jueves, julio 04, 2013

Cañada del Real Tesoro (Estación de Cortes)-Estación de El Colmenar

Punto de encuentro recomendado: a las 9.30 am ya desayunados en la Estación de Cortes, conocida como Cañada del Real Tesoro, (existen un par de bares que abren sobre las 9.00 am o antes por la calle paralela a la estación.
Cómo llegar a la Estación de Cortes (conocida como “Cañada del Real Tesoro”:
Obviamente la referencia es cortes de La Frontera por lo cual si vienes desde el interior la referencia es la carretera MA-8401, que discurre paralela al río Guadiaro desde cerca de Ronda, pasando por Benaoján, Jimera de Líbar y Cortes. Según desde que parte de Cádiz, también se puede llegar directamente desde Ubrique. O bien si venimos desde la Costa o desde otras zonas del interior la referencia sería la carretera Ronda-Algeciras y al llegar aa laa altura del Puerto del Espino (880 msnm), situado entre el desvío hacia Benarrabá y Algatocín, tomar dirección Cortes, disfrutando de magníficas vistas sobre el macizo de Líbar y el Valle del Guadiaro.
Distancia aprox. 15 km
Desnivel acumulado subida: 450 m
Punto mas elevado: +/- 500 msnm (punto intermedio del sendero entre el Puerto de La Fresneda y la casa del Conde), sobre la vertiente izquierda de la parte superior del Desfiladero de las Buitreras.
Tiempo aprox. 7 horas, hay que estar en la Estación de El Cormenar-Gaucín, antes de las 16.15 porque el tren sale a las 16.25 pm.
Nivel dificultad: Medio.
Tipo suelo: Pista terriza, sendero pedregoso y el lecho del río, quien escoja la versión acuática.
Tipo de recorrido: Lineal.
Fecha de realización y meteorología: Sábado 30 de junio de 2013, cielos despejados y temperaturas que superaron los 30ºC, con ligera brisa de levante.
Participantes: Desde Huelva vino Teresa “Senderista destacada 2013”. Desde Cártama: nuestras compañeras debutantes: Elena y Lourdes. Y desde distinas zonas de la Costa del Sol: Don José “El maestro geobotánico”, EDuaardo “Mister Chip”, Guillermina y un servidor: Juan Ignacio Amador.
Mapa: Las 25 Mejores rutas por los espacios protegidos de la provincia de Málaga.
Bibliografía: Parque Natural de Los Alcornocales guía del Excursionista, Ruta 26 “Estación de Cortes-Las Buitreras-El Colmenar”
Fotografías de aves: Juan Luis Muñoz "El Hombre que susurraba al oído de los pájaros"
Material recomendado: Lo habitual para una ruta de 7 horas, aunque en esta época se recomienda llevar mínimo 3 litros preferentemente meter en el congelador la noche antes. Prismáticos para recrearse con el vuelo de los buitres y otras aves que habitan o/y frecuentan el desfiladero. A quien tenga pensado hacer la versión acuática se le recomienda bañador, tubo estanco y neopreno, aunque no es imprescindible. Respecto al calzado unas botas viejas siempre son lo mas recomendable para el lecho de los ríos, pero también se pueden hacer con unas zapatillas de deportes, siempre y cuando tengan suela resistente, con buen agarre, tipo travesía de trecking, un bastón e incluso dos serán buenos aliados a la hora de caminar sobre las resbaladizas piedras del río, si no los llevamos en un principio al llegar al río los podemos improvisar con cañas o ramas gruesas, ya secas de adelfa.
A tener en cuenta:
1º) Si queremos ahorrarnos el engorro de dejar coches al final e inicio de ruta, lo ideal es comenzar la ruta con puntualidad desde la Estación de Cortes, se comenzará con estricta puntualidad a las 9.30 am. Llevando un ritmo medianamente normal se llega a la Estación del Colmenar para coger el tren de las 16.25 pm que en menos diez minutos nos llevará de vuelta a la estación de Cortes donde dejamos nuestros coches al inicio de la jornada. Sin descartar una buena sesión de baño en el charco del Moro (salida del desfiladero).
En nuestro caso tuvimos la gran suerte de que Eduardo y Guillermina, se ofrecieron voluntarios a finalizar la ruta por la vía rápida, es decir tomando el sendero que va paralelo al río en todo momento y no a proseguir río abajo tal y como teníamos pensado, por lo que al llegar ellos mucho antes, tomaron el tren ellos solos hasta Cortes y nos trajeron los coches de vuelta hasta El Colmenar por la recóndita pista asfaltada que parte de las proximidades del albergue juvenil de la Junta de Andalucía en Cortes, hasta El Colmenar, por una carretera mas sinuosa y solitaria que la que nos lleva hasta La Sauceda (que también pertenece al t.m. de Cortes).
2º) Existe una variante para ir de El Colmenar al puente de Los Alemanes, que no coincide con el SL.A-34, que es el sendero que va paralelo al río, sino que se sirve del inicio de la carretera que va hacia Cortes, para tomar poco después un sendero que pasa cerca del cerro del Oso, donde el cabrero de la finca suele cobrar 1€ por persona. (Aquí el que no corre, vuela…).
En los días previos a la ruta, nuestro compañero Carlos Guerrero “El Mariscal de La Translíbica”, nos enviaba el siguiente mensaje, en el que advertía se había detectado un gran número de insectos en el tramo central del sendero que va de El Colmenar a las Buitreras, concretamente a la altura del Llano de las Adelfas, posiblemente identificadas como “avispas asiáticas”, cuya picadura puede llegar a ser mortal. No obstante, un día antes de la ruta, el viernes 29 de junio 2013, el Diario Sur publicaba un artículo para restar importancia a esta advertencia, aclarando que expertos de Medio Ambiente, ya habían comprobado que se trataba de avispas típicas de Andalucía, aunque de un tamaño un poco mas grande de lo normal. 
Aún así en este artículo también se estimaba que debido a la avispa asiática que entró en Europa, a través del desembarco de un carguero Chino en Marsella, se están extendiendo por todo el sur de Europa, suponiendo una gran amenaza para nuestras abejas, que podrían comenzar un grave peligro a partir de ahora, de hecho de un tiempo a esta parte cada vez vemos menos abejas en nuestros campos. 
Descripción de la ruta:
Con exquisita puntualidad nos encontramos en la Estación de Cortes, todos los compañeros de ruta, lugar también conocido como “Cañada del Real Tesoro”, cuyo nombre se debe a la leyenda que cuenta de un tesoro oculto junto la cañada que iba de Cortes a Gaucín, por donde discurre la primera parte de nuestro recorrido. Se trata de  un pequeño núcleo de población perteneciente a Cortes de la Frontera a unos 5,5 km de Cortes, en pleno Valle del Guadiaro.
Los primeros pasos de nuestra caminata los dimos desde la misma Estación de Cortes, avanzando junto a la vía del tren, a nuestra derecha. Esta línea de ferrocarril fue construida a finales del siglo XIX por los británicos y pasó a llamarse Compañía Andaluza de Ferrocarriles. Hasta entonces, los viajeros británicos que desembarcaban en Gibraltar se adentraban hacia Ronda y Granada a través de angostos caminos de herradura y el tren no solo facilitó a los primeros turistas ingleses su entrada hacia el interior sino que sirvió de revulsivo económico a la serranía pues daba salida al puerto de Algeciras gran cantidad corcho, madera, productos derivados del cerdo y caza mayor y menor que tanto abundaba en estos bosques.
Sin lugar a ha dudas el tren ha jugado un papel muy importante en la historia reciente de la Serranía y mas concretamente en las pequeñas localidades del Valle del Guadiaro donde tiene estación como San pablo de Buceite, El Colmenar, Jimera de Líbar, Benaoján y por supuesto en la Estación de Cortes ó Cañada del Real Tesoro que cuenta con pequeñas tiendas, supermercado,  panadería, hotel rural y varios bares que ofrecen tapas tradicionales del lugar en uno de los cuales desayunamos. La Cañada del Real Tesoro es una zona ideal para los amantes de la pesca fluvial, el senderismo, los paseos a caballo, la observación de aves, ciclismo, fotografía, etc. Durante la primavera y comienzos de verano, las flores silvestres nos ofrecen una amplia gama de colores y formas como pudimos comprobar por el Camino del Molino donde nos encontramos con algunos vecinos recogiendo la fruta de sus huertas regadas por el río Guadiaro. En invierno es costumbre salir a recoger espárragos y tagarninas.
Durante los dos primeros kilómetros de ruta fuimos caminando con el río Guadiaro a nuestra izquierda y la vía del tren a nuestra derecha, ambos a escasos 100 m de nosotros, pasando junto a numerosos huertos intercalados con encinar, avanzando por el denominado camino del Molino, que también coincide con la antigua Cañada Real Cortes-Gaucín por donde discurre el PR.A-244 Cortes-Gaucín, que de momento coincide con nuestra trayectoria. 
Cerca ya del segundo kilómetro de ruta llegamos a la altura del rudimentario puente peatonal que salva las aguas del río Guadiaro, que a partir de aquel momento llevaríamos a nuestra derecha, alejándonos momentáneamente del mismo. Tal y como íbamos ganando altura, íbamos dejando a nuestra espalda el extremo sur de la sierra de Líbar presidido por el Martín Gil y el Peñón de Líbar, con la localidad de Cortes a sus pies, así como la zona de transición hacia la sierra de Los Pinos.
Algo así como un kilómetro mas allá del puente peatonal que cruzamos sobre el Guadiaro, cruzamos el arroyo Salado, donde nos encontramos un vado hormigonado y un pequeño puente peatonal, coincidiendo con una bifurcación, el camino de la izquierda es la antigua Cañada Real de Gibraltar y que tomaríamos en caso de realizar el itinerario PR.A-244 Cortes-Gaucín, sin embargo, nosotros tomamos el ramal de la derecha, camino de Los Puertos, que actualmente es una pista terriza de características muy parecida al resto del camino que hemos traido hasta aquí.
Como norma habitual en este itinerario, y teniendo en cuenta que el río Guadiaro es la columna vertebral de nuestro itinerario, al llegar a cada bifurcación, siempre tomemos el ramal del camino que discurra mas cerca del río. Pronto nos encontramos con las ruinas de un cortijo en el margen derecho del camino, se trata del antiguo cortijo de La Venta, nombre muy típico en muchos de los antiguos cortijos que hoy son ruinas, pero que en tiempos no tan lejanos rebosaban de vida en la ápoca en que estos caminos, cañadas reales y muchas sendas hoy perdidas, eran testigos de un gran trasiego de arrieros, viajeros y gente del campo que vivía en perfecta armonía con la naturaleza. 
La pendiente de subida que ha sido constante, pero suave desde que cruzamos el Guadiaro, es ahora cada vez mas empinada, al otro lado de la valla metálica que delimita el margen derecho del camino dejaremos una pequeña casa y una alberca, llegando poco después a la altura del cortijo de La Fresneda, un hermoso caserío rodeado de un elaborado murete de piedra que queda a la izquierda del camino, que sigue picando hacia arriba, para situarnos poco después en el puerto de La Fresneda.
Una vez que dejamos atrás el puerto de La Fresneda, la pista desciende suavemente, discurriendo por una zona de monte que ardió hace unos diez años, según los cálculos del Maestro Don José Guerrero, donde todavía quedan los esqueletos de algunas encinas y quejigos centenarios que un poco mas adelante, intercalados con numerosos ejemplares centenarios que han sobrevivido como podemos comprobar un poco mas adelante, mientras vamos disfrutando de vistas aéreas sobre el río Guadiaro, unos 200 m por debajo nuestra, a nuestra derecha y cerca de su orilla contraria la vía del tren, que en lo que en su día debió ser un trabajo titánico a base de túneles y falsos túneles, para salvar el desfiladero y las empinadas laderas, cuyos aludes de pedreras y derrumbaeros, obligaban a suspender el paso de los trenes durante varios días, tal y como recordaba el maestro Don José en los días de su infancia.
Después de una suave subida entre grandes ejemplares de encinas y quejigos, llegamos a una última bifurcación, donde volvemos a escoger el ramal de la derecha, algo mas angosto, pero que nos permite seguir teniendo contacto visual con el río Guadiaro, siempre a nuestra derecha, y en frente el cerro Pajarraquera. Mientras vamos caminando en suave descenso podemos comprobar el impacto sobre las rocas provocado por las voladuras para la construcción de los túneles, así como algunas fallas sobre los pliegues en la ladera al otro lado del valle. Y mas adelante, un espolón rocoso a cuyos pies han crecido dos grandes arbustos, el de la izquierda mas oscuro, hasta el punto de parecer la entrada de una cueva.
Justo cuando uno empieza a dudar de si habremos tomado el camino correcto llegamos a las ruinas del antiguo cortijo de Las Buitreras, también conocido como casa del Conde, donde nuestro Maestro Geobotánico (y etnográfico): Don José Guerrero, a través de un análisis en plan “CSI-Valle del Guadiaro” nos hizo una reconstrucción de cómo se concibió aquella construcción de dos plantas, que en su día debió ser una gran casa, identificando desde el horno de leña, hasta la despensa bajo la escalera, la cuadra que todavía se puede ver en la parte de atrás con pesebres para vacas y caballos o la ya inexistente parte de arriba destinada a curar las chacinas, almacenar los granos y frutos secos. Digno de recordar fue el memorable susto que a modo de novatada le dimos a nuestras compañeras debutantes: Elena y Lourdes, justo cuando después de haberlas metido en el ambiente tenebroso de una supuesta leyenda negra sobre los crímenes allí acaecidos, las invitamos a pasar al interior de uno de los habitáculos y de repente como un auténtico monstruo de pesadilla, salió nuestro gran amigo Jorge con su careta de Halloween, cuchillo de Rambo en ristre, que minutos mas tarde se volvería a rememorar, aunque ya de forma mas relajada y distendida en el túnel por donde abandonamos el puente de Los Alemanes.
Una vez finalizada la visita y sesión de fotos junto a la Casa del Conde, hay que tomar como referencia la era que se encuentra unos 70 m al oeste de la misma y antes de llegar a la era, ya tomamos un sendero que va dejando a la izquierda las grandes higueras que existen en los bancales situados por debajo de las ruinas del cortijo, curioso sendero;
perfectamente marcado y flanqueado de modo intermitente por grandes lajas que certifican que vamos por el buen camino, llevándonos unos 200 m mas allá hasta unas empinadas escaleras excavadas en roca, que hasta no hace mucho conducían en una bajada muy expuesta hasta el puente de Los Alemanes, que ya tenemos ahí mismo, estas escaleras excavadas en roca que nos llevan hasta el puente, han mejorado notablemente la seguridad de este tramo, donde no obstante, sigue siendo recomendable agarrarse bien al cable de acero a modo de pasamanos.
Conforme la ruta va avanzando y el valle se va estrechando podemos comprobar cómo el valle del Guadiaro, presenta una estructura geológica en valle sinclinal marcado por fallas laterales que dan mayor verticalidad a las paredes. Por otra parte, el predominio de materiales margosos poco resistentes a la erosión ha favorecido el encajamiento del cauce por incisión torrencial del río Guadiaro, que ha ido labrando un valle estrecho y profundo, hasta formar un cañón de paredes escarpadas que otorgan a este espacio una gran espectacularidad, al labrar la base de materiales calizos y margocalizos de edad jurásica (entre 200 y 150 Millones de años).
El  punto álgido de nuestro recorrido lo constituye, el estratégico puente de Los Alemanes, que junto con otros dos puentes que se van a instalar en el desfiladero con motivo del nuevo GR-E Valle del Genal y Guadiaro podría atraer a un gran número de excursionistas en un futuro. Si bien, Don José Guerrero, aboga por una hipótesis en la que los dos grandes masas de roca caliza del Desfiladero del Guadiaro no se separaron por la erosión del río, sino por un gran cataclismo que las separó y por allí fue donde el Guadiaro aprovechó para abrirse paso hacia el Mediterráneo.
El puente de Los Alemanes, fue construido en 1918, curiosamente por un grupo de belgas, en un principio como conducción de agua que llega a la subestación eléctrica de El Colmenar. Su caída de 60 m de altura sobre el río son de vértigo, con una sensación de mucha mas altitud, debido al encajonamiento de las paredes que nos flanquean, donde no es extraño toparse con un grupo de barranquistas pasando por allí abajo, en los meses de primavera o verano. La espectacularidad de tan impresionante paraje hace inútil intentar describir la belleza que desde allí contemplamos con palabras, cuando a la monumentalidad geológica, sumamos la proliferación de pequeñas encinas, durillo, almez y cornicabras por las paredes del desfiladero, desafiando la gravedad, hasta prácticamente llegar al nivel del río, donde una capa de vegetación de un verde casi selvático, eclipsa la mayor parte del gris claro de la caliza y el marrón anaranjado del óxido de hierro de las rocas que componen las colosales paredes. 
Declarado Monumento Natural el 1 de octubre de 2003.
En su punto mas alto, las verticales paredes llegan a los 100 m de altura y en su zona mas estrecha a penas llegan a los 2 m. Ni que decir tiene que este cañón y sus cerros calizos colindantes alberga una colonia de buitres, que con gran frecuencia y facilidad veremos sobrevolar no muy lejos de nuestras cabezas en majestuoso planeo, a veces las paredes del desfiladero se han convertido en una trampa mortal para ellos a la hora de introducirse en una de sus zonas mas estrechas, perdiendo contacto con la corriente que los había llevado hasta allí, sin poder remontar el vuelo, hasta caer al fondo del cañón, muriendo ahogados o de inanición al haber quedados atrapados en su interior, como ya nos han confirmado varios compañeros barranquistas. Otras especies de aves allí presentes son la paloma bravía, la chova piquirroja, el cernícalo, el vencejo real y el mirlo acuático.
Una vez que Eduardo “Mister Chip” nos hacía la ineludible foto de grupo sobre el puente de Los Alemanes, abandonamos el emblemático puente a través del bajo tunelillo en forma de “L”, caminando con la cabeza agachada para no pegarnos un buen golpetazo con el bajo techo pasando ya, a la vertiente occidental del Desfilaro, y enlazaando de esta manera con el SL.A-34 El Colmenar-puente de Los Alemanes, encarando a continuación el único tramo de subida realmente exigente de nuestro itinerario, a través de un empinado y zigzagueante sendero que asciende hacia la izquierda, abriéndose paso entre sabinas, lentiscos, acebuches y algarrobos que nos acompañará, hasta los márgenes del Guadiaro entre amplias hileras de adelfas, que ya podremos distinguir al llegar al collado donde finaliza este tramo de ascensión donde en menos de 1 km ascendemos unos 200 m. Al llegar al collado existen dos posibilidades para continuar hacia El Colmenar:
1º) Opción 1: Tomando como referencia el collado, buscaremos el inicio de un desdibujado sendero que parte a la derecha en dirección SO, pasando por la vertiente sur del espolón calizo que tenemos a la derecha y que poco después gira casi 150º en dirección N, a través de una pista que nos lleva hasta unas cabrerizas, enlazando con la Cañada Real de El Colmenar, discurriendo mas o menos en paralelo con el arroyo de el Hoyo de Los Mirlos, viniendo a salir a la zig-zagueante carretera Cortes-El Colmenar, unos 2 km antes de llegar a esta última localidad, completando ya los últimos 2 km por esta carretera paisajística, que suele estar muy poco transitada.
2º) Opción 2 (la nuestra): Continuar por el sendero SL.A-34 El Colmenar-puente de Los Alemanes, que es el que nos lleva dirección S, con unas vistas privilegiadas sobre un amplio tramo del valle del Guadiaro que va desde la salida de Las Buitreras que durante el empinado descenso que comenzamos a encarar nos irá acompañando a nuestra izquierda, hasta El Colmenar, donde nos lleva este sendero sin margen de error, contemplando a nuestra derecha el trazado de la vía del tren y a la izquierda el río Guadiaro.
Siendo recomendable, detenerse de vez en cuando a contemplar el paisaje que tenemos ante nosotros, desde algunos de los salientes rocosos que de vez en cuando tenemos a nuestra izquierda, invitándonos a la contemplación del paisaje y de camino a hacer alguna que otra pausa de reagrupamiento, pues a poco que el grupo con el que vayamos sea algo numeroso, la fuerte pendiente de bajada provocará el distanciamiento entre la cabeza y la cola del grupo. 
No obstante, con paciencia y buena letra, nos iremos acercando al nivel del Guadiaro, con una isleta en el centro donde nos encontramos con dos tiendas de campaña instaladas, lugar tan idílico, como ilegal e imprudente.
Un mar de adelfas  delata la proximidad al río así como la ancha pedrera que cruza el sendero, que durante las primeras décadas de la puesta en marcha de tan histórica vía férrea, fue una de las causas principales de que dicha vía se viese cortada por el aluvión de piedras, de ahí que se construyese ese falso túnel de hormigón con respiraderos, tan antiestéticos como prácticos, que complementando a los túneles sirvieron para solucionar de una vez por todas, el problema de los derrumbaeros de piedras que venían a caer sobre la vía, desde la parte de arriba de la ladera en épocas de lluvias torrenciales. Si queremos acceder al río y mas concretamente  al charco del Moro, ensanche que forma el río Guadiaro a su salida del desfiladero, estaremos atentos a un ramal de sendero que sale a nuestra izquierda y que poco después de pasar junto a los restos de una antigua calera nos deja en la misma orilla.
Una vez que Guillermina y Mister Chip nos confirmaban su intención de tomar el sendero SL.A-34 El Colmenar-puente de Los Alemanes, después de la sesión de baños que íbamos a realizar en tan idílico lugar y posterior almuerzo, ofreciéndose voluntarios para coger el tren hasta Cortes y desde allí traernos los coches hasta la estación del Colmenar, nos hicieron el mayor regalo que nos pueden hacer que es tiempo extra para disfrutar sin prisas de aquello que mas te gusta o que mas ilusión te hace en un momento dado sin la necesidad de estar tan pendientes del reloj, como en nuestro caso fue una generosa sesión de nado de unos 300 m o mas hacia el interior del desfiladero,
entre majestuosas paredes, un almuerzo campestre en tan idílico paraje como es el charco del Moro y una vez que nos despedíamos de Guillermina y Eduardo “Mister Chip” que ponían rumbo a El Colmenar por el mencionado sendero, perfectamente marcado que en todo momento discurre en paralelo a la orilla derecha del Guadiaro; 
iniciamos el descenso de este idílico tramo de tan emblemático río que desde Las Buitreras hasta El Colmenar, se caracteriza por sus amplios tramos rectos, con algún que otro meandro, encarando tramos de distinta profundidad desde aquellos en los que no haces pie, 
hasta otros donde precisamente la poca profundidad hace que te plantees en dejarte llevar por la corriente con las piernas siempre ligeramente flexionadas por delante para evitar algún que otro golpe por las redondeadas piedras, 
contra las que tarde o temprano te pegarás algún culazo en el mejor de los casos, o bien, esquivar esos tramos algo delicados, directamente caminando entre las adelfas de la orilla, para volverte a reincorporar mas tarde o directamente tomar el comodín del SL.A-34 El Colmenar-puente de Los Alemanes, que en todo momento se mantiene en paralelo a la orilla derecha, tal y como hicieron nuestras compañeras debutantes: Lourdes y Elena, escoltadas caballerosamente por Jorge “Aterriza como puedas”.
Mientras tanto ya sólo quedábamos en esta divertida jinkana acuática: Teresa “Senderista Destacada 2013”, María “La Fisioterapeuta”, Don José Guerrero “El Catedrático Geobotánico” y El Comandante, salvando algún que otro rápido en distintos tramos del descenso:
Pasando junto a una vaca junto a su ternero.
Llegando al meandro que da paso al caos de bloques.
Afrontando el tramo del caos de bloque pasando por su parte izquierda.
Dejando en la orilla derecha una curiosa construcción cual refugio de ermitaño.
Últimos tramos de corriente con la que da gusto dejarse llevar, previos a la gran poza que existe a la altura de la antigua subestación eléctrica de El Colmenar.
Localizando durante el descenso gran número de lavanderas blancas,
y algunas aves tan difíciles de ver como el martín pescador  
ó una oropéndola.
Hasta que llegamos al puente que marca el final de nuestro recorrido por el que pasa la carretera que va de Gaucín, hasta El Colmenar, por donde ya tan sólo nos queda completar unos 400 m por el asfalto para llegar a esta entrañable localidad, en cuya entrada nos encontramos un cruce en forma de “T” que tomamos a nuestra izquierda,
 para encarar la bonita alameda donde se encuentra la Estación y justo en frente el bar donde nos reagrupábamos con el resto de nuestros compañeros.

2 comentarios :

  1. qué maravilla de ruta!! tenéis página en face?? para unirme a alguna ruta me hace falta seguro o algo de eso? gracias

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  2. Estimado amigo:
    Por primera vez la Federación ofrece la posibilidad de federaros sólo por el 2º semestre del año. Por lo tanto si estás interesado en federarte en montaña y al mismo tiempo hacerte socio de Pasos Largos, queda abierto el plazo para realizar el ingreso de la cuota del club, en concepto de “Media Temporada 2013”. Para ello debes ingresar en la cuenta de Pasos Largos 2103 0166 38 0030012664 de UNICAJA, la cantidad de 30 euros, en concepto debes poner: “Media Temporada 2013”. y haciendo constar tu nombre y apellidos, si no cabe, abreviado. Datos que llegarán automáticamente a nuestro tesorero entendiendo que el nombre y apellidos que corresponden en el ingreso pertenecen a la persona que se hace socia. Esta cuota lleva incluida la tramitación de la tarjeta federativa: modalidad autonómica.
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