Ascensión al pico del Cielo (Parque Natural Sierra Almijara)
Punto Partida: Cuevas de Nerja 150 m.
Cumbre del Cielo: 1.506 m.
Punto finalización: Maro 115 m.
Desnivel: 1.426 m.
Distancia aproximada: 22 km.
Dificultad: Alta.
Emotiva jornada montañera donde nos juntamos 20 compañeros de aventura que en algunos casos, no coincidíamos desde mucho antes del verano. Y es que la ocasión bien merecía la pena, por tratarse de todo un clásico de Sierra Almijara, como es la ascensión al pico del Cielo que tan sólo unos cuantos habían realizado anteriormente. Iniciando la caminata desde el mismo aparcamiento de las famosas cuevas de Nerja, donde nos hacíamos la protocolaria foto de inicio de ruta, mientras las ardillas correteaban por los troncos de los pinos a escasos metros de nosotros.
Punto Partida: Cuevas de Nerja 150 m.
Cumbre del Cielo: 1.506 m.
Punto finalización: Maro 115 m.
Desnivel: 1.426 m.
Distancia aproximada: 22 km.
Dificultad: Alta.
Emotiva jornada montañera donde nos juntamos 20 compañeros de aventura que en algunos casos, no coincidíamos desde mucho antes del verano. Y es que la ocasión bien merecía la pena, por tratarse de todo un clásico de Sierra Almijara, como es la ascensión al pico del Cielo que tan sólo unos cuantos habían realizado anteriormente. Iniciando la caminata desde el mismo aparcamiento de las famosas cuevas de Nerja, donde nos hacíamos la protocolaria foto de inicio de ruta, mientras las ardillas correteaban por los troncos de los pinos a escasos metros de nosotros.
Este recorrido puede iniciarse a pie desde distintos puntos partiendo: desde el mismo núcleo urbano de Nerja, desde el área recreativa de la Fuente del Esparto a través de la cuesta de la Luna, desde el Camping de Maro a través del arroyo de los Colmenarejos , desde Maro a través del arroyo Romero, tomando como referencia el lugar conocido como el Nacimiento donde existe una generosa fuente a la que acuden muchos vecinos a llenar sus garrafas, desde el arroyo Sanguino que sería nuestro camino de regreso, desde la cumbre del Navachica como tenemos previsto realizar en 2009 en una gran ruta circular nocturna, a través de la crestaría que la une al Cielo, ó desde el parking de las Cuevas de Nerja a través de la pista que fue por donde iniciamos la marcha, si bien hubiéramos preferido ir por la senda del barranco de la Coladilla que discurre paralela a la pista por la que íbamos y que hubiera sido una buena alternativa pasando a través de un estrecho desfiladero de paredes verticales no muy altas, donde son frecuentes las cuevas y oquedades en la piedra, que en otros tiempos sirvieron de vivienda a pastores y familias de recursos limitados. Existiendo además, una vegetación que nada tiene que ver con las agrestes laderas de las zonas altas. Y es que dada la mayor frescura que se mantiene entre estas paredes, abundan los enebros, durillos, madreselvas, bojes, aladiernos, encinas, cantuesos y otras especies más difíciles de encontrar en plena sierra. Pero dado que el acceso al barranco se encontraba mas abajo del punto de partida, resultando muy escarpada la bajada al mismo durante los tres primeros kilómetros de pista, decidimos no complicarnos la vida y ganar tiempo por esta, cubriendo en pocos minutos esos tres kilómetros que nos llevaron hasta el cruce donde se puede leer: Área recreativa el Pinarillo 2 km a la izquierda y sendero a la derecha, que en realidad se trata de la pista que viene a morir junto a las ruinas del cortijo de la Civila por donde continuamos la ascensión.
Pero antes de reanudar la marcha, durante la primera parada de reagrupamiento en dicho cruce, el zoologo Manolo Manzanares, mas conocido como el Tritón de la Chorrera, que una vez mas ejercía como guía de lujo para el grupo, nos daba una breve charla para recordarnos que en este cruce había acabado la primera parte de la ruta: Cuevas de Nerja 150 m – Cruce pistas, aprox. 300 m. Comenzando aquí la 2ª parte del camino de otros 3 km que nos llevaría hasta los 750 m de altitud, donde muere la pista junto a las ruinas del cortijo de la Civila, a la que llegamos de forma compacta y a un ritmo buenísimo, a pesar de alguna breve pausa para asomarnos a los balcones naturales que nos íbamos encontrando junto al canino. Haciendo uso de las empinadas sendas que acortan las pronunciadas curvas de la pista donde supuestamente estaban trabajando numerosos operarios de medio ambiente entre escaqueo y escaqueo, para limpiar el monte y de camino, alguno que otro haciendo el agosto, apilando troncos de pino en su coche particular para la chimenea de su casa.Cabe destacar que el mítico cortijo de La Civila que queda a unos 100 m. a la izquierda del lugar donde muere la pista, debió ser casi una pequeña aldea a juzgar por su tamaño, si bien la alineación de viviendas y corralones aparece hoy semi derruida. Sin embargo, justo donde acaba la pista están construyendo actualmente una especie de barracón que amén de anti estético, no sabemos si utilizarán como casa para guardias forestales, agentes del medio ambiente ó un albergue de montaña explotado por los responsables del parque. Quien venga en plan safari con un 4x4 puede llegar hasta el mismo Cortijo de la Civila, aunque eso sería una mariconada ya que lo bonito es hacerlo desde abajo, como mínimo desde el cruce de pistas anteriormente mencionado, siendo abundantes en este 2º tramo de ascensión: la coscoja, el cantueso rizado, losenebros, las genistas los aladiernos y el romero macho que fue el gran protagonista de la jornada con luciendo sus flores violetas en su máximo apogeo. El día había amanecido completamente cubierto, de hecho aquella jornada llovió copiosamente en numerosos puntos de Andalucía, sin embargo, conforme nos acercábamos al mediodía parecía que las nubes se podrían llegar a disipar, conforme íbamos ganando altura bajo las luces cambiantes del sol que nos permitía divisar la línea de costa con bastante calima en la distancia y las sombras a merced de las nubes que avanzaban por encima y por debajo nuestra.
Al final de la pista forestal, en las inmediaciones del cortijo de la Civila, km. 6 de ruta, a 750 m de altitud, tuvo lugar la 2ª pausa de reagrupamiento, donde se volvió a dar otra charla sobre este último tramo que estábamos a punto de comenzar y que nos llevaría desde el cartel que teníamos junto a nosotros: sendero pico del Cielo hasta la cumbre, recomendando dosificar esfuerzos, bebidas y no perder el contacto visual en ningún momento con los compañeros que vinieran detrás nuestra. Nada mas reemprender la marcha comenzaron a formarse pequeños grupos donde cada uno escogió el que mejor le venía según su ritmo habitual y su manera de subir. Caminando a partir de aquí por un sendero perfectamente marcado por pinturas verdes, azules y no pocos hitos de piedra aquí y allá, que nos llevan en dirección N a través de altos matorrales hasta la cuesta de El Cielo donde el camino toma dirección NE, justo en una curva donde a pocos metros, a nuestra derecha podemos asomarnos a un espectacular mirador que da vistas a la playa de la Herradura ya en territorio granadino y al llamativo cerro de la Cabeza del Caballo que podemos ver ante nosotros en dirección E. Ni que decir tiene que las vistas que tenemos a partir de aquí con Nerja allí abajo, Frigiliana al pie del cerro del Fuerte, el Almendrón, el Almendrillo, Pandera Garzón ó Alto de la Garza, cerro Cisne y otros colosos de sierra Almijara son cada vez mas espectaculares conforme vamos ganando mas y mas altura. La primera parte de este último tramo discurre por un terreno arcilloso, donde han proliferado el tomillo, el romero, la aulaga y el esparto. Según dicen, en primavera la vegetación suele estar tan alta que a veces llega a cerrar el camino, pero nosotros pasamos sin problemas incluidos los que íbamos en pantalón corto. Con la cumbre parcialmente cubierta por una nube nos acercábamos a un saliente de la misma cuerda del Cielo que rodeamos por la izquierda O, pasando junto a algunos ejemplares de pino carrasco retorcidos y de porte singular. Mientras que las magníficas panorámicas que teníamos sobre el mar, comenzaban a perderse bajo el frente de nubes que a modo de tsunami entraba desde la costa, cubriendo los profundos barrancos de sierra Almijara que ahora veíamos desde arriba. Todo un espectáculo visual, tan solo superado por los mares de nubes que se pueden observar desde el Roque de los Muchachos en la isla de La Palma, otras zonas de Las Canarias y lugares muy puntuales de la península ibérica.
Conforme nos aproximábamos hacia la cumbre la pendiente se iba haciendo mas dura. A pesar de lo cual Chuky no dudo en poner a prueba la punta de velocidad de un grupo de cabras montesas que segundos antes pastaban tranquilamente por la ladera de enfrente, ante la atenta mira de su jefe Chiki. Entrábamos en el terreno de los grandes escaladores donde los grandes favoritos daban una auténtica exhibición, haciendo cumbre en primer lugar, con un tiempo de 3 horas, 25 minutos: El Tritón de la Chorrera, acompañado por José Antonio Montenegro, mas conocido como Mr. Fantástico, seguidos muy de cerca por Valentín, también conocido como Séneca, que a sus 74 años, realizó una ascensión y posterior descenso espectacular como muy pocos chavales de 18 años serían capaces de hacer y por supuesto el resto de compañeros que íbamos detrás y eso que se paraba de vez en cuando a animar a los pocos que fueron capaces de aguantar su ritmo, en este caso y por este orden: Juan Carlos el Portador del Anillo, Paqui, la Reina del Chocolate, que coronaba en compañía de Ilde el Vendaval del Moncayo, seguidos a duras penas por Encarni, la Corresponsal de la Bota Viajera, que a pesar de ser una magnífica andarina, se encontraba en bajo estado de forma, según quienes la conocieron en otros tiempos y segundos mas tarde Miguel, el Hombre que sabía demasiado. A partir del cual el resto del grupo fue llegando como el rosario de la aurora, si bien manteniendo el contacto visual en todo momento entre los compañeros de adelante y atrás, aún así el resto de compañeros superaron su mejor marca personal. A excepción de Guille, la Astrónoma, que habiendo hecho ya esta cumbre anteriormente nos anunció en la última parada que se tomaría la ascensión con mucha calma, disfrutando de las vistas y del camino, pero sin centrarse especialmente en coronar la cumbre.
Así que poniendo a prueba los gemelo fuimos llegando a la cumbre rodeando la misma por una corta pedrera de unos 100 m. que queda a la izquierda (oeste), evitando así el farallón rocoso que nos encontramos de frente y que da al sur, pero por el cual se puede acceder en una cómoda y fácil trepada si se llega bien de fuerza. A pesar de la abundancia de piedras sueltas en la pedrera, el tramo se realiza con relativa comodidad por ser corto y poder caminar de forma intermitente sobre rocas grandes bien asentadas o poniendo en práctica el viejo truco de ir haciendo zigzags con los pies de lado, cosa fundamental para descender sin ningún resbalón. No obstante, en ningún momento existe algún paso peligroso ni vertiginoso con peligro de caída mortal ya que la cumbre del pico Cielo, aunque no demasiado grande es mas bien redondeada y muy dócil. Por cierto, que esta cumbre de 1.506 m es de la mas peculiares de la provincia por estar coronada por una gran cruz de espejos, alrededor de la cual disfrutamos de un reconfortante almuerzo montañero. Parece ser que la cruz fue colocada por un marinero alemán hace unos 350 años, como agradecimiento por haber sobrevivido a un terrible naufragio, gracias a esta cumbre que le sirvió como referencia para divisar la costa. Y es que otra de sus peculiaridades es que con sus 1.506 m de altitud el pico del Cielo es la montaña mas alta de toda la franja litoral que rodea a la península ibérica, no existiendo ninguna mas alta a menos de 6 km de la orilla del mar como es el caso de esta bonita montaña que dada su situación y altitud es un mirador impresionante sobre el Mediterráneo.
Pero antes de reanudar la marcha, durante la primera parada de reagrupamiento en dicho cruce, el zoologo Manolo Manzanares, mas conocido como el Tritón de la Chorrera, que una vez mas ejercía como guía de lujo para el grupo, nos daba una breve charla para recordarnos que en este cruce había acabado la primera parte de la ruta: Cuevas de Nerja 150 m – Cruce pistas, aprox. 300 m. Comenzando aquí la 2ª parte del camino de otros 3 km que nos llevaría hasta los 750 m de altitud, donde muere la pista junto a las ruinas del cortijo de la Civila, a la que llegamos de forma compacta y a un ritmo buenísimo, a pesar de alguna breve pausa para asomarnos a los balcones naturales que nos íbamos encontrando junto al canino. Haciendo uso de las empinadas sendas que acortan las pronunciadas curvas de la pista donde supuestamente estaban trabajando numerosos operarios de medio ambiente entre escaqueo y escaqueo, para limpiar el monte y de camino, alguno que otro haciendo el agosto, apilando troncos de pino en su coche particular para la chimenea de su casa.Cabe destacar que el mítico cortijo de La Civila que queda a unos 100 m. a la izquierda del lugar donde muere la pista, debió ser casi una pequeña aldea a juzgar por su tamaño, si bien la alineación de viviendas y corralones aparece hoy semi derruida. Sin embargo, justo donde acaba la pista están construyendo actualmente una especie de barracón que amén de anti estético, no sabemos si utilizarán como casa para guardias forestales, agentes del medio ambiente ó un albergue de montaña explotado por los responsables del parque. Quien venga en plan safari con un 4x4 puede llegar hasta el mismo Cortijo de la Civila, aunque eso sería una mariconada ya que lo bonito es hacerlo desde abajo, como mínimo desde el cruce de pistas anteriormente mencionado, siendo abundantes en este 2º tramo de ascensión: la coscoja, el cantueso rizado, losenebros, las genistas los aladiernos y el romero macho que fue el gran protagonista de la jornada con luciendo sus flores violetas en su máximo apogeo. El día había amanecido completamente cubierto, de hecho aquella jornada llovió copiosamente en numerosos puntos de Andalucía, sin embargo, conforme nos acercábamos al mediodía parecía que las nubes se podrían llegar a disipar, conforme íbamos ganando altura bajo las luces cambiantes del sol que nos permitía divisar la línea de costa con bastante calima en la distancia y las sombras a merced de las nubes que avanzaban por encima y por debajo nuestra.
Al final de la pista forestal, en las inmediaciones del cortijo de la Civila, km. 6 de ruta, a 750 m de altitud, tuvo lugar la 2ª pausa de reagrupamiento, donde se volvió a dar otra charla sobre este último tramo que estábamos a punto de comenzar y que nos llevaría desde el cartel que teníamos junto a nosotros: sendero pico del Cielo hasta la cumbre, recomendando dosificar esfuerzos, bebidas y no perder el contacto visual en ningún momento con los compañeros que vinieran detrás nuestra. Nada mas reemprender la marcha comenzaron a formarse pequeños grupos donde cada uno escogió el que mejor le venía según su ritmo habitual y su manera de subir. Caminando a partir de aquí por un sendero perfectamente marcado por pinturas verdes, azules y no pocos hitos de piedra aquí y allá, que nos llevan en dirección N a través de altos matorrales hasta la cuesta de El Cielo donde el camino toma dirección NE, justo en una curva donde a pocos metros, a nuestra derecha podemos asomarnos a un espectacular mirador que da vistas a la playa de la Herradura ya en territorio granadino y al llamativo cerro de la Cabeza del Caballo que podemos ver ante nosotros en dirección E. Ni que decir tiene que las vistas que tenemos a partir de aquí con Nerja allí abajo, Frigiliana al pie del cerro del Fuerte, el Almendrón, el Almendrillo, Pandera Garzón ó Alto de la Garza, cerro Cisne y otros colosos de sierra Almijara son cada vez mas espectaculares conforme vamos ganando mas y mas altura. La primera parte de este último tramo discurre por un terreno arcilloso, donde han proliferado el tomillo, el romero, la aulaga y el esparto. Según dicen, en primavera la vegetación suele estar tan alta que a veces llega a cerrar el camino, pero nosotros pasamos sin problemas incluidos los que íbamos en pantalón corto. Con la cumbre parcialmente cubierta por una nube nos acercábamos a un saliente de la misma cuerda del Cielo que rodeamos por la izquierda O, pasando junto a algunos ejemplares de pino carrasco retorcidos y de porte singular. Mientras que las magníficas panorámicas que teníamos sobre el mar, comenzaban a perderse bajo el frente de nubes que a modo de tsunami entraba desde la costa, cubriendo los profundos barrancos de sierra Almijara que ahora veíamos desde arriba. Todo un espectáculo visual, tan solo superado por los mares de nubes que se pueden observar desde el Roque de los Muchachos en la isla de La Palma, otras zonas de Las Canarias y lugares muy puntuales de la península ibérica.
Conforme nos aproximábamos hacia la cumbre la pendiente se iba haciendo mas dura. A pesar de lo cual Chuky no dudo en poner a prueba la punta de velocidad de un grupo de cabras montesas que segundos antes pastaban tranquilamente por la ladera de enfrente, ante la atenta mira de su jefe Chiki. Entrábamos en el terreno de los grandes escaladores donde los grandes favoritos daban una auténtica exhibición, haciendo cumbre en primer lugar, con un tiempo de 3 horas, 25 minutos: El Tritón de la Chorrera, acompañado por José Antonio Montenegro, mas conocido como Mr. Fantástico, seguidos muy de cerca por Valentín, también conocido como Séneca, que a sus 74 años, realizó una ascensión y posterior descenso espectacular como muy pocos chavales de 18 años serían capaces de hacer y por supuesto el resto de compañeros que íbamos detrás y eso que se paraba de vez en cuando a animar a los pocos que fueron capaces de aguantar su ritmo, en este caso y por este orden: Juan Carlos el Portador del Anillo, Paqui, la Reina del Chocolate, que coronaba en compañía de Ilde el Vendaval del Moncayo, seguidos a duras penas por Encarni, la Corresponsal de la Bota Viajera, que a pesar de ser una magnífica andarina, se encontraba en bajo estado de forma, según quienes la conocieron en otros tiempos y segundos mas tarde Miguel, el Hombre que sabía demasiado. A partir del cual el resto del grupo fue llegando como el rosario de la aurora, si bien manteniendo el contacto visual en todo momento entre los compañeros de adelante y atrás, aún así el resto de compañeros superaron su mejor marca personal. A excepción de Guille, la Astrónoma, que habiendo hecho ya esta cumbre anteriormente nos anunció en la última parada que se tomaría la ascensión con mucha calma, disfrutando de las vistas y del camino, pero sin centrarse especialmente en coronar la cumbre.
Así que poniendo a prueba los gemelo fuimos llegando a la cumbre rodeando la misma por una corta pedrera de unos 100 m. que queda a la izquierda (oeste), evitando así el farallón rocoso que nos encontramos de frente y que da al sur, pero por el cual se puede acceder en una cómoda y fácil trepada si se llega bien de fuerza. A pesar de la abundancia de piedras sueltas en la pedrera, el tramo se realiza con relativa comodidad por ser corto y poder caminar de forma intermitente sobre rocas grandes bien asentadas o poniendo en práctica el viejo truco de ir haciendo zigzags con los pies de lado, cosa fundamental para descender sin ningún resbalón. No obstante, en ningún momento existe algún paso peligroso ni vertiginoso con peligro de caída mortal ya que la cumbre del pico Cielo, aunque no demasiado grande es mas bien redondeada y muy dócil. Por cierto, que esta cumbre de 1.506 m es de la mas peculiares de la provincia por estar coronada por una gran cruz de espejos, alrededor de la cual disfrutamos de un reconfortante almuerzo montañero. Parece ser que la cruz fue colocada por un marinero alemán hace unos 350 años, como agradecimiento por haber sobrevivido a un terrible naufragio, gracias a esta cumbre que le sirvió como referencia para divisar la costa. Y es que otra de sus peculiaridades es que con sus 1.506 m de altitud el pico del Cielo es la montaña mas alta de toda la franja litoral que rodea a la península ibérica, no existiendo ninguna mas alta a menos de 6 km de la orilla del mar como es el caso de esta bonita montaña que dada su situación y altitud es un mirador impresionante sobre el Mediterráneo.
En un día claro hubiésemos disfrutado con las vistas del litoral malagueño desde la punta de Calaburra, Mijas Costa, hasta la granadina playa de La Herradura, Almuñecar, la Hoya del Guadalfeo que desemboca en Motril, e incluso tramos de costa del poniente almeriense, así como una magnífica panorámica de todo el eje montañoso de Tejeda, Almijara y Alhama, con los picos anteriormente mencionados además del Lucero en Cómpeta, Albucaz en Canillas de Albaida y la Maroma, donde convergen Alhama de Granada, Canillas de Aceituno y Sedella ó la redondeada cumbre del Navachica y la cuerda que la une al Cielo. Sin embargo, el mar de nubes que como un tsunami llegaba desde la costa, ya había invadido definitivamente los intrincados barrancos e incluso de forma intermitente la línea de cumbres de Sierra Almijara, sin permitirnos en ningún momento disfrutar de todo el conjunto en su totalidad. Lo que mejor pudimos contemplar fue la Loma de la Encina a nuestros pies, por donde habíamos realizado la ascensión y el Barranco del Pino, donde aún se conservan un magnífico encinar y un espectacular pinar donde son frecuentes ejemplares naturales de pino carrasco y pino negral con más de cien años. Así como del llamativo cerro de la Cabeza del Caballo hacia el sureste por cuyos pies discurre el río de la Miel, abriéndose paso hacia el Mediterráneo.
Justo antes de abandonar la cumbre, tras la foto de rigor y para no perder la costumbre, Carlitos, el poeta matemático, con el que no coincidíamos desde la ruta de hermandad sendérica con Batolitos en el peñón de Zaframagón a principios de mayo, recitaba sobre el mismo punto geodésico el poema Ama Tu Ritm,o de Rubén Darío, siendo inmortalizado el momento gracias al video que grabó Miguel, El Hombre que sabía demasiado:
Ama tu ritmo y ritma tus accionesbajo su ley, así como tus versos;eres un universo de universosy tu alma una fuente de canciones.
La celeste unidad que presuponeshará brotar en ti mundos diversos,y al resonar tus números dispersospitagoriza en tus constelaciones.
Escucha la retórica divinadel pájaro, del aire y la nocturnairradiación geométrica adivina;
mata la indiferencia taciturnay engarza perla y perla cristalinaen donde la verdad vuelca su urna.
El descenso lo iniciamos con preciosos jirones de nube, que en constante movimiento flotaban a escasos metros de nosotros, formando curiosas figuras, pero el inestable tramo de la pedrera nos impedía recrearnos demasiado, teniendo que estar atentos a elegir bien el lugar que íbamos pisando por cada paso dado, realizándose de forma lenta para evitar posibles accidentes. Afortunadamente nos volvimos a reagrupar todos sin ningún incidente, una vez alcanzados los primeros metros de senda, ya en terreno estable y bien asentado, pero curiosamente cuando parecía que lo mas difícil había quedado atrás y que el descenso sería coser y cantar. A Carlitos se le sobrecargaron los cuádriceps y gemelos por el sobre esfuerzo acumulado en la subida y a penas era capaz de caminar, diciendo aquello de: ¡Dios mío, no me siento las piernas!. El grupo fue bastante solidario, esperando pacientemente a que se recuperara recibiendo unos masajes que acompañados de la milagrosa pomada deep heat, lo reanimaron rápidamente, reanudando la marcha aunque a un ritmo algo mas lento. Llegando al cortijo de la Civila, con una hora de retraso respecto al Tritón que a nuestra llegada se encontraba durmiendo la siesta oculto tras unos matorrales.
Tal vez fue por la proliferación de nubes o por casualidad, que ni en la subida, ni en la bajada pudimos contemplar el majestuoso vuelo de la gran águila real, ó hermanas menores como la perdicera, culebrera o la calzada que habitan en sierra Almijara. Lo que sí nos encontramos bajando por las inmediaciones del camino fueron numerosas marcas y huellas de jabalí, especialmente activos en otoño e invierno tal vez a la espera de encontrar algunos restos de comida tras nuestro paso en la ascensión hacia la cumbre.Si bien desde el inicio ó según se mire, desde el final de la pista junto a las ruinas de la Civila existe una pequeña senda que desciende hasta el arroyo Colmenarejos, dirección SE, llevándonos a través de un sinuoso recorrido que acaba en el camping de Maro. Continuamos según el plan previsto unos 800 m. pista abajo, hasta llegar a una caseta, desde donde tomamos la senda que debería llevarnos hasta el arroyo Sanguino. Nada mas reiniciar la marcha por esta senda, nos vimos inmersos en un mar de nubes y quedamos un tanto desconcertados cuando comenzábamos a subir de nuevo, teniendo en cuenta que en teoría todo lo que quedaba era en descenso. Pero ya se sabe que en todo recorrido que se precie, siempre aparecen algunos toboganes, llegando a un collado desde el que bajamos hasta el arroyo Sanguino, que tan sólo atravesamos para continuar ascendiendo por una ladera entre tupidos bosques de pinos, que nos llevaron a un collado donde nos encontramos con un cruce de sendas. Siendo el camino correcto el de la izquierda que fue el que tomamos, cada vez mas inmersos en aquel mar de nubes que a penas nos permitía ver mas allá de 10 m. alrededor. Llegando en escasos minutos a un segundo cruce, marcado por tres colores, que en teoría señalaban tres rutas diferentes. El que seguía de frente nos hubiera llevado por un cómodo y bien marcado sendero a través del arroyo Romero hasta el Nacimiento, donde habíamos dejado los coches. Sin embargo, tomamos el de la derecha, que era el que descendía por un escuálido sendero zigzagueante entre abundante matorral hasta el arroyo Sanguino, por ser este arroyo el que teníamos previsto desde un principio hacer de camino de regreso, en la creencia de haber dejado estacionados los coches en sus proximidades a la altura de la carretera de Maro.
En el descenso hasta el arroyo Sanguino, Carlitos a años luz de aquel compañero que siempre solía ir en cabeza de grupo, comenzó a quedarse otra vez bloqueado sin que le respondieran las piernas. Una vez mas los compañeros que iban con él, en este caso Celia, mas conocida como la Hechicera du Sao Paulo y Maribel, también conocida como Selene o la Sirenita del río Cebollón uno de los fichajes mas caros del verano 2008 en Pasos Largos, le ayudaron a bajar hasta el arroyo donde volvió a ponerse la milagrosa crema deep heat. Ya sólo quedaba cubrir los dos últimos kilómetros de ruta a través de su seco y arenoso cauce, que a pesar de la ausencia de agua, rezumaba frescor en cada uno de los meandros donde íbamos pasando entre encajonadas paredes de roca, con la presencia de algunas covachas que sistemáticamente fueron utilizadas en sierra Almijara durante siglos para el pastoreo, hasta que estos tiempos modernos y las nuevas formas de vida han provocado el abandono masivo de la vida en el campo, formando parte del pasado, aquellos tiempos mas civilizados donde el hombre rural convivía en perfecta armonía con la naturaleza.
La tarde languidecía en aquel paisaje de por sí oscuro y sombrío que caracteriza a la mayoría de barrancos de sierra Almijara, encajonados entre rocas y abundante vegetación, regalándonos rincones de gran belleza. Pero con las nubes cada vez mas oscuras y las fuerzas cada vez mas mermadas por el largísimo descenso, de unos 1.400 m de desnivel, hicieron que con el cansancio acumulado y el pesado caminar sobre este terreno arenoso, a mas de un compañero/a que iba justo de fuerzas se le hiciera eterno el final de la ruta. De hecho en el descenso se tardó bastante mas que en la subida. Provocando cierta desesperación entre los compañeros que sobrados de fuerza podrían haber finalizado muchísimo, pero esta es una situación que resulta prácticamente inevitable en todas las rutas de montaña con gran desnivel. Siendo una posible solución, una vez conquistada la cumbre la creación de dos grupos para realizar el descenso: el mas rápido y el menos rápido. Divididos en varios subgrupos, pero esperando siempre a los compañeros que venían por detrás en cada cruce o lugar susceptible de confusión, finalizamos la ruta directamente en la localidad de Maro, a unos 400 m. de donde habíamos dejado los coches. Disfrutando de la copa de despedida en el hotel Playa de Maro.
Justo antes de abandonar la cumbre, tras la foto de rigor y para no perder la costumbre, Carlitos, el poeta matemático, con el que no coincidíamos desde la ruta de hermandad sendérica con Batolitos en el peñón de Zaframagón a principios de mayo, recitaba sobre el mismo punto geodésico el poema Ama Tu Ritm,o de Rubén Darío, siendo inmortalizado el momento gracias al video que grabó Miguel, El Hombre que sabía demasiado:
Ama tu ritmo y ritma tus accionesbajo su ley, así como tus versos;eres un universo de universosy tu alma una fuente de canciones.
La celeste unidad que presuponeshará brotar en ti mundos diversos,y al resonar tus números dispersospitagoriza en tus constelaciones.
Escucha la retórica divinadel pájaro, del aire y la nocturnairradiación geométrica adivina;
mata la indiferencia taciturnay engarza perla y perla cristalinaen donde la verdad vuelca su urna.
El descenso lo iniciamos con preciosos jirones de nube, que en constante movimiento flotaban a escasos metros de nosotros, formando curiosas figuras, pero el inestable tramo de la pedrera nos impedía recrearnos demasiado, teniendo que estar atentos a elegir bien el lugar que íbamos pisando por cada paso dado, realizándose de forma lenta para evitar posibles accidentes. Afortunadamente nos volvimos a reagrupar todos sin ningún incidente, una vez alcanzados los primeros metros de senda, ya en terreno estable y bien asentado, pero curiosamente cuando parecía que lo mas difícil había quedado atrás y que el descenso sería coser y cantar. A Carlitos se le sobrecargaron los cuádriceps y gemelos por el sobre esfuerzo acumulado en la subida y a penas era capaz de caminar, diciendo aquello de: ¡Dios mío, no me siento las piernas!. El grupo fue bastante solidario, esperando pacientemente a que se recuperara recibiendo unos masajes que acompañados de la milagrosa pomada deep heat, lo reanimaron rápidamente, reanudando la marcha aunque a un ritmo algo mas lento. Llegando al cortijo de la Civila, con una hora de retraso respecto al Tritón que a nuestra llegada se encontraba durmiendo la siesta oculto tras unos matorrales.
Tal vez fue por la proliferación de nubes o por casualidad, que ni en la subida, ni en la bajada pudimos contemplar el majestuoso vuelo de la gran águila real, ó hermanas menores como la perdicera, culebrera o la calzada que habitan en sierra Almijara. Lo que sí nos encontramos bajando por las inmediaciones del camino fueron numerosas marcas y huellas de jabalí, especialmente activos en otoño e invierno tal vez a la espera de encontrar algunos restos de comida tras nuestro paso en la ascensión hacia la cumbre.Si bien desde el inicio ó según se mire, desde el final de la pista junto a las ruinas de la Civila existe una pequeña senda que desciende hasta el arroyo Colmenarejos, dirección SE, llevándonos a través de un sinuoso recorrido que acaba en el camping de Maro. Continuamos según el plan previsto unos 800 m. pista abajo, hasta llegar a una caseta, desde donde tomamos la senda que debería llevarnos hasta el arroyo Sanguino. Nada mas reiniciar la marcha por esta senda, nos vimos inmersos en un mar de nubes y quedamos un tanto desconcertados cuando comenzábamos a subir de nuevo, teniendo en cuenta que en teoría todo lo que quedaba era en descenso. Pero ya se sabe que en todo recorrido que se precie, siempre aparecen algunos toboganes, llegando a un collado desde el que bajamos hasta el arroyo Sanguino, que tan sólo atravesamos para continuar ascendiendo por una ladera entre tupidos bosques de pinos, que nos llevaron a un collado donde nos encontramos con un cruce de sendas. Siendo el camino correcto el de la izquierda que fue el que tomamos, cada vez mas inmersos en aquel mar de nubes que a penas nos permitía ver mas allá de 10 m. alrededor. Llegando en escasos minutos a un segundo cruce, marcado por tres colores, que en teoría señalaban tres rutas diferentes. El que seguía de frente nos hubiera llevado por un cómodo y bien marcado sendero a través del arroyo Romero hasta el Nacimiento, donde habíamos dejado los coches. Sin embargo, tomamos el de la derecha, que era el que descendía por un escuálido sendero zigzagueante entre abundante matorral hasta el arroyo Sanguino, por ser este arroyo el que teníamos previsto desde un principio hacer de camino de regreso, en la creencia de haber dejado estacionados los coches en sus proximidades a la altura de la carretera de Maro.
En el descenso hasta el arroyo Sanguino, Carlitos a años luz de aquel compañero que siempre solía ir en cabeza de grupo, comenzó a quedarse otra vez bloqueado sin que le respondieran las piernas. Una vez mas los compañeros que iban con él, en este caso Celia, mas conocida como la Hechicera du Sao Paulo y Maribel, también conocida como Selene o la Sirenita del río Cebollón uno de los fichajes mas caros del verano 2008 en Pasos Largos, le ayudaron a bajar hasta el arroyo donde volvió a ponerse la milagrosa crema deep heat. Ya sólo quedaba cubrir los dos últimos kilómetros de ruta a través de su seco y arenoso cauce, que a pesar de la ausencia de agua, rezumaba frescor en cada uno de los meandros donde íbamos pasando entre encajonadas paredes de roca, con la presencia de algunas covachas que sistemáticamente fueron utilizadas en sierra Almijara durante siglos para el pastoreo, hasta que estos tiempos modernos y las nuevas formas de vida han provocado el abandono masivo de la vida en el campo, formando parte del pasado, aquellos tiempos mas civilizados donde el hombre rural convivía en perfecta armonía con la naturaleza.
La tarde languidecía en aquel paisaje de por sí oscuro y sombrío que caracteriza a la mayoría de barrancos de sierra Almijara, encajonados entre rocas y abundante vegetación, regalándonos rincones de gran belleza. Pero con las nubes cada vez mas oscuras y las fuerzas cada vez mas mermadas por el largísimo descenso, de unos 1.400 m de desnivel, hicieron que con el cansancio acumulado y el pesado caminar sobre este terreno arenoso, a mas de un compañero/a que iba justo de fuerzas se le hiciera eterno el final de la ruta. De hecho en el descenso se tardó bastante mas que en la subida. Provocando cierta desesperación entre los compañeros que sobrados de fuerza podrían haber finalizado muchísimo, pero esta es una situación que resulta prácticamente inevitable en todas las rutas de montaña con gran desnivel. Siendo una posible solución, una vez conquistada la cumbre la creación de dos grupos para realizar el descenso: el mas rápido y el menos rápido. Divididos en varios subgrupos, pero esperando siempre a los compañeros que venían por detrás en cada cruce o lugar susceptible de confusión, finalizamos la ruta directamente en la localidad de Maro, a unos 400 m. de donde habíamos dejado los coches. Disfrutando de la copa de despedida en el hotel Playa de Maro.
Otros compañeros que participaron en esta ruta fueron: mi paisano y vecino de barrio Pepe Makis de Sevilla e Ignacio, El Montaraz del Aneto, inseparables compeñeros de Ilde, el Vendaval del Moncayo, que acudían con la indumentaria de gala, a pesar de estar convalecientes de su última ascensión al cerro Almanzor, techo de Ávila, en su programa de los techos provinciales de España, haciendo una ascensión y posterior descenso dignos de elogio dadas las circunstancias. Darío el Magnífico, al igual que Ana, la Venus de Boticelli, también realizaron una magnífica ascensión, si bien a ambos, todavía desentrenados tras el verano, el regreso se le hizo eterno. Un caso distinto es el de Vicky la Botánica, que como toda Princesa Druida, se demora en su caminar aún yendo sobrada de fuerzas por recrearse en sus queridas plantas y las pequeñas maravillas del camino, estando acompañada en casi todo momento por Juan Antonio, mas conocido por el Elfo de la Malagueta, que aún siendo uno de los mejores montañeros de la costa, prefiere caminar tranquilo junto a su dulce princesa de la boca de fresa. Patri, la Chica que miraba a las estrellas estuvo en su línea, sabiendo dosificarse a la perfección y amoldándose perfectamente al ritmo del grupo en cada momento. Y un servidor que mas pendiente de las fotos y animar a quienes van quedando rezagados rara vez apareció por los puestos de cabeza.