designar este
territorio los topónimos: Sierra de Audalaxis, Partido de Audalaxis o Cortixos
de Audalaxis.
Con la
reconquista cristiana se reactiva el papel estratégico del Guadalhorce, es por
ello que se construye en el punto más alto del Cerro del Castillo, una torre
encuadrada en el cordón defensivo de Antequera. Esta fortaleza recibe el nombre
de Hisn al-Mara, su significado tradicional es de Castillo de la Mujer. Esta
torre fue tomada en 1410 tras la conquista de Antequera por el Infante Don
Fernando. Finalmente será desmantelada por los Reyes Católicos en 1497.
Tras la expulsión de los musulmanes de
Málaga, se realizaron diferentes repartimientos de tierras que antes habían
sido propiedad de los moros. Del repartimiento que de los campos del Valle de
Abdalajís se hizo (por el Bachiller Juan Alonso Serrano y tras la finalización
de la reconquista de la provincia) cupo buena parte a un vecino de Antequera,
Don Juan de Eslava, a quien se puede considerar como la piedra angular del
origen de la villa de Valle de Abdalajís y aborigen de la genealogía del
Señorío Jurisdiccional que gobernó esta villa desde 1559 hasta las Cortes de
Cádiz de 1811.
Durante los
dos siglos y medio de vida del señorío, la actividad económica tuvo siempre un
carácter puramente agrícola y ganadero. El grado social lo determinaba la
propiedad y se dividía en propietarios, arrendatarios, artesanos y jornaleros.
El escribano, el cura, el médico y algún que otro vecino con nivel cultural
alto, constituyeron el estamento culto o ilustrado.
Es en el siglo diecinueve cuando se
produce una profunda transformación política, social y económica que modifica
la estructura de los pueblos: la disolución y abolición de los Señoríos y,
entre ellos, el de Abdalajís. De esta forma el señorío del Valle de Abdalajís
queda interrumpido desde 1812 a 1814, según el acuerdo de las Cortes de Cádiz,
para restablecerse en 1814 con la etapa absolutista de Fernando Séptimo, Muerto
este pedazo de inútil e hijo de puta, en 1833, la reina regenta María Cristina
consigue abolir la política de los señoríos. Así Don Isidro Mesías de Vargas,
conde de los Corbos y último señor del Valle, quedo convertido en particular,
simple y puro propietario de sus fincas en el Valle de Abdalajís falleciendo en
1880 y desaparecido definitivamente de la Villa la Casa de los Padillas. En
esta fecha el Valle de Abdalajís contaba con 2.859 habitantes y ya estaban
consolidadas muchas de las actuales calles y fuentes. A partir de esta fecha,
el pueblo fue aumentando en el número de habitantes y conformando la actual
estructura urbana, alcanzando en los años 60 del siglo veinte un total de 3.987
habitantes.
Al
comienzo de la Guerra Civil a, el Valle de Abdalajís, como la mayor parte de la
provincia de Málaga, queda enclavada dentro de la zona republicana. La Sierra del Valle de
Abdalajís, al igual que el resto de Sierras de la cadena Antequerana, formó
parte de la línea defensiva para frenar el avance de las tropas franquistas
entre julio de 1936 y febrero de 1937, cuando, bajo las directrices italianas
una columna de unos 3.000 hombres que partían de Antequera, establece el
control y el dominio del bando nacional sobre la carretera entre Antequera y el
Valle de Abdalajís.
El
7 de febrero de 1937 el Valle de Abdalajís cae ante el bando Nacional de las tropas
franquistas, el General Queipo de Llano escribe: "Las dos columnas de
nuestro heroico ejército, partieron de Antequera y Archidona, tomaron el Puerto
de Cauches, Villanueva del Trabuco y del Rosario, después de asaltar trincheras
rojas, y siguieron su avance hacia el sur. Por el Valle de Abdalajís el avance
se ha hecho muy lento, pues el recorrido tiene trozos cortados y ha sido
necesario trabajar en ellos y probablemente hasta por la mañana no podrán
continuar su marcha."(Publicado en el diario granadino
"IDEAL").
La
represión franquista en éste pueblo fue atroz, con casi cien fusilados. Además,
fueron muchos los que refugiados en la sierra trataron de evitar dicha
represión, como la partida de "Los Pataletes" (José y Juan Castillo
Vera), naturales de Álora (Málaga), así como Diego “El de la Justa”. Este
guerrillero representa un caso más de la huida a la Sierra, producto de la
injusticia social de aquellos tiempos. Originario de Teba (Málaga), Diego, un
simple trabajador del campo sin ninguna adscripción política definida, que se
vio obligado a huir a la sierra tras una disputa a cuenta de unos terrenos con
el cacique Pablo Ramos.
En
los años de postguerra y a lo largo de la dictadura se instala en el pueblo
fuertemente castigado por la guerra un gran vacío social que afecta a todas las
relaciones vecinales. Además de los daños materiales (los destrozos provocados
durante la guerra en la Iglesia, causaron daños en retablos e imágenes de
cierto valor. Además, gran parte de las infraestructuras de comunicación del
pueblo se vieron afectadas por la guerra y un gran número de viviendas fueron
saqueadas o destruidas), también las muertes que acarreó la Guerra y la
posterior dictadura, muchas de ellas silenciadas aún hoy en día (existen varias
fosas comunes en el pueblo que, aunque reconocidas algunas de ellas, no han
sido aún excavadas para la recuperación de cuerpos) llevaron al pueblo a una
situación de difícil convivencia diaria (esta situación queda retratada
fielmente en la película "Le mur des oubliés"( "El muro de
los Olvidados", no disponible en internet, ni siquiera en versión
original), película de producción
francesa dirigida por Joseph Gordillo -hijo de un vallestero-, Premio "Fuera
Fronteras" en el Festival del Documental Clermont- Ferrand.
Al
igual que las primeras elecciones generales del 15 de junio de 1977, las
primeras elecciones municipales (1979) fueron ganadas por el PCE (Partido
Comunista de España), lo que evidenciaba una ideología política similar a la
del resto de municipios del interior norte de la provincia, donde ganaron los
partidos PSOE y PCE, donde 40 años después de la Constitución actual, se sigue
votando sistemáticamente a partidos de izquierda.
A
comienzos de Siglo XXI, el Valle de Abdalajís era un pueblo próspero que presumía
de ser un paraíso para los deportes al aire libre, con una amplia red de
alojamientos rurales, capital del Parapente o albergar uno de los mayores
acuíferos de Andalucía. Sin embargo las perforaciones realizadas en la Sierra
del Valle de Abdalajís para la construcción de los túneles del AVE
Málaga-Madrid, provocaron uno de los mayores crímenes ecológicos que se han
perpetrado en España durante los años 2006 y 2007, pero de consecuencias
irreparables, para la eternidad, siendo la principal responsable, la, por quel entonces, Ministra de Fomento
Magdalena Álvarez, durante el Gobierno de Zapatero, esta noticia se silenció a toda costa
por los poderosos tentáculos de los medios afines, sobre todo por la Junta de Andalucía. Televisión Española, ya
en el año 2009 sacó a la luz el documental "El AVE que secó Abdalajís",
que se centra en la época en la que se estuvo perforando, la sierra del valle
de Abdalajís para construir los dos túneles de la línea Málaga-Córdoba. Las
obras reventaron el acuífero principal lo que provocó una gran fuga de agua,
los manantiales se vaciaron y el Valle de Abdalajís, se quedó literalmente secó,
durante los años siguientes. En las fuentes y manantiales de este pueblo, que
durante Siglos fue conocida como el pueblo del agua, ya no brota ni el 10% del
agua que manaba de sus fuentes hasta el año 2006, el arroyo de Las Piedras ya
está seco prácticamente todo el año, así como sus campos y huertas. ¿Quién va a
pagar por ello?, ¿Cómo se repara un crimen de consecuencias irreparables?.
En el entorno del Valle de Abdalajís
tiene un gran protagonismo la sierra que lleva su nombre. Ésta forma parte de
la cordillera Penibética y actúa como telón kárstico calizo, formado en el
periodo Jurásico. La totalidad del municipio oscila entre los 290 msnm del
Arroyo de las Piedras antes de entrar en el t. m. de Álora y los 1.186 msnm del
pico Capilla. Estas diferencias de altitud propician un paisaje de grandes
contrastes. Dentro de su término municipal afloran gran variedad de litologías,
diferenciándose dos sectores muy marcados estructuralmente y litológicamente.
El sector Oeste (margen
derecho del arroyo de Las Piedras) caracterizado por materiales carbonatados
pertenecientes a la zona subbética que son los que forman el relieve de la
sierra del Valle de Abdalajís y la sierra de Huma, concretamente en el Tajo del
Cuervo, los materiales subbéticos se encuentran verticalizados con dirección N
75ºE, horizontalizándose ligeramente hacia el N, donde desarrollan un sistema
de escamas de vergencias N, superponiéndose los materiales jurásicos, sobre los
cretácicos.
Y por otra parte el
sector Este, (margen izquierdo del arroyo de Las Piedras), con materiales
detríticos sedimentarios correspondientes al complejo predorsaliano de la zona
circumbética, y repartido por todo el término pequeñas formaciones
tecto-sedimentarias, el
paisaje está formado por un relieve más suave, de lomas arcillosas y cerros
ondulados cubiertos de almendros, olivares y campos de cereales, entre las que
destacan el cerro del Camello, el cerro del Castillo, que destaca en medio de
las zonas arcillosas cual islote calizo, o el de Los Candilitos (llamado así
por la cantidad de plantas Aristolochia baetica, conocida localmente como
Candilitos, existentes en esa zona).
Separando ambas elevaciones se
encuentra el valle formado por el Arroyo de las Piedras. Éste tiene su origen
en dos cabezas, que nacen en la Sierra de la Joya, en el t.m. de Antequera, en
el término municipal del valle recibe las aguas de 3 afluentes: El Arroyo del
Búho, el Arroyo de los Yesos (llamado así por la concentración de este tipo de roca
en su cuenca) y el Arroyo de la Cañada tributa su caudal al río Guadalhorce
dentro del t. m. de Álora. Por su localización, orografía y por
las condiciones climatológicas existentes donde se dan excelentes corrientes
térmicas, se la consideró durante muchos años como la "Capital del
Parapente", sin embargo desde que falleció el propietario del Cortijo de
la Rejaná, con quien existía un acuerdo para usar el carril de acceso a las
zonas de despegue, se han enredado las cosas con la hija del antiguo propietario
que ha puesto muchas pegas para el acceso, agravado además porque parece ser
que con las nuevas técnicas de parapente, se han superado los 2.000 m de altura
que eran el límite máximo permitido, en una zona que se considera dentro de la
trayectoria de aviones que aterrizan en Málaga y también se ha metido AENA por
en medio para poner mas trabas.
La Sierra del Valle de Abdalajís (nombre
contradicorio), se encuentra al oeste de esta población, forma parte de la
Cordillera Antequerana, que abarca la Cruz de Camarolos, el Realengo, Enebral, Morrón
de Grajea, Peña Negra, Sierra de las Cabras, Torcal, Sierra Chimenea, La
Capilla y la Huma. O lo que es lo mismo todo el tramo central del Arco Calizo
malagueño, cadena montañosa perteneciente a los Sistemas Béticos. Se trata de
sierra calizas de origen Jurásico, que posee interesantes formaciones
kársticas como lapiaces, torcas o dolinas, cuevas, simas, tajos, grandes
fallas.
La morfología actual de
las tierras que forman el término municipal del Valle de Abdalajís a la derecha
hay que buscarlo en la orografía Alpina, pertenecientes a zonas internas y
externas de las cordilleras béticas caracterizado por los depósitos detríticos
marinos y por las fuertes fracturaciones y plegamientos , producidos por el
continuo acercamiento entre la placa euroasiática y la africana, de ahí el
levantamiento de los sedimentos marinos que rodeaban la meseta y que hoy forman las sierras y
relieves del Sudeste de Andalucía, aflorando en superficie por los sucesivos
mantos de corrimiento que se aplican unos sobre otros, estructura
características de las series Alpujarrides, malaguides y circumbéticas,
alternando rocas detríticas y calizas.
El sector de las
sierras de Abdalajís y de Huma forma parte del Penibético y su estructura
corresponde a fallas dextrorsas de dirección aproximada N70ºE. Son verticales o
fuertemente buzantes, con componente inversa y vergencia predominante hacia el
norte. Existen también grandes pliegues anticlinales y sinclinales, de varios
kilómetros de longitud, como Falla del Puntal de la Sierra en el Huma o
cabalgamientos escalonados como los que podemos apreciar en "Los Tajos Escalonaos"
sobre los que caminamos en la "XII Edición de la Travesía del
Jurásico".
Las superficies de las
fallas que nos encontramos en la Sierra del Valle de Abdalajís (formadas
generalmente en calizas jurásicas) muestran buzamientos muy elevados, más de
80º en general. Se observa en ellas y en muchas estructuras menores que las
acompañan (en las margas y margocalizas cretácicas) que los movimientos
absolutamente predominantes son horizontales o casi y de carácter dextrorso,
con estrías muy patentes. De ello resulta que su aparente carácter inverso es
muy limitado y que realmente se trata de fallas de desgarre dextrorsas. La
existencia de estas fallas divide a los materiales en bloques en uno de cuyos
bordes destaca la falla que podemos ver en la dorsal Oeste de la Capilla,
mientras que el otro borde corresponde al contacto estratigráfico de las
calizas jurásicas con las margas y margocalizas cretácicas. Sin embargo, en uno
de los bloques, el del Salto de la Zorra, ambos bordes corresponden en parte a
falla y en parte a contacto estratigráfico. Esta verticalidad de algunos
flancos se da sobre todo en la parte sur del sector. Así sucede en el Tajo del
Cuervo (el bloque al que se adosa al pueblo del Valle de Abdalajís), en la
Sierra de Huma y en los Castillones del Chorro. Los flancos meridionales
verticales del Tajo del Cuervo y de la Sierra de Huma se recuperan hacia el
norte dando una forma acodada.
Habría que recordar
que con anterioridad a este fenómeno, todo el Sur Peninsular estaba cubierto
por las aguas marinas, en cuyo seno se fueron depositando potentes capas de
sedimentos de origen continental alternando formaciones detríticas con
formaciones carbonatadas, dependiendo de la profundidad del mar en cada zona,
en la época en que estas montañas formaban parte del fondo marino del Mar de
Thetys (de ahí que encontremos fósiles amonite en las cumbres de Huma, Capilla,
Torcal del Charcón, etc...). En aquellos tiempos se alternaban épocas de
regresión y transgresión marinas, a lo largo de los sucesivos periodos
geológicos, la edad de los materiales que aparecen en el Valle de Abdalajís
pertenecen al Jurásico y Cretácico los carbonatados y desde el Triásico al
Mioceno los detríticos.
FICHA de la XII Edición Jurásico (Sector EL CHORRO)
Circular Valle de Abdalajís-La CapillaHora aprox. y punto de partida: A las 9.30 - 9.35 am en la
gasolinera que hay en el mismo pueblo del Valle de Abdalajís, allí cerca hay
una calle ideal para aparcar tanto los vehículos particulares como un autobús.
Hora prevista de finalización: .Sobre las 18.00 o antes.
Desnivel: 850 m
Dificultad: Media
Distancia
aprox. 11,5 km
Tipo
de suelo: 5% asfaltado (casco urbano del Valle de Abdalajís); Carril terrizo y
pedregoso 30% (la mitad en muy mal estado); 65% veredas de cabras por terreno
muy pedregoso o directamente lapiaz (es una ruta de mucho contacto con las
rocas calizas).
Bibliografía:
Fecha de realización y meteorología: Sábado 16 de Febrero
2019, cielos completamente cubiertos hasta mediada la tarde, con vientos
predominantes de levante-sur, al llegar a la cumbre, nos la encontramos
completamente cubierta y a penas estuvimos en ellas 5 minutos, para hacer unas
fotos rápidas, mientras manteníamos el equilibrio con un viento superior a los
70 km/h y todos para abajo.
Desde Sevilla
vinieron: Sherpa
Carmona, Blanca Nieves, Ángel González "El Gladiador de Itálica";Desde Córdoba: Rafa "El
Califa", Héctor "El Caimán de Puente Genil" y Maria Luisa
"El Duendecillo de Sierra Horconera". Desde Antequera: Isabel Torres
Desde distintos puntos de la Costa
del Sol: Belen "Thelma", Yolanda Castro Torrado "Louise", Isabel
Diaz "La LOba de Wall Street", Paco Castillo "El Generoso",
José Maria Saldaña, Ana Pérez, José Luis García Criado, Inmaculada Cabalín
Robles, Ángel Velilla Rodrigálvarez, Jesús Alba Amador, Maripí , Manuel
Navero "Viriato, el Minerólogo", Isabel Delgado "La Elegancia
del silencio", Mariano "El Pirata del Caribe", Maria José
Fernández "La Alpinista", Emilia "La Cabra de Alozaina", Manuel
Álvarez "El Reportero romántico", Ana, Mercedes González, Antonio
Pascual "El Último Patriota", Marlis Hoffer, Manuel Esteban, Santiago
Ruiz Aguilera "Moto 1", Cristina Piqueras, Alejandro, Rafael Molina "El Retorno de
Elvis", Paqui "La Pacificadora", Pepe Mayorga "El Naturalista
de las Montañas de Málaga", Fran de la Jungla, Alicia en el País de las
Maravillas, Marcos "Málaga la Bombonera", Toñi Romero, Paco Moreno
"El Vuelo del Ícaro", Mikel González Vicente "El Parapentista", Carlota
Comino "en Patinete", Eduardo Campos Montañez "El Padre
Carras", Eduardo Campos González "El Ultimo Samurai", Diego
"El Jefe", Brida Bisculm, Lena "La Princesa de hielo", Rafa
Castle "El Hombre de las mil cámaras" y un servidor: Juan Ignacio
Amador.
Fotografías de: Rafael Molina, Manuel Navero, Manuel Álvarez, Salvador González, Rafa Castle, Paco Domínguez, Paco Leal y Juan Ignacio Amador,
Fotografías de: Rafael Molina, Manuel Navero, Manuel Álvarez, Salvador González, Rafa Castle, Paco Domínguez, Paco Leal y Juan Ignacio Amador,
Tramo 1: Del Valle de Abdalajís (350 msnm) al collado
de la encrucijada de los Tres Senderos
(965 msnm) por el Camino del Charcón (PR. A-86)
Desde la gasolinera del Valle de Abdalajís, iniciamos la ruta dando un pequeño paseo por su casco urbano entrando por Madre Petra, al comienzo de la cual dejamos a nuestra izquierda una de las residencias de ancianos con mejor reputación de la provincia de Málaga, unos metros mas adelante dejamos a la izquierda un museo etnográfico con el mismo nombre de la fundadora, la tal madre Petra, esta misma calle, mas adelante, pasa a llamarse calle Real, al final de la cual, se encuentra el Mercado y su famoso puesto de churros, donde mas de uno estuvo tentado de pedirse un cartucho. Llegamos a la calle Iglesia, girando entoncesa la derecha, desde donde tenemos unas vistas hacia el espolón oriental del Tajo del Cuervo, denominado localmente como el "Picacho", rematado arriba por una cruz de hierro, a la que llegaríamos unas dos horas después. Tras pasar junto al Ayuntamiento, tomamos la primera calle a la derecha, siendo esta la calle Sierra, donde ya sólo basta con estar atentos al arquito encalado que ya nos conduce directamente hasta el camino de la Ermita del Cristo de la Sierra, ubicada sobre la agreste ladera del
Cerro del Picacho por encima de las casas del pueblo, desde donde un cercano
puente cementado, por unas rudimentarias escaleras de ladrillo, asentados sobre
los bloques calizos de la ladera, nos conducen hasta el Mirador del Gangarro, donde se encontraba un numerosos grupo de
socios del club Rompebotas, que
casualmente por segundo sábado consecutivo, coincidían con nosotros, el mismo
día y la misma ruta.
Mientras terminaban de recrearse con el mirador de arriba y para no bloquearnos mutuamente entre su bajada y nuestra subida, decidimos esperar unos minutos junto a la Ermita del santísimo Cristo de la Sierra, donde aprovechamos para recordar que: entre las fiestas populares más destacadas del Valle de Abdalajís, además de su Semana Santa y sus fiestas mayores (San Lorenzo, 10 de Agosto), cabe destacar la Romería del Cristo de la Sierra, que se celebra cada año durante el primer fin de semana del mes de mayo. El Santo Cristo de la Sierra fue encontrado por un pastor en la Sierra de Abdalajís a principio de los años 30 desde entonces la devoción de los vallesteros, fue en aumento hasta que en el año 1954 comenzó a celebrarse la romería, cuya tradición llega a nuestros días. Que comienza con la bajada del Cristo, el jueves previo procesionándose por las calles del pueblo y tiene lugar el Pregón de la Romería. El viernes tiene lugar la salida de todos los romeros y romeras desde la capital de Málaga, haciéndose el camino y pasando por la diferentes localidades de Cártama, Pizarra y Álora hasta llegar el sábado por la tarde al Valle de Abdalajís, donde tiene lugar la misa romera y la ofrenda floral al Santísimo. El domingo, día festivo por excelencia, tiene lugar la celebración Romera en las proximidades del pueblo para finalizar en la Ermita con una Misa Romera de Acción de Gracias. Y por otra parte la peculiaridad de su Noche de San Juan en la que en vez de proceder a la tradicional quema de Júas, ha adquirido un sentido paralelo pero utilizando otro elemento purificador, como es el agua. Durante toda la noche, los vecinos desde puertas, balcones, ventanas y por supuesto en la propia calle van lanzando agua a diestro y siniestro a todo viandante que por sus cercanías pase, cual "Guerra del Agua a gran escala".
Aquel mismo fin de semana (sábado 16 de Febrero 2019), se celebraba el Carnaval del Valle de Abdalajís, con pasacalles del que más tarde pudieron disfrutar los compañeros que habían venido con coche propio.
Mientras terminaban de recrearse con el mirador de arriba y para no bloquearnos mutuamente entre su bajada y nuestra subida, decidimos esperar unos minutos junto a la Ermita del santísimo Cristo de la Sierra, donde aprovechamos para recordar que: entre las fiestas populares más destacadas del Valle de Abdalajís, además de su Semana Santa y sus fiestas mayores (San Lorenzo, 10 de Agosto), cabe destacar la Romería del Cristo de la Sierra, que se celebra cada año durante el primer fin de semana del mes de mayo. El Santo Cristo de la Sierra fue encontrado por un pastor en la Sierra de Abdalajís a principio de los años 30 desde entonces la devoción de los vallesteros, fue en aumento hasta que en el año 1954 comenzó a celebrarse la romería, cuya tradición llega a nuestros días. Que comienza con la bajada del Cristo, el jueves previo procesionándose por las calles del pueblo y tiene lugar el Pregón de la Romería. El viernes tiene lugar la salida de todos los romeros y romeras desde la capital de Málaga, haciéndose el camino y pasando por la diferentes localidades de Cártama, Pizarra y Álora hasta llegar el sábado por la tarde al Valle de Abdalajís, donde tiene lugar la misa romera y la ofrenda floral al Santísimo. El domingo, día festivo por excelencia, tiene lugar la celebración Romera en las proximidades del pueblo para finalizar en la Ermita con una Misa Romera de Acción de Gracias. Y por otra parte la peculiaridad de su Noche de San Juan en la que en vez de proceder a la tradicional quema de Júas, ha adquirido un sentido paralelo pero utilizando otro elemento purificador, como es el agua. Durante toda la noche, los vecinos desde puertas, balcones, ventanas y por supuesto en la propia calle van lanzando agua a diestro y siniestro a todo viandante que por sus cercanías pase, cual "Guerra del Agua a gran escala".
Aquel mismo fin de semana (sábado 16 de Febrero 2019), se celebraba el Carnaval del Valle de Abdalajís, con pasacalles del que más tarde pudieron disfrutar los compañeros que habían venido con coche propio.
Desde la ermita retomamos el camino del Charcón por donde
iniciamos el primer tramo de ascensión de la jornada, pronto dejamos a la
derecha el Llano de la Romería, al principio caminamos entre olivos y algún que
otro almendro,. pero pronto serán los
palmitos, aulagas, retamas romeros y lentiscos la vegetación predominante del
entorno, adornada por bonitos lirios morados a los márgenes del camino. El
siguiente hito es el Cortijo situado a los pies del Tajo, que tenemos a nuestra
derecha, ambos son conocidos como "del Rincón de las Palomas" (km 2,
situado a 500 msnm). Una vez que dejamos atrás este cortijo, que
alberga abundante ganado bobino, la pendiente de la pista terriza va aumentando
gradualmente.
Unos 400 m más adelante, también a la derecha del camino, nos
encontramos con un bloque calizo cuadrangular de gran tamaño, desprendido de la
parte alta de los Tajos, conocida como "La Piedra de la Mesa"(Km2,4,
situada a unos 550 msnm). A partir de aquí es donde se suele tomar la
opción de subir recto por el derrumbaero,
o continuar por la pista, encarando dos prolongados y empinados zigzags. A
partir de la "Piedra de la Mesa", la pista ha quedado tan deteriorada
por las lluvias torrenciales que suelen producir cada año en esta zona, que más
que por una pista, parece que vamos caminando por el lecho de un pedregoso río
seco, hasta el punto que en más de una ocasión tendremos que usar las manos
para superar algún escalón de un metro o más.
Encarando dos prolongados zigzags, que echando la vista atrás nos
permiten comprobar toda la altura ganada en tan corta distancia, a mediaciación
de la recta final del último zigzag, como excabado en el talud que tenemos a la
derecha del camino nos encontramos con una especia de gran hornacina cual "clítoris gigante", conocido popularmente como "La
Silla".
El día que vinimos a hacer la ruta preparatoria, nos encontramos con un nutrido grupo de cabras montesas en esta zona, en la que también habita el gato montés, la jineta, el buitre leonado, el buho real, el ´águila real, el lagarto ocelado, la víbora, la culebra de escalera y la culebra de herradura, además de un gran número de aves insectívoras o pequeños mamíferos como el conejo, la liebre o el topo.
El día que vinimos a hacer la ruta preparatoria, nos encontramos con un nutrido grupo de cabras montesas en esta zona, en la que también habita el gato montés, la jineta, el buitre leonado, el buho real, el ´águila real, el lagarto ocelado, la víbora, la culebra de escalera y la culebra de herradura, además de un gran número de aves insectívoras o pequeños mamíferos como el conejo, la liebre o el topo.
En la sierra se da, predominantemente,
la vegetación típica de zonas calizas mediterráneas, caracterizada por bajo
matorral: matagallo, aulagas, retamas, tomillo, romero, jaras, majuelos,
genistas, espliego, lavanda, aulagas, chumberas, pitas y sobre todo palmitos,
de infauto recuerdo para nuestro amigo Mariano. Además de una serie de flora menor
como las siemprevivas, vincas, hierba de san Juan, amapolas, peonías, lirios,
algunos tipos de orquídeas mediterráneas.
Aunque parezca mentira, esta sierra
que atesora un gran valor geológico y faunístico (principalmente), tan sólo goza de la discreta catalogación "LIC" (Lugar de Interés Comunitario), a pesar de que por
su importancia y próximidad a la Sierra de Huma, podría enclavarse
perfectamente en el Paraje natural del Desfiladero de los Gaitanes, o ampliar
su catalogación a "Reserva natural Sierras de Huma y Valle de
Abdalajís". Algo parecido ocurre con el Torcal y la cercana Sierra
Chimenea, aunque en muchas ocasiones, son los propietarios de las fincas
ganaderas de las faldas de estas sierras, para que este tipo de
catalogación/protección, no se lleve a cabo.
Tal y como teníamos previsto, al final del último zigzag, abandonamos momentáneamente la pista
para afrontar el pequeño, trepeo que conduce hasta la cercana cruz de hierro,
conocida como la Cruz del Picacho (km 3,2, situado a unos 710 msnm),
impresionante mirador sobre el Valle de Abdalajís y todo su entorno, sobre todo
hacia el Sur y el Este, durante el destrepe para retornar a la cercana pista
terriza, nuestro compañero mariano Navarro, que normalmente lleva gafas, tuvo
la mala fortuna de dañarse el ojo derecho con una rama de los abundantes
palmitos de la zona, aunque decidió continuar como un jabato. De este suceso,
nos informaba nuestro compañero Fali a través del walkie, a la cabeza del grupo
que ya habíamos retomado la marcha, avanzando en paralelo, junto a los afilados
crestones rocosos, que forman parte de la Crestería de del Tajo del Cuervo, que
llevamos a nuestra izquierda, a través de los cuales, tenemos vistas hacia
Álora con su Hacho, el de Pizarra, y mas allá Alhaurín de la Torre, con el
telón de fondo de las Sierra de Mijas, por desgracia fácil de identificar desde
la distancia, por sus canteras. Muy pronto comenzaremos a tener frente a
nosotros el denso mar de nubes que nos impedía ver la emblemática cumbre de "La Capilla" (1.186 msnm), no
así su falda que nos permitía ubicar/adivinar su situación perfectamente.
El siguiente hito fue la antigua Fuente abrevadero y el Cortijo del Charcón
(km 4,7, situado a 871 msnm), desde donde continuamos atravesando el
prado para enlazar con el senderillo de cabras, a través del cual comenzamos a
adentrarnos en la antesala del Torcal del Charcón donde Alicia y otros
compañeros localizaron más de un fósil de amonite, conforme nos vamos
adentrando en el Torcal los bloques comienzan a aumentar de tamaño, apenas quedan restos de las antiguas balizas del PR.A-86, que no
estaría de más repasar. A través del Torcal nos fuimos encontrando con curiosas
formaciones rocosas que desafían nuestra imaginación y a las que en más de una
ocasión les encontraremos semejanza con
alguna figura, animal, cara de frente o perfil, como por ejemplo su figura más
emblemática, conocida como "La Esfinge" (km 6,3, situado a
941 msnm). Y como telón de fondo la imponente silueta del pico Capilla
que en los días nublados tiende a envolverse en un halo de misterio, tal y como
lucía aquella mañana, donde sólo nos permitía contemplar sus faldas, pero no su
cumbre envuelta en densos nubarrones..
Tramo 2: De la encrucijada de los Tres Senderos (965 msnm) a la Capilla
(1.186 msnm)
Una vez atravesado el Torcal del Charcón, nos reagrupamos en la base
de La Capilla concretamente junto a la encrucijada de los tres senderos (Km
6,5, situado a 963 msnm), aunque ya tan solo quedan dos desvencijadas
tablillas en muy mal estado. Aquí confluyen los antiguos senderos PR, del
Camino del Nacimiento, La Ratilla y El Charcón, sin apenas señales o balizas en
la actualidad.
Antes de iniciar la ascensión recordamos las dos formas tradicionales de encarar la misma que comienzan remontando la falda terriza y de zona de aulagas y un poco más adelante, se desdoblan, una más directa dirigiéndonos directamente hacia una especie de muralla rocosa que es su divisoria de agua, desde donde se accede a la cumbre en a penas, media hora (o menos), y otra más larga, que es rodeando la cumbre por la izquierda, pasando por una preciosa zona rocosa de "Pilas de bollos" y rodeando la cumbre por su vertiente Oeste, hasta llegar a su cara norte, desde donde accedemos por una pequeña chimenea escalonada hasta la cumbre de la Capilla (Km..7,4 o 7,7 dependiendo de cómo la encares, situada a 1.186 smnm).
Sin embargo, la gran mayoría optamos por la versión más directa para la ascensión, ya que el viento aumentaba considerablemente conforme nos aproximábamos a la cumbre y al llegar a esta, a penas pudimos permanecer allí 5 minutos, para las fotos de rigor y regresar sobre nuestros pasos. Mientras que un grupo comandado por "El Gladiador de Itálica" donde se encontraban: "El Caimán de Puente Genil", "El Duendecillo", "Alicia en el País de las Maravillas", El Trovador de la Senda", "la Duquesa" y el grupo de "Los Rompebotas" que decidieron hacer cumbre y que se unieron a ellos para no perder la estela del "Gladiador de la Senda", también conocido como "El Barbas".
Antes de iniciar la ascensión recordamos las dos formas tradicionales de encarar la misma que comienzan remontando la falda terriza y de zona de aulagas y un poco más adelante, se desdoblan, una más directa dirigiéndonos directamente hacia una especie de muralla rocosa que es su divisoria de agua, desde donde se accede a la cumbre en a penas, media hora (o menos), y otra más larga, que es rodeando la cumbre por la izquierda, pasando por una preciosa zona rocosa de "Pilas de bollos" y rodeando la cumbre por su vertiente Oeste, hasta llegar a su cara norte, desde donde accedemos por una pequeña chimenea escalonada hasta la cumbre de la Capilla (Km..7,4 o 7,7 dependiendo de cómo la encares, situada a 1.186 smnm).
Sin embargo, la gran mayoría optamos por la versión más directa para la ascensión, ya que el viento aumentaba considerablemente conforme nos aproximábamos a la cumbre y al llegar a esta, a penas pudimos permanecer allí 5 minutos, para las fotos de rigor y regresar sobre nuestros pasos. Mientras que un grupo comandado por "El Gladiador de Itálica" donde se encontraban: "El Caimán de Puente Genil", "El Duendecillo", "Alicia en el País de las Maravillas", El Trovador de la Senda", "la Duquesa" y el grupo de "Los Rompebotas" que decidieron hacer cumbre y que se unieron a ellos para no perder la estela del "Gladiador de la Senda", también conocido como "El Barbas".
Si el día se encuentra despejado, desde esta cumbre podemos disfrutar
de unas vistas muy interesantes, donde destaca: Al NORTE La Laguna de Fuente de
Piedra; Al OESTE el Peñón de Algámitas y el Terril, un poco más a la izquierda
del Castillón de Teba, Sierra de Las Nieves; Al SUR en primer término la Sierra
de Huma, mas allá Alcaparaín, Sierra de Aguas, sierra de Mijas y Montes de
Málaga y al ESTE Sierra Chimenea, Torcal y Camarolos, y si no hay mucha
nubosidad en la distancia: las nevadas cumbres de Sierra Nevada, o La Maroma al
S-E.
(Las siguientes fotografías pertenecen a Paco Domínguez y al Doctor Leal y son de ediciones anteriores de la Travesía del Jurásico).
(Las siguientes fotografías pertenecen a Paco Domínguez y al Doctor Leal y son de ediciones anteriores de la Travesía del Jurásico).
Tramo 3: Descenso de La Capilla
(1.086 msnm) al Valle de Abdalajís (350 msnm):
Desde la cumbre de la Capilla, iniciamos
el descenso sobre nuestros pasos, si bien, mediado el descenso, en esta montaña
es prácticamente imposible repetir íntegramente el descenso, sobre la trazada
de la ascensión, por la cantidad de senderos de cabra que se entrecruzan ,
aparecen, desaparecen y la perspectiva que te cambia totalmente.
Al ser una montaña completamente pelada y carente de masa forestal, tampoco hay árboles o troncos que sirvan de referencia, que unida a la abundante piedrecilla suelta, se convierte en un aterriza como puedas, obligando a las rodillas a retener mucho más que en otro tipo de terrenos más compactos. A mediación de la bajada, merece la pena recrearse con el escalonado perfil, que a modo de gradas gigantes, forma el denominado "Tajo Escalonao". por donde vamos a prolongar nuestro descenso, camino del Valle de Abdalajís. Mientras íbamos descendiendo, Fali, que había decidido regresar con los compañeros que se dieron media vuelta a mitad de la ascensión, uniéndose a los que habían quedado abajo, nos informó por el "walki" que protegerse del viento, que aunque menor que en la cumbre, tampoco daba tregua allí abajo, se dirigían hacia el cercano inicio de los "Tajos Escalonaos" para resguardarse del viento, convirtiéndose por tanto en nuestro punto de reagrupamiento.
Al ser una montaña completamente pelada y carente de masa forestal, tampoco hay árboles o troncos que sirvan de referencia, que unida a la abundante piedrecilla suelta, se convierte en un aterriza como puedas, obligando a las rodillas a retener mucho más que en otro tipo de terrenos más compactos. A mediación de la bajada, merece la pena recrearse con el escalonado perfil, que a modo de gradas gigantes, forma el denominado "Tajo Escalonao". por donde vamos a prolongar nuestro descenso, camino del Valle de Abdalajís. Mientras íbamos descendiendo, Fali, que había decidido regresar con los compañeros que se dieron media vuelta a mitad de la ascensión, uniéndose a los que habían quedado abajo, nos informó por el "walki" que protegerse del viento, que aunque menor que en la cumbre, tampoco daba tregua allí abajo, se dirigían hacia el cercano inicio de los "Tajos Escalonaos" para resguardarse del viento, convirtiéndose por tanto en nuestro punto de reagrupamiento.
Por lo que una vez descendidos de La
Capilla, orientamos nuestros pasos a la izquierda, es decir dirección ESTE,
hacia la cabecera del pequeño barranco o arroyo seco de La Ratilla, que durante
un buen trecho, llevaríamos a nuestra izquierda, reagrupándonos de forma
escalonada (valga la redundancia), al inicio del Tajo Escalonao (Km 9.4, situado a
800 msnm), donde unos comenzábamos a comer, cuando otros ya habían
acabado el postre, pero esto era inevitable con un grupo tan grande que durante
un rato, aunque de forma más o menos controlada estuvo dividido en cuatro:
quienes decidieron no subir, quienes se dieron la vuelta a mitad de la
ascensión, quienes subieron y bajaron por la vía más directa y quienes dieron
el rodeo a la cumbre por la vertiente oeste y norte, no obstante, íbamos bien
de tiempo, lo que pasa es que quienes ya llevaban más tiempo esperando,
comenzaban a pasarlo mal allí parados con el viento, aunque ya menor y el frío,
si no se iba muy bien pertrechado.
No obstante, el siguiente tramo
resultó ser un auténtico espectáculo para la vista, caminando a lo largo de un
kilómetro en paralelo, o directamente sobre los estratos horizontales que a su
vez han creado, enormes gradas, formadas por bloques calizos, donde a veces
destacan las vetas de óxido de hierro, así como las vistas que tenemos a
nuestra espalda de La Capilla, o toda la caída de su cordal Nororiental a
nuestra izquierda, que llega desde su cumbre hasta la carretera A-343, Valle de
Abdalajís Antequera.
Llega un momento que da la impresión
que el Tajo Escalonao por el que
vamos caminando, va a quedar cortado verticalmente, pero encontraremos la
prolongación de nuestra trayectoria pegándonos a la base de la pared que
llevamos a nuestra derecha, mientras que a la izquierda llevamos una caída con
mucho vuelo, pero de la que nos podemos mantener a una distancia prudencial.
Al final de las gradas llegamos a un collado, desde donde merece la pena echar la vista atrás para recrearnos con toda la trayectoria que hemos recorrido sobre los Tajos y la cumbre de La Capilla, que ya estaba casi despejada, permitiéndonos contemplar toda la distancia, el recorrido y el desnivel descendido, desde su cumbre hasta el collado donde nos encontrábamos en ese momento.
Al final de las gradas llegamos a un collado, desde donde merece la pena echar la vista atrás para recrearnos con toda la trayectoria que hemos recorrido sobre los Tajos y la cumbre de La Capilla, que ya estaba casi despejada, permitiéndonos contemplar toda la distancia, el recorrido y el desnivel descendido, desde su cumbre hasta el collado donde nos encontrábamos en ese momento.
Retomada la marcha, unos metros más
allá, el siguiente hito es un gran bloque calizo conocido como "El Abrazo
del Oso", que marca el punto final del precioso tramo de Los tajos
Escalonaos.
Atravesamos una zona de transición, que un poco más adelante, gira a nuestra derecha, afrontando una zona donde se intercalan bloques calizos con un Mar de palmitos, que pronto dejaremos atrás para meternos de pleno en el "Lapiaz de la Muela" (km 10, 630 msnm), formando por grandes bloques planos, conocidos localmente como "mesas", donde la única dificultad a tener en cuenta será evitar las grietas que nos vamos encontrando entre bloque y bloque, sobre los cuales iremos caminando, con la localidad del Valle de Abdalajís, tan cercana y al mismo tiempo tan lejana, allí abajo.
Atravesamos una zona de transición, que un poco más adelante, gira a nuestra derecha, afrontando una zona donde se intercalan bloques calizos con un Mar de palmitos, que pronto dejaremos atrás para meternos de pleno en el "Lapiaz de la Muela" (km 10, 630 msnm), formando por grandes bloques planos, conocidos localmente como "mesas", donde la única dificultad a tener en cuenta será evitar las grietas que nos vamos encontrando entre bloque y bloque, sobre los cuales iremos caminando, con la localidad del Valle de Abdalajís, tan cercana y al mismo tiempo tan lejana, allí abajo.
Justo después de dejar atrás el
"Lapiaz de la Muela", vamos a atravesar un camino estrecho de tierra
muy blanquecina, que nos tienta a tomarlo a la derecha, pues nos hace pensar
que este camino va directamente para el pueblo (error, acaba en un cortado,
como pudimos comprobar el día de la preparatoria), por lo que demeos atravesar
este camino de tierras blanquecinas, continuando ladera abajo, hasta enlazar
con una empinada rambla/torrentera, que viene a desembocar, justamente en el área
recreativa, situada justo en frente del restaurante Los Atanores (donde el
grupo tuvo a bien tomarse la copa o café de despedida), pues acabamos con
tiempo sobrado, a pesar de que aún quedaba completar el último kilómetro junto
a la carretera A-343, Valle de Abdalajís Antequera, pasando junto a Los Lavaderos, poco
después llegábamos al punto de inicio, situado en la gasolinera del Valle
de Abdalajís (km 11´5, situado a 355 msnm), donde ya nos esperaba el
autocar.
Hasta que no llegamos
al Restaurante Los Atanores, el amigo mariano no nos quiso confesar que en el
tramo de ascensión no veía bien la inclinación del terreno, pero gracias a su
experiencia montañera y a su espíritu espartano, completó la ruta como el resto
de sus compañeros con gran pundonor. Lo que también nos comentó fue que cada
vez le escocía mas el ojo, motivo por el cual, se recurrió al comodín del
teléfono que aparece en la tarjeta federativa, desde donde le remitieron a la
clínica privada más cercana a su casa en El Limonar, para cuando llegara a
Málaga, hacia donde partimos, sin más demora. Horas más tarde nos informaba de
que ya lo habían atendido, colocándole un parche en el ojo para los próximos
días y recetándole anti un inflamatorio y un antibiótico, augurándole una
pronta recuperación que todos deseamos llegue lo antes posible.
¡Magnífico!
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