Cómo llegar a Yunquera: Si venimos desde Málaga capital hay que
tomar la carretera A-357 dirección Campillos. Tras recorrer unos 14
kilómetros se llega Cártama, e inmediatamente después de este pueblo hay
que acceder por la A-355 hasta Coín. O bien seguimos y a la altura de
Pizarra tomamos el desvío que nos indica a la Sierra de Las Nieves, pasando por
Zalea, dejando a nuestra derecha Casarabonela y continuando hasta Alozaina,
donde empieza el tramo paisajístico que nos llevará hasta Yunquera. Si venimos
desde la zona de Ardales o Teba hacia Ronda, tomamos el desvío que nos lleva
hasta Serrato y después continúa hasta El Burgo, que también es el pueblo de
referencia si venimos desde Ronda por la A-366, El Burgo se encuentra a unos 25
km de Ronda y 9 km mas allá llegamos a Yunquera.
Entorno: sector
oriental P. Nat. Sierra de Las Nieves
Pueblo de referencia: Yunquera a fecha de febrero 2013 cuenta con una población
superior a los 3.300 yunqueranos, lo que la convierte en la población con mas
habitantes de la comarca de la Sierra de Las Nieves. Su término municipal
abarca 55 km² que van desde la falda occidental de Sierra cabrilla, hasta el
interior del parque natural sierra de Las Nieves incluyendo numerosas hectáreas
de pinsapar y lugares tan emblemáticos como el tajo de La Caína o el peñón
Enamorados. El ayuntamiento se encuentra situado a 681 msnm.
En el escudo heráldico de Yunquera se hace gala de la riqueza de su patrimonio histórico y natural con la torre vigía de Yunquera en el centro, flanqueada por dos pinsapos y bajo la torre una cabra montés como animal mas representativo de la fauna del parque.
En el escudo heráldico de Yunquera se hace gala de la riqueza de su patrimonio histórico y natural con la torre vigía de Yunquera en el centro, flanqueada por dos pinsapos y bajo la torre una cabra montés como animal mas representativo de la fauna del parque.
Yunquera debe su nombre a la gran cantidad de juncos que
existía en su emplazamiento, lo cual da idea de la abundancia de agua,
abundancia natural que se prolonga hasta la sierra. Posiblemente de origen
romano, aunque no se conservan restos, los visigodos antes de que llegaran las
tropas berebéres ya se asentaban en estas tierras. En la época romana fue paso
obligado para las legiones durante la conquista de Hispania, cuando se
desplazaban entre Malaca, Acinipo y Ronda.
De la excepcionalidad paisajística y ecológica de la Sierra de las Nieves se beneficia por entero el municipio de Yunquera, el cual no sólo forma parte del Parque Natural de la Sierra de la Nieves propiamente dicho, sino también de su Entorno, declarados por la UNESCO Reserva de la Biosfera y en 2008 premio EDEN de la Unión Europea al desarrollo del turismo sostenible y la conservación del patrimonio intangible. El viajero se adentra, por lo tanto, en una de las zonas de más alto valor paisajístico de la provincia de Málaga y mejor protegidas, dadas las estrictas normas por las que se ha de regir cualquier actividad que se realice en este territorio tras haber obtenido esa declaración internacional.
Incluso fuera de
los límites del Parque Natural, las tierras de Yunquera obsequian al viajero con algunos lugares en los que la
conjunción de lomas y valles -con la ineludible presencia del pinsapo como
principal especie arbórea- crea unos espacios de sorprendente belleza, como el
que puede observarse en las inmediaciones de las ruinas del convento de Nuestra Señora de las Nieves,
en el límite con el municipio de El
Burgo. La simple enumeración de lugares ‘únicos’ que pueden
contabilizarse en el término municipal de este pueblo resultaría tan prolija
como ocioso insistir en el poderoso atractivo de un territorio que ha recibido
casi todo por parte de la naturaleza.
La Leyenda de La
Bruja Caína: Según cuenta una antigua leyenda en lo más profundo de la Sierra de las
Nieves, donde los valles son angostos y las gargantas están cubiertas de
espesos bosques, donde la niebla, el frio y la nieve, se prolongaban en los
largos inviernos de antaño, estos bosques eran habitados por duendes que
poblaban la espesura de los pinsapares y sabinas, mientras que las simas, cuya
profundidad se sigue intentando calcular en la actualidad, estaban pobladas por
demonios del inframundo. En tiempos de la Santa Inquisición las brujas eran
ajusticiadas en la hoguera o bien arrojadas desde los tajos y desfiladeros. Y
de aquellos tiempos nos llega la leyenda que cuenta de una vecina de Yunquera
apodada la “La Caína” que vivía en una desvencijada cabaña a base de troncos de
pino y piedras cercana al lo que hoy en día conocemos como el puerto de la era de Los Gamones, siendo acusada de
asesinar a unos niños que encontraron en el fondo de un pozo cercano a su cabaña. Siendo condenada
a la hoguera. Pero el Tribunal concluyó que una
mujer que respondía al nombre femenino de Caín, no podía ser ajusticiada de la
manera tradicional, por lo que se decidió que fuera arrojada desde el tajo que
hoy conocemos por su nombre, para escarmiento y enseñanza de los habitantes de
Yunquera y Tolox.
Punto de encuentro
recomendado para desayunar: Bar Sierra de Las Nieves (junto a la rotonda de acceso al
centro del pueblo, pero en la travesía principal de la carretera que lo
atraviesa).
Cómo llegar al inicio
de ruta: justo antes de salir de la localidad de Yunquera hacia El Burgo,
tomamos la pista, justo a cuya entrada hay un gran cartelón del parque, que ya
nos lleva directamente hacia el interior del mismo, al llevar 4 km recorrido
por este carril, se bifurca en 2 formando una “Y”, siendo en este punto donde
tomamos el ramaal de la izquierda que nos llevará al Mirador de Luis Ceballo,
también conocido como Puerto del Caucón. Ya que de tomar a la derecha iríamos
hacia “Puerto Saucillo” que es otro punto de partida clásico del parque, pero
no será el nuestro en esta ocasión.
Desnivel aprox. subida
900 m
Punto de partida:
Puerto del Caucón (942 msnm)
Punto mas elevado:
Peñón Enamorados (1.780 msnm)
Tiempo aprox. 6-8 horas (dependiendo de
paradas, sesiones exploratorias por lugares como el tajo de La Caina y su
fuente, tajos de Añicle, si se sube a Enamorados o no, tiempo de estancia de su
cumbre, etc…)
Nivel dificultad:
Medio ó Alta
Tipo suelo:
sendero terrizo y pedregoso, en esta ocasión se espera que haya presencia de
nieve.
Bibliografía: Ruta
Nº 11 “Del Mirador Luis Ceballos al peñón Enamorados” del libro Sierra de Las
Nieves, guía del excursionista (por Rafa Flores, editorial la Serranía)
Participantes:
Desde Huelva vino Teresa “Arwen de Rivendel”, desde Sevilla: Manolo
“Montaneitor” y haciendo escala en su mansión de Villaluenga del Rosario: Juan
José con su hijo Pablo. Desde Ronda: Vicente Astete acompañado por un amigo
cuyo nombre no me permite recordar mi maltrecha memoria. Desde Campanillas:
Paqui “La Reina del Chocolate” y Juan Carlos “El Portador del Anillo” tras un
largo tiempo de ausencia. Desde Campillos: Macarena y Fran. Desde distintos
puntos de la costa: Ilse “La Gacela de la Selva Negra”, Eduardo “El padre
Carras”, Pepe Arroyo, Eduardo “Mister Aplicaciones”, Juan Antonio Villalba “El
Corsario de Sierra Almijara”, Irene, El Doctor Leal, Auro “La Psicoanalista”,
Ana “La Venus de Botticcelli”, Vicky “La Botánica”, Juan Antonio Mena “El Elfo
de la Malagueta”, aunque sólo lo vimos al inicio de ruta, ya que se limitó a
dar un corto paseíto con su hija Ana “La Sirenita del Guadalmina” a quien le
acababan de quitar una escayola de su pierna derecha hacía pocos días. Y un
servidor: Juan Ignacio Amador.
Breve descripción del
itinerario:
Una vez en el Mirador Luis Ceballos, que toma su
nombre del ingeniero de Montes (1897-1967), que con junto con su ayudante
Carlos Vicioso (1897-1968) publicó el primer “mapa forestal” y “estudio sobre
la vegetación y flora de la provincia de Málaga”. como reza la placa incrustada en la roca que nos encontramos allí mismo a la izquierda del inicio del sendero en el lugar conocido por los lugareños
como Caucón, a los pocos metros el sendero se bifurca en dos a modo de cuña, tomando nosotros el
sendero de la izquierda, tal y como lo estamos viendo de frente, que es el que
en dirección suroeste desciende. Mientras que el de la derecha, que será por donde regresamos presenta un perfil ascendente.
Por lo que ignoramos el panel informativo que
de forma rudimentaria y excesivamente resumida describe la ruta “Caucón-Peñón
Enamorados” que en todo caso va a coincidir con nuestro camino de regreso,
según la alternativa que escojamos.
A los pocos metros de echar andar por la senda de la
izquierda en dirección suroeste, ya nos encontramos con la primera baliza que
nos confirma que estamos en el sendero: “Caucón-tajo de La Caína” y
unos metros mas allá el panel informativo de la versión circular reducida para
visitar el tajo de La Caína, cuya rudimentaria descripción coincide con nuestra
ruta hasta el tajo propiamente dicho. En unos minutos ya estamos LLano
de las Colmenas, coincidiendo con el lugar donde atravesamos la cañada
de Juanisco Huelva, también conocida como cañada Violeta pudiendo
ver a la derecha del sendero un panel informativo dedicado al pinsapo, la
importancia de esta especie en peligro de extinción, su protección, etc…
A
partir de aquí iniciamos la primera ascensión de jornada adentrándonos de lleno
en el espectaculñar pinsapar de Zarzalones, que nos lleva hasta un collado conocido
como El
Merenedero.
El sendero continúa suavizandose el perfil, hasta que cruzamos
la cañada
Alhucemar por donde encaramos el segundo tramo de ascensión entre
pinsapos cada vez mas grandes conforme vamos ganando altura, llegando así al
lugar conocido como puerto de la era de Los Gamones, que
reconoceremos por encontrarnos con un cruce de senderos:
el ramal que continúa hacia la izquierda nos devolvería al Mirador de Luis Ceballos o Caucón unos 2,5 km mas allá, mientras que el ramal de la derecha, asciende hasta llevarnos unos 700 m mas allá al mirador del tajo de La Caína, hacia donde orientamos nuestros pasos, no sin antes, asomarnos al mirador que se encuentra a nuestra izquierda, justo de al otro lado de un pedregal conocido como Los Lajares (en la imagen de abajo),
nos os perdáis el detalle de los cristales de un impresionante bloque de cuarcita que se encuentra a la entrada de este mirador.
Desde el que podemos contemplar: gran parte de la ruta que nos ha traído hasta aquí y la vertiente occidental de las sierras Prieta y Cabrilla, a cuyos pies se asienta la localidad de Yunquera. Asomando por detrás y a la izquierda de sierra Cabrilla, la sierra Alcaparaín.
el ramal que continúa hacia la izquierda nos devolvería al Mirador de Luis Ceballos o Caucón unos 2,5 km mas allá, mientras que el ramal de la derecha, asciende hasta llevarnos unos 700 m mas allá al mirador del tajo de La Caína, hacia donde orientamos nuestros pasos, no sin antes, asomarnos al mirador que se encuentra a nuestra izquierda, justo de al otro lado de un pedregal conocido como Los Lajares (en la imagen de abajo),
nos os perdáis el detalle de los cristales de un impresionante bloque de cuarcita que se encuentra a la entrada de este mirador.
Desde el que podemos contemplar: gran parte de la ruta que nos ha traído hasta aquí y la vertiente occidental de las sierras Prieta y Cabrilla, a cuyos pies se asienta la localidad de Yunquera. Asomando por detrás y a la izquierda de sierra Cabrilla, la sierra Alcaparaín.
Regresamos al mencionado cruce de senderos y continuamos la
ascensión adentrarnos hasta el mencionado mirador del tajo de La Caína, pero
justo antes de llegar al mismo merece la pena desviarse unos 100 m a laa
izquierda, dirección este, para asomarnos al impresionante tajo que cae a
nuestros pies mostrándonos una panorámica espectacular de la cañada
de las Carnicerías y el impresionante cordal que va de la colá
del Tejo, al mismísimo Torrecilla. Frente a nosotros en la
vertiente contraria vemos parte del carril que partiendo desde el camping
Conejeras, se desvía hacia el paraje del Pinsapo de la Escalereta, faldea la
vertiente sur del Torrecilla, prosigue hasta el puerto de Las Golondrinas y
llega hasta Tolox, pasando por el hotel cerro de Hijar.
Una vez nos recreaamos con estas vertiginosas vistas desde el mismo borde del tajo, regresamos sobre nuestros pasos hasta el mirador, propiamente dicho donde nos hicimos la foto de grupo y desde donde quien quiso tuvo la oportunidad de adentrarse en el vertiginoso sendero que discurre en paralelo a la base del tajo de La Caina,
pero a pocos metros de una larga caída hacia la cañada de Las Carnicerías y que nos lleva hasta la fuente del tajo de La Caína, que brota de una enorme grieta de la que cuelga una higuera, cuyas ramas peladas nos encontramos parcialmente cubiertas de nieve.
Manantial que a los pies de esta grieta vertical se canaliza momentáneamente en un pilar con dos caños, según dejaron grabado en el cemento de la misma en el año “1974”. Este sendero que discurre a los pies del tajo de La Caína y nos lleva hasta la fuente, continúa en paralelo para mas tarde pasar a los pies de los tajos de Añicle y de allí continúa hacia la cabecera de la Cañada de Las Carnicerías, con varias alternativas posteriores incluyendo la versión mas dura y espectacular para ascender al Torrecilla por el cordal que tenemos en frente. Sólo apta para montañeros experimentados y muy buenos conocedores del terreno, pero esa alternativa no entraba aquella jornada en nuestros planes.
Una vez nos recreaamos con estas vertiginosas vistas desde el mismo borde del tajo, regresamos sobre nuestros pasos hasta el mirador, propiamente dicho donde nos hicimos la foto de grupo y desde donde quien quiso tuvo la oportunidad de adentrarse en el vertiginoso sendero que discurre en paralelo a la base del tajo de La Caina,
pero a pocos metros de una larga caída hacia la cañada de Las Carnicerías y que nos lleva hasta la fuente del tajo de La Caína, que brota de una enorme grieta de la que cuelga una higuera, cuyas ramas peladas nos encontramos parcialmente cubiertas de nieve.
Manantial que a los pies de esta grieta vertical se canaliza momentáneamente en un pilar con dos caños, según dejaron grabado en el cemento de la misma en el año “1974”. Este sendero que discurre a los pies del tajo de La Caína y nos lleva hasta la fuente, continúa en paralelo para mas tarde pasar a los pies de los tajos de Añicle y de allí continúa hacia la cabecera de la Cañada de Las Carnicerías, con varias alternativas posteriores incluyendo la versión mas dura y espectacular para ascender al Torrecilla por el cordal que tenemos en frente. Sólo apta para montañeros experimentados y muy buenos conocedores del terreno, pero esa alternativa no entraba aquella jornada en nuestros planes.
Una vez que regresamos sobre nuestros pasos al Mirador del tajo de La Caína, tomamos el sendero que comienza a subir en dirección OESTE, hacia la parte alta del tajo, primero pasando junto a unos bonitos ejemplares de pinsapos.
Para seguir zigzagueando poco después entre unos bonitos roquedos que una vez superados nos sitúan en una especie de altiplano escalonado, teniendo a nuestra espalda una panorámica privilegiada de la vertiente occidental de las sierras Prieta y Cabrillaa con Yunquera, una vez mas a sus pies,
la sierra Alcaparaín asomando por detrás a la izquierda y a la derecha (SURESTE) amplias vistas del valle de Guadalhorce con el Mediterráneo al fondo entre las sierras de Negra y Alpujata, sierra de Mijas y Montes de Málaga, pudiendo distinguir entre la calima de aquella jornada localidades costeras como Málaga capital o Fuengirola, así como importantes poblaciones del valle del Guadalhorce como Coín o Alhaurín El Grande a los pies de la vertiente norte de la sierra de Mijas.
El final de este llano con grandes placas calizas finaliza justo donde los tajos de Añicle quedan unos cuantos metros a nuestra izquierda, sobre cuya balconada volvimos a repetir las mismas fotos que hicimos en 2009 y a tiro de piedra en dirección OESTE, una amplia era empedrada, felizmente recuperada por la Red de Voluntarios del Parque Natural Sierra de Las Nieves en 2010.
A pocos metros de esta era se encuentra un tripla cruce de sendero, con unos indicadores que rezan: Caucón o Luis Ceballos 2,7 km, en dirección noreste por un sendero diferente que sería el que utilizaríamos al regreso para completar el recorrido.
En dirección NORTE, parte un sendero perfectamente dibujado que nos lleva directamente hasta la Peña del Cuco, que mas tarde sería el que cogimos de forma involuntaria y que obviamente nos devolvió a este mismo cruce, sin importarnos demasiado, porque si bien alargaba el recorrido unos 3 km mas, nos llevaba todo el tiempo por un camino diferente. Siendo nuestra opción a seguir la que indica la señal Caucón-Peñón Enamorados, dirección OESTE. Hacia donde ya vemos claramente La Cañada de la Perra que durante un buen rato va a ser nuestro camino a seguir.
Desde el mencionado cruce de senderos, tomamos dirección
OESTE, por un sendero que desciende hacia un arroyo, generalmente seco, a partir
del cual iniciamos la ascensión por la ya mencionada La Cañada de la Perra
donde a pesar de que la presencia de pinsapos es mas bien dispersa, algunos son de un
porte realmente espectacular, destacando un gran pinsapo tipo candelabro
conocido como el pinsapo de la Perra, que distinguiremos fácilmente al poco de
comenzar a subir por la cañada unos 10 m a la derecha del sendero, con señorial
porte a modo de candelabro.
Unos estratos calizos superpuestos de forma horizontal sobre la primera pared que dejaremos a nuestra elevan el grado de belleza de este tramo de la ruta muy poco transitado, donde el esfuerzo de la subida de sobrelleva muy bien con la belleza paisajística, la ausencia de pendientes excesivamente duras y los zig-zags allí donde las pendientes son mas pronunciadas.
Conforme vamos ganando altura acercándonos ya a los 1.600 msnm los pinsapos van desapareciendo y cediéndole el protagonismo a los primeros quejigos de gran porte, coincidiendo al mismo tiempo con las primeras manchas de nieve, que poco a poco fueron ampliando su tamaño hasta cubrir de blanco la mayor parte del terreno por el que íbamos caminando,
sobre los cuales destacaban los hitos pétreos aquí y allá, el cada vez mas abundante matorral de piornal, popularmente conocidos como cojines de monja y los quejigos con su fantasmagórica silueta a lo Tim Burton y los roquedos que llevábamos a ambos lados y que iban perdiendo altitud conforme nosotros la ganábamos.
Unos estratos calizos superpuestos de forma horizontal sobre la primera pared que dejaremos a nuestra elevan el grado de belleza de este tramo de la ruta muy poco transitado, donde el esfuerzo de la subida de sobrelleva muy bien con la belleza paisajística, la ausencia de pendientes excesivamente duras y los zig-zags allí donde las pendientes son mas pronunciadas.
Conforme vamos ganando altura acercándonos ya a los 1.600 msnm los pinsapos van desapareciendo y cediéndole el protagonismo a los primeros quejigos de gran porte, coincidiendo al mismo tiempo con las primeras manchas de nieve, que poco a poco fueron ampliando su tamaño hasta cubrir de blanco la mayor parte del terreno por el que íbamos caminando,
sobre los cuales destacaban los hitos pétreos aquí y allá, el cada vez mas abundante matorral de piornal, popularmente conocidos como cojines de monja y los quejigos con su fantasmagórica silueta a lo Tim Burton y los roquedos que llevábamos a ambos lados y que iban perdiendo altitud conforme nosotros la ganábamos.
Llegando a la parte alta de La Cañada de la Perra,
el grosor de la nieve sobre la que caminábamos a veces superaba los 10 cm,
resultando de gran utilidad los hitos de piedra en aquellas zonas donde
podíamos perder fácilmente el trazado del mismo.
Al llegar a esa especie de meseta, con una sucesión de pequeñas cañadas que fuimos cruzando a través de sus pequeños diques,
caminamos bajo el mágico hechizo de las fantásticas figuras que formaba la nieve congelada, brizando las ramas peladas de los quejigos.
Convirtiendo en un espectáculo nuestro recorrido, a veces campo-través, hasta la misma de esa muela caliza, conocida como peñón Enamorados, que ya veíamos desde la distancia a la que llegamos orientando nuestros pasos hacia el NOROESTE.
Llevando la silueta del cercano cerro Alto (1.786 m), a nuestra izquierda y algo mas lejana en la misma trayectoria, la alomada silueta de la cara norte del Torrecilla que con sus 1919 msnm es el techo de Todo el cuadrante suroeste de la Península Ibérica, pudiendo incluir casi todo Portugal, a excepción del techo de la Portugal continental, que es el Alto da Torre (1.993 m), que en cualquiert caso se encuentra en el centro norte del país vecino, concretamente en el corazón del Parque Natural da Serra da Estrela.
Al llegar a esa especie de meseta, con una sucesión de pequeñas cañadas que fuimos cruzando a través de sus pequeños diques,
caminamos bajo el mágico hechizo de las fantásticas figuras que formaba la nieve congelada, brizando las ramas peladas de los quejigos.
Convirtiendo en un espectáculo nuestro recorrido, a veces campo-través, hasta la misma de esa muela caliza, conocida como peñón Enamorados, que ya veíamos desde la distancia a la que llegamos orientando nuestros pasos hacia el NOROESTE.
Llevando la silueta del cercano cerro Alto (1.786 m), a nuestra izquierda y algo mas lejana en la misma trayectoria, la alomada silueta de la cara norte del Torrecilla que con sus 1919 msnm es el techo de Todo el cuadrante suroeste de la Península Ibérica, pudiendo incluir casi todo Portugal, a excepción del techo de la Portugal continental, que es el Alto da Torre (1.993 m), que en cualquiert caso se encuentra en el centro norte del país vecino, concretamente en el corazón del Parque Natural da Serra da Estrela.
Tal y como teníamos previstos al llegar a los pies del peñón
Enamorados 1.780 m, donde enlazamos con el sendero PR. A-351 Puerto Saucillo-Torrecilla,
no dudamos en acceder a su cumbre.
Se trata de una fácil ascensión, que los amantes de la trepada pueden realizar prácticamente por donde quieran, si bien, para evitar riesgos, nosotros accedimos como en anteriores ocasiones por el escalonado perfil que nos lleva hasta una especie de ancho canalón que da a la cara sur de este emblemático Peñón, en cuya cumbre nos estuvimos recreando un buen rato con las magníficas vistas del paisaje nevado que teníamos hacia el sur, entre nosotros y El Torrecilla.
Curiosamente hacia el norte del parque el fuerte viento predominante que había llegado desde esa dirección el día previo, había hecho desaparecer toda la nieve, actuando el cordal montañoso sobre el que se asienta el peñón Enamorados, de barrera protectora, para mantener, al menos un día mas, toda la nieve que podíamos ver hacia el sur.
Se trata de una fácil ascensión, que los amantes de la trepada pueden realizar prácticamente por donde quieran, si bien, para evitar riesgos, nosotros accedimos como en anteriores ocasiones por el escalonado perfil que nos lleva hasta una especie de ancho canalón que da a la cara sur de este emblemático Peñón, en cuya cumbre nos estuvimos recreando un buen rato con las magníficas vistas del paisaje nevado que teníamos hacia el sur, entre nosotros y El Torrecilla.
Curiosamente hacia el norte del parque el fuerte viento predominante que había llegado desde esa dirección el día previo, había hecho desaparecer toda la nieve, actuando el cordal montañoso sobre el que se asienta el peñón Enamorados, de barrera protectora, para mantener, al menos un día mas, toda la nieve que podíamos ver hacia el sur.
Finalizada la sesión de fotos en la cumbre, descendimos
hasta situarnos a los pies de la vertiente este del Peñón, donde estuvimos
disfrutando del almuerzo, hasta que el frío que sentías a los pocos minutos de
quedarte parado, nos obligó a ponernos en movimiento, a pesar de que el día era
muy soleado y el viento mucho menor del que anunciaban para aquella jornada.
Retomando la marcha en dirección ESTE, a través del sendero PR.
A-351 Puerto Saucillo-Torrecilla, en dirección Puerto Saucillo.
Dejando a nuestra espalda y cada vez mas lejos la silueta del peñón Enamorados, conforme íbamos atravesando el alomado perfil de Los Ventisqueros.
LLevando a ambos lados, jóvenes ejemplares de quejigos, protegidos por rígidas redecillas de plástico para evitar ser comidos por las cabras, pero que en muchos casos presentaban un aspecto muy castigado, por el fuerte viento predominante de las jornadas previas.
Dejando a nuestra espalda y cada vez mas lejos la silueta del peñón Enamorados, conforme íbamos atravesando el alomado perfil de Los Ventisqueros.
LLevando a ambos lados, jóvenes ejemplares de quejigos, protegidos por rígidas redecillas de plástico para evitar ser comidos por las cabras, pero que en muchos casos presentaban un aspecto muy castigado, por el fuerte viento predominante de las jornadas previas.
El siguiente hito orográfico fácilmente reconocible es el
espolón rocoso que a modo de para de barco queda a nuestra izquierda en el
sentido descendente que llevábamos, conocido como Los Andenes de la Cuchara, a
partir de aquí volvemos a tener en nuestro horizonte ESTE las sierras Prieta,
Cabrilla y Alcapraín, con Yunquera a sus pies, asomando por el mar de pinsapos
en el que pronto volveremos a sumergirnos.
Hasta que al llegar unos minutos mas tarde a la pequeña, pero muy emblemática Peña del Cuco, abandonamos el sendero principal, para tomar, erróneamente el sendero que en dirección SURESTE, nos llevaría de vuelta hasta el cruce de sendas cercano a la era que se encuentra junto a los tajos de Añicle, completando la ruta hasta el Mirador Luis Ceballos,
a través del sendero que desde allí se anuncia y que en prolongado descenso, salvo contados toboganes, cuesta arriba, nos devuelve al inicio de ruta a través del gigantesco pinsapar de Zarzalones, del cual salimos unos 500 m antes de llegar al mirador Luis Ceballos, clásico punto de partida hacia el tajo de La Caína, bastante mas concurrido de excursionistas de regreso a esa hora de la tarde.
Hasta que al llegar unos minutos mas tarde a la pequeña, pero muy emblemática Peña del Cuco, abandonamos el sendero principal, para tomar, erróneamente el sendero que en dirección SURESTE, nos llevaría de vuelta hasta el cruce de sendas cercano a la era que se encuentra junto a los tajos de Añicle, completando la ruta hasta el Mirador Luis Ceballos,
a través del sendero que desde allí se anuncia y que en prolongado descenso, salvo contados toboganes, cuesta arriba, nos devuelve al inicio de ruta a través del gigantesco pinsapar de Zarzalones, del cual salimos unos 500 m antes de llegar al mirador Luis Ceballos, clásico punto de partida hacia el tajo de La Caína, bastante mas concurrido de excursionistas de regreso a esa hora de la tarde.
Si bien, tendríamos que haber seguido avanzando unos 500 m
mas de la Peña del Cuco, por el sendero PR. A-351 Puerto Saucillo-Torrecilla,
en dirección Puerto Saucillo, tomando el ramal que sale a la derecha de éste, a
la altura de Los Llanos de La Casa, que nos hubiera llevado de forma mucho mas
directa hasta el Mirador Luis Ceballos, habiendo vuelto a coincidir con el
mismo recorrido que realizamos en enero de 2009. Si bien en esta ocasión
recorrimos por primera vez el sendero que va de la peña del Cuco a los tajos de
Añicle, inédito para la mayoría de los compañeros que participamos en esta inolvidable
jornada., donde los carámbanos brillaban como brillantes diamantes colgados de las
ramas de los quejigos, pinsapos y piornales.
Perfecta descripcion de la ruta y muy detallada, como siempre. Por cierto aparezco en una de las fotos junto a Carmen y los perros ;-) , compartimos parte de la ruta hasta la Cañada de la Perra. Saludos a todos desde GPS MALAGA. Sin duda una jornada inolvidable.
ResponderEliminar¡Hombre Carlos, pues otro saludo paara tí también!. La verdad es que escoigimos el día perfecto. ya sabéis que estáis invitados a saalir con nosotros de ruta cuando queráis.
ResponderEliminarUn saludo.
Juani
Cuando empezamos a subir poco antes de la Peña del Cuco me pareció que el sendero que queríamos no subía tanto y que estaba más pegado a la peña. Este no lo había hecho nunca
ResponderEliminarEstimado amigo Eduardo:
ResponderEliminarSi lees el último párrafo de la crónica, comprobarás que el sendero que debíamos haber cogido, se encontraba unos 500 m mas allá de la peña del Cuco, sin abandonar el mismo sendero que llevábamos hacia Puerto Saucillo a la altura de Los Llanos de la Casa.
Ayer te echamos de menos en El Torcal.
Un saludo.
La semana pasada hice la ruta Mirador del Caucón – Tajos de la Caína y me llevé la sorpresa de que el carril de acceso estaba cerrado antes de la bifurcación de Puerto Saucillo, lo que alargó el recorrido más de 2 km. de ida y otros tantos de vuelta. ¿Es normal que esté cerrado este acceso? En las descripciones de rutas por la zona que he podido leer siempre se puede llegar en coche hasta el mirador Luís Ceballos.
ResponderEliminarPor otra parte, se me ocurrió enlazar la ruta de los Tajos de Caína a la vuelta con la del Peñón de los Enamorados, siguiendo la senda que pasando bajo los tajos lleva primero a una covacha con restos de muretes y un poco más allá a una fuente. Creía que ese camino estrecho en dirección O. enlazaba con el camino que lleva al Peñón de los Enamorados desde Caucón. Ahora me doy cuenta de que interpreté mal el mapa de la ruta que viene en el folleto de Junta de Andalucía, que señala una vía pecuaria que viene desde el cerro del Tocón y que sí enlazaría con el recorrido Caucón-Enamorados, pero que es la que pasa por encima de los tajos y no por su base. Bien, pues yo seguí este camino de la base de los tajos hasta más allá de la fuente. Más adelante, cuando baja hasta la parte alta de un curso de agua estacional que desemboca en la cañada de las Carnicerías, el camino empieza a perderse y cambia la orientación a S. o SSO. flanqueando el cerro del Chaparral. Así pues, decidí volver atrás y volver a cruzar el fondo del barranco (aproximadamente ETRS89 4º 58' 20.02" W - 36º 42' 3.25" N en IBERPIX), buscando paso en dirección NO. hacia las crestas de roca que cierran la zona por arriba (la prolongación de los tajos de la Caína y las crestas de la arista del cerro del Chaparral). Siguiendo caminillos de cabras y terreno cubierto de pedregal y aulagas trepé al final por unas rocas y vine a salir a un llanete en el que vi el camino Caucón – Enamorados cerca de donde una señal indica una era próxima hacia el E., supongo que esta zona es la conocida como puerto de la Perra, o al menos el puerto de la Perra no debe quedar lejos de allí. ¿Alguien sabe dónde lleva el camino que abandoné y que parecía ir rodeando por el S. el cerro del Chaparral?